Ritsu Pov
Las semanas habían pasado bastante rápido desde aquel día en el que Takano-san me defendió, yo no le quería traer problema, no quería arrastrarlo a mi mundo, lo último que deseaba era que mi amado azabache pasara las vergüenzas que yo tengo que pasar a diario, me sentía culpable por afectarlo de esa manera.
Me sentía deprimido de que todos lo trataran como si tuviera alguna enfermedad, justo como mis compañeros me trataban a mí, sin embargo, a pesar de todos los insultos y las frías miradas a Takano-san no parecían importarles, me sentía seguro entre sus brazos, cada vez que alguien me mira el oji miel se pone alerta como si de un perro guardián se tratara, aunque para mí él se asemeja a un ángel guardián.
Tal vez aun no éramos pareja pero los besos y las caricias me indicaban lo contrario, el azabache me obligaba a dormir con el cada noche depositándome en su pecho para que escuchara el armónico latido de su corazón, los detalles que el tenia conmigo iban en aumento, yo lo amo, es lo más maravilloso que hay en mi existencia, por el yo soy capaz de hace cualquier cosa incluso de dar mi propia vida.
Pensé que el amor era un sentimiento que llenaba tu ser, sin embargo, si esa frase es verdad eso significa que mi corazón es cada vez más grande porque cada día caigo más rendido ante él, cada día con saber un pequeño detalle de esa persona soy inmensamente feliz, por ejemplo ayer descubrir que Takano-san cuando habla con alguien que no le gusta tiende apretar los puños o a morderse el labio como conteniéndose, sé que es tonto, tal vez es hasta infantil alegrarse por averiguar algo como esto, a pesar de saberlo yo no puedo evitar extasiarme con descubrir más de quien espero que sea mi pareja.
A su lado he aprendido el verdadero significado de esas palabras que a veces se pronuncian a la ligera, he aprendido lo que significa querer fundirse con el alma de alguien más, querer llegar a serlo todo para él, mis pensamientos podrían llegar a ser algo egoísta de mi parte pero si ese es el caso solo por esta vez me permitiere serlo.
“Jamás aceptado por tu familia, siempre ocultando un secreto, tratado como la peor escoria, rechazado siendo objeto de burlas, inmerso en un profunda soledad y desesperación de la cual no puedes salir, pides ayuda, gritas intentado que alguien te extienda una mano, pero al ser la vida real esas cosas no pasa, nadie te ayuda, el llanto no cesa, las punzadas en el corazón no se detiene al igual que al sangre que escurre, las crueles palabras de los demás se grabaron por siempre en tu corazón, las marcas de tu imprudencia se volvieron parte de tu piel, aquella inocencia con la que mirabas el mundo ha desparecido, quieres abandonarlo todo, estás mas que cansado de este infierno, es hora de elegir entre si tú vas a ser tu propio héroe o te rendirás dejándote consumir por ese fuego eterno”
Mire con nostalgia el cuaderno en el que había escrito esa palabras antes de mi intento de suicidio, era el mensaje final que quería dejarle a las personas, que ellos tomaran peso de lo fuerte que pueden llegar a ser sus palabras, sin embargo, hoy gracias a mis experiencias entiendo que es inútil razonar con alguien que despiadado porque solo se burlara de las buena intenciones que tienes.
Al leer esas palabras me parece increíble el cambio, a mí me siguen molestando, las personas aún me acosan, los papeles en la mochila aun me llegan, la situación es incluso peor porque hasta a Takano-san le envían cartas de odio, pero a ninguno nos importa, las palabras de ellos ya no nos pueden dañar, porque nos tenemos el uno al otro para protegernos, yo jamás dejare que alguien lo lastime, no quiero volverlo a ver en aquel estado del día que lo conocí, no permitiré que esos ojos vuelvan a perder su brillo y esa sonría la esperanza que refleja.
Cerré el cuaderno dejándolo en la mesa de noche para recostarme nuevamente en el pecho del azabache, el calor que emana su cuerpo siempre me ha tranquilizado, el a pesar de estar dormido me abraza como si yo fuera el objeto más valioso que sus manos han tocado, junto a el ya no tengo miedo.
“¿Cuánto tiempo más me vas a seguir viendo?” Mi corazón dio un gran salto ante las palabras del azabache, el sabía que estaba despierto.
“Takano-san, si despiertas házmelo saber” Reclame escondiéndome debajo de las sabanas las cuales me fueron arrebatadas.
“Si no lo hacía, no podría haberte visto observándome” Mis mejillas a cada segundo se calentaban más.
“Perdóname por ser” Antes de poder terminar el azabache me había callado con un dulce beso en los labios, yo me volvía a recostar permitiendo que el hiciera lo que quisiera conmigo, amaba el sabor que su boca tenia, era una mezcla realmente adictiva, yo solamente me dejaba llevar por el esperando que el beso jamás se acabara.
“Mi lindo Ritsu ya no sientas vergüenza frente a mi” Cerré los ojos fuertemente para asentir efusivamente.
“Me da tristeza saber que esta fue nuestra última noche juntos” Murmure sin poder mantener la voz firme.
“Oye, solo es el último día de clases no es como si no nos volviéramos a ver jamás” Una tímida sonrisa se dibujó en mi rostro ante esas palabras.
“Takano-San yo” El oji miel coloco la palma de su mano en mi boca, me miro con intensidad haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera.
“Masamune, para ti quiero ser Masamune” Lo apenado que me sentía no lograba opacar la inmensa alegría que contenía, llamarlo por su nombre es algo con lo que siempre había soñado, desde el momento en que lo vía supe que caería rendido ante él, ahora sé que es verdad, es imposible no enamorarse de este hombre.
“Ya deberíamos ir a vestirnos” El más alto me abrazo para luego alejarse de mí, dejándome confundido en la habitación.
Espere un par de minutos sin tener señal de él, por lo que decidí ir a ducharme para ahorrar algo de tiempo. Es el último día de clases, lo que marca el fin de mi sufrimiento, finalmente podre escapar del estudio, podre hacer lo que amo, ahora las cortaduras solo serán un amargo recuerdo del cual pude sobrevivir gracias al oji miel.
Cada uno de los suspiros que doy tiene el nombre de Masamune grabado en ellos, desde que despierto lo único que hago es pensar en él, cada una respiración es para mi amado oji miel, cada latido le pertenece, al igual que mi alma, jamás me podre enamorar de nuevo, yo quiero pasar el resto de mi vida junto a esta persona.
Con esos pensamientos de colegiala enamorada termine de ducharme para salir a la habitación a vestirme, lo que vi me dejo boquiabierto; la habitación estaba ordenada, cada cosa puesta en su lugar, a pesar de ser día las velas adornaban el territorio dándole un ambiente romántico, había una bandeja con chocolates, una pequeña caja al lado de la cama, aunque la mejor parte de esto fue encontrar a mí azabache parado junto a nuestro lecho de amor con las manos detrás de la espalda y una mirada llena de satisfacción.
“¿Te gusta?” Yo estaba tan conmovido esto era lo más lindo que alguien había hecho por mí, me sentía extasiado.
“Y…Yo…E” Mi cerebro se encontraba en shock ni si quiera podía articular una simple frase, sin embargo la sonrisa en mi boca y las lágrimas en mis ojos delataban lo que había en el interior de mi mente.
“Como hoy es nuestro último desayuno juntos yo quería hacerlo especial” ME ruborice furiosamente al escuchar sus intenciones “Pero como dormimos toda la mañana decidí que lo mejor sería hacerte un almuerzo” Me senté en la cama viendo como el mayor se posicionaba a mi lado con una extraña mirada.
“¿Qué pasa?” Pregunte temiendo haber hecho algo que le desagradara, lo último que quiero es molestarlo.
“¿Me intentas provocar de nuevo?” Mis ojos se encontraron con aquellas orbes miel intentando descifrar sus palabras.
“¿A qué te refieres?” Finalmente pregunte sintiendo como el más alto paseaba su mano por mi abdomen, la acción me avergonzó, baje la mirada para darme cuenta de que aun solo traía una toalla amarrada en mi cintura.
“Espera un poco” El azabache camino hasta su closet sacando una de sus camisas, me indicio que levantara los brazos para vestirme con ella, al ser muy grande lograba cubrir mi intimidad de la mirada del más alto.
“Gracias” Musite apenado disfrutando del suave tacto de la tela, la cual aún llevaba el aroma de Takano-san.
“Cierra los ojos” Lo mire desconfiado por la repentina petición, pero de igual forma obedecí, escucha un par de extraños ruidos en la pieza hasta que el volvió a hablar “Ábrelos ahora” Lo primero con lo que mis ojos se encontraron fue con un bello ramo de rosas rojas adornado con una cinta verde en el centro.
“¿Es para mí?” Pregunte atontado por la dulce acción del más alto, ahora me sentía muy mal de no haberle preparado nada, soy idiota, ni si quiera se me ocurrió, aunque de seguro lo compensare con la sorpresa que tengo para el en un par de días.
“Sé que te gustan mucho las rosas” No pude evitar soltar un pequeño grito de sorpresa yo jamás le había dicho eso a nadie.
“¿Cómo lo sabes?” Pregunte mientras el oji miel me rodeaba con sus brazos nuevamente regalándome la seguridad que tanto necesitaba.
“Porque las miras mucho por la ventana” El mayor deposito un tierno beso en mi frente “Ritsu yo estoy siempre pendiente de ti”
“Te amo tanto” Susurre apoyándome en el firme pecho del azabache, el cual me acariciaba como si no hubiera mañana.
El resto de la tarde paso demasiado rápido para mi gusto, ambos estuvimos encerrado comiendo la deliciosa comida que Masamune había preparado para mí, conversando de cosas triviales haciendo infantiles planes para el futuro, desearía poder congelar el tiempo y detenerlo en este mismo instante, este es el momento más feliz de mi vida, no me falta absolutamente nada porque él es lo único que necesito.
Lamentablemente la tarde llegó al igual que la graduación, ambos nos tuvimos que separar, empacar nuestros cosas, desalojar la habitación y prometernos encontrarnos en un lugar luego de la ceremonia, por suerte mi amado oji miel había logrado pasar cada una de las materias, casi lo reprueban por insistencia como a Tsumori.
Camine por el campus hasta la entrada, en donde me encontraría con mis amigos como un estudiante por última vez, mire con tristeza a los demás alumnos con sus padres felicitándolos alegremente, sé que él no vendrá, no espero recibir amor de su parte, él fue el hombre que me convenció de que yo era una decepción de que no valía nada y fracasaría en el intento por cumplir mis sueños, no lo detesto pero tampoco le tengo un gran afecto, estamos bien siguiente dos caminos completamente separados.
“RITCHAN” La estruendosa voz de mi amigo me saco de mis pensamientos, mire hacia el gran portón para encontrarme con un emocional Kisa y un energético Chiaki, he pasado tanto tiempo con el oji miel que los he dejado un poco de lado.
“Kisa, Chiaki” Los tres nos dimos un nostálgico abrazo grupal, me sentía feliz de poder verlos al fin sin sentir vergüenza.
“Has estado desaparecido por un tiempo Ritsu” ME regañaba el oji azul con un tierno puchero en su boca.
“Es que he tenido muchas cosas que hacer” Susurre intentando disimular mi sonrojo escondiéndolo debajo del flequillo.
“¿Ese algo tendrá que ver con Takano Masamune?” La mirada pervertida del peli negro solo logro apenarme más.
“No nos engañas, tú estás enamorado” Al levantar la mirada pude contemplar el cálido gesto que ellos me regalaban, cosa que me calmo.
“Estoy más que enamorada de él, lo adoro, es todo en lo que pienso, es por quien vivo y con quien deseo pasar cada segundo de mi vida” Al escuchar mis palabras el gesto de felicidad el castaño desapareció.
“Entiendo cómo te sientes” Susurro depresivamente, yo mire al oji café en busca de alguna explicación pero este solo levanto lo hombros en señal de que tampoco sabía que le ocurría a nuestro pequeño amigo.
“¿Qué pasa Chiaki?” Se atrevió a preguntar el más bajo, yo le agradecí con la mirada, estaba interesado en el oji azul pero temía destrozar su corazón recordándole alguna mala experiencia que pudo haber tenido en estos meses.
“Tori me dijo que no me amaba, que me alejara de el” Kisa y yo nos miramos incrédulos sin entender el comportamientos del mayor, ni yo ni el peli negro conocemos bien a Hatori, a pesar de eso sabemos que cuando el mira a nuestro amigo algo dentro del mayor cambia, de alguna forma él se vuelva más cálido, por eso no entiendo su conducta.
“¿Estás seguro?” El menor asintió deprimido “¿Qué es lo que vas a hacer después de graduarte?” Pregunte preocupado por su estado.
“Si quieres te puedes ir a vivir conmigo, gracias a que Ritchan poco a poco me ha ido pagando he podido comprar un departamento” ME sentía orgulloso de tener mi deuda casi saldada con el oji café, el trabajo duro si rinde frutos.
“No quiero ser una molestia” EL oji azul tomo un gran bocado de aire para proseguir “Además me iré a vivir con Yuu, pagaremos un departamento a la mitad”
“¿Yuu tu compañero de cuarto?” EL menor asintió sin atreverse a vernos a los ojos, Kisa y yo nos lanzamos una mirada cómplice.
“¿El mismo que te secuestro cuando estabas hablado conmigo la vez que lo conocí?” Mi tono de voz tenía algo de burla por la obviedad de la situación.
“¿El Yuu que casi me mata por estar durmiendo sin polera junto a ti la noche que me quede en pieza?” Reprimí mi carcajada ante la historia, yo no sabía que el amigo de Chiaki fuera tan celoso con él.
“Si ya saben quién es dejen de preguntar” Reclamo molesto el oji azul cruzando sus brazos en señal de ira.
“Él te quiere más que como un amigo” Declaramos los dos al unísono dejando con la boca abierta a Yoshino.
“ESO YA LO SE” Grito frustrado “LE deje los limites claros antes de que viéramos el departamento” EL peli negro arqueo una ceja dando a entender que no creía mucho en la fuerza de voluntad de Yanase.
“Si algún día te ataca mientras duermes siempre podrás recurrir a mi casa” Lo consoló el oji café con palmadas en la espalda.
“Además a pesar de que el no sienta lo mismo, mi corazón siempre será de Tori, no es tan simple olvidar un primer amor” Lo mire lleno de empatía, hubo un tiempo en que yo sufrí lo mismo por el amor del azabache.
“Ritchan otra vez esa mirada de chica enamorada está en tu cara” Rayos, debía aprender a controlar mis expresiones cuando pienso en él.
“Perdón es que siento que por fin le importo, él ha pasado tanto estos meses por mi” Suspire sin poder dejar de pensar en sus hermosos ojos color miel.
“Escuche algo de eso en mi facultad” Proclamo Chiaki “Al parecer salió una noticia de una pareja suicida que no se avergonzaba en público o algo así, realmente no le tome importancia porque no me gustan los chismes”
“Si éramos nosotros, Tsumori se encargó de avergonzarnos frente a toda la universidad” Sonreí amargamente ante el recuerdo “Pensé que él me odiaría por estar succionándolo a mi mundo, pensé que me dejaría y se iría de mi lado, pero se quedó para apoyarme” Mis dos amigos me miraban llenos de ternura.
“Desde el momento en que lo vi molesto con Ijuuin supe que te amaba Ritchan, por eso los obligue a ir a una cita” Estaba eternamente agradecido con Kisa por eso, el me dio la oportunidad para ser por primera vez feliz.
“KISA-SAN” Una cuarta voz se escuchaba pronunciar el nombre de mi amigo, el cual tenía una expresión llena de pánico.
”Chicos iré a esconderme, si pregunta no me han visto” Acto después el peli negro se ocultó dentro de un salón cercano, nosotros mirábamos con curiosidad al hombre brillante que venía corriendo hacia nosotros.
“¿Ustedes son los amigos del Kisa-san?” Nosotros asentimos confundido “Son muy lindos como el” Ambos nos ruborizamos por lo encantador que resultaba aquel desconocido, ahora que lo miraba bien él era Yukina uno de los amigo de Takano, creo que nos encontramos un par de veces antes de la cita.
“¿Eres amigo de Takano-san?” Aquella interrogante se escapó sola de mis labios, me sentía bastante tonto al ni si quiera poder disimular.
“Claro que si Ritsu” El más alto me sonrió jovialmente “Él siempre se la pasa hablando de su pequeño castaño” Mi corazón golpee violentamente mi pecho como si se pudiera escapar de este en cualquier minuto.
“¿Por qué busca a nuestro amigo?” Pregunto el oji azul con un aire lleno de inocencia e ingenuidad, el no cambia.
“Porque me gusta” Me sorprendí de lo abierta que fue su declaración “Yo no lo he podido olvidar desde nuestro encuentro, por eso le busco con tanta desesperación ¿Lo han visto en algún lado?” Con aquella mirada suplicante yo me sentí tentado a decirle que sí, que estaba escondido a su lado, sin embargo, si lo hacía sería una traición, traicionar a la persona que depósito toda si fe en mi cuando no tenía nada.
“No, lo siento” Musite sin atreverme mentirle viéndolo a los ojos, no quería observar como estos se apagaban.
“Gracias, pues seguiré buscando” El más alto se alejó con un aire lleno de depresión, yo y Chiaki nos encerramos en la habitación junto al peli negro en busca de alguna explicación a su extraño comportamiento.
“Kisa ¿Que le hiciste a ese pobre hombre?” Mi mirada estaba llena de desaprobación, el oji café me vio con algo de nostalgia.
“Luego de que la cita acabara yo me encontré con Sumi-sensei, el me mostro la hermosa familia que tenía ahora, no pude evitar sentir asco de mí mismo al ver a esa bella mujer embarazada, me sentía de lo peor” Hace poco el peli negro se había animado a confesarnos porque había adelantado el año, tanto Chiaki como yo nos ofrecimos para ser respaldo de sus declaraciones, pero él nos dijo que no, que quería salir pronto de la universidad.
“Ya te lo dije Sumi es una persona horrenda por hacerte eso” El castaño tenía el ceñí fruncido y apretaba los dientes, esta era una de las pocas veces en que el pequeño Yoshino Chiaki se molestaba de verdad.
“Después de eso me hundí en una semí depresión, no podía dejar de pensar en el, en mi peor momento fue cuando me reencontré con Yukina, el al parecer trabaja en una de las librerías a las que recurro, al verme me ofreció otra cita, terminamos teniendo sexo y lo he estado evitando desde entonces” La perdida mirada del peli negro solamente lograba confundirme aún más, el no parecía en contra de esa idea.
“¿No te gusta Yukina?” Pregunto le oji azul directamente sin tacto alguno, yo lo mire lleno de sorpresa e ira.
“Ese es el problema” Suspiro el mayor “Me gusta mucho, pero no quiero que sea un simple reemplazo para sensei, yo aún no lo puedo olvidar, no saldré con nadie más por puro despecho” EL castaño y yo compartimos una mirada llena de preocupación, yo iba a intentar darle un consejo hasta que…
“Los alumnos de último año repórtense al auditorio para la entrega de sus diplomas” Los tres nos miramos desanimados.
“Vayan, yo los estaré observando desde los asientos” Ni el mangaka ni yo queríamos abandonar a mi amigo en ese estado, no obstante gracias al llamado del alto parlante tuvimos que resignarnos a obedecer el mensaje.
Caminamos hasta el amplio lugar en donde nos separaron por facultad y lista, yo suspire depresivamente al no encontrarme junto a mi amado azabache, él estaba más adelante formado. Con lentitud nos empezaron a llamar uno por uno para que recibiéramos el certificado, cuando todos lo tuvieron en mano después de tres largas horas de espera, comenzaron las demás nominas especiales, en donde se premiaba a las personas destacadas; partieron con deporte, el mejor compañero, el escritor, el multi talentos, el más carismático, así siguieron hasta llegar a la categoría que a mí me interesaba.
“Y el premio para el esfuerzo es para” Mi corazón estaba acelerado, no había nadie más en todo el mundo que se esforzara tanto como yo, nadie, de eso estaba seguro, tenía miles de marcas que lo comprobaban, yo lo merecía, yo lo quería “Yone Himorashi” Maldición, yo sabía que eso pasaría, jamás me han reconocido públicamente, ya estaba mentalmente preparado par a el shock, pero aún así no podía evitar sentirme mal, estoy seguro que él no se lo merece, no haya nadie que haya sufrido tanto como yo por lo que ama.
“Así cierra la premiación de esta noche, felicidades a todos los graduados” Las personas comenzaron a dispersarse en distintas direcciones.
“ALTO” Todos se detuvieron en seco al escuchar al demonio Kamijou por el micrófono “Mocosos insolentes esto no se acababa hasta que yo lo diga, como sabrán yo me volví hace poco parte del consejo de la universidad, gracias a eso pude hacer un par de cambios como el número de premios a entregarse” EL oji avellana me estaba mirando de forma cómplice, la sangre se me helo ante su sonrisa.
“Kamijou-sensei estamos atrasados por media hora apúrese” Reclamaba el directo el que de igual forma me sonreía, sentía miedo, tal vez debería salir corriendo para evitar una humillación más grande.
“Bien” Declaro molesto el castaño “Ahora entregare el premio a la excelencia, este premio se le otorgara al alumno más destacado en notas y en personalidad, alguien que ha sido capaz de sobre llevar toda clase de situación para graduarse” Una tierna expresión se formó en el rostro del mayor “Onodera Ritsu suba a recibirlo”
No lo creía, no lo podía creer, ¿Acaso esto era real? Ni en mis más locos sueño pude imaginar que alguien me reconocería, que mi esfuerzo quedaría en evidencia, puede que suene algo arrogante de mi parte desear esto, pero quería que todos aquellos que se burlaron y me trataron como si fuera una escoria se enteraran de que mi esfuerzo había valido la pena.
Recibí la medalla que tenía un libro dibujado, sensei me felicito con un abrazo para finalmente concluir la ceremonia de graduación, con la mirada busque al oji miel sin tener éxito alguno, por lo que fui al lugar que habíamos acordado.
Camine con el corazón pendiendo de un hilo, el momento había llegado, ahora se definiría todo, cuando lo vi con una hermosa sonrisa esperándome debajo de los árboles de cerezo los cuales lo bañaban con sus pétalos una tonta expresión se formó en mis labios, me acerque con timidez, lo mire a los ojos, agarre sus manos para finalmente preguntarle lo que tanto anhelaba saber mi inseguro corazón.
“Masamune tu” Apreté con fuerza sus manos temiendo soltarlas, mi corazón cada vez latía más rápido “¿Te pudiste enamorar de mí?” Cerré fuertemente los ojos, lo había hecho, ya se lo había preguntado.
Espero una respuesta que jamás llego, cuando abrí mis ojos observe el gesto de temor presente en el azabache, sus ojos se encontraban vacíos, la sonrisa torcida, él no me decida nada sus manos no sostenía las mías, esa expresión destrozaba mi corazón.
¿Por qué no decía nada? Yo sé que me ama, yo sé que todos esos detalles que el tiene son para mí, yo lo sé pero ¿Porque no me lo dice?, de repente un gesto de frustración y tristeza se formó en su cara…él no me lo podía decir, eso era, él no me decía que me amaba porque yo fracase en mi misión, el jamás se enamoraría de alguien como yo.
Sus ojos se empezaron a cristalizar todo esto es mi culpa, lo presione demasiado, con tristeza libere sus manos esperando que me detuviera, pero no lo hizo solo se quedó estático sin decir nada con la misma expresión demacrada.
Soy tan idiota, lo intente, juro que lo intente, di lo mejor que tenía para poder enamorarlo, pero personas como el no deben unirse a mi clase yo lo hice sufrir lo arrastre a mi mundo, ja amarme él me debe detestar con todo lo que lo hice pasar.
Dicen que una mirada vale más que mil palabra, ahora lo entiendo, jamás había visto esa profunda tristeza en sus ojos, él no me ama y no me quiere lastimar negándome en el rostro, que considerado es, soy de lo peor por sentirme triste cuando el solo piensa en mí.
Es increíble como todo mi mundo se desmorono con tan solo una mirada, mi pecho ardía, sentía unas fuertes punzadas atacándome, quería vomitar quería desaparecer, correr a donde no me encontrarán pero seguir observando su rostro, seguía esperando que me dijera alago, que me diera alguna señal para detenerme, para pensar que todo esto era una mala broma, que se llevara el dolor que arrancaba con violencia cada parte de mi ser.
EL no me ama, esos pensamientos me lastimaban más que cualquier cortadura, más que cualquier carta de odio porque había quedado grabadas en mi pulverizado corazón, cada una de las viejas heridas se reabría, el odio, el temor, el rechazo, duele, duele mucho haberlo dado todo y que no sea suficiente, JAMAS ES SUFICIENTE.
“Lo entiendo” Musite alejándome con lentitud, mis pierna no se querían mover, sentía que me iba a caer en cualquier momento, las lágrimas se hicieron presentes en mi rostro.
Me dolía, cada uno de esos momentos no sería más que un recuerdo para mí, todos mis días felices estaban basados en una mentira, debí saber que él no se enamoraría de mí.
Caí de rodillas al piso desconsolado me abrase a mí mismo con desesperación, me odio, si hubiera sido mejor persona lo hubiera logrado, si tan solo me hubiera esforzado mas, nunca es suficiente, nunca nada de lo que doy es suficiente para el resto, me esfuerzo, lo intento pero jamás lo logro, ¿Cómo me debo sentir ahora? Sé que debo ser fuerte, sé que no debo recaer en lo mismo pero acabo de perder mi razón para vivir.
Jamás volveré a ver esos hermoso ojos color miel por la mañana, todo fue un juego para él, su corazón no latía para mí como el mío para el ¿Qué era yo para Takano-san? ¿Solo fui una diversión pasajera? ¿Lo hizo por pena?
“Vaya, vaya al parecer ya descubriste la verdad” Levante mis ojos para encontrarme con la arrogante expresión de Haitani.
“Por favor vete” Musite, ya no quería que hicieran más profunda la herida, me sentía vulnerable, estaba nuevamente solo sin sus protectores brazo.
“¿Enserio pensante que él se enamoraría de alguien tan repugnante como tú?” El mayor soltó una risa “Todo fue un plan de él y Tsumori en un principio, el jamás fue enserio contigo” Tenia miedo de sus declaración, pero a pesar de que él no me amara creía en su persona, sé que jamás se aliaria con Tsumori.
“Mientes” Declare sin despegar mi rodillas de la cara no quiera que me viera llorar.
“Incluso iba después a comentar lo divertido que era burlarse de ti Ritsu” No es cierto, no lo es, por favor alguien dígame que es mentira “Todos tus patéticos intentos por enamorarlo fracasaron, acéptalo nadie podría amar a una escoria como tú”
“YA CALLATE” Grite levantándome de mi lugar aparentando fuertemente los puños “TU NO ERES NADIE PARA DECIRME ESO”
“Ja, el gatito tiene garras, que interesante” El más alto se acercó a mí con una mirada retorcida en busca de pelea “Sabes que por tu culpa Tsumori repitió”
“Me alegro” Proclame cortantemente, ira eso era lo único que sentía, lo odiaba, detestaba todo, ardía, yo estaba solo, estaba lastimado y ya no dejaría que nadie me pisoteara, no, esta vez me levantare.
“Eres una mierda” El más alto me agarro de la camisa intentado darme un puñetazo en la cara, pero yo con tan frustración acumulada fui más rápido y lo golpee en la entrepierna con mi rodilla, es la mejor técnica de autodefensa que tengo.
“Me has atormentado cada día de mi vida desde que llegue a esta universidad” Me arrodille a su altura “Juro que si algún día me vienes a pedir empleo te tratare de la misma manera, lleno de rechazo”
“Bastardo engreído conmigo esas palabras rudas no funciona, yo te encontré por el ruido de tu afeminado llanto” Llanto que manifestaba el lamento de corazón herido, estaba destruido, necesitaba a alguien.
Con las pocas fuerzas que me quedaban corrí al dormitorio de la única persona que me apoyaría, que me abrazaría sin importar que, necesitaba algún consuelo, sentir que no estaba tan solo, que alguien me dijera que era mentira, que esa expresión en blanco solo la puso porque estaba nervioso, alguien que escuchara mi historia y se riera que me dijera que Takano-san si estaba enamorado de mí.
Toque desesperadamente la puerta de la habitación de Kyo, el cual me abrió impactado al ver mi masacrado estado, obligándome a pasar al ya vacío dormitorio.
“Odita ¿Qué rayos fue lo que te paso?” Me apegue al pecho del más alto sollozando sin consuelo alguno.
“Yo le pregunte a Masamune si él me amaba, si se había podido enamorar de mi” Los brazos del oji gris me tomaban con fuerza.
“Te dijo que no ¿Cierto?” Levante la mirada con algo de esperanza viva en mi interior, él no lo había negado.
“No me dijo nada” Una tímida sonrisa se dibujó en mis labios “¿Eso significa que solo estaba nervioso? ¿Aún hay posibilidad de que este enamorado de mí? Si debe haber una explicación después de todo ha sido muy lindo conmigo” Yo sé que él me lo transmite sin palabras, tal vez tiene miedo de decirlas.
“Ya déjate de jugar” El más alto me separo con brusquedad “Odita no seas idiota, él no te ama ¿Que más pruebas quieres?” Las palabras me cayeron como un balde de agua frían en la cabeza, la persona en la que más confiaba me estaba destrozando las esperanzas nuevamente.
“Pero este mañana el hizo un almuerzo romántico y me defendió frente a todos sin temor alguno, cuando Tsumori intento humillarme” El peli negro se mordió el labio con rabia sin despegar la mirada de mí.
“Él no te ama ¿Qué no ves que solo es un juego?” Kyo me tomo por los hombros agitándome violentamente “Date cuenta, él no te quiere Onodera Ritsu, si él te amara ya te lo habría dicho, tu solos eres un juego para él y yo ya no soporto verte en este patético estado de aflicción” Las amargas lágrimas llenas de dolor y amargura salían de mis ojos expresando lo liquidado que se encontraba mi corazón.
“¿Estás seguro que no me ama?” La incertidumbre, esas dudas me lastimaban, la expresión en blanco, las veces que me negó ¿Qué rayos era yo para él? ME sentía tan confundido, su inseguridad me lastima mucho.
“Si” Esa cortante si, asesinó cada una de mis infantiles esperanzas, como quería creer que el si me amaba, me esmere por darme la fe pero todo el mundo parecía estar en mi contra, no lo soportaría, no podría superarlo, no lo quería lejos de mí.
“Entonces mátame por favor” Musite aferrándome a su polera “MATAME” EL llanto no cesaba y el dolor se hacía más profundo “Yo no quería vivir una vida sin él, yo no poder seguir si él no está a mi lado”
“Si puedes, solo tienes que olvidarlo” Ja, olvidarlo me sería imposible, jamás dejo de pensar en él, lo amo, lo amo con desesperación, tanto que me duele, tanto que prefiero morir a despertar un día sin él.
“No puedo es el amor de mi vida” El oji gris levanto mi cara para entrelazar su mirada con la mía, mirada que intentaba transmitir algo de calidez.
“Ven conmigo y Kamijou-sensei, desaparezcamos por un año” Ya no tenía las fuerzas para seguir luchando contra la corriente, estaba cansado de siempre ser quien lleva la contra al mundo, de que todo me salga mal.
“Quiero desaparecer” Musite dando a entender que estaba dispuesto a irme para no volver jamás, no soportaría verlo.
Tenía el corazón masacrado, el alma destrozada, los ojos me ardían de tanto llorar, quería que el viniera por mí, que, abrazara y gritara “Ritsu te amo”, deseaba que me apresara con sus labios, sentir su embriagador aroma una vez más, quería verlo, que me rescatara nuevamente, pero no paso….espere un tiempo y el no llego, jamás vino por mí, esa fue la señal más clara que me pudo haber obsequiado.
Masamune hoy eres un punzante dolor en mi alma, ansió el día en que tan solo seas un amargo recuerdo, el primer amor jama resulta como uno espera, el mío fue pasional, hermoso, tierno, cálido y lo más triste de todo de mentira, una bella mentira en la que yo pude ser feliz unos instantes, en la que me sentí seguro, en la que no tenía miedo.
Lo más doloroso es saber lo que estás perdiendo, saber que ya jamás sentirás el calor de su cuerpo, eso es lo que más me lastima, me duele, me arde, las cortaduras de mi corazón se vuelven a abrir en mi interior.