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Maestro y Discípulo por waka-yukari

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Notas del capitulo:

Siento la tardanza, tuve problemas cronologicos (?) para acomodar los sucesos xDc 

Pero ya me ha salido y espero poder actualizar pronto, además de que mi enjundía narrativa se volvió simple y sin eso que tiene este fic .-. -ni yo me entedí- 

Las palabras en cursiva, copien y busquen en google. 

Seis meses habían pasado ya desde que su tutoría se completara formalmente. Will revisaba los pergaminos que Hannibal le había encargado de tarea, al fin era sábado y ese día podría ver a sus amigos. Tocaron a su puerta era Delhar.

-Su carruca está lista, Amo- Will se le quedo viendo, nervioso. Delhar sabía que había algo que inquietaba a su maestro, lo conocía muy bien. Will lo seguía mirando, trago duro, sus mejillas se colorearon y apretó sus puños.

-Sé que algo le preocupa amo, ¿lo puedo ayudar en algo?- al final una risita inocente vibro en sus labios

-Yo… ¿sigo siendo el mismo?- Delhar dejo su posición recta y camino hasta donde estaba su amo, lo paso de largo.

-No amo, desde que la tutoría empezó usted ha cambiado algunas cosas en usted, como su cuidado personal, su forma de ver el mundo- Will reunió el coraje para preguntar al fin.

-¿ME VEO BIEN?- casi grito a todo pulmón y una gran carcajada lleno el lugar -¡DELHAR!- su sirviente regreso a él aun riendo y con una sonrisa.

-Will, eres el hombre más hermoso que jamás haya conocido. Nunca me has tratado como un sirviente, a nadie de esta casa. Y quien no vea eso en ti, está loco- con su mano áspera por su trabajo acaricio la fina cara pálida de Will- eres mi mejor amigo, siempre lo has sido. Aun después de que mi familiar quedar en ruina y tú nos salvaras. Ahora vamos, Amo, se hace tarde- a Will se le contrajo el corazón.

-Te he dicho que nadie en esta casa son sirvientes, solamente gente que trabaja para ganarse el pan de cada día, siendo tratados con dignidad- Delhar hizo una reverencia.

-Gracias, amo-

-¡DELHAR!- Will salió a tomar su carruca en la calle principal. Después de unos minutos llego a la Academia.

-¡Miren, es Will!- gritó Alcander a lo lejos, todos se reunieron alrededor de Will para saludarlo

-¿Qué tal el seminario? Lástima que aún no estoy en su nivel- dijo un poco a penado al darse cuenta de que se había atrasado en sus estudios.

-Muy bien pero cuéntanos, cuéntanos acerca de tu erástes- Will se sonrojo e inhalo

-Vayamos al Jardín, está solo y podré platicar con ustedes- llegaron a un gran jardín lleno de anemonas alrededor de una fuente llena de lirios acuáticos y manzanos. En medio de este, cuatro bancas de piedra indicando los puntos cardinales. Tomaron asiento. Will los miro.

-Es único, es perfecto. Mi maestro…yo no tengo las palabras para poder describir lo que siento por él. Su nombre es Hannibal Lecter, tiene un cargo importante en el gobierno, se dedica al comercio marítimo. La vida ha sido su mejor maestra, su madurez e inteligencia es impresionante. Sabe todo sobre mí, como si hubiera crecido junto conmigo y seamos la misma alma- todos lo miraban con asombro a tan nutrida descripción.

- ¿Qué más?- pregunto impaciente Attis

-¡Sí!- dijeron los demás, Will se quedó quieto, examinando cada una de las expresiones de sus amigos “¿Qué más?” era todo lo que sabía. No sabía nada, en realidad. Empezó a temblar bajo las miradas de presión y deseosas de información nueva pero de repente una voz chillona lo salvo.

-Siiii- arrastro la última vocal- ¿Qué más? ¡Cuéntanos!- todos se giraron y detrás de él estaba Mason. Todos se tornaron serios – Oh, no me digas que…- Will se puso de pie para enfrentarlo

-¡Cállate Mason, lárgate de aquí! Esta conversación no es contigo- Mason arqueo las cejas y una sonrisa prepotente se dibujó en sus labios.

-Oh, mejor ve y llorar por no ser escuchado por erástes quien se casa en un mes, al parecer- todos se petrificaron y miraron al chico rubio, que tenía por nombre Obelix. El temple del joven se volvió pálido como el mármol, sus ojos se dilataron, su mandíbula comenzaba a temblar y sus manos se apretaron como si contrayéndolas retendría su llanto de dolor.

-¿Obelix?- Anker se pudo dar cuenta como la vida desalojaba el cuerpo de su amigo a quien atrapo entre sus brazos antes de que cayera al suelo duro y decorado con el verde césped- ¡OBELIX!- gritaron al unísono. Will miro a Mason con su cara contraída por su coraje.

-Bien, por lo visto- camino rodeando a Will para mirarlo de arriba abajo, lentamente- no conoces nada de tu Maestro ¿tan poca confianza te tiene? ¿No eres lo suficientemente importante para que sepas sus cosas más básicas? Por el ejemplo como su edad y su verdadera alma. Que lastima me das, que tristeza ¿Quién no quisiera estar bajo la tutoría de Hannibal Lecter? ¿Debería llamarlo realmente así? Pobre de ti Will, pobre de ti- termino de rodearlo y con un rápido movimiento subió las escaleras y desapareció detrás de las grandes columnas de la Academia

-¡MALDITO BASTARDO! Un día le sacare todos sus dientes- gruño Alcander, Attis miró a Will quien estaba tieso y al borde del llanto.

-¿Estás bien Will? No le hagas caso, no sabe lo que dice- No, tenía razón, no sabía nada de su maestro a quien admiraba con todo su ser pero un gemido hizo que Will cayera de rodillas frente a su amigo Obelix quien estaba desmayado en brazos de Anker

-¿Lo llevamos a dentro?- pregunto Will tartamudeando al darse cuenta de lo pálido que estaba el hombre inconsciente

-No, solo se desmayó, dejemos que descanse pero lo más importante ¿alguien sabe algo de lo que Mason dijo? ¿Es cierto?- Anker dejo salir un gruñido, como un animal sediento de sangre y colérico – todos sabían que Anker siempre había estado enamorado de Obelix pero este lo estaba de su erástes, quien al parecer no le correspondía y se casaría. Alcander deseaba tener una familia con una hermosa mujer. Attis tenía la fortuna de que era feliz y Will, él ni sabía que quería ahora.

-No, pero es importante ir a hablar con su erástes- Will negó con la cabeza

-No, eso no es correcto, es una falta de respeto. Dejemos que Obelix se recupere y nos cuente que sucede y ver cómo podemos ayudarlo ¿pueden llevarlo a su casa? Quiero estar solo y pensar hasta dormir-  Durante un rato se quedaron a que Obelix descansara.

Las cortinas de seda roja ondeaban por el ligero viento, Mason apareció haciendo una rabieta con su cara roja y llena de indignación.

-¡SIEMPRE WILL GRAHAM, SIEMPRE ÉL! ¡LO ODIO!- le grito a la persona que estaba en un diván comiendo fruta fresca

-¿Will Graham? ¿Quién es él? Y ¿qué hizo?- Mason se detuvo frente a él

-El discípulo de Hannibal Lecter, yo quería a Hannibal como mi tutor no a ti ¡no a un aburrido e insípido Dios! ¡QUIERO A HANNIBAL LECTER! ¡HAZ ALGO!-

-Ahhh, es su discípulo. Tu solo lo quieres por sus dones otorgados, Mason, por eso anhelas a Hannibal- Mason lo fulmino con la mirada- solo estas fascinado por los relatos que te he contado, solamente eso. Solo es un capricho.

-¡A TI NO TE IMPORTA!- gruño y dejo a su Maestro, quien miraba por la ventana

-El discípulo de Hannibal Lecter…vaya, vaya. Debe de ser alguien digno de él. Iremos a darle una visita personal-

Will había llegado a su casa como demonio, el coraje se le había revelado en el camino. Sin decir ni una sola palabra entro a su casa y de su sala de entrenamiento saco un arco y flechas.

-¡WILL! ¡WILL! ¿QUÉ SUCEDE? ¿A DONDE LLEVAS ESO? – Will se limitó a tomar su arma y salir casi corriendo al bosque- ¡WILL!- grito Delhar desde el umbral de la puerta.

Corrió lo más rápido que pudo y lo más adentro que la maleza del bosque le permitiera, cuando el aire le falto se detuvo en medio de un claro. Giro a su alrededor, nada. Preparo su arco y cuando termino a lo lejos pudo ver un ciervo. Retrocedió para esconderse entre los helechos, paciente espero el momento indicado, tenso su arco y disparo su fecha mortal. Cerró los ojos y ruido lo asusto. Cubrió su cabeza con ambas manos, tirando el arco al suelo.

-¿Qué hice? Mate a un inocente animal…- sus ojos se tornaron brillosos por el sentimiento y se puso de pie lentamente, miro hacía más allá del claro y vio al ciervo tirado. Con el peso de la culpabilidad camino hasta esa escena garrafal, arrastro los pies como si le hubiesen absorbido la vida entera junto con ese flechazo. Llego al cuerpo inerte y lo miró, lo miró durante un rato pero de repente los ojos del ciervo se movieron. Will cayó de sentón por la impresión, cubrió sus ojos del miedo, reuniendo valor bajo sus brazos para ver y delante de él estaba un hombre. Un hombre alto, delgado, con el cuerpo definido, cabello café corto, ojos azules y una sonrisa de par en par.

-Lo siento si te asuste, no era mi intención y esa flecha no me mato- Will no pudo decir nada ante tal cosa.

-¿Eras el ciervo? – el joven asintió y se acercó a él.

-Soy un Dios Will, mi nombre es Matthew, un gusto conocerte, no era mi intención asustarte- Will se sonrojo la darse cuenta que por estúpido casi mataba a un Dios- Soy el Dios Céfiro, ven, deja ayudarte- tomo su mano y se puso de pie.

-Lo siento, yo…no, yo…Oh cielos- El Dios se rio del nerviosismo del humano- ¿por qué esta aquí?-

-Paseaba por aquí cuando vi que entrabas hecho una furia al bosque y alistabas tu arco, te quería dar una lección. Por más enojado que estés, por favor, no te desquites con la fauna de nuestra isla- Will cubrió su cara.

-Yo…yo usualmente, no, yo odio cazar solo que hoy…hoy…lo siento- a lo lejos se escucharon crujidos y el nombre de Will- ¡oh! lo siento, debo irme, me están buscado-

-Claro, espero verte de nuevo pronto- Will giro su cabeza para ver a lo lejos a Delhar con varios de los guardias de la casa y cuando volvió a ver el claro, Céfiro ya no estaba. Se apresuró a llegar donde Delhar.

-¡POR LOS INFIERNOS WILL! ¿QUE TE SUCEDE?- Will nunca había visto a su amigo así de enojado

-Lo siento, tuve un mal día y…vine a sacar toda ese enojo- Delhar miro por encima del hombro de Will tratando de encontrar un cadáver- no, no mate a nada, puedes estar tranquilo. Ahora vayamos a casa ¿sí?

- Oh si, por que alguien te espera y no está NADA contento con tu comportamiento Will- el castaño trago duro al darse cuenta de que su amigo había llamado a Hannibal.

Llegaron a la casa y entraron hasta la sala de estar donde Delhar lo escolto y lo dejo. Frente a una chimenea estaba Hannibal de espalda con los brazos cruzados detrás de ella.

-Tienes cinco minutos para explicarme que es lo que te sucedió hoy Will- Will frunció el ceño y respiro hondo

-¡NO SE NADA DE TI, NO SE SI TODO LO QUE ME HAS DICHO ES DE VERDAD, SI ERES REAL! ¡ERES TAN MISTERIOSO, SIEMPRE TE ANDAS GUARDANDO SECRETOS! ¡NO CONFIAS EN MI!- después de que el moreno pudo desahogarse y llorar lo que tenía que llorar, por coraje, Hannibal se dio la media vuelta para encontrar a un Will moqueante y con hipo por el llanto.

- ¿Es eso? Will confió en ti, te he dicho nada más que la pura verdad, yo…no te escondo nada. Y por mi cargo debo de ser confidente, sigilosos y cuidadoso para no poner en riesgo nuestras vidas y menos la tuya- se acercó a él y lo tomo de la barbilla

-Hannibal, no puedes tocarme, si haces eso…-Hannibal lo miraba sin parpadear

-Sí, sé lo que significa y tomaré toda responsabilidad de ello. Mírame, Will, levanta la mirada- el castaño no lo hacía- ¡TE HE DICHO QUE ME MIRES! Todo lo que te he dicho es verdad ¿no confías en mí?- Will tartamudeo pero no dijo nada- Will…

-¿Cómo no sé qué me mientes? Puedes hacer y no lo sabré-

-Nunca te mentiría, ahora mírame a los ojos, quiero que veas mi alma para ti, Will- lentamente levanto sus ojos verdes y encontró a los de su maestro. Sabía que al hacer eso no había marcha atrás, todos esos miedos se tendrían que ir ya que estaba confiando con su corazón en Hannibal y aceptando que todo era real y no habría más represalias en un futuro. Que todo era real y no le ocultaba nada.

Hannibal sostenía la barbilla de Will con la mano izquierda, la derecha se deslizo por su chitón y darse cuenta de que los muslos de su aprendiz eran suaves y sin rastro de vello corporal, siguió deslizando su mano hasta encontrar su polla semi erecta pero goteante, libre, sin vello púbico.

-Dioses, estás afeitado…Will…- Will se sonrojo mientras le sostenía la mirada- no cierres tus ojos, mira el placer de tu cara reflejado en mis ojos- Hannibal tomo toda la polla de su alumno y comenzó a frotarla de arriba abajo, apretando la base. Will gimió y su cuerpo se tensó por completo. Sus mejillas radiaban calor, su Juventud se reflejaba por su rápida reacción al estímulo que su maestro le daba. Estaba tan mojado por el líquido pre seminal y Hannibal aprovecho eso para aumentar la velocidad.

-Mis piernas…no puedo- Hannibal lo tomo de su espalda baja y la acuno, lo recostó sobre su pecho sin dejar de masturbarlo.

-Pon tus brazos alrededor de mi cuello- Will lánguido lo rodeo.

-¡AHH! ¡HNGGG! ¡HANNIBAL!- gimió en su oído- más por favor más…necesito más de ti, por favor-

-¿Cómo Will?- Will jadeaba sin parar, cuando pudo articular sus palabras hablo-

- Como en mis sueños, dándome placer con tu boca, tus dedos preparando la bienvenida de tu calor, saboreando mi esencia de tus propios labios, tomando mi vida- con la fantasía en la cabeza Will se corrió, chorreando su semen en la mano cálida de su maestro- lo siento…- susurro entre los últimos espasmo de su liberación. Hannibal pasó sus brazos por detrás de las piernas de Will y lo cargo hasta sentarse junto con él en el kline y lo sostuvo entre sus brazos.

-Como desearía hacer realidad tus sueños Will…pero no puedo, no soy digno de ti y no lo seré nunca. Lo siento- susurró muy bajo. El castaño se retorció en su sueño con una sonrisa de satisfacción 

Notas finales:

Dejen reviews y compartan la hsitoria ;A;)9 


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