Ritsu Pov
Todo este viaje ha sido algo tan irreal, parece un sueño el haber tenido esta grandiosa oportunidad, para ser sincero las cosas acá no han sido muy fáciles, es más agotador de lo que todos pensamos el tener que ir cuidad en cuidad para conocer a los principales exponente de la literatura, aun así esto me dio la inspiración que necesitaba para escribir un trabajo complementario al de Kamijou-sensei y también me consiguió un gran empleo en la universidad, pero lamentablemente esta maravillosa gira ya está por acabar.
Ya era hora de regresar a casa, volver juntos a nuestros familiares y retomar nuestro día a día, el único problema con esa idea es que yo no quería volver, me aterra tener que regresar para ver a Takano-san, el primer gran amor de mi vida, me siento tan tonto con esto, a pesar de que ya ha pasado casi un año desde que nos separamos, los recuerdos y las heridas siguen abiertas como si todo hubiese ocurrido ayer.
Por alguna razón cada vez que hablo del azabache Kamijou- sensei se pone a la defensiva, como si lo estuviera defendiendo, este comportamiento solo me confunde más y termino de una u otra forma pensando en el oji miel.
Soy tan terco, aun cuando sé que él no me ama soy incapaz de soltarlo, ¿Así se sintió él cuando Misaki lo dejo? Tan impotente, frustrado, deprimido, te hundes en esos sentimientos pero al mismo tiempo te intentas aferrar a ellos como si fueran algo precioso, para que su recuerdo no desaparezca.
Supongo que él siguió con su vida, seguramente ya debe tener una linda novia que lo ame y un buen empleo, hubiera deseado que las cosas entre nosotros dos se dieran de forma distinta, de esa manera yo jamás me habría ido de su lado, porque lo extraño con locura, porque ahora me siento más vacío que nunca.
Además en este viaje se me ha comenzado a caer bastante el cabello, cuando le preguntamos a Nowaki sempai, el al ser un estudiante de medicina, me logro diagnosticar que todo el estrés que se había acumulado en mi cuerpo finalmente se comienza a manifestar, supongo que todos tenemos que pagar las consecuencias de nuestros actos algún día.
“Ritsu” Mire a un ojeroso oji avellana el cual ingresaba a la habitación con una gran pila de papeles entre los brazos.
“¿Qué pasa sensei?” Pregunte tomando otra de las bebidas energéticas que estaban a mi lado para poder mantenerme despierto, ya casi acaba el viaje no puedo decaer ahora que estamos tan cerca de la publicación final.
“Necesito revises estos papeles antes de que vayamos a conocer al último expositor” Mire con depresión la enorme montaña que el castaño había colocado en mi mesa, antes yo creía en que si dabas lo mejor de ti las cosas resultaban, era una mentalidad algo ingenua para mi edad, hoy sé que es imposible que recompensen el 100% de tu trabajo, a veces simplemente no alcanza con dar lo mejor de ti, a pesar de saber la verdad no me he rendido, solo estoy mejor preparado por si la caída llega.
“No te preocupes Ritsu-kun yo los reviso” Mire como el oji zafiro ingresaba con una tierna sonrisa a donde nos encontrábamos los dos, acción que hizo que sensei automáticamente frunciera el ceño formando una mueca.
“No te metas mocoso, tu ni si quiera estas en esta gira” Reclamo malhumorado el mayor mientras yo miraba divertido la escena.
Nowaki Kusama estudiante de medicina general, él es mi sempai en el bar en donde Akihiko me logro conseguir empleo, y también es un admirador de todos los trabajos que Kamijou-sensei ha publicado, gracias al oji zafiro yo me entere de lo realmente inteligente que es el castaño, por eso cuando le conté sobre esta gira el no dudo en comenzar a ahorrar para también acompañarnos en los viajes.
Me sorprendió la forma en como logro juntar todo el dinero y nos siguió desde el aeropuerto, desgraciadamente él no puede ir a ninguna charla o conocer a los expositores, sin embargo, nos es de bastante ayuda en el trabajo que hacemos al regresar como la corrección de las publicaciones o la creación de la mío.
“Hiro-san si quieres que te ayude con el tuyo tan solo debes pedírmelo” Sonrió dulcemente el peli negro cosa que enfureció la mayor.
“IDIOTA ARROGANTE” Grito arrojándole uno de los libros más pesados que teníamos en el departamento para después salir del lugar.
“Supongo que me lo merecía” EL más alto acaricio su cabeza intentando disipar el dolor “Pero a mi Hiro-san me parece lindo” Una tímida sonrisa se dibujó en mi al ver la cara de enamorado con la que sempai pronunciaba estas palabras.
“Gracias por ayudarnos con todo el trabajo, usted ha sido de mucha utilidad” Antes de que pudiera seguir hablando un par fuertes de brazos me rodearon mientras mi cabeza era apoyada en un cálido pecho.
“Conmigo no tienes que fingir” Susurro gentilmente en mi oreja mientras yo nuevamente me volvía a romper.
“Lo extraño tanto” Musite aferrándome a su camisa, el azabache lleva tanto tiempo en mi cabeza que me es imposible sacarlo, extraño su aroma, el toque de su piel, su voz, su sonrisa, todo, necesito volverlo a ver, sin embargo prometí mantenerme firme, yo sé que no corresponde mis sentimientos y ya no quiero recaer.
“Está bien, ya en un par de días lo podrás ver” ME consolaba el oji zafiro mientras acariciaba mi espalda para apaciguar mi llanto.
“Ese es el problema” Musite cerrando los ojos con fuerza, sin importar el paso del tiempo él está siempre en mi corazón, por eso me duele, porque su recuerdo es algo que me lástima, porque me hiere saber que regresare y él no me ésta esperando, saber que jamás volveré a estar en sus brazos es algo que me rompe el corazón.
Yo debería odiarlo, debería despreciar a Takano-san por lo que hizo, por haberme dado las esperanzas de que el también quizás me amaba solo para después destrozarme, eso ya lo sé, pero yo no puedo, siento como si me hubieran arrebatado una parte de mi ser, como si me faltara algo, estoy vacío, estoy completamente vacío sin el azabache, por eso no lo odio, sé que aún lo necesito, creo que soy imposible, Tsumori tenía razón yo debo ser masoquista para no sacarlo de mi mente a propósito.
Aun así yo decidí dejarlo ir porque no quiero esperar años hasta que él se case para darme cuenta de que en realidad no me ama, de que solamente soy un amargo recuerdo de su último año de vida universitaria, por eso no quiero volverlo a ver, ahora deseo que mis heridas cicatricen para que se cierren completamente.
Nowaki-sempai y yo nos quedamos abrazados bastante tiempo en silencio sin sentirnos incomodos, yo necesitaba esto, el sentir que no estoy solo en este mundo, que a pesar de que todo lo nuestro había acabado mi vida continuaba porque mi corazón aunque perdió su razón de ser sigue latiendo dentro de mi pecho.
“Ritsu” Levante mi cristalina mirada hacia el peli negro el cual me sonreía de forma cálida y amoroso, como si fuéramos familia, tal como lo hacían mis pequeños amigos; Kisa y Chiaki, a quienes extrañaba cada día, sin embargo no les escribía porque lo que yo intentaba hacer era olvidar lo que había vivido.
“Creo que lo mejor será ir con sensei antes de que regrese” Proclame separando del agarre para verlo de frente.
“Sé que yo no estuve en esa pelea que tuviste con tu pareja” Involuntariamente sonría al escuchar la palabra pareja, como deseaba que eso al menos hubiera podido pasar “Pero hay algo que no encaja, yo vi como ese hombre te fue a buscar al bar cuando llovía y era apenas de madrugada” Un tímido rubor adorno mis mejillas.
“¿Cómo sabes eso?” Pregunte nervioso intentando esconder mi avergonzado rostro debajo de mi flequillo.
“¿Enserio pensante que te dejaría regresar caminando a casa solo? Yo ya había visto al azabache, sabía que él te esperaba” Mi corazón golpeo bruscamente mi pecho ante esa hermosa declaración que solo lograba enmarañar más a mi atormentado espíritu.
“¿Él estuvo esperándome toda la noche?” Las palabras salieron de mi boca en un apenas audible susurro.
“No” Mire curioso a sempai al escuchar esa gran tranquilidad en su voz “YO vi a Takano afuera del bar desde que tu turno comenzó” Esos latidos acelerados, los temblores en mis manos, la sonrisa en mi rostro, aun nada ha cambiado, este año de lejanía no ha logrado alterar lo que yo siento por el oji miel, supongo que yo estoy irremediablemente enamorado.
“Aun así él me dijo que no me amaba” Intente defenderme con la parte de mi mente que no era dominada por la felicidad el momento.
“Él no te contesto, tal vez no se sentía listo para decírtelo” EL oji zafiro se dio vuelta para salir de la habitación, sin embargo antes de hacerlo él prosiguió con su deducción “Las acciones de ese hombre son las de un enamorado, Ritsu según lo que Hiro-san me conto, ese personaje declaró su amor en frente de toda la facultad” Una ultima sonrisa fue dirigida a mi “Piensa bien las cosas, intenta averiguar que paso”
No lo entendía porque las acciones del azabache eran tan contradictorias, no me dice que me ama sin embargo solo él me hace sentir seguro entre su brazos ¿Qué es lo que yo soy para Takano-san? ¿Qué es lo que el sintió cuando estábamos juntos?
Camine hacia la puerta del departamento sin aun poder entender lo que paso hace un año, cuando llegue a la salida tome mis cosas para reunirme con un agotado Kyo, al cual casi no he podido ver a pesar de que vivimos juntos, el trabajo es algo que nos mantiene realmente ocupados, aun así, a pesar de todo el cansancio me alegra ver como el peli negro utilizo este viaje, él ha logrado hacer muchos descubrimientos que estoy seguro revolucionaran la literatura.
“¿Dónde está sensei?” Pregunte extrañado al no ver al mayor junto al oji gris, el jamás descuidaría así el trabajo en la etapa final.
“Una emergencia surgió y él la estas intentando arreglar” Mire con curiosidad al más alto dándole a entender que quiero seguir escuchando “Lo llamaron de la universidad al parecer hubo un par de problemas y regresaremos mañana” Mi corazón se detuvo ante esas palabras, aun no estaba listo para regresar a su lado.
“¿Crees que se pueda solucionar?” Lo interrogue de manera nervioso intentando camuflarla con una pequeña risa.
“No lo sé Odita” El más alto acaricio con ternura mis cabellos “Vámonos, escuche que este escritor tiene muy mal humor”
Los dos tomamos el tren para poder llegar al sitio en donde se realizara la conferencia, yo observaba de forma infantil todo lo que me rodeaba, era la primera vez desde que llegue, en la que me tomaba el tiempo para contemplar lo que me rodea.
“Es realmente hermoso” Musite mientras el oji gris me miraba con cariño y algo de ¿Tristeza?, si, sus orbes se encontraban opacadas por ese amargo sentimiento, esto hizo que yo me preocupara, él es uno de los pocos amigos que tengo.
“¿Qué es lo que ocurre Kyo?” Pregunte entrelazando nuestras miradas para que él no me pudiera mentir.
“Yo” Las palabras no podían escapar de su garganta, el oji gris frustrado me dijo “Solamente recuerda que quiero tu bien” EL más alto beso mi frente de manera amorosa “Yo te amo y quiero lo mejor para ti”
El resto del transcurso fue silencioso, no lograba entender la razón de sus palabras o de su tristeza, el quiero lo mejor para ti, Ijuuin ha sido un apoyo incondicionales en este viaje con toda la ayuda que me ha brindado, por eso no comprendo la razón de sus palabras.
Sin poder sacar estos amargos pensamientos de mi mente me mantuve desconcentrado todo el resto del día sin tomarle una mayor importancia a la última entrevista, después de todo mi trabajo ya había acabado hace un par de días, yo no necesitaba escuchar a este exponente, la visita era para que Kyo terminara con su informe final y ambos nos pudiéramos ir sabiendo que fueron unos meses bastante productivos en los que logramos aprender mucho y plasmar nuestros descubrimientos para que las futuras generaciones lo leyeran.
Es por tu bien, esas palabras me molestaban, sé que su intención es buena, que es mi amigo y se preocupa por mí, sin embargo esta era mi vida y ahora yo por primera vez era el que tomaba las decisiones sobre ella.
Siempre todos me limitaron de alguna manera; mi padre me presiono para estudiar medicina, la beca me mantenía atado a las notas, mis compañeros me restringían a un estado sumiso, mis amigos me obligaban a aparentar, jamás fue libre jamás decidí por mí mismo sin la influencia de nadie más, por eso ahora estoy decidido a hacer las cosas diferentes, si me equivoco quiero hacerlo yo y vivirlo en carne propia, sin importar el dolor que esto cause.
La única vez que tuve la ilusión de escoger algo en toda mi vida fue regalarle mi corazón al azabache, esto me trajo mucho sufrimientos, tuve que soportar meses callando mis sentimientos, pero también me trajo las memorias más felices que podría desear, lo que paso entre nosotros hoy solamente yace como un difuso recuerdo, como una tierna mentira en la que me permití vivir, acepto mi decisión, yo provoque todo está angustias y hoy soy lo suficientemente maduro para aceptarlo, y enfrentarlo sin rendirme, sin decaer, porque mi subsistencia no se acaba acá, al contrario, apenas es el inicio.
Por eso no aceptare que nadie me diga que hacer o me mienta para protegerme, ya no soy ese frágil chico que decaía, debo admitirlo superar mi situación no ha sido fácil, con toda esta presión en más de una ocasión me he querido cortar, las emociones son muchas, la frustración, el cansancio, el temor al fracaso, la impotencia, el sentir que estas fallando, la inseguridad todas atacando mi mente al mismo tiempo, he sentido le impulso de lastimarme como antes, borrar un habito así no es algo sencillo pero…
“Jamás vuelvas a decir tonteras así, Ritsu eres la persona más maravillosa que conozco, siempre das más de lo que te corresponde” Después de esparcir sus besos en mis cortaduras el azabache subió a mi rostro para verme directamente, mi corazón latía desenfrenadamente ante esta situación, al tenerlo así de cerca yo sentía que podría morir de felicidad.
“Pero yo” El azabache me silencio con su mano.
“A mí me gusta cada parte de ti, eres una de las personas más importantes en mi vida” Mi corazón se detuvo, mis ojos se abrieron, una tímida sonrisa se dibujó en mis labios, no podría creer la belleza de esas palabras, nunca nadie fue así de gentil conmigo “No soportaría si algo te pasara, por eso, por favor ya nunca más te hagas daño” Luego de pedirme eso beso con ternura mi mejilla haciendo que todo mi ser se estremeciera.
“Si eso es lo que quieres lo prometo”
Se lo prometí a él, aunque todo tal vez para Takano-san haya sido una mentira para mí fue real y yo si creí en sus palabras, sé que el en algún momento me amo porque lo vi en sus ojos, por eso me mantengo firme, estoy empeñado en no defraudarlo porque lo amo, a pesar de todo lo que me ha hecho lo amo con tanta desesperación que me duele.
“Odita” Escuche como el peli negro me llamaba con un tímido susurro, yo no pude reaccionar hasta que sentí el tacto de sus manos sobre mi hombro.
“¿Eh?” Confundido parpadee un par de veces intentando borrar la imagen de esos penetrantes ojos miel “¿Qué paso?”
“La conferencia ya acabo, no hay nadie más, deberíamos irnos” Proclamo el oji gris tomándome de la mano, yo intentando tranquilizar mi turbulenta mente lo seguí sin protestar ni levantar la mirada del suelo.
“¿Hoy es nuestro último día acá?” LA pregunta salió de forma involuntaria de mis labios, el peli negro freno lentamente para mostrarme una bella sonrisa.
“Así es” Kyo tomo un gran bocado de aire para proseguir “Aun no es tarde, podríamos ir a tomar algo” Yo asentí tímidamente esperando que mi estómago no sonara al no haber ingerido más que bebidas energéticas.
El peli negro y yo caminamos hasta una pequeña feria ambulante la cual se encontraba frente a una hermosa laguna alumbrada por los bellos rayos del atardecer, los dos entramos queriendo liberar el estrés del encierro de todo estos meses, ambos compramos muchas cosas como recuerdos, algo de ropa y bastante comida, miramos cada una de las artesanías con los ojos asombrados, disfrutamos de la peculiar y melodioso músicas que nos rodeaba dándonos un ambiente bastante ligero y agradable hasta que nos dio hambre, por lo que decidimos ir a tomar un café en una banca más alejada.
“¿Hace cuánto que no me divertía así?” Pregunte tomando un pequeño sorbo del café sintiendo que todo el peso de mi cuerpo se iba.
“Odita” Mire al peli negro preocupado al ver que estaba tembloroso “Esta año contigo ha sido lo mejor que me pudo haber pasado”
“Yo también aprendí muchas cosas Kyo y será un placer ser tu colega más adelante” Respondí con una sincera sonrisa, sin embargo al ver que el peli negro no cambiaba su semblante la curiosidad me invadió.
“No me refiero a eso” Las cálidas manos del más alto tomaron las mías obligándome a dejar de lado mi café “Ritsu” Me estremecí al escuchar como él decía mi nombre “Cada una de las mañanas que pasamos juntos yo solamente te miraba a ti, siempre, en cada uno de mis momentos libres te observaba solo a ti porque te amo” Un ligero rubor subió a mis mejillas ante tal declaración, junto a una amarga sonrisa, como anhelaba oír esas palabras, te amo, me hacían sentir infinitamente feliz, querido, amado.
“Kyo yo también te amo” Levante con ternura el rostro del mayor “Pero no como tú quieres que te amé” Proclame sin desviar la mirada.
“¿Jamás me podrás ver de otra manera?” El mayor se aferraba a mis pequeñas manos con fuerza como si temiera que yo me alejara.
“Tu llegaste cuando yo más te necesitaba, me salvaste en más de una manera, me aceptaste sin importarte mi situación, me defendiste frente a todos sin importar la opinión de los demás, tu para mi eres más que un amigo o un amante, tu eres mi familia, la persona incondicional en mi vida así como Kisa y Chiaki, yo a ustedes los amo” Confesé intentando no cerrar los ojos por la vergüenza que sentía.
“No te sientas apenado Odita” El peli negro me abrazo protectoramente “Yo estoy feliz de ser alguien importante en tu vida”
“¿No me odias?” Musite ganándome una mirada confundida “Es que soy egoísta al querer mantenerte a mi lado solo como amigo” Me sentía mal, no lo deseaba lastimar, pero sabía que no soportaría la idea de perderlo como al oji miel.
“Eres tan denso para algunas cosas” LA pequeña risa calmo mis pensamientos acompañada de la misma amable expresión de siempre “Eres la persona más importante en mi vida, tal vez no me ames como pareja, pero todo el cariño que te tengo no desaparecerá jamás, quiero permanecer a tu lado como sea”
“Kyo” Correspondí aquel abrazo dejando que mi rostro se hundiera en su pecho y sus brazos me rodearan, me sentía tan aliviado de saber que él no se alejaría, tal vez era egoísta de mi parte pedirle eso, no lo quería lastimar porque él es una de las personas más importantes para mí, pero tan solo por ahora me dejare llevar.
“¿Tu amas a Takano?” Me tense ante la pregunta, rápidamente me separe del más alto con una mirada impactada “Odita, yo necesito saber si en estos meses tus sentimientos hacia él han cambiado o no” Cerré los ojos con fuerza sintiendo como la sangre se subía a mis mejillas por aquella interrogante ¿Yo lo amo?
“Ritsu” “Pensé que te veías tan frágil, tan dolido, yo quería callar tu llanto, quería poder abrazarte por siempre para que ya no sufrieras, quería ver esa hermosa sonrisa que me gusta tanto de ti Ritsu” “Quiero llegar a amarte” “Apresúrate y enamórame” ¿Cómo no lo debo amar si todos mis recuerdos giran en torno a él? Si mi corazón aun palpita desenfrenadamente al pensar en ese hombre de orbes miel, esa respuesta yo la supe desde el primer día en que nos conocimos, cuando nuestras miradas se entrelazaron.
“Si lo amo” Proclame con firmeza, el oji gris miro de forma tierna y compasiva mientras me tomaba de la mano.
“Odita yo debo confesarte algo” Mire extrañado al más alto al sentir como al tensión crecía entre nosotros “Todo lo que hice fue porque pensé que era lo mejor para ti”
“¿Qué hiciste?” Mi voz salió extrañamente fría, no era mi intención sonar hostil, solo detestaba que las personas infirieran como me siento.
“El ultimo día de clases yo le dije a Takano que te rechazara” Mire con furia al oji gris directo a los ojos solo para notar que el los tenía muy rojos “Lo lamento, lo siento mucho, yo pensé que él no te amaba de verdad y quería que tu vinieras al viaje, yo no soportaba ver la forma en que él te destrozaba, estaba cansado” Las destruidas palabras que salían de los temblorosos labios me impactaron, jamás lo había visto a el así de frágil ¿A dónde se había ido toda esa seguridad y calidez? Ahora solo quedaba tristeza y arrepintiendo.
“¿Por qué piensas que no hubiera venido al viaje?” Pregunte mientras con mis pequeños brazos intentaba rodear al demacrado hombre.
“Porque si él se te confesaba tu no hubieras venido, te conozco Odita” Era verdad, Kyo tenía razón, si Takano-san me hubiera correspondido yo lo habría tirado todo sin importar que pasaría mañana, yo no habría venido al viaje, por lo que ya no tendría un empleo asegurado ni tampoco hubiera podido aprender todo lo que aprendí.
Supongo que cometemos locuras por quienes amamos, yo se eso mejor que nadie, porque hice de todo para mantener al azabache a mi lado, por eso no puedo detestar o culpa a Kyo, porque él vive exactamente lo que yo viví.
“Está bien, ya no llores” Intente consolarlo limpiando una de sus lágrimas, de cierta forma me alegraba que me hubieran obligado a ir al viaje.
“El si te ama” Esas palabras hicieron que mi corazón pegara un salto “Ahora ya mañana tu podrás estar entre sus brazos” Una nostálgica mirada acompañados de una triste sonrisa adornaron mi rostro.
“Yo no volveré con el” Musite sin energías, el más alto me miro incrédulamente como si no hubiera escuchado bien.
“Pero tú lo amas y él te ama ¿Cuál es el problema?” Que yo ya no soy el mismo, ese era el problema, las personas cambian conforme a las situaciones que viven y constituyen su personalidad, yo gracias a esta gira pude ver toda mi relación desde otra perspectiva.
“Me prometí a mí mismo ya no sufrir” Susurre depresivamente “No es solo el que no me haya dicho te amo, es la forma en que me hacía sentir a veces tan inseguro, cuando le negó a Tsumori que éramos amigo, la forma en como reacciono ante mi confesión la primera vez, las noches que tuve que soportar esos llantos porque él amaba a Misaki, en ese entonces estaban tan cegado por el amor que no me di cuenta de lo mucho que me lastimaba” Mire a Kyo para entrelazar nuestras miradas “No me quiero sentir inseguro jamás”
“Entonces si él quiere tener tu amor se tendrá que esforzar” Admitió el oji gris con una cálida sonrisa mientras acariciaban mi rostro.
“Eso es si aún me ama, yo necesito una prueba Kyo, algo tangible y real” No caería dos veces a los mismo, si Takano-san me ama como el oji gris me acaba de confesar, yo quiero pruebas necesito una señal.
“Me gusta que no se la pongas tan fácil Odita” El peli negro acaricio mis cabellos levantándose de la banca “Ya vámonos se nos hace tarde”
En un nuevo silencio los dos caminamos haciéndonos compañía, sin sentirnos incomodos en un agradable ambiente nos rodeaba mientras cada uno se encontraba inmerso en sus propios pensamientos.
Yo muchas veces examine mi relación con el oji miel, por eso descubrí que si era injusta pero estaba muy ciego como para notarlo.
Yo lo amo, es lo más importante en mi vida, sin embargo, no dejare que ni si quiera el me vuelva a lastimar, porque me costó mucho salir de la oscuridad en la que estaba sumergido y ahora que estoy mejor, ya no pienso recaer, no quiero vivir con miedo.
Caminamos varios minutos hasta llegar a un hotel en donde sensei nos había indicado que nos hospedaríamos la última noche, al ser muy tarde ambos supusimos que Nowaki-sempai y Kamijou sensei se había ido a dormir.
El peli negro y yo subimos a nuestra habitación física y mentalmente agotados, al ingresar la mire con una infantil sonrisa observando lo hermosa que era, bastante colorida, con un par de sillas rodeando una elegante mesa, bellas cortinas de color perla y una gran cama matrimonial, en ese momento me di cuenta que esta era una habitación para pareja.
“¿Kyo como dormiremos?” Pregunte nervioso y avergonzado de tener que estar pasando esta incómoda situación.
“Es bastante grande, tu usa un lado y yo el otro” Con timidez me cambia mi pijama en el baño, a pesar de que los dos éramos hombre no me siento cómodo con que las personas vean las cicatrices de las cortaduras.
Cuando regrese el peli negro ya se encontraba profundamente dormido, silenciosamente me incorpore entre las sabanas, sintiendo como un par de brazos se enrollaban a mi cintura, al sentir el gentil tacto mi cuerpo se tensó.
“¿Kyo?” Susurre dándome vueltas para verlo a los ojos, contemplando con alivio como esas orbes brillaban nuevamente.
“Déjame estar así a tu lado solo esta noche” Sin tener las energías para batallar decidí caer rendido ante el sueño después de todo yo también necesitaba ese calor.
No era la sensación de un amante en la cama, o de estar enamorado, simplemente el calor de otra persona que te demostrara que no estabas solo, y eso es lo que el peli negro ha hecho desde que lo conocí, gracias a él no sucumbí ante la soledad.
La noche fue demasiado corta para mi gusto, los cuatro despertamos con una grandes ojeras, soportando la forma en que sensei regañaba a los de recepción por darnos dos habitaciones matrimoniales, a pesar de todo el alboroto el oji zafiro irradiaba más felicidad que de costumbre, tenía curiosidad aunque no las energías para preguntar.
“Vámonos o llegaremos tarde al aeropuerto” Los tres sonreímos de forma cómplice ante el mal humor del oji avellana, las personas podemos llegar a ser tan contradictorias a veces que olvidamos tomar la responsabilidad por nuestras acciones.
“¿Hiro-san a qué hora sale el vuelo?” Pregunto alegremente el peli negro ganándose una mirada molesta del mayor.
“Los míos y de mis estudiantes, las personas que si debieron venir a esta gira en diez minutos más, tu como te metiste de polisón tienes que encargarte de tu propio pasaje” El más alto solamente sonrió alegremente.
“No te preocupes, lo compre anoche online después de que pasáramos la noche en la misma habitación” El castaño se ruborizo levemente cosa que me hizo muy feliz, me gustaba ver al oji avellana más relajado.
Tomamos el vuelo un poco más tarde de lo que decían los pasajes, en el cual los cuatro solamente nos dedicamos a dormir, estábamos más que agotados, estos meses fueron muy estresantes, supongo que uno jamás termina de esforzase.
Siempre hay un nuevo desafío esperando más adelante, la vida jamás se nos hará más simple, por eso lo único que podemos hacer es dar todo lo que tenemos esperando que eso sea suficiente y si no lo es, no debemos decaer para así prepararnos para hacerlo mejor en la próxima oportunidad que se nos presente.
Luego de un par de horas en las que intentamos descansar finalmente aterrizamos, yo me estiraba como si fuera un pequeño gato, sintiendo un punzante dolor en todo mi cuerpo por haber permanecido en la misma posición tanto tiempo.
“Chicos necesito que antes de que se vayan me acompañen a la universidad” Proclamo el oji avellana entre bostezos.
“Sera un gusto” Declaro alegremente el más alto ganándose nuestras miradas confusas y expresiones divertidas.
“Tu mocoso mejor regresa a casa, y ni si quiera estudias donde yo hago clases” Se quejó el castaño ya con las emociones algo apagadas.
“Odita será mejor que nos apresuremos a agarrar nuestro equipaje” El peli negro arrastro de la mano mi cansado cuerpo hacia el área en donde las maletas pasaban girando, yo esperaba ver mi pequeña mochila hasta que un voz tenso todo mi cuerpo.
“RITSU”