Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por favor enamórate de mí por Chiaki28

[Reviews - 640]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos T_T No saben las veces que iba a escribir este especial pero nunca me daba el tiempo hasta hoy, asi que espero que les guste <3

 

Ritsu Pov

¿Es suficiente el amor para poder borrar las marcas de un tormentoso pasado? ¿Bastan un par de preciosas palabras para sanar las heridas que se han clavado en lo más profundo de mi alma hasta corromperme? Esas interrogantes me han atormentado desde que he comenzado mi relación con Takano-san hace un par de meses; y gracias al constante apoyo del azabache ahora me profeso orgulloso de conocer las respuestas a estas preguntas.

No; no es suficiente amar a alguien para que el vacío que existe en si corazón se llenen y el desprecio desaparezca, no bastan un par de besos para limpiar su corrupta historia llena de dolor y sufrimiento, porque con amor no se borran las manchas que yo mismo me impuse en mi piel, con un par de caricias las cicatrices de las cortaduras no van a desaparecer.

Existen algunas marcas tan profundas que se tatúan sin piedad en tu piel y se inyectan en tu pasado sin permitirte avanzar; a pesar de esto; yo me concibo afortunado de no solamente tener un romance con el hombre de esplendidas orbes miel, porque lo que yo tengo con el azabache es mucho más satisfactorio que una lúcida pasión; lo nuestro es un amor lleno de confianza, repleto de sinceridad, de ingenuidad, pureza y sobre todo compromiso.

 Por esa razón pienso que el amor no es suficiente para sanar estas heridas, ya que lo único que las puede cicatrizar es una entrega completa y mutua entre dos personas, atesorar un alma perfectamente afín a la mía, caer con los ojos cerrados al vacío permitiendo que mi amado azabache me atrape sin vacilar.

Gracias a Takano-san me he mantenido en pie ignorando al fantasma de mi remoto, porque él me ha hecho profesarme amado cada minuto de mi existencia, él ha roto todas las expectativas que tenía de la vida, me ha enseñado que el amor solo crece con el tiempo y las pasiones florecen con los cuidados, me ha mostrado como las personas cambian cuando aprecian a alguien más y sobretodo me ha sostenido en los momentos que mis piernas tienden a flagelar por los pensamientos de las lenguas filosas.

Ese azabache que conocí hace más de dos años aun es mi todo; lo único que hace ese hombre es sorprenderme cada vez más; con su determinación, su inteligencia, lo romántico que puede llegar a ser, como voltea mi mundo con tan solo una de sus hermosas sonrisas, mirándome con un inmenso cariño haciéndome sentir que esta es nuestra primera vez, una fugas risita se posó en mis labios al saber que jamás volvería a estar así de enamorado.

Todo por lo que tuvimos que atravesar valió la pena; todas las lágrimas que derrame por él en las frívolas noches de traición, aquellas amargas decepciones que me regalo con sus descaradas mentiras, la manera en como destrozo mi corazón con sus silencio, la forma en como él mismo me mato en vida solo para ayudarme a renacer con una nueva visión del mundo; una que ya no guardaba rencor hacia mi despreciable existencia, una que me enseño lo que era el amor propio y me entrego el respeto que merecía.

Por eso no me importan las veces que Takano-san me lastimo marcándome con sus desahogos, ni lo detesto por todos esos engaños formulados cuando nos conocimos, porque aquel hombre dueño de mi espíritu me regalo la única verdad que me importa, un sincero “Te amo”; logrando que mi corazón se paralizara por la mera felicidad al recibir esas dos melódicas palabras, ahuyentando todos mis miedo para ya no liberar mi mano.

Este par de meses que llevamos conviviendo en nuestro acogedor hogar, mi valiente novio se ha esforzado trabajando en esa librería con la intención de salir adelante en su empleo mientras en las noches yo lo ayudo a estudiar para que se capacite y el próximo año pueda pedir un puesto como editor en alguna de las empresas a las que aspira ingresar.

Pero aunque las cosas no hayan salido como lo planificamos, al ver esa cálida sonrisa que me regala cuando me desvelo a su lado en una hermosa oscuridad me aprecio completamente satisfecho, porque Takano-san llena mi mundo con tan solo una de sus miradas y paraliza cada uno de mis pensamientos para centrarse solamente en esas lucidas orbes de color miel, estoy seguro que yo nací para poder amarlo.

“Odita sé que estás enamorado pero por favor concéntrate” Me regaño Kyo regresándome a la realidad; recordándome que debíamos terminar de corregir las pruebas de los alumnos antes de salir de vacaciones.

“Lo lamento” Murmure apenado sobresaltándome al percibir como el hombre de ojos grises se levantaba de su escritorio para apoyar su cabeza en mi hombro y respirar sin pudor en mi cuello logrando que un poderoso calor se posicionara en mis mejillas.

“¿Qué no te cansas de ver su rostro?” Parpadee un par de veces sin comprender las palabras que mi amigo me regalaba ladeando ligeramente mi cabeza.

“¿De que estas hablando?” Pregunte con ingenuidad separándonos para poder entrelazar nuestras miradas.

“En tu computador; tienes una foto de Takano como fondo de pantalla” Un fuerte color escarlata domino todo mi cara mientras apretaba con fuerza mis ojos para lidiar con la vergüenza que me traían esas confesiones.

“Es que lo extraño cuando no está” Murmure cubriéndome los labios ante tan impulsivas declaraciones que le regalaba al más alto.

“Oigan ustedes dos ya dejen de coquetear y pónganse a corregir” Nos regañó el castaño con su típico ceño fruncido para después liberar un cansado suspiro “Sé que es estresante tener que leer esta clase de blasfemia por la literatura, pero alguna de esas pruebas debe valer la pena chicos” Observe al mayor con una cálida sonrisa al percatarme como este revisaba con un brillo especial algunas de las hojas.

“Hiroki” El más alto levanto la mirada para contemplarme con dulzor “Muchas gracias por ayudarnos a Kyo y a mí en nuestras primeras cátedras” Confesé algo apenado sin ser capaz de sostener el contacto visual.

“Ritsu no es necesario que me halagues de esa manera” Inspire con fuerza jugueteando con mis manos para dejar que mis divagaciones  fluyeran.

“Es que usted ya tiene bastante trabajo que hacer al formar parte del comité, por ese me da mucha tristeza tener que causarle más problemas con esta clase de trabajo extra” Mi amigo llevo su mano rosando mis hombros en señal de confianza permitiendo que me relajara, pese al paso del tiempo el hombre de ojos grises me ha sostenido en la universidad defendiéndome de los latentes rumores que corren gracias a los de último año, es un buen amigo, agradezco tanto haber conocido a tan excepcionales personas.

“Odita ya deja de tener esa clase de culpa reprimida” Musito con suavidad el peli negro sentándose en la mesa del mi escritorio sin despegar sus profundos ojos de los míos “Recuerda lo que me enseñaste”

“Lo importante es dar el máximo esfuerzo” Murmure irónicamente siendo sermoneado por mi propio consejo, si algo pude aprender de toda esta dolorosa experiencia es que si logras ofrecer todo lo que tienes, sin importar el resultado que obtengas, la satisfacción debería calentar cada parte de tu alma y  levantarte del suelo profesándote orgulloso por haberte entregado sin temor a un desafío.

“Además tengo que enseñarle a mis aprendices como hacer bien las cosas, no los abandonare a su suerte” Profeso el oji avellana apartando los papeles para concentrar toda su atención en nuestras acciones “Chicos necesito preguntarles algo con seriedad”

“¿Qué sucede?” Lo interrogue intentado ocultar en vano los temblores que mi cuerpo deba ante la incertidumbre, buscando seguridad en la cálida mirada que mi amigo me ofrecía como un tranquilizante.

“EL trato que hicimos con lo de la gira literaria es que ambos tendrían que trabajar medio año acá, pero lo están haciendo muy bien, por eso necesito enterarme sobre cómo se sienten en la universidad” El castaño libero un pequeño quejido para proseguir “¿Les gustaría tener el empleo permanente?” Abrí mis ojos llenos de ilusión mientras mis latidos se intensificaban y una tierna sonrisa se formaba en mis labios, todo mi estudio, todas las noches en vela y las enfermedades por las que curse han valido la pena.

“Me encantaría sensei” Declare sin vacilar ni esconder lo emocionado que me apreciaba” Por favor permítame ser su colega por muchos años más, siempre me esforzare para que los estudiantes sean mejores personas y amen lo que hagan” El más alto me miro con orgullo relajando su entre cejo fruncido.

“Así se habla Ritsu” La mirada del castaño se desvió a mi infantil acompañante quien revolvió mis cabellos con familiaridad y afecto “Y tu Kyo ¿Qué me dices?” El mayor esbozo una inocente mueca en sus labios logrando que un escalofrió recorriera todo mi cuerpo.

“Iré a donde sea que Odita vaya” Suspire apenado sin saber a dónde esconderme para evitar las burlonas miradas de mis compañeros.

 Aunque esos hombres me hagan esta clase de bromas que me ponen tan nervioso, ellos no se han apartado de mi lado aun conociendo mi pasado, respaldándome en lo que necesito y aconsejándome para que mi carrera pueda avanzar en lugar de estancarse.

Tanto ellos como Kisa y Chiaki se han vuelto incondicionales en mi vida, exhale percibiéndome alegre al recordar la cálida mirada que me entregaba el oji café al hablar de su amado príncipe resplandeciente y la ingenuidad con la que Chiaki era conquistado con las lindas acciones que Hatori le brindaba.

“Eso si Ritsu, puede que tengas que soportar a Tsumori otro año más” Me advirtió el peli negro destrozando mi paciencia con ese nombre, cansado apoye mi cabeza en mi mano permitiendo que el más alto me quitara un peso con sus mimos.

“¿Otra vez va a reprobar?” Me pregunto con una notoria molestia el admirable sensei apretando los puños con frustración.

“Si” Murmure con bastante tedio “No creo que Tsumori sea tonto o una mala persona, pienso que guarda mucho potencial y se podría convertir en un buen profesional, sin embargo, no logro hacer nada por él porque no asiste a mis clases, por esa razón va a terminar repitiendo por inasistencia” Ambos me miraron sin poder contener su sorpresa abriendo los ojos con expectación.

“Algunas personas no cambian jamás” Declaro el oji gris con una tonalidad llena de resignación “Pero no deberías tratarlo tan bien Odita, no dejes que se aproveche de tu bondad” Sonreí cálidamente mirando con confianza a mi amigo para responderle como si fuera un libro abierto ante sus ojos.

“No lo tratare diferente por nuestro pasado; mi meta como profesor es sacar al máximo el potencial de cada alumno, por eso mi deber es verlos a todos como una pequeña plantita que podría florecer” El más alto libero una pequeña risita ingenua ante mi infantil discurso.

“Pero me alegra que tu no hayas cambiado” Musito acercándose a mi cuerpo hasta que un gruñido lleno de molestia nos sacó de nuestro ambiente de confianza, mis ojos se dirigieron hacia la puerta mientras mi corazón latió con desenfreno ante la imponente imagen del azabache ingresando a mi oficina.

“Ijuuin ¿Se puede saber qué haces tan cerca de mi Ritsu?” Mi respiración se agito ante las descaradas palabras de mi pareja mientras una risueña sonrisa se posó en mis labios al tener el privilegio de contemplarlo.

“Takano pero que malo eres conmigo, yo solo estaba halagando a Odita” El oji miel se acercó a mi silla para darme la mano y obligarme a separarme de Kyo.

“Enserio me molestas; te recuerdo que es mi novio” Mi estómago cosquilleo ante tan melódicas palabras que pronunció el azabache mientras agarraba con timidez su camisa esquivando esa reveladora mirada.

“Takano-san” Cuando el más alto percibió mi voz olvido todas esas peleas para centrarse en mis acciones permitiendo que me apreciara como alguien especial “¿Qué haces aquí? Creí que nos veríamos en casa” Murmure aun intentado controlar las reacciones de mis latidos ante sus tiernos toques.

“Vine porque odio tener que soportar tu lejanía” EL mayor tomo mi mentón obligándome a observarlo y rendirme debajo de esas confesiones “Porque cada segundo es más hermoso si tu estas a mi lado”

“Takano-san” Murmure sorprendido apretando con fuerza mis ojos para acunarme en su pecho como un intento desesperado por exponerle mis pasiones.

“Ritsu creo que ya deberías irte” Mi cuerpo se estremeció al recordar el lugar en donde nos hallábamos mientras mis ojos contemplaban con pánico al castaño “No te preocupes por el trabajo, ya has hecho suficiente” Sin poder contradecirlo al percatarme como mi pareja me tomaba la mano, me resigne a salir de la universidad junto al azabache.

Ambos caminamos en un agradable silencio para poder llegar a la estación, vislumbre con nostalgia como el viento revolvía los rebeldes cabellos oscuros del mayor mientras sus ojos se encendían al observar como el cielo se pintaba de unas maravillosas tonalidades rosáceas y un fragante aroma a cerezos nos envolvía en un mágico ambiente.

Sin poder evitarlo toda mi atención se concentró en memorizar sus perfectas facciones, profesándome embelesado por cada una de las cosas que este hombre hace; por su manera de caminar, por como mueve la nariz cuando le gusta un perfume, su perfecta sonrisa, sus múltiples expresión, simplemente me encanta cada detalle de esta persona.

“¿Cuánto tiempo más me vas a seguir viendo?” Me pregunto divertido logrando que mi corazón golpeara con fuerza mi pecho.

“Yo lo siento mucho” Musite intentando alejarme de él al haber sido descubierto, no obstante, esos planes se destrozaron al percibir su agarre en mi cintura, acercándome aún más a su cuerpo, lo único que pude hacer en ese momento fue apegarme a su pecho intentando encubrir mi poderoso sonrojo.

“No te tienes porque disculpar” El mayor me sonrió con calidez atrayéndome hasta su rostro “Porque yo también te observo para así no perderme nada de lo que hagas” Sin permitirme contestar mi pareja deposito un pequeño beso en mi frente para que continuaríamos nuestro camino en un romántico ambiente.

Ingresamos a la estación de metro observando con angustia como todas las personas intentaban entrar en el transporte a presión debido a la aglomeración que se había acumulado en la estación central.

Tome un gran bocado de aire empujando a los pasajeros para tomar el transporte por un par de estaciones, una pequeña mueca de dolor se formó en mis labios cuando alguien me golpeó la cabeza con el codo, lleve mi mano hasta aquel lugar para sobarlo con la leve ilusión de que el daño disminuyera.

Levante mi mirada encontrándome al azabache con una expresión de furia hacia el hombre que me había lastimado sin tener aquella intención, jale la camisa de mi pareja negando con la cabeza para evitar una pelea innecesaria, el más alto bufo mirándome con ternura para arrinconarme en una de las paredes y protegerme con sus fuertes brazos, convirtiéndolos en una impenetrable fortaleza de resguardo.

“¿Te dolió mucho?” Me interrogo con una notoria preocupación acortando la distancia que nos separaba en el reducido transporte.

“Estoy bien Takano-san, no te tienes que preocupar” Respondí con sinceridad sin lograr que él borrara su ceño fruncido.

“Ritsu” Mi cuerpo se estremeció al distinguir como los cálidos labios del azabache besaban el lugar en que me pegaron, sanando cada rastro de dolencia con su perfecta boca, creando chispas llenas de magia en lugar de lamentos desgarrados.

“No hagas esas cosas” Me queje bajando la mirada, sin importar el tiempo que pase no puedo evitar temblar ante sus acciones.

“¿Porque? ¿Acaso es malo querer proteger con todo mi ser a la personas que más amo?” Por favor que no se dé cuenta de la manera en que mis latidos se descontrolan por esas lindas palabras, que no se percate de cómo me derrumbo ante sus miradas porque no podré reprimirme para lanzarme entre sus brazos para darle todo lo que soy.

“Me pones muy nervioso, yo no puedo controlar mi respiración cuando estas cerca o mis pensamientos y sabes que termino explotando de esta manera” Susurre abriendo los ojos con ímpetu al haber permitido que mi mente se apagara y mis pasiones florecieran, impactándome al observar una tierna sonrisa en los labios del azabache.

“Deja de seducirme con esa clase de palabras” Proclamo encerrándome en un cálido abrazo que yo correspondí sin importar las gélidas miradas de los espectadores “Y date cuenta que tú me pones aún más nervioso”

En ese instante el tiempo se detuvo y el mundo se paralizo para que aquel abrazo lo plasmáramos en el fondo de nuestras memorias, marcando nuestros corazones con una ilusa caricia que me sostuvo mientras mis piernas temblaban por esa repentina cercanía, sonreí cerrando mis ojos para deleitarme todo el resto del viaje con su embriagador aroma.

Al finalmente llegar a nuestro hogar me concebí extrañado al notar que todas las luces se encontraban apagadas y la mesa algo desordenada, levante con temor mi mirada hacía el azabache quien se separó de mi cuerpo para tomar un paquete de fosforo y encender varias velas a lo largo de nuestro hogar, dándole un toque de calidez que jamás había observado.

“Takano-san ¿Qué estás haciendo?” Lo interrogue proclamándome incapaz de despegar mi mirada de sus curiosas acciones.

“Como hoy pude salir más temprano del trabajo llegue antes y puse muchas velas preparándote una cena romántica mi castaño” Una tímida risa se dibujó en mi boca al no poder creer ese lindo gesto que me regalaba.

“No tenías por qué molestarte, después de todo hoy no es una fecha especial” El mayor se acercó hasta mi cuerpo para sujetar mi mano y depositar un pequeño beso en esta.

“Para mi cada día a tu lado es especial” Cada una de mis barreras se derrumbó al escuchar las palabras llenas de seguridad que me entregaban esas penetrantes orbes miel “Ahora espérame acá traeré la cena”

Sin tener intenciones de contradecir ese amoroso gesto de entrega me quede en el comedor con una expresión encantada suspirando por sus atenciones, recorrí con mis ojos todo nuestro apartamento para grabarlo en mi mente, hasta que un pequeño paquete café me extraño al jamás haberlo observado.

Me incline hacia el piso tomando entre mis manos el objeto, guiado por la curiosidad retire la envoltura tensándome al descubrir que era el anuario de mi generación en la universidad; con una mirada melancólica me aventure a leer su contenido, sonriendo tontamente por los premios; las clases, los viajes, las fotos, los partidos, me traía muchas nostalgia leer todas las aventuras que se crearon en aquel lugar.

Pero todas mis fantasía se derrumbaron cuando llegue a la última sección; la que era una lista de los estudiantes con sus fotografías y un par de datos que anotaban los amigos de la carrera, trague con fuerza dándome  valor para buscar mi información.

Un mohín de desagrado se formó en mi rostro al leer todas las crueldades con la que las demás persona me había marcado, aspirando que mis errores me atormentaran por toda la eternidad, ambicionando lagrimas que ya no tenía para derramar.

Apodos: El suicida, señor perfección, homosexual, corta venas.

Regalos útiles: Una navaja, un frasco de píldoras, libros para estudiar, cinta adhesiva para su boca.

Sera recordado: Por su constante manía por jodernos la vida, sus descarados juegos de seducción con hombres, ser el hazmerreír al ser tan lastimero, salir de la universidad para seguir en ella, ser el protagonista de un patético drama y fallar en su suicidio.

Apreté con fuerza mis ojos intentado que esas frases no me afectara, ya no importa la opinión de los demás, ellos solo me quieren ver caer, pero aun sabiendo eso no puedo evitar que me lastimen su rencor, yo no les quería causar problemas, apreté con fuerza mi polera en el lugar en donde estaba mi corazón, no debo decaer, ahora soy más fuerte “Por Takano-san los ignorare” Musite decidido para cerrar el libro, sin embargo, una punzante idea ataco mis pensamientos obligándome observar  una última página.

Mi corazón oprimió con fuerza en mi pecho mientras la impotencia invadía toda mi sangre ante las frases que se grababan en mis ojos, de los cuales amenazaban por escapar un par de fugitivas lágrimas reprimidas.

Apodos: Masamune, Takano, el casanova, el maldito homosexual, traidor, el novio del suicida.

Regalos útiles: Lentes para que vea la realidad y se percate de sus errores, alcohol para que se emborrache y alguna prostituta para que ya deje a ese castaño de cuarta.

Sera recordado: Suicidarse socialmente para salir con un hombre, besar al chico más odiado de toda la facultad en público, enloquecer, hacer el ridículo, cambiar a sus amigos por un par de piernas que se le abrieron.

Después de leer esas crueles palabras las lágrimas cayeron por mis ojos quemando mis mejillas amargamente, mordí con poderío mi labio y apreté mis pantalones sin encontrar consuelo alguno, no me importa que se metan conmigo, estoy acostumbrado a esa clase de insulto, sin embargo ¿Porque? ¿Por qué deben lastimar a lo que más amo?

No quiero que alguien tan bondadoso como Takano-san salga lastimado por mi culpa, no quiero convertirme en un obstáculo, no es justo, esta es la herida más desgarradora que me pueden hacer, el tan solo tener que imaginar cómo sus ojos se apagaran cuando se entere de lo que hay en ese libró me destroza el corazón con lentitud.

¡Maldición!, lo odio, detesto que mi pasado nos marque así a ambos y nos cierren las puertas ¿Por qué me persigue ese fantasma? ¿Cuándo nos dejaran en paz? Ya no quiero tener que cargar con esta clase de remordimiento, trato de mantenerme firme en contra de la tempestad, no obstante, cuando lo lastiman a él me derrumbo, no soporto que le hagan daño, a mí me pueden insultar y fulminar como gusten, pero no a Takano-san.

“Ritsu” Levante la mirada observando la preocupada expresión que el mayor me brindaba mientras corría para abrazarme y calmar mis sollozos “¿Qué te paso?” Me pregunto con angustia recorriendo mis cabellos con su mano.

“Perdóname por favor” Murmure aferrándome a su camisa para esconder mi rostro “Lo siento mucho, no quise que esto pasara, no me odies” Le rogué temiendo que me repudiara por esta clase de tratos.

“¿Pero de qué?” Antes de que él terminara su pregunta agarro el libro entre sus manos para leerlos abriendo los ojos impactados, un quejido de dolor salió de mi garganta al observar como su sonrisa desaparecía.

“No te quería involucrar tanto” Susurre separándome de su lado, creyendo que acababa de asesinar la única luz que me había liberado, sin embargo, lo único que hizo el azabache fue abrazarme con más fuerza.

“¿Eso era lo que te preocupaba?” Murmuro mientras yo asentía “Sé que alguna vez fue la clase de hombre que vivía de apariencias, pero nada de eso me importa ahora, Ritsu esa clase de individuos venenosos puede insultarnos todo lo que quiera, pueden escribir tantas frases de odio como gusten, sin embargo, a mi nada de eso me va a afectar” Proclamo limpiando las lágrimas de mi mejilla “Porque lo único que me importa en esta vida eres tú, la única opinión que necesito es la tuya y eres a quien por siempre sostendré, la persona que acuna mi corazón” Un pequeño suspiro escapo de mis labios ante esas palabras.

“Takano-san a mí no me importa todo lo que digan, pero que te lastimen a ti es algo que me daña mucho” Murmure escondiendo mi expresión debajo de mi flequillo “Porque te amo, te amo tanto que me duele, ¿Por qué nos castigan por eso?”

“Mírame solo a mi” Ordeno uniendo nuestras orbes al elevar mi mentón “Concéntrate solo en mis ojos y no permitas que los demás te afecten, Ritsu me importa una mierda lo que escriban de mi si te tengo a mi lado, ellos se pueden reír cuando en el fondo le tiene envidia a lo nuestro” Proclamo con seguridad besando mi mejilla.

“¿No estás enfadado por lo egoísta que fue al meterte en este enredo?” El mayor libero una pequeña risa juguetona.

“No digas cosas tontas amor; tu eres la personas más entregada que conozco y si fuera por ganarme tu corazón atravesaría por todas esas punzantes miradas las veces que fueran necesarias, incluso descendería hasta el mismo infierno para convencerte de la magnitud de mi amor” Con timidez observe la seria expresión del más alto relajándome ante sus caricias.

“Gracias por estar a mi lado” Susurre con sinceridad apretando con fuerza su mano para que mis miedos se disiparan.

“Me dan lastima las víboras como Tsumori que se siente mejor consigo mismos al rebajarse a este nivel” Susurro arrancando con fuerza nuestras fotos del anuario para arrugarlas y lanzarlas lejos “Se pueden ahogar en su odio mientras nosotros somos consumidos por este profundo amor” El azabache se acercó hasta mi rostro para que su frío aliento golpeara mi cuello “No espere un año por ti solo para que te escaparas en tu primer intento; Ritsu nos pertenecemos por el resto de la eternidad, eres todo lo que necesito a mi lado”

Con vergüenza cerré los ojos mientras el mayor sellaba nuestros cuerpos en un profundo roce de labios, en el cual repaso toda mi boca acariciando cada rincón mientras mi organismo no podía dejar de temblar ante sus gentiles toques.

Aspire con fuerza su varonil aroma, me deleite con su temperatura mientras nuestras lenguas danzaban armónicamente en una perfecta coreografía llena de dulzor, la que creaba la esencia más deliciosa que he podido probar, enseñándome el sabor más adictivo que ha bañado mi alma en ese romántico contacto.

El azabache me recostó en la suave alfombra para poder acariciar mi torso debajo de mi suéter provocando que de mis labios escapara un pequeño gemido ante su repentino contacto, no puedo evitar reaccionar de esta manera cuando me sostiene de esta forma, transmitiéndome un sinfín de sentimientos.

Suspire cuando el aire comenzaba a ser exigido en mis pulmones, con lentitud nos separamos aun siendo unidos por un brillante hilo de saliva que enseñaba sin descaro alguno el amor que ambos nos profesábamos.

“Quiero que nos fundamos otra vez esta noche” Mis mejillas se enrojecieron ante la sonrisa seductora que me regalaba mi pareja, inhale intentando mantener la calma para poder responderle a mi amado.

“Por favor ámame como solo tu puedes hacerlo” Murmure con las manos temblorosas, intentado desabrochar ante la penetrante mirada miel los botones de su camisa mientras él  se mantenía atento a cada una de mis acciones.

Cuando finalmente logre abrir esa prenda, el mayor me tomo con delicadeza levantando mis brazos para quitarme el suéter y dejarme una vez más expuesto ante su mirada; trague con dificultad al percibir como llevaba su boca hasta uno de mis pezones, en los cuales deposito pequeños besos demostrándome que ninguna de las mentiras con las que nos condenan lograra destrozar nuestra poderosa unión.

Un estruendoso gemido se escapó de mis labios al apreciar como el azabache comenzaba a succiones mi piel jugando con su lengua sin pudor alguno, obligándome a delirar cuando apresaba mis pezones con su boca, marcándome como si fuera suyo, cicatrizando todas mis heridas con sus besos.

Con angustia cubrí mis labios queriendo silenciar esos sonidos, sin embargo, el más alto al negarse a ceder comenzó a estimular mi otro pezón con su mano, enloqueciéndome con aquel contacto, añorando que la estática entre nosotros dos aumente con intensidad; poseyendo todo mi cuerpo con una fuerte electricidad.

La cálida lengua del más alto descendió por todo mi abdomen hasta llegar a mi pantalón, el cual arranco sin vacilar para quitarme mi ropa interior observando con arrogancia y satisfacción mi erecto miembro, sin querer mostrarle lo apenado que estaba cubrir mi rostro con mis manos para disimular lo enrojecido que se encontraba.

“Ritsu no te cubras” Me pidió subiendo hasta mi cuello para susurrarme con ese tono de voz aterciopelado que adormecerse mis penurias “Quiero ver cada una de las reacciones que tiene mi lindo novio”

Sin poder resistirme a esa petición para ver una sonrisa en sus labios levante mis manos encontrándome con esa hipnotizante mirada miel al frente mío, mientras su mano acariciaba lascivamente mi entrepierna.

“N...No hagas eso” Tartamudee con dificultad intentando regularizar en vano lo agotada que se encontraba mi respiración.

“Cada parte de ti me vuelve loco” Musito mordiendo mi oreja para comenzar rozar mi entrepierna sin  pudor alguno, provocando que de mi boca escaparan más de esos indecentes sonidos, aumentando la sonrisa del azabache a cada instante, mientras mi cuerpo era poseído por fuertes escalofríos.

Abrace con fuerza la espalda del más alto mordiendo mi labio mientras nuestras temperaturas se fundían en una sola y la luz de las velas cubrían nuestro pasional encuentro rodeándonos de un acogedor ambiente en que las cálidas orbes de mi pareja resaltaban con ese precioso color miel que me paralizaba.

Mi corazón latió desesperadamente ante los hambrientos besos que me propiciaba el azabache en mi cuello, provocando que me estremeciera entre sus brazos mientras mis piernas flagelaban delante de sus caricias, cuando los movimiento con su mano comenzaron a acelerarse arquee mi espalda con ímpetu liberando mi esencia en su mano, cayendo apenado en su hombro por no haber podido retener mis deseos.

Antes de que unas palabras nerviosas escaparan de mi garganta el mayor me silencio con un tierno beso rozando nuestros labios en señal de que todo estaba bien para después quitarse los pantalones junto con la ropa interior, enseñándome con naturalidad su virilidad a la que  mis ojos rehuían al profesarme nervioso.

El azabache me apoyo en contra de sofá sentándome en su regazo mientras trataba de lubricar mi entrada con mi esencia, me sobresalte al percibir como el frío liquido tocaba mi cuerpo con descaro bajo la atenta mirada de mi novio.

“Ritsu voy a entrar” Proclamo el azabache levantando mis caderas para ingresar con lentitud y cuidado su erecto miembro, con fuerza cerré los ojos ante el doloroso contacto y me sostuve de la espalda del mayor quien levanto mi mentón con cariño para unirnos nuevamente en un apasionado beso en busca de calmar mis padecimientos.

Cerré mis ojos permitiendo que aquel beso nos envolviera y desapareciera con su sabor todo lo que nos rodeaba, incline mi cabeza para que mi nariz no interfiriera mientras el momento nos envolvía, las luces de las velas se oscurecieron permitiendo que me centrara solamente en ese delirante calidez, uniendo nuestras lenguas en un glorioso juego de la seducción humedeciendo mis quebrajados labios, fundiendo nuestras sensaciones, regalándome el beso más real que he encarnado en una hermosa fantasía.

Con cada una de sus caricias el dolor se disipaba quedando como un amargo recuerdo del pasado; el que era destrozado delante de la piel del más alto, provocando que la temperatura de mi cuerpo aumentara y mi mente grabara esta preciosa unión.

Moví mis caderas enrollando mis piernas en la cintura del azabache dándole a entender que ya se podía mover en mi interior, sin separarnos de aquel adictivo contacto el hombre de ojos miel comenzó a embestir logrando que mi respiración se acelerara con ímpetu esclavizándome con el vicio que conllevaba ser poseído por el hombre de lucida mirada.

Libere un suspiro asfixiado al percibir como la experta lengua del más alto ahogaban todas las fuerzas en mi interior, mientras mi sangre comenzaba a arder, incitándome a liberar un par de gemidos de pasión, los que perecían en aquel perfecto abrazo al que me negaba a alejarme, aferrando con desespero a su pecho para percibir una armónica sincronía en los agitados latidos de nuestros corazones.

Al separarnos  el mayor unió una de nuestras manos mientras que  la otra profundizaba el contacto de nuestras caderas, enloqueciéndome con cada uno de sus movimientos, escribiendo un te amo en mi piel, logrando que una fuerte corriente de éxtasis opacara mi razón mientras mi pecho ardía con descaro y el sudor caía sin modestia de mi frente.

Comencé a delirar el nombre de mi amado ante las despiadadas corrientes que posesionaban mi cuerpo, aspire con necesidad su delicioso aroma sin liberar su fuerte mano, mi pecho se agito desesperanzadamente, la temperatura subía, mi sangre ardía, mis mejillas estaban adornadas por un poderoso color escarlata, en mi estómago se posicionaban unas agradables cosquillas mientras un par de lágrimas escapaban de mis ojos al apreciar como el cálido miembro del más alto recorría lo más profundo de mi ser.

Sin poder soportar más acabe liberando mi esencia entre nuestros abdómenes tras un último poderoso espasmo mientras que el azabache terminaba en mi interior pronunciando con aquella ronca voz mi nombre con la respiración agitada y el sudor cayendo de su frente.

Me apoye en el pecho del más alto quien me cargo hasta la habitación para que nos pudiéramos recostar juntos, me acune entre sus brazos mientras él me observaba con dulzor para después llevar su mano hasta mis cabellos, despeinándolos con ingenuidad, descendiendo por mi mejilla hasta llegar a mi boca, la cual delineo con un brillo enigmático.

“Ritsu” Levante mi mirada entrelazándola con esas profundas orbes miel que estremecieron todo mi mundo “No me importa lo que los demás digan sobre nuestro pasado” Proclamo acariciando debajo de mi brazo, aquel lugar en donde ahora solo hay horrendas cicatrices de mis cortes “Porque gracias a todo lo que pudimos superar juntos, ha nacido nuestro historia de amor” El más alto me dio un tierno beso en la frente mientras el calor se agolpaba en mi rostro.

“Takano-san deja de decir esas cosas” Le pedí escondiéndome en su pecho percatándome de como su corazón latía con intensidad.

“Las digo porque te amo y no me da vergüenza admitirlo; siempre te protegeré de todos los demás, siempre te ayudara a crecer y te sostendré, eres el tesoro más grande que tengo” Murmuro recorriendo mi espalda con sus cálidas manos.

“Aún no sé cómo puedes hacer que te amé aún más” Murmure para mí mismo con una traviesa sonrisa cerrando mis ojos para aspirar el dulzor del momento.

“Yo no sé cómo fui tan afortunado para lograr que te enamoraras de mi” Proclamo besando mi frente mientras sus palabras resonaban como eco en mis divagaciones.

Takano-san tiene razón; ya no importan las frívolas palabras de las miradas envidiosas y los sádicos cantos con los que nos quieran destrozar; mi pasado es algo que por siempre nos perseguirá, las marcas aún están en mi cuerpo como evidencia de aquello, pero no por eso permitiré que los demás me destrocen y corrompan, ya no puedo borrar mi historia, las heridas ya se hicieron, sin embargo, si puedo confrontar esta batalla con la persona que amo en busca de un futuro brillante; luchando para que nuestra pasión no se extinga.

Porque el fuego más poderoso es aquel que se mantiene ante la poderosa tempestad, el amor más profundo es el que marca hasta los mismos corazones con unas imponentes cicatrices, las verdades más risueñas son las que se pronuncian en tiempos de oscuridad, no dejare que nadie me derribe, porque soy indestructible si el azabache sostiene mi mano.

Lo que pasamos no fue sencillo, tener que luchar por este amor me dejo desagradables emboques, no obstante; cuando me sostiene de esta manera tan delicada, cuando su corazón palpita con tanta desesperanza como el mío y  me necesita de esta manera junto a él, puedo profesar que todo ha valido la pena.

Porque la vida no es sencilla, no es solamente de tonalidades rosáceas, sin embargo, si los soñadores como yo seguimos intentando con persistencia cumplir con nuestras ensoñanzas hasta que se transformen en realidad, incluso la historia más trágica puede tener un hermoso final, lo importante es levantarse para seguir intentado y encontrar el motivo para que nuestras respiraciones no se detengan; en mi caso no temo exponer que mi razón de ser es forjar un ingenuo destino junto al hombre que se robó mi espíritu desde el primer instante en que se abrazaron nuestras almas, suspire risueñamente; sabiendo que mi enamorado corazón jamás dejare de latir por aquel azabache a quien se entregó, él que se convirtió en mi mayor acierto.

Notas finales:

Primero en intento de autopublicidad; Los invito a leer en mi dulce infierno y mi insoportable acosador.

Ahora; conste primero; lo del anuario lo hacen los estudiantes de manera independiente, ellos colectan el dinero y lo imprimen, no se relaciona con la universidad directamente.

Y la verdad cuando existe esa clase de pasado lamentablemente no se borra como por arte de magia, no, sigue ahí y siempre hay personas que te lo recuerdan, pero lo importante es no rendirse y seguir luchando por lo que uno ama, esas cosas no deben afectar, hay que enfocarse en el futuro como lo hacen los nostalgicos.

Y pues creo que Takano lo hizo bien con su castañito, despues de todo estan muy enamorados.

Espero que les haya gustado, ojala comenten y mil gracias a quienes se leen el extra


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).