Ritsu Pov
No le veía salida a la situación, no puedo dejar que alguien se entere, por eso resignado acepte ser el esclavo personal de Tsumori, los primeros días el solo me pedía que le hiciera las tareas, eso cargaba aún más mi pesada agente, sin embargo aun así podía soportarlo todo, a pesar de estar en semanas de prueba, de lidiar con múltiples trabajos y de casi no dormir, yo podía con esa pesada carga, haría lo que fuera para proteger a Takano-san, si las personas se enteraban que yo me cortaba sin duda sería más odiado que antes, tal vez mis amigos me rechazarían y el azabache terminaría yéndose de mi lado para estar con alguien normal, pero no podía permitir eso, he soportado muchos meses este amor no correspondido como para poder rendirme ahora que tengo finalmente una oportunidad con el amor de mi vida, si tengo que soportar a Tsumori para tener cerca al oji miel, lo hare, sin importar lo que me pida, sin importar la humillación que siente, no me rendiré con Takano-san, no ahora.
Al principio me sentía lleno de energías, quería pasar lo mejor posible está horrenda situación y esconder mis verdaderos sentimientos del resto, si mis amigos se enteran de esta escenario los meteré en problemas, y no dejare que ellos salgan lastimados por mi culpa.
Creí que podría soportarlo, pensé poder tolerarlo, sin embargo con el paso del tiempo Tsumori me obligo a humillarme de formas que jamás me imagine, para hacerlo me dio una lista con las reglas que yo tenía que cumplir:
1-Él me podía pedir cualquier cosa en cualquier momento y yo no la podía rechazar.
2-En clases se sentaría junto a mí para copiarme todas las pruebas.
3-Debia cocinar cada una de sus comidas.
4-Si yo le faltaba el respeto él me podría golpear y yo no tendría derecho a objetar.
Jamás he odiado a nadie, y me detesto a mí mismo por no ser capaz de hacerlo, el rubio es muy cruel conmigo, me humilla, me explota, me lastima y aun así no puedo detestar a otra persona que no sea yo, me culpo porque estas cosas me estén pasando, si hubiera sido más fuerte tal vez no hubiera explotado y así nadie me molestaría, o podría ser más agradable con el resto de mis compañeros, sé que me odian por siempre arruinar sus fantasías de no hacer algún examen, pero no lo puedo evitar, no puedo sacrificar todo el esfuerzo que he puesto, por eso está bien si me odian yo no los puedo culpar.
Esa semana comencé a trabajar en el bar, el empleo era bastante duro, yo jamás en mi vida había preparado un trago, sin embargo, para mi suerte mi sempai Nowaki era muy amistoso conmigo, él era un joven que se encontraba estudiando medicina, ambos estábamos inmersos en situaciones similares, sobre explotados con trabajo y estudio sin tener idea de cómo manejar ambos, es lindo tener a alguien que te entienda.
Nowaki me aconsejo darle prioridad a las cosas, sin embargo para mí eso era imposible, yo no podía dejar nada, si dejo se estudiar pierdo la beca, si dejo de hacer clases no puedo pagar el poco tiempo que me queda hasta que Isaka-san hable conmigo, si abandono a Tsumori mañana todos sabrán la asquerosa clase de persona que soy ¿Cuál es mi prioridad? Sentí como una tímida sonrisa se dibujaba en mi rostro, la respuesta era tan obvia lo que más me importa es el bienestar de Takano-san, él es la persona que más amo, hare lo que sea para que él se encuentre bien y pueda cumplir sus sueños.
Encontrar un nuevo amigo en el bar fue algo que aligero un poco mi peso, no obstante, mi cuerpo no pensaba lo mismo, al no comer, al no dormir, al no hacer nada que no fuera estudiar sumado al estrés de tener que obedecer a Tsumori no pude evitar caer enfermo, mi cabeza me dolía, era una constante puntada que amenazaba mi estabilidad emocional, a pesar de sentirme así de mal igual tuve que ir a cumplir los mandados del mayor.
ME levante a las seis de la mañana para cocinar el desayuno de Takano-san y Tsumori, cuando me encontré satisfecho con el resultado ingrese a la habitación del rubio el cual me esperaba recostado en la cama.
“Ya te habías demorado mucho idiota, espero que este sepa mejor” Sin atreverme a mirarlo a los ojos le alcance la bandeja.
“Si eso es todo yo me iré” Musite queriendo salir lo más pronto de la pieza para ir a ver al azabache dormir.
“¿A dónde crees que vas?” Me pregunto algo furioso el oji café, últimamente no entendía su comportamiento, el me odiaba, le molestaba mi presencia y aun así me mantenía a su lado solo para verme sufrir.
“A mi cuarto, ya te entregue la comida, cumplí con mi parte” Quería que mis palabras no se escucharan muy insolentes, si lo ofendía el me golpearía nuevamente, odio ser tan débil, desearía ser más fuerte para poder defenderme.
“Siéntete a mi lado” Cansado me senté al borde de la cama del rubio el cual agarro mi rostro bruscamente “Esta es la mejor idea que he tenido, mi Ritsu, gracias a ti he pasado con excelentes notas en cada asignatura, además me siento más energético, ya no tengo que pagar mi almuerzo y te tengo a ti” Yo no suelo enojarme con facilidad, a pesar de todo lo que he vivido poseo un carácter muy sumiso, sin embargo aquellas palabras “Te tengo a ti”, como si me dijera que soy de su propiedad encendieron una furia en mí.
“YO NO SOY TUYO” Grite levantando la vista para verlo de forma desafiante, no soy de él, yo solo soy de Takano-san.
“¿Qué me dijiste?” La mirada del mayor se oscureció mientras apretaba cada vez más fuerte mi rostro.
“Que no soy tuyo” Repetí sin temor, él me ha lastimado tanto que un golpe más ya no hará la diferencia.
“MALDITO INSOLENTE” Después de decir eso el más alto me arrojo contra la cama quedando arriba mío “Tu eres solo mi juguete recuérdalo, el títere que baila para mí, si digo que eres de mi propiedad lo eres”
“Jamás seré de tu propiedad” El rubio me dio una bofetada después de decir eso, sentía como me comenzaba a arder la mejilla por el dolor.
“Entonces no tengo más opción que marcarte como mío” Sentí miedo al escuchar esas palabras, el oji café lentamente se acercaba a mi rostro lleno de furia, sus labios estaban muy cerca de los míos, no lo pensé, mi cuerpo reacciono solo y lo empuje lejos de mí, no dejaría que alguien que no fuera Takano-san me diera mi primer beso de verdad, he esperado mucho para poder tenerlo y no dejare que nadie me quite aquella infantil ilusión.
“En tu lista no decía nada de acoso sexual” ME trate de defender del más alto, el cual se encontraba completamente sorprendido.
“No creas que esto se quedara acá entre nosotros” El rubio me agarro del cuello de la camisa para comenzar a zarandearme “Recuerda que tú no eres más que un maldito suicida, en verdad nadie te quiere”
“Mis amigos si” ME sentía completamente humillado por aquel hombre, ya no quería esto, desearía poder desaparecer para dejar de sufrir.
“Ellos no saben la clase de monstruo que eres” Sentí una gran opresión en el corazón, es cierto, ellos no saben nada acerca de mi condición, si lo supiera perdería por siempre a Kisa y a Chiaki, además Ijuuin y Akihiko me tendrían miedo, nadie quiere tener cerca a una persona masoquista como lo soy yo.
“Yo…” No pude seguir hablando al sentir una calidez en mis ojos, que débil soy, de nuevo estaba llorando frente a ese hombre.
“De verdad eres patético, ni si quiera tu propio padre te quiere, Ritsu nadie jamás te amara porque eres una basura” ¿Lo era?, por eso mi padre me detestaba, era una decepción para él, nunca cumpliría con sus expectativas.
“Por favor déjame irme” Musité aterrado de las hirientes navajas que pudieran salir de su venenosa boca.
“De verdad me das tanto asco” El rubio rio con maldad mientras yo cerraba fuertemente los ojos, ya no quería oír más de eso “Ritsu, yo odio como todos son tan crueles contigo y tu mantienes esa boba sonrisa, me asegurare de destruirla por siempre, te corromperé de todas las maneras posibles y hare que conozcas el mismo infierno” Sin poder evitarlo comencé a temblar, aquellas palabras tuvieron un gran impacto en mi ¿Conocer el infierno? Pero si eso es lo que estoy viviendo, mi vida no puede ser más miserable, este año ha sido una pesadilla para mí, ya no lo puedo soportar, ya no quiero más, por favor no más.
“Tsumori debo irme para poder terminar tu informe de economía” Susurre esperando poder zafarme de esta situación para ir a llorar en silencio, ya no quiero seguir con esto, detesto esta humillación.
“Tienes razón” El más alto se levantó satisfecho de su trabajo, como debe disfrutar verme sufrir de esa manera, que crueles pueden ser algunas personas “Aún así te quiero ver esta noche a las ocho en mi pieza, tu castigo verdadero comenzara ahora” Sin querer mirar atrás Salí corriendo de la habitación.
El trabajo, lo abusos, las amenazas, las cartas de odio que me llegaban a la mochila, las constantes burlas los exámenes, todo, esto es mucho, ya no lo soporto, ya no quiero, el dolor, la decepción todo esto es un infierno, quiero salir de aquí, quiero que alguien me ayude, por favor no me dejen solo, lastiman, sus palabras queman “Eres un bastardo” “Eres una decepción” “Te odio” “Deberías morir” Ese último mensaje me llegaba muy seguido, debería morir, desearía poder hacerlo, poder descansar a abandonarlo todo, ya no quiero sufrir más, tal vez me debería hacer el ultimo corte de la vida, tal vez mi padre tenía razón y yo jamás debí haber existido, todos deseaban que yo desapareciera ¿Eso sería lo mejor?
Cansado de todos estos pensamientos me dirigir a mi habitación, olvidando el desayuno del azabache, todo me dejo de importar, solamente quería recostarme en mi cama para poder dormir, estaba cansado, me sentía agotado, mi cabeza estaba hecha un lio y por algún motivo las lágrimas no querían cesar.
Soy débil, por eso Tsumori me descubrió, soy cobarde por siempre huir de los demás, soy miedoso, soy de lo peor, ¿Valdrá la pena todo mi esfuerzo? Jamás en mi vida había considerado el suicidio, sin embargo ahora lo tomaba como una opción, desaparecer y dejar todo atrás, ya no tendría que estudiar todo el tiempo, ya no soportaría a gente que me molestara, por fin podría ser feliz, por fin podría descansar, quiero poder descansar estoy cansado de luchar en contra de la corriente sin ver los resultados.
Soy un marginado social, llego a ser tan odiado hasta el punto del acoso ¿Qué hice mal? Yo no elegí ser así, yo no quise ser una mala persona, no quería lastimar a nadie, lo lamento tanto, desearía poder ser alguien amado como alguno de mis amigos, como los admiro, sin embargo a lo largo del tiempo yo solo les traeré más problemas.
Un solo corte más, un corte tan profundo que ya no tenga la necesidad de despertar jamás, un solo corte más.
Después de meditar horas acerca de lo que haría decidí levantarme de mi cama para poder acabar con todo esto, todos tiene un límite y a mí me han arrastrado más lejos que eso, ya no lo soporto, el dolor es muy fuerte, llevo tanto tiempo viviendo muerto, sin poder sonreír de verdad, yo quiero poder descansar.
Decidido fui al baño para hacer el ultimo corte de mi vida, abrí el cajón en donde se encontraba el objeto filoso, lo tome con mis manos mirándome una última vez al espejo “De verdad quiero que tu hagas que yo me enamore de ti” Aquel recuerdo del azabache paso fugazmente por mi mente, lamento no poder cumplir con eso, sentía como mis manos temblaban y mi corazón se detenía, acerque la navaja a mi cuello para poder acabar con todo, me mire con los ojos lloroso “Quiero intentar ser tu amigo, quiero que me cuentes todos tus problemas y yo te contare los míos” “Me siento solo por las noche sin Misaki” “Ritsu me lo puedes contar soy tu amigo” “De verdad me preocupo por ti Ritsu” “ME gusta que me digas Masamune” “Tu no me causa molestias puedes confiar en mi” “Ya no estás solo, prometo jamás dejarte” “Ritsu eres mi mejor amigo” “Te quiero mucho” Cada uno de esos recuerdos oprimía mi corazón ¿Cómo puedo intentar morir y abandonarte?
Arrepentido solté la navaja y me eche a llorar al piso abrazo mis piernas, soy tan cobarde, no puedo, ya no puedo hacerlo, prometí jamás dejarte, prometí hacer que te enamoraras de mí, lo lamento, no pude controlar mis sentimientos, estos meses han sido la peor tortura que he tenido que soportar, sin embargo tu siempre eres el que me mantiene en pie, Takano-san yo te amo tanto, y por ti no me rendiré.
Repase toda mi vida una y otra vez buscando mi error, si yo era débil, era un cobarde que siempre huye, era de lo peor, era una decepción, pero también soy una persona determinada que jamás se rinde hasta cumplir con su objetivo, yo soy persistente, alguien inteligente…..soy inteligente, claro que sí, soy el número uno de mi carrera, no puedo morir ahora, no cuando estoy a punto de cumplir con mis sueños.
Odio lo que veo al espejo, pero ¿Cómo no detestarlo si toda tu vida los demás te han lastimado? Ya me canse, no soportare más de esto, ya no puedo, es hora de hacer un cambio, ya no quiero vivir en este infierno.
ME levante del piso del baño, limpie las lágrimas que había en mi rostro para poder mirarme al espejo, tome un suspiro de aire, y agarre valor para hacer lo que nadie jamás hizo por mí, motivarme a seguir.
“Soy una persona inteligente” Declare con algo de dificultad mientras miraba mi propio reflejo en el espejo “Soy alguien muy persistente” Tome un gran bocado de aire para poder seguir “Soy diferente pero eso no significa que sea malo” Un par de lágrimas traviesas se escaparon de mis ojos, sin embargo el motivo ya no era la tristeza, me sentía feliz de escuchar que alguien por primera vez me alentaba “Yo soy alguien….fuerte” Si lo era, jamás escape de la universidad a pesar del acoso, a pesar de los golpes yo no renuncie a mis estudios “Soy alguien esforzado, tengo un amor incondicional por los que amo, no se cocinar pero no intento” Una tierna sonrisa se esbozó en mi rostro, como me hacían falta esas palabras “Merezco vivir, no soy una decepción porque pronto cumpliré mis sueños” Mire mis irritados ojos verdes, los cuales ahora reflejaban una gran calidez “Tal vez todos me odien pero….” Comencé a temblar al tener que decir aquellas palabras “Yo no me odio”
Me sentía satisfecho con eso, nadie jamás me había dicho esas hermosas palabras, yo era una persona muy insegura, lo que me hace fácil de manipular, sin embargo, ya no más, tal vez nadie me salvo como yo quería mi héroe jamás llego, en aquel instante comprendí que el único que me podía salvar era yo, solo yo puedo decidir sobre cómo controlar mi vida, las cargas como el estudio y el trabajo no reducirían, sin embargo esta vez aceptaría un par de fracasos, si doy mi mayor esfuerzo eso es lo que importa, yo pongo alma y cuerpo en lo que amo, sé que doy lo mejor de mí, por eso jamás seré una decepción.
Quiero poder llegar a ser un hombre seguro que pueda apoyar a Takano-san, por eso me hare fuerte, me convertiré en alguien que pueda confiar, quiero poder ser digno de su amor, y pensando como antes lo hacía jamás lo conseguiría.
Suicidarme, eso era lo que el resto de las personas quería que hiciera, me empujaron hasta tal extremo que volví a colapsar, sin embargo por primera vez en mi vida no le daría el placer a nadie de verme sufrir.
“Ritsu” Me voltee en dirección a aquella voz que me llamaba, me sorprendía de ver al azabache con una mirada de preocupación.
“Takano-san” Musite mientras el corría a abrazarme, su calor me calmaba, pude sentir como los latidos de mi corazón aumentaban.
“¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?” El oji miel limpiaba tiernamente una de mis lágrimas, cada vez que el me toca siento que todo mi cuerpo se estremecer y dentro de mi nace un enorme calor, que solo él puede provocar.
“Cuando tú te enteraste que yo me cortaba” Susurre con dificultad sin querer verlo a los ojos “¿No pensaste que era un monstruo?” Lo diferente asusta a las demás personas, y yo soy muy diferente al resto.
“Lo que pensé fue” El más alto levanto tiernamente mi rostro para que viera sus hermosas orbes de color miel, sentí como si una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo “Que deberías estar sufriendo mucho para llegar a esos extremos, pensé que necesitabas que alguien te diera una mano, Ritsu jamás podría pensar algo malo de ti” La cálida mano del mayor acariciaba mis mejillas, podía sentir como la sangre se subía a estas.
“Gracias por permanecer a mi lado” Musite tomando tímidamente y con mucha vergüenza la otra mano del más alto.
“No he terminado” Mire extrañado al azabache “¿Quieres saber que más pensé en aquellos momentos?”
“Si quiero” ME asustaba un poco saber, sin embargo la calidez en su mirada me daba una gran confianza.
“Pensé que te veías tan frágil, tan dolido, yo quería callar tu llanto, quería poder abrazarte por siempre para que ya no sufrieras, quería ver esa hermosa sonrisa que me gusta tanto de ti Ritsu” ME sonroje furiosamente al escuchar aquella declaración sin poder creer sus palabras ¿EL pensó eso? Una tierna sonrisa se esbozó en mi rostro recordando que la primera vez que yo lo vi a él pensé exactamente lo mismo, realmente lo amo.
“Entonces todo está bien” Musite para mi ¿Qué importaba si el resto me odiara más? Eso no haría la diferencia, las demás personas han hecho lo imposible por torturarme, me seguirán molestando independientemente de lo que haga, pero mientras tenga a Takano-san a mi lado, siento que podre superarlo todo.
“¿Por qué me preguntaste eso?” A pesar de escuchar su pregunta mi boba sonrisa no desaparecía, yo si le importaba, que feliz soy, me esforzaré para demostrarle que las segundas oportunidades si existen.
“Por simple curiosidad” Mentí sin verlo a los ojos aun sintiendo vergüenza de sus anteriores palabras, solo él puede causar esto en mí.
“Entonces yo por simple curiosidad hare algo, pero no te asustes” Sentí como las dos manos del más alto acariciaban con ternura mi rostro mientras él se acercaba cerré con fuerza mis ojos mientras sentía como me ponía aún más rojo, me sentía nervioso en sus brazos, de pronto pude sentir un leve roce, fue algo muy superficial entre nuestro labios, sin embargo para mi ese beso transmitió mucho amor y cariño, fue dulce, fue excitante, fue cálido, tierno, para mi ese fue mi primer beso, él me había besado, mi corazón latía con gran rapidez, las manos me comenzaron a sudar, y en mi estómago sentía mariposas.
“Takano-san” Susurre aún más feliz mientras abría mis ojos para poder entrelazar nuestras miradas como si fueran una sola.
“Por favor apúrate y has que me enamore de ti” Después de decir eso el azabache me beso en la frente y salió de la habitación.
Lo amo, lo amo tanto, el me mantiene firme a mitad de tormenta, tal vez el jamás sepa como salvo mi vida en aquel momento, al parecer si tuve un héroe.
Me convertiré en alguien digno para ser su pareja, yo creceré y enfrentare a mis demonios para ser su incondicional apoyo, lo salvare como él lo hizo conmigo, aun soy algo inseguro, aun soy un cobarde, sin embargo por primera vez reconocí mis cosas buenas, yo no soy una mala persona, y no dejare que me traten como si fuera basura.
Con una nueva determinación me dirigí a la habitación de Tsumori, al abrir la puerta una sonrisa lasciva se armó en su rostro.
“Veo que si eres masoquista, llegas una hora antes de lo acordado, pero no me molesta” Me mantenía firme ante aquel hombre, ya no dejare que me lastimen así, yo debo enfrentar mis temores para poder seguir viviendo.
“Tengo algo que decirte” EL más alto se acercó a mi tratando de intimidarme, sentía algo de miedo sin embargo ya no dejare que eso me gane.
“Tu verdadero castigo comienza esta noche amor” El rubio me empujo haciéndome caer fuertemente al piso.
“Duele” ME queje intentado levantarme, no obstante, el cuerpo del oji café me lo impidió, ante esta situación yo empecé a forcejear intentando soltarme.
“Eres tan lindo cuando te resistes” El más alto acaricio mi mejilla “Es momento de destruir aquella molesta personalidad tuya”
“Tsumori te lo advertiré una vez, bájate de encima mío ahora” No baje la mirada, ni corte nuestro contacto visual, quería dejarle en claro que yo hablaba en serio con mis amenazas, tal vez no tenía fuerza ni valor pero si tenía una nueva motivación y objetivo, cuando yo me propongo algo jamás me rindo.
“No te me pongas insolente aún” El rubio me presiono el vientre con su rodilla, me dolía, aun así yo no le daré el placer de escucharme gritar.
“Suéltame” Repetí dándole un fuerte empujón, lo que hizo enojar aún más rubio el cual me golpeo contra la pared.
“Lámemela” El oji café sonrió pervertidamente mientras se bajaba los pantalones quedando solamente en su ropa interior, lo que me causo mucho asco “Si no quieres que todo el mundo sepa hazlo”
“No” Musite apretando con fuerza los puños, no me voy a rebajar más, este hombre me ha llevado hasta una crisis emocional, es suficiente.
“Perdón creo que escuche mal lo que dijiste” Levante la mirada con firmeza, fruncí el ceño y lo volví a repetir.
“NO LO HARE” Grite lleno de seguridad, ya es suficiente, es el momento de darme el valor que merezco.
“Si no lo hace todo la facultad se enterara de que te cortas, te dejaran solo porque eres un suicida” Ya no importa, ellos me detestan sin saber eso, la opinión de los extraños ya no tiene poder sobre mí, si quieren molestarme, que lo hagan, ya no dejare que sus hirientes palabras me afecten jamás, tengo el amor de la única persona que me importa y sé que mis amigos son incondicionales y no me abandonaran, ahora estoy seguro, al borde del colapso, al borde de cometer la estupidez más grande de mi vida me di cuenta. Que le diga a todo el mundo mi secreto, si alguno de mis cercanos me empieza a molestar es porque jamás fue mi amigo, jamás me quiso de verdad y nuestra relación no hubiera durado.
“Diles, dile a todo el mundo, hazlo” El más alto me jalaba fuertemente los cabellos sintiendo impotencia.
“Te odiaran todos” Solté una risa irónica.
“Ellos ya me odian” Con todo el valor que tuve levante mi puño para darle un golpe en la cara al oji café, el cual se separó de mí.
“Eres una mierda, mal nacido, espero que te mueras” Me levante mirando ahora con pena a Tsumori.
“Acá tu eres el brabucón que me asusta, tratas de controlar mi vida porque te delitas con el placer ajeno, pero en un par de meses cuando salgamos, yo seré el que tenga un exitoso trabajo, yo seré quien haga lo que ama hacer en la vida” Sonreí ante mi propia declaración, solo un par de meses más y podre ser feliz.
“Tal vez” Musito el oji café con una retorcida sonrisa que hizo que un escalofrió recorriera mi cuerpo “Mientras este acá te jodere la vida Ritsu, no dudes que me callare con tus palabreas, si no me obedeces pagaras”
“Cuando vengas a mí en un par de años más pidiéndome algo para comer porque nadie te contrato por tus bajas notas, a pesar de todo no te rechazare”
“¿Pero de que carajos estás hablando?” Tsumori se levantó del piso manteniendo la distancia conmigo.
“Yo no te odio, no puedo odiar a nadie” Admití algo avergonzado, a pesar de todo el daño que me ha hecho él es un amigo para Takano-san y mientras el haga feliz a mi azabache yo veré algo de esperanza en su fría personalidad.
“De verdad eres un maldito imbécil” ME acerque a la puerta para poder salir de aquella habitación para siempre.
“No te odio, pero no te metas conmigo o la pagaras caro” Era la primera vez que me defendía, me sentí orgulloso de mi mismo.
“Tú no tienes nada con que chantajearme tarado” Esboce una pequeña sonrisa lo cual asusto al mayor.
“En eso te equivocas, si tú me sigues molestando yo iré con Kamijou-sensei y le contare de todas las copias que me hiciste en la prueba, además de que los informes que entregaste los redacte yo” EL rubio apretó fuertemente los dientes.
Tsumori cumplió con su palabra asegurándose que al día siguiente todos se enteraran de mis cortaduras, las agudas miradas, las cartas de odio, todo eso se repetía los murmullos incesantes de la gente, la única diferencia es que esta vez no deje que nada de eso me afectara porque tengo el cariño de las únicas persona que me importan, además gracias a esta dolorosa experiencia aprendí a amarme a mí mismo, así que está bien si el resto no me quiere aceptar como soy porque yo por primera vez lo hago.