Cuando papá trabajaba las horas parecían eternas, Taehyung resopló con fuerza frunciendo sus pequeños labios sin la menor idea qué hacer.
—Nana, estoy aburrido. —la mujer que cuidaba del pequeño detuvo su labor acercándose al pequeño cuerpo que movía sin muchas ganas el juguete. Sonrió para sí y recorrió el flequillo castaño para que pueda analizarlo mejor. Taehyung se frotó contra la palma, sintiendo las pequeñas arrugas que se formaban en la anciana.
— ¿Y si vas al sótano? Nunca sabes qué puedes encontrar ahí. —Taehyung observó cómo le guiñó el ojo, ante la idea rebelde pues su padre le prohibía al paso debido a que ‘’no tenía aún edad suficiente. ’’ El menor recogió la paleta que soltaba pequeñas manchas ante su camiseta de superhéroes y se dirigió con prisa a los escalones.
Al entrar, buscó el interruptor, porque incluso si tenía una ventana esta estaba sellada, al caminar tropezó con una caja repleta de accesorios navideños provocando que el polvo almacenado brotara salvajemente de forma enfadosa. Después de tallar sus ojos, comenzó su búsqueda, quizás papá tenía un tesoro y no quería compartirlo.
No muy lejos de la realidad.
Examinó caja por caja, unas marcadas con plumón permanente color negro con mensajes en inglés, corazones, flores y soles completamente vacíos. Algunos con muñecos qué jamás había visto, telas, casetes de música, revistas viejas etc. Volvía aburrirse y dejando su cuerpo caer en un montón de ropa que antes usaba papá, escucho el chirrido de una caja color lila con líneas blancas semi-oculta con un espejo, igual la abriría, había perdido la esperanza de encontrar algo interesante en aquel sótano.
Al abrirla, se sorprendió que esta no tuviera un olor a humedad, al contrario, un olor a lavanda desprendía con gracia y sensibilidad. No muchos objetos, en una caja de terciopelo negro habría un collar con un dije verde. Taehyung tomo la cajita y volteando a sus lados asegurándose que su padre no lo hubiese pillado en silencio, la metió en sus pantaloncillos. Escarbó más, encontrando un birrete color rojo, un pañuelo con dos iniciales marcadas, un teléfono celular bastante viejo, un cuadro tono ámbar de dos personas con una cubierta de polvo; su intención de limpiarla con su manga se interrumpió al observar una película casetera con un tape en lo ancho marcado con una letra perfectamente en manuscrita;
‘’Para Taehyung’’
Con rapidez, abrazó el casete y corrió al piso de abajo donde su cuidadora barría la sala concentrada, jalando ligeramente de su falda larga susurró.
—Nana, iré con Jungkookie, prometo no tardar—sus ojos saltones esperaban con desesperación la probación ajena, esta le examinó observando el pequeño objeto que ocultaba detrás de su espalda con obviedad.
—Está bien, pero ten cuidado y tu padre no tardará en llegar. —este asintió y salió de prisa a la casa de enfrente donde habitaba su mejor amigo, compañero de clases. Tocó el timbre con desperación y Jungkook fue quien abrió tallando sus ojos, no dijo más, simplemente se movió para que este pasara dentro.
Jungkook tomó su manta y volvió a enrollarse en ella. —¿Está todo bien? ¿Por qué vienes tan agitado? —Taehyung no dijo nada, se acercó a él y le susurró sin rodeos. El menor abrió sus ojos con asombró, levantándose encendió el televisor y el aparato viejo donde se podían reproducir películas. Taehyung introdujo el casete con su nombre, ansioso y ambos regresaron al sillón donde al principio Jungkook dormía, ahora ambos compartiendo manta color cielo.
Una línea atraviesa el televisor, remplazada por una imagen gris y negra distorsionada con miles de pequeñas bolitas haciendo un ruido, al pasar ciertos segundos comienzan las imágenes coherentes.
El mar, una pequeña isla en medio repleta de rocas y olas chocando contra ellas con suavidad. La imagen vuelve a ser interrumpida como si se cortase la señal incluso a pesar de ser un vídeo, cuando vuelve a aparecer, Taehyung se tensa al escuchar la voz de su padre.
*
—Woaah, 19 de diciembre del 2012, hobi-ah grabando~ —la cámara deja observar una habitación blanca con varias ventanas. — Hoy es un día importante, Jimin-shi tendrá una de sus últimas terapias, cada vez mejora más kyaya~ —Hoseok graba a Jimin que reposa en la cama, sonriendo tranquilamente usando un gorro azul de marca ocultando su falta de cabello y dos tubos delgados recorriendo sus costados de su rostro adentrándose a la nariz, más entre sus brazos descansa un pequeño envuelto de cobijas amarillas y patitos.
—Hoseok quita eso, no me eh bañado. —Jimin reclama, poniendo su palma desocupada extendida en un intento en vano de ocultar su imagen. — Incluso sucio Jimin-ah es guapo, deja que grabe a mi linda familia.
*
Taehyung siente como sus ojos se hunden de lagrimas, ha dejado de escuchar lo que sale del televisor, sólo mira a dos jóvenes felices hablando, riendo y bromeando. Junto él, él en brazos. La escena se vuelve a interrumpir, ahora vuelve a observar la pequeña costa del principio, sorbiendo un poco de su nariz vuelve a poner atención.
*
—Hoseok, deja de tontear te vas a caer de ahí. —Jimin ahora es el que conduce la cámara, grabando a Hoseok que corría por la pequeña costa a la isla más cercana de rocas. — Hobi-ah, ¿por qué no me haces caso? —hablando más para sí, se aleja de su pequeño lugar que su esposo estableció para él en la arena, sentándose en la silla de playa.
—¿A caso no es hermoso, Taehyung-shi? Aquí crecí, aquí conocí a tu padre y desearía que aquí vinieras también. El lugar es hermoso ¿la vida es hermosa, no es así? el tamaño del mar, los sonidos que se escuchan, las vidas que habitan aquí, todo es tan complicado y simple. No resisto el esperar a que crezcas y que te unas a ellos. —en todo momento, la cámara se mantuvo en Hoseok qué seguía jugando en el agua, pero al terminar de pronunciar la última frase, esta es posicionada en una mesa de plástico para que ahora Jimin sea quien se refleje en la cámara. —¿Te cuento un secreto? No sé lo eh dicho a papá y no estoy seguro cuando lo verás pero, cuando empieces a desarrollar memoria no estaré aquí. Los dos no podemos existir, pero siempre estaré dentro de ti y de papá. Debes de saber que cada momento en el que te ames a ti mismo, estoy yo amándote, amando ser parte de ti.
—¡Jimin-ah! ¡Ven a ver lo qué encontré! —el mensaje del menor es interrumpido, llevando la mirada a su dirección y después de regreso al aparato. —Cuida de bien él. —es lo último que dice, y su sonrisa, es lo último que se mira. Después de que sale corriendo a dirección de Hoseok para abrazarse.
*
Ninguno de los dos niños articula algo, ambos se sobresaltan al ver la puerta abrirse y ver el padre de Jungkook entrando, un tanto sorprendido por la reacción de los dos.
—¿Esta todo bien? —pregunta Yoongi, su hijo solo sacude la cabeza entregándole el vídeo a Taehyung, este lo abraza con fuerza y se despide del señor Min corriendo a casa.
Cuando entra, ve a su padre en la mesa dejando la mayoría de sus cosas de trabajo.
—Papá, papá, ¿podemos visitar a mi otro papá? —Hoseok se congela y al observar a la nana, asiente, inseguro de cómo exactamente se enteró.
Las paradas durante el viaje son pocas, solo una o dos quizás. Al llegar, Hoseok toma fuerte de la mano de Taehyung guiándolo en donde esta exactamente su otro padre.
—¿Las quieres poner tú? —Taehyung asiente, tomando el ramo de girasoles depositándolo sobre la tumba. El silencio reina por unos largos minutos, Hoseok se mantiene flexionado limpiando el nombre de la lapida. — El hubiera estado muy feliz de verte. —menciona sin dejar su labor, con la mirada perdida.
Después de una media hora más tarde, Hoseok le indica al menor que se dirija al auto, es hora de retirarse. Este asiente y al esperar que su padre le siga, le vuelve a decir qué irá en un momento.
Taehyung obediente sube el pequeño monte de tierra libre con cuidado de no pisar tumbas, debido a que es una falta de respeto. En el camino algo lo detiene, pues al dar la vuelta su padre está llorando encima del lugar donde reposa el cuerpo fallecido. Correría a él y le abrazaría fuerte, pero su pequeña mente le dice que es mejor hacer lo que él le pidió.
De cierta manera, desde el carro le observa, ahora se despide borrando el rastro de lagrimas sobre sus mejillas y depositando un beso sobre la lapida. Durante el camino, Taehyung se imagina miles de cosas, cómo el hecho de que su otro papá también estuviese con ellos y podrían vivir una vida feliz juntos.
Ahora todo tiene sentido, el por qué él no se parecía a Hoseok y aunque antes se decía ‘’quizás me parezco a mi madre’’ no debe ser muy grande o inteligente para deducir qué tipo de familia era o serían. Igual, no importa, el los amaría.
De repente, recuerda el pequeño objeto qué tomó de contrabando de la caja de Jimin, el dije, y con disimulo para que no lo viese su padre que manejaba se lo puso adentrándoselo en su camiseta.
—Gracias por confiar en mí, creo… creo qué yo también te amo.