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Para su deleite y dispocición por Charisma2Min

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Notas del fanfic:

No hay mucho que decir. yo tambien me aburro. Disfrute si quiere y si no, pues no.

 

 

 

 

 NOTA: El contenido de esa recopilacion es totalmente independiente uno del otro, yo avisare  en caso de que haya secuela de alguno de los Drabbles que no son Drabbles ni One shots.

 

Notas del capitulo:

Espero y les guste esto. Esto. No pueden regañarme estoy conciente de que debo muchas cosas pero soy muy YOLO <3 Disculpenme. 

Me quedo bien pinshi maricon y no sé porque A: Tal vez no tenga coerencia pero..aquí esta. 

La alfombra roja se presentó ante él cuando bajó de la limusina, era aterciopelada y no tenía ninguna pelusa rodando por ahí. Todo será perfecto. Fue lo que le prometió, y lo había cumplido, a no ser, que él no fuera capaz de ver esas pelusitas por los pétalos blancos que se esparcían hasta la entrada de la iglesia; con nerviosismo dio un primer paso.

Y se sintió torpe. Torpe, muy torpe, se encontraba hecho todo un racimo de nervios, suspiró hondo queriendo llevarse esos choques eléctricos que pasaban por sus manos. Su mirada avellana se paseó por el cielo, el día era bonito, había nubes que parecían algodones de azúcar, el cielo celeste era impecable y el sol estaba a su punto, no quemaba pero podía sentir su tibiez en las mejillas.

Perfecto día para casarse.

-        No estés nervioso-  Su vista se fue hacia la derecha, donde su hermano Taesung le miraba con un brillo en los ojos, su hermano mayor, el que lo entregaría al altar. Taesung  sonrió. –Solo te vas a casar, las personas lo hacen todo los días- Sonando burdo le golpeo el hombro, y Taemin solo atinó a reír.

-        No puedo creer que me vaya a casar- Pasó una mano por su espeso cabello negro desordenándolo un poco, pero sin afectar su peinado.

-        Pues créelo, estas frente a la iglesia, llevas puesto un traje blanco y un ramo de flores rojas entre las manos. A menos que te dirijas a un velorio.- Taesung se paró frente a su hermanito; cuando le dieron la noticia de que se casaría primero se lleno de tristeza, su bebé se iría de casa a su corta edad de veintitrés años, porque para Taesung seguía siendo un bebé, para toda la eternidad. Luego sintió felicidad, una enorme que le rebuzno hasta por las orejas, Taemin había encontrado su felicidad, una muy extraña por cierto, una de un metro ochenta, castaño, ojón y de piel morena. 

-        No…- Taemin tímido, bajó el rostro, sintiendo las lagrimas cristalizarle los ojos, veía la tristeza abundante en las pupilas de su hermano y no le gustaba verle sufrir sabía que Taesung estaba triste por su partida. –Hyung…- El tono lastimero no tardó en escucharse, y unos cálidos brazos rodeándole tampoco, sus lagrimas corrieron libremente sin remordimiento alguno ahogando lloriqueos en la garganta y sorbiendo la nariz. Él también estaba triste, no quería alejarse de su hermano, ese que le apoyó con todo el corazón cuando su madre le dio la espalda.

-        No-no llores bonito, no llores, es tu boda, no debes estar triste.- La voz de él azabache mayor también sonaba débil, pero tenía que demostrar ser fuerte para que Taemin no se desmoronara más. Apartó con cuidado a TaeMin de su hombro que se hallaba húmedo y con los pulgares limpió dulcemente las lágrimas que corrían por esas sonrosadas mejillas regordetas. Intentó sonreír pero nadie mejor que él supo que no fue una convincente.

-        Pero H-hyung, no quiero dejarlo solo- Con las manos temblorosas arregló su cabello algo desesperado.

-        Y no lo harás, te lo juro. Ya lo hemos hablado Taemin, si esto te hace feliz…a mí también.- Ahora si sonriendo, juntó su frente con la de su hermano viendo como el de igual manera le sonreía con los ojos brillando. El mayor se acercó un poquito más y deposito un lindo beso en la frente de Taemin. –Ahora Tae…hay que llevarte ante ese tipo con el que te vas a casar-

-        Se llama MinHo; Hyung, ya son tres años y ¿aun no recuerdas su nombre?- Las mejillas de Taemin se alzaron al cielo en una sonrisa muy tierna que logró desarmar al mayor.

-        No, y creo que estaré llamándote toda tu vida para que me lo recuerdes-

 

Después de ese emotivo momento se encargaron de arreglar el impecable traje Taemin y de secar el hombro de Taesung este lo tomó del brazo y con los sentimientos a flor de piel se encaminaron a entrar por esas puertas que sellarían el destino del menor. Caminaron cautelosos hasta la entrada donde cuando puso el primer pie en el templo todas las personas se pararon a recibir al novio.

Taemin sonríe. Sonríe porque recordó la llamada que recibió cuando este iba en camino hacia la iglesia, era Jonghyun, su amigo, novio de su madre postiza y primo de su futuro esposo.

-        ¡TaeMin, la rana está en la jaula, repito, la rana está en la jaula!-

-        Hyung… ¿Qué quiere decir eso?-

-        Que MinHo no se rajó y ya te está esperando en el altar precioso-

 

En un santiamén sintió su corazón desbocar cuando todas las miradas iban dirigidas a él ¿Y cómo no hacerlo? Si se veía hermoso con ese traje blanco, con esa tiara en la cabeza y ese ramo que le hacía ver más lindo. Sus mejillas ardieron y su pulso subió a mil cuando llegaron al altar. Con melancolía observó a Taesung como le soltaba y le robaba un dulce beso en la mejilla antes de irse a sentar en la primera butaca junto a Jonghyun y Key quien ya le miraba con la nariz roja y los ojos hecho s ríos de lágrimas. Susurró un Todo está bien Hyung… que Key entendió perfectamente porque al instante arregló su cabello y su posición subió de glamur volviendo a ser la misma Diva de antes. Sonrió tiste, extrañaría a ese rubio.

Pero solo en ese momento su corazón quiso explotar, cuando unas suaves y grandes manos tomaron las suyas, subió el rostro nervioso y sonrojado de que tantas personas le vieran hacer ese acto de sentimiento puro y lo encontró.

Esos enormes ojos negros en los cuales podía encontrar todas las constelaciones que quisiera, esos negros ojos que le miraban con amor y ternura, esos ojos que se veían juveniles bajo esas tupidas y largas pestañas, esos ojos que le enamoraron esa noche de invierno. Minho llevaba un lujoso traje negro que contrastaba perfecto con esa flor blanca que descansaba en el bolsillo de su traje.

Tan perfecto. Tan irreal.

-        Hola…amor...- Minho habla bajito pero lo suficientemente alto para que Taemin le escuche y termine embelesado   con su gloriosa voz. ¡Vaya! Entonces no era un sueño.

-        H-hola- Desvía la mirada apenado de que haya tardado tanto en responder, porque cuando estaba con Minho era el más lento de los lentos, el más torpe e ingenuo. Porque Minho tenía un efecto retardador en su sangre que hacía que se esparciera por cada poro de su cuerpo convirtiéndolo casi en un robot oxidado. Siente como las manos de su futuro esposo vibran por una melodiosa risa que se escapa de sus labios.

-        ¿A un no puedes verme a la cara?-

-        N-no-

-        Te vez hermosamente comestible~

 

La mano de Minho viaja hasta la barbilla del menor y lo obliga a alzar el rostro para encontrar sus ojos. Los labios rosáceos, ojos avellana, piel porcelana, naricita de muñeca.

Arrg~

Y ahora es cuando  Minho recuerda porque se va a casar con ese niño mimado que llegó a su vida con un tornado de nuevas emociones que jamás pensó haber sentido, porque Taemin entró a su vida tan de repente como la humedad que se cuela por el parabrisas de un automóvil en medio de la lluvia. Llegó como un vil nazi abriendo las puertas que creyó bien cerradas, con esa dulce forma de ser, expidiendo inocencia hasta del rincón más oculto. Porque Taemin le enseñó a que la inocencia exitista y permanecía hablando mucho más allá de lo carnal, le enseñó a ver la hermosura del mundo y de las cosas que era capaz de hacer. Pero sobre todo…le enseñó a amar.

-        Taemin…- La voz de Minho retumbó muy cerca de su oído y no supo más que  quedarse inmóvil disfrutando de la masculina fragancia que expelía ese hombre…tan masculino, tan…tan Minho. –Hay que seguir la ceremonia o nunca podremos casarnos.- Supo bien que sonrió, porque lo hizo y lo conocía demasiado bien, casi como a la palma de su mano.

-        Claro- Nervioso, le sonrió a Minho y se dio la vuelta para apreciar al padre que haría la ceremonia. En cuanto el padre comenzó a hablar el se perdió en su mente y tomó la mano de su querido prometido. A un no puede creer que esté a punto de decir un severo ¨acepto¨ que los unirá como pareja ante los ojos de dios, no puede creer que pasaron tres años de gran magnitud, no puede creer que ya haya pasado la época donde su madre le gritaba y le abofeteaba por el simple hecho de ser una persona que gustase de su mismo sexo. Recuerda las veces que su ahora próximo esposo le acarició la espalda y limpio sus lagrimas con sus manos cuando el escapaba de cárcel que se convertía su hogar e iba por su apoyo. Recuerda la alegría de Key cuando este le dijo que estaba jodidamente enamorado de Minho, lo recuerda a la perfección y esa despedida de solteros que le organizó contra su voluntad, el bar, las bebidas, las risas, los bailarines y la jaqueca.

Pero lo que mejor recuerda y hace que sus mejillas se enrojezcan es aquel momento cuando descubrió que sus labios podían emitir esos sonidos extraños y su cuerpo sentirse tan liviano cuando Minho le tocaba justamente ahí, cuando pasaba sus grandes manos por todo su cuerpo, o cuando lamia partes inalcanzables por sus pupilas, cuando contó en voz alta cada nuevo lunar que encontraba en su blanca piel, recuerda la lujuria liquida en los ojos del moreno y su respiración al chocar contra su nuca y a él suplicando por algo que se avecinaba y que parecía iba a explotar en los pantalones de Minho. No puede creer que el escándalo llegara hasta con la vecina y que esta llamara al número de emergencias enviando una patrulla a interrumpir una entrega de amor.

-        Me informaron de unos gritos extraños provenientes de esta residencia, ¿Qué tiene que decir a su defensa?

Minho en tan solo bóxers fue a abrir la puerta con el ceño fruncido y el escondido tras su espalda viendo con pena al policía.

-        Que interrumpió mi noche de sexo con mi novio. Así que si me desculpa, volveré a mi trabajo.

La cara del policía era de desagrado con un leve sonrojo, eso cree Minho fue el motivo de que ya no molestara y se marchara junto a su auto con lucecitas. Y simplemente se volteó rápido y enredó las piernas de Taemin en su cintura mientras este le besaba.

Se abochorna tanto que ni se da cuenta de que su hermano ya le había puesto el lazo de la unión y que Minho estaba por decir sus votos.

Nervioso de no ser lo suficiente apto para Minho se voltea cuando este le toma por ambas manos y todos le miran atentos a lo que el moreno esta apunto de declamar.

-        Prometo que nunca soltaré tus hermosas manos y que las besaré cada que pueda, prometo que intentaré ser el mejor esposo que jamás hayas tenido, prometo llenarte de regalos y mimos incluso cuando me golpees.- Las risillas de las personas suenan tranquilas, y él no atina más que a fruncir un poco su ceño y reír también.- Prometo que cada que caigas, estaré yo ahí para levantarte, y aun que no podamos tener hijos…-Tragó duro.-Prometo que seré el mejor padre que un perro pueda tener…-

Y no es que lo dijera de broma, fue unos días antes de la boda donde cayó en depresión al darse cuenta de que nunca podría darle un hijo a Choi, y que nunca dejarían descendencia.

-        Lo-lo lameto…yo, no puedo darte lo que quieres Minho.

Sus lágrimas escurren en sus tiernas mejillas y el alto se apura a abrazarlo y a besarle por donde recorrieron estas.

-        No Taemin, no pienses así, yo soy feliz, no es que no me impórtenlos hijos, pero mientras te tenga a ti, soy capaz de respirar.

Taemin sube el rostro invadido de dolor y le sonríe. Le sonríe porque sabe que lo que dijo es real.

Y ahora sus ojos se cristalizan por esa simple realidad y porque no puede estar más feliz de que Minho le acepte con todo y problemas. NO le importa el padre ni sus pocos familiares que asistieron, ni siquiera que estén en un iglesia, el se avienta a los suaves brazos de Minho y se acurruca a llorar es un pecho. Suaves palmaditas llegan a su espalda y besitos en su coronilla que le hacen tranquilizarse y suspirar a gusto unos cinco minutos después; pide perdón por su fragilidad y su prometido le sonríe y prosigue con sus palabras.

-        Yo Choi Minho, prometo amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, pase lo que pase, hasta que la muerte nos separe.-

Y ahora es cuando le suena poco, porque Taemin quería estar más tiempo que toda su vida con Minho y solo por eso, el también se apura a decir sus votos más que nervioso.

-        Choi Minho, Yo Lee Taemin, prometo serte fiel, prometo respetarte y amarte pase lo que pase, en la salud y la enfermedad, prometo que te entregaré toda mi vida y que siempre estaré ahí cuando más me necesites, prometo cuidarte en la enfermedad y apoyarte en los momento duros, en las subidas y bajadas, en las próximas peleas y en la nueva aventura que estamos por comenzar, pase lo que pase, hasta que la muerte nos separe.-

Y luego el padre dice lo ansiado por ambos.

¨ Que el Señor confirme este consentimiento que han manifestado ante la Iglesia y cumpla en ustedes su bendición. Lo que Dios acaba de unir, no lo separe el hombre. Yo los declaro una pareja ante los ojos de nuestro señor. Puede besar al novio.¨

Minho se aproxima a él con una sonrisa pintada en los labios y con los ojos hechos un mar de emociones, lentamente Taemin vira el rostro y ve la cara de su madre, que más que feliz se veía ridícula: vestida completamente de negro y con un velo en la cabeza. Ella lloraba. No podía aceptar que su hijo era homosexual y que estaba a punto de sellar sus nupcias, el sonríe triste a su dirección y susurra un suave ¨lo siento¨ que más para él va dirigido a su progenitora.  Simplemente ella no podía entender que su hijo era feliz ahora.

La visión de Taemin se fija al frente y lo ve, esperando por él, vestido de negro, feliz por su casamiento. Minho quiere hacerlo despacio y se va acercando poco a poco, como el color que crecía en las mejillas de Taemin. Pero el menor se cansa de esperar y tomándolo de su traje hace que sus bicas se estrellen en un torpe y necesitado beso.

Los grito de emoción no se hacen esperar, hay regocijo ante ellos, un par de ser humanos se han prometido amor entero  y eso es motivo de fiesta.

El estomago de ambos da un vuelco y saborean el sabor al amor, sus respiraciones agitadas y el sonrojo en ambas mejillas se dejan ver cuando salen tomados de las manos de la iglesia, sonríen de más y sus cabellos llenos de arroz y pétalos de flores rojas se mueven al compas de una música imaginaria que solamente ellos pueden escuchar.

¿Qué es eso?

Nada especial. Solo los coros de los ángeles celestiales que les invitan a entrar a los reinos del amor y de la fidelidad.

Porque ahora estaba casado. Unidos, se han casado y convertido en una sola persona, porque sus caminos no se cruzaron de nada ese día en la discoteca, porque no por nada sufrieron momentos malos y vivieron momentos felices, no por nada disfrutaban de la compañía del otro y de su olor y su forma de ser, no por nada se acariciaban y gemían ante el tacto del otro si sus cuerpos creaban una extraña atracción como dos imanes

Simplemente estaban destinados a terminar juntos por toda la eternidad.

-        Te amo Taemin.

-        Y yo a ti.

 

 

 

Notas finales:

No sé quienes se hayan enterado, pero huvo un PROBLEMON con mi Fb. etonces,,lo cerraron por que se puso ghei :C Tuve que hacerme otra cuenta, lamento si te tenia en Facebook y ya no. 

Mi nuevo fb: https://www.facebook.com/profile.php?id=100009071314677


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