Takano Pov
Cuando llegue a nuestra habitación el castaño se encontraba estudiando como era de costumbre, al percatarse de mi presencia, este levanto la mirada de su libro, me sonrió tiernamente y volvió a sumergirse en su lectura, algo anda mal, algo no encaja, Ritsu es demasiado lindo para causarle problemas a alguien a propósito, además el me esconde las cosas como aquella golpiza ¿Qué le ocurre? ¿Porque diablos no me cuenta nada?
“Takano-san ¿Qué ocurre?” Me mira el menor sonrojado, al darse cuenta de mi acosadora y constante mirada.
“Yo” Rápido Masamune piensa alguna excusa para pasar tiempo con él y sacarle información “Necesito que me ayudes con uno de los informes de filosofía, si eso” El más bajo me miro sorprendido, pero no con desagrado, era como si de verdad me quisiera ayudar.
“Claro” Sonrió tímidamente el oji verde mientras se sentaba al lado mío en la cama “Muéstrame lo que llevas del informe” Rápidamente saque mi cuaderno de filosofía y se lo entregue esperando alguna reacción.
“Eto….Takano-san” Me miro algo triste ¿Tan malo estaba mi informe? “Acá solo hay poemas dedicados a Misaki” Rayos, ¿Cómo pude olvidar eso? Verdad que en filosofía le escribía poemas a mi amado.
“Perdón olvide que no lo he empezado” El gesto del menor cambio a uno de molestia, lo que me resulto divertido, pocas veces lo observaba con aquella expresión y el rubor que adornaba su rostro lo hacía ver aún más adorable, imposible tomarlo enserio.
“Eso está muy mal, prometiste poner más atención a clases, Masamune de ahora en adelante has bien tus trabajos, quedan pocos meses” ME regañaba el pequeño castaño mientras yo lo miraba en shock.
“¿Me llamaste Masamune?” Pregunte esbozando una sonría en mi rostro, por alguna razón me hacía feliz que me llamara por mi nombre.
“Eto….Y….Yo…No” Ritsu comenzó a temblar, se puso rojo hasta las orejas y las palabras enteras no le salían.
“Me gusta que me digas así Ritsu” El oji verde me miro sorprendido directamente a los ojos, hay algo en sus hermosos ojos que me calma.
“N…No cambies de tema” Escondió su rostro bajo el flequillo “Si ni si quiera has comenzado el trabajo ¿Qué se supone que te explicare?” Musito algo avergonzado por nuestra anterior conversación.
“Pues explícamelo todo”
El menor me obedeció explicándome todo el trabajo, desde cosas básicas como el tipo de letra a utilizar en el informe, hasta donde poder leer los autores originales, estoy en problemas, es para un par de días, se nota que Ritsu se ha esforzado mucho en el suyo, incluso tradujo manuscritos originales y ¿Qué he hecho yo? Sigo llorando por Misaki, me pregunto si mi amado oji esmeralda sigue pensando en mi como yo en él, no hay minuto, en que mi corazón no lata por él, no hay ningún momento en el que no piense en aquel castaño que robo mi corazón a una edad tan inocente, como lo extraño, desearía tenerlo junto a mi aunque sea una última vez, poder sentir su frágil piel y contemplar aquel hermoso rostro que con una simple sonrisa hacia latir mi corazón como nunca lo había hecho.
“¿Entendiste?” Maldición de nuevo me distraje con Misaki y no le puse atención a casi nada de lo que dijo Ritsu después de en donde conseguir los libros “¿Takano-san?” Pregunto tratando de llamar mi atención.
“Si, lo entendí todo” Mentí de forma convincente, ya después le pediría una segunda explicación a Yukina.
“Tu….no tienes grupo para el trabajo de fin de año de Kamijou-sensei ¿Cierto?” Lo mire sin comprender nada “Aa” Suspiro el más bajo “Supondré que faltaste a aquella clase” Sentí algo de vergüenza por mi comportamiento.
“Parece que si falte” Dije esquivando su ingenua mirada, no me atrevía a decirle que aquel día rompí mi promesa y fui a buscar a alguna chica para pasar el rato y calmar el dolor de no tener a mi oji esmeralda.
“Es que es un trabajo que abarca casi todo nuestro promedio, es bastante complicado y pues me preguntaba si lo quieres hacer conmigo” Musito sonrojado Onodera, sacándome una sincera sonrisa.
“Me encantaría” Susurre acercándome a él.
“A por cierto, somos también con Kyo” Y ahí se fue mi buen humor, ¿Por qué de todas las personas del mundo debía ser ese idiota?, de verdad lo detesto, estoy seguro que solo quiere quitarle la inocencia a Ritsu….Ritsu......Ritsu, su nombre lograba hacer eco en mis pensamientos.
“Ritsu” Musite llamando la atención del oji verde.
“¿Qué pasa Takano-san?” Fruncí levemente el ceño al no escuchar que no me llamara por mi nombre, a veces era muy tímido.
“Tsumori me conto lo que te hicieron y quiero saber ¿Por qué no me lo contaste?” Onodera se sobresaltó al escucharme y trato de irse de la habitación, sin embargo antes de que pudiera escapar lo atrape en contra de la pared, utilizando el peso de mi cuerpo a mi favor para evitar que se moviera.
“No fue nada” Dijo con un apenas audible hilo de voz.
“Si fue algo, ellos te golpearon, por eso tienes ese moretón” Declare impaciente mientras el más bajo cerraba los ojos tratando de ignorarme “RESPONDEME” Le grite agresivamente al pequeño castaño.
“Si” Susurro despacio, sin verme a los ojos y con algo de miedo.
“Esos malditos” Musite frustrado ante la impotencia que sentí de proteger a mi amigo “DEBISTE DECIRME” Volví a levantar la voz dándole un golpe a la pared “YO HUBIERA HECHO ALGO” ME sentía realmente frustrado, como si él no confiara en mí.
“Está bien” Sonrió amargamente el menor “Yo me lo merecía” Me sorprendí al escuchar su comentario.
“¿Cómo puedes pensar eso?” Pregunte aun en estado de shock sin poder separar mi cuerpo del de mi compañero.
“Es que ni Tsumori ni Haitani habían estudiado por el festival, ellos simplemente me devolvieron el golpe”
“Si ellos te dijeron eso no me arrepiento de haber golpeado a Tsumori” Proclame dejando escapar un par de pensamientos en voz alta.
“¿Tu y Tsumori se pelearon por mi culpa?” Me interrogo algo sobresaltado por mis palabras.
“Técnicamente si” Conteste nervioso esperando la reacción del oji verde, el cual escondió su rostro para no verme.
“Por eso no te dije” Musito “Yo no quería que tú te metieras en problemas por mi culpa” Ahora lo entiendo, Ritsu siempre está pendiente de mí, velando por mi bien, tratando de que yo sea feliz ¿Y yo que hago por él?
“Tú no me causas ninguna molestia, puedes confiar en mi” Levante delicadamente el rostro del castaño para verlo directo a los ojos.
“Takano-san” Musito con un leve rubor en sus mejillas, no sé qué me oculta o que le pasa pero quiero estar ahí para poder apoyarlo.
“Confía en mi” EL oji verde me miro confundido, luego se abrazó a sí mismo en silencio para finalmente esbozar una sonrisa.
“Todo está bien” Sonrió “Ahora por favor déjame ir, debo llegar a tiempo a la clase de literatura con Kamijou-sensei”
“¿Estás seguro que todo está bien?” Pregunte aun dudando de la respuesta del menor, el cual de alguna forma logro escabullirse de mis brazos y agarrar su pequeña mochila.
“Si, excelente, no te preocupes por mi” Después de decir eso el pequeño oji verde se alejó de la habitación dejándome solo en su interior.
Algo le ocurre, tal vez se siente solo, o algo pasa con su familia, rayos, ni siquiera se dé su relación familiar, creo que no sé nada de Ritsu, ni si quiera le he preguntado cuál es su color favorito, pero por otro lado siento que él sabe todo sobre mi ¿Porque? ¿En qué momento nuestra amistad se volvió tan dispareja?
Decidido a averiguar más sobre mi amigo revise sus cosas, en su closet habían limitadas prendas, en el escritorio solamente los libros de la universidad y una modesta computadora, con esperanzas de encontrar algo revise el ultimo objeto que le pertenecía, además de su cama, un pequeño velador café, en su interior encontré; una billetera, un periódico con algunas cosas subrayadas, remedios sin nombre, eran un par de pastillas blancas, sin darles mayor importancia seguir registrando. También halle una foto de él y sus dos molestos amigos, y un pequeño sobre, el cual no tenía destinatario, sin la autorización de nadie lo abrí para comenzar a leerlo, pude distinguir la letra de Ritsu, la carta decía:
“No sé si algún día tendré el valor de entregarte esto en persona, o de decirte lo que siento por ti, por eso lo escribiré, tal vez tu nunca lo leas, pero quiero ser capaz de sacar estos sentimientos de mi corazón.
Tu eres la persona más especial que hay en mi vida, me enamore de ti desde el primer día que te vi en aquel estado lamentable, desde ahí jure que yo te haría feliz, que te sacaría del pozo en el que estabas, con el transcurso del tiempo no pude evitar enamorarme más y más de ti, amo tu todo; tu caminar, tu forma de respirar, el cómo cae tu cabellos mientras duermes, la penetrante mirada que me regalas, lo suave de tu piel, tus grandes manos, tu terca personalidad, lo dulce que puedes ser, incluso la forma en como me lastimas.
Si tan solo tú pudieras amarme un poco yo sería inmensamente feliz, si pudiera tenerte siempre en mis brazos, descansar en tu pecho y sentir el latir de tu corazón, yo podría morir mañana en paz porque hoy habría sido infinitamente feliz.
Date cuenta de lo que siente, de lo mucho que te necesito, por favor enamórate de mí”
Aquella carta me conmovió, Ritsu estaba enamorado de alguien, pensé con nostalgia sin poder evitar repasar a Misaki, desearía que aquellas hermosas palabras el me las hubiera dicho alguna vez, nuevamente comencé a hundirme en mi depresión, aquella carta me había hecho revivir mi primer y único romance, no pude evitar dejar escapar un par de lágrimas, de verdad lo extraño. Mis lastimeros pensamientos se vieron interrumpidos por mi celular, el cual vibraba con insistencia, por lo cual atendí.
“Masamune, te invito a un bar ahora para hacer las paces entre nosotros” Me propuso animadamente el rubio.
“Está bien, acepto Tsumori” Sonreí al pensar que pronto podría olvidar todo mi dolor y dejarme llevar por el alcohol.
“Así se habla hombre, así nos vamos de casería” Si tal vez era lo mejor, acostarse con una desconocida para reemplazar mis emociones con placer.
“Te veo en diez minutos”
Ritsu Pov
No dejare que Takano-san se preocupe por mí, suficientes problema ya tiene para sumarle los míos, lo amo demasiado para causarle molestias, yo solo quiero verlo sonreír, por eso mi trabajo es mantenerlo feliz, no ahogarlo con mis penas, además ya se metió en problema por golpear a Tsumori, seré más precavido de ahora en adelante.
Entre corriendo a la clase de Kamijou-sensei, el cual para mi fortuna aún no había llegado, me senté junto a Kyo, ahora me siento más seguro a su lado, como si fuéramos amigos.
“Odita un gusto verte” Me declaro sonriendo el peli negro.
“Kyo, también es un gusto verte, por cierto le pregunte a Takano-san si podía hacer el trabajo con nosotros ¿No te molesta?” El más alto al comienzo frunció el ceño asustándome un poco, pero después volvió a su típico semblante de alegría.
“Si es lo que tú quieres, lo acepto” Iba a responderle, sin embargo un enorme libro que estaba aterrizando en la cara del mangaka me detuvo.
“Oigan mi clase ya comenzó” Proclame el oji avellana entrando al salón “SI NO LES INTERESA ALLÁ ESTA LA PUERTA” EL oji gris y yo nos quedamos en silencio esperando que sensei continuara con la clase.
La materia estuvo bastante difícil aunque comprensible, entre Kyo y yo podríamos hacer un excelente trabajo, desearía que mi azabache estuviera aquí, que ya no me hiciera promesas que no puede cumplir, hay tantas cosas que deseo, pero son solo eso, anhelos que no se cumplirán por más que lo quiera.
Tome todos los apuntes posibles para entregárselos más tarde a Takano-san y poder explicarle, luego nos dieron algo de tiempo para decidir el tema del trabajo, Kyo y yo no tuvimos que discutir mucho tiempo, resulta que a ambos nos gustan los mismos temas, por lo cual no tuvimos problemas para coincidir, después de eso nos pusimos a planificar las juntas y a acomodar las clases, debía organizarme bien, después de todo mi nuevo alumno llegara de su viaje pronto, quitándome valioso tiempo de estudio.
Cuando la clase acabado mi amigo me invito a tomar un jugo, yo acepte felizmente, no obstante, mis planes se vieron interrumpidos por las palabras de sensei.
“Ritsu necesito que te quedes” El mayor me miraba lleno de preocupación “Es urgente” Mire al peli negro rogándole que se fuera, este me sonrió y desapareció de mi vista, cuando finalmente estuvimos los dos solos me atreví a preguntar.
“¿Qué sucede?” Me senté frente al escritorio del castaño para poder observarlo mejor, su mirada transmitía tristeza.
“Es sobre el último examen” Me quede en shock al oír sus palabras “Escúchame, tu último examen estuvo fuera de este nivel, lo hiciste excelente, pareciera que tu hubieras leído el manuscrito original”
“¿Y porque me mira así?” Pregunte aterrado, si mi prueba era superior aquello ¿No era una buena noticia?
“Ese es el problema, tú me respondiste en base al manuscrito original, no en base al libro que es lo que yo pedí” De repente sentí una enorme opresión en el pecho, ¿Acaso lo había arruinado de nuevo?
“Es que yo me leí el original, no tengo el libro” Musite tratando de contener mi llanto, soy un idiota, me esforcé para nada.
“A si, Isaka-san me comento que tú lo perdiste o algo así, pero debiste pedírselo a tus compañeros” Sus palabras me golpearon como un balde de agua fría, me daba demasiada vergüenza decirle que nadie me quería, por eso todos se negaban a prestármelo, por desgracia esa prueba ocurrió antes de que Kyo y yo nos hiciéramos amigos, y Takano-san ni si quiera lo había comprado, ¿A quién se supone que se lo pediría? “Ya veo” Musito el mayor como si pudiera leer mis pensamientos, luego agarro fuertemente mi mano.
“¿Reprobé?” Trate de que aquellas palabras no sonaran llenas de dolor, lo cual me fue imposible, me sentí triste e impotente.
“Ritsu conozco tu situación, quiero que recuperes tu beca, sin embargo por reclamo de tus compañeros no puedo evaluarte según el manuscrito” Declaro Hiroki mirándome con cara de preocupación.
“Entonces reprobé” Sonreí amargamente mientras un par de lágrimas traicionaras caían de mis ojos, que vergüenza ya no puedo caer más bajo, estoy llorando frente al sensei, solo se causar lastima.
“Me temo que sí, aunque como sé que si repruebas no podrás recuperar la beca te propondré un trato” Eleve mi mirada llena de angustia.
“¿Un trato?” Musite sin fuerzas.
“Sí, quiero que me ayudes con las clases de los de primer año y que me hagas dos trabajos extra, los cuales promediare con tu nota, para que puedas subir tu promedio y recuperar aquella beca” Sonreí lleno de ilusiones mientras me arrojaba para abrazar a mi más que profesor, incondicional apoyo de vida.
“Gracias” Susurre lleno de esperanzas.
Pero lo que en un comienzo fue un acto de bondad para poder ayudarme con el paso del tiempo se convirtió en mi infierno personal.
Pasaron solamente cuatro días para que yo colapsara, ya no lo soportaba, hacerle clases a Kyo, a Takano-san, estudiar, hacer clases con sensei, los trabajos extra, cocinarle al azabache, mis medicamentos, las lecturas extras, tutorías a los de primer año, ayudar en los trabajos de Takano, las tareas, el acoso, mi padre, como los demás se burlaban de mí y me golpeaban cuando cambiaban una evaluación, todo, era demasiado, ya no lo soporto, esto se ha convertido en una carga que ya no puedo llevar.
Ya no siento hambre, no como, no duermo, lloro constantemente sin saber el motivo, además me siento traicionado y dolido porque mi verdadero amor últimamente solo sale con sus amigos, dejándonos todo el trabajo a Kyo y a mí, también llega ebrio de bares, y lo tengo que cuidar hasta que amanezca, esto es mucho para mí, es mucha presión, ya no puedo con esto, ya no quiero, ¡YA NO MÁS!
Aparentar una sonrisa a todo el mundo para no preocuparlo también me agota, he estado evitando a mis mejores amigos, me siento tan solo, además las cartas de odio han aumentado, nada de esto hubiera pasado si yo no fuera la detestable persona que soy, si fuera más agradable alguien me habría prestado el libro y no habría reprobado, ahora podría estar estudiando otra cosa, y no sintiéndome así de presionado.
Debido a la falta de sueño sufro de constantes puntadas en la cabeza, estoy siempre cansado y ojeroso, ahora también vomito al consumir un alimento, y al no estar Takano-san a mi lado ya nada me hace feliz.
Fui al baño para observar mi deplorable apariencia, estaba ojeroso, bastante delgado, con los ojos rojos, el cabello desgastado, ja, ¿Cómo pensé que él se fijaría? en mí si me veo así de patético, doy pena.
“Arruinaste nuestras vidas” “Debiste ser tú en lugar de tu madre” “Eres de lo peor” “No eres tan perfecto como aparentas serlo” “No te creas mucho, eres incluso peor que nosotros” Aquellas palabras pasaban frente a mi cuando me miraba al espejo “Si tan solo hubiera sido más agradable” Una lagrima salió de mis ojos “Detesto esta vida” Musite sin fuerzas frente a mi reflejo “No vivo, solo estudio, lo odio, desearía poder tener una adolescencia normal y ser pareja de Takano-san, sentir el amor de alguien por primera vez en mi vida” De pronto las lágrimas se intensificaron “No es justo, no quise causar daño apropósito, de verdad que no quería causar molestias” Susurre mientras me miraba con pena “Me das asco hijo” Recordar aquellas dolorosas palabra de mi madre hicieron que toda esa pena que sentía hacia mí se trasformaran en rabia, es cierto doy asco, no merezco a todas las buenas personas que tengo, yo merezco sufrir, debo castigarme, pensé cegado por la iré.
Rápidamente me despoje de mi camisa, agarre la pequeña navaja de afeitar que tenía oculta, levante el brazo y sin piedad di un corte profundo, luego la solté inmediatamente al reaccionar con un punzante dolor, observe la sangre caer, era mucha, más que nunca antes, al bajar la mirada me percate que al apretar tan bruscamente la najaba también me había herido las manos, pero está bien, me lo gane ¿Cierto?, me sentía tan confundido un lado de mi gritaba que sí, que era asqueroso, que debí esforzarme más, que todo había sido mi culpa, que solo causaba problemas, pero otro lado de mi me susurraba constantemente que me dejara de lastimar, que dolía, basta, aquellas palabras se escuchaba como un ruego.
Me sentía solo, asustado, abandonado por todos incluyéndome, lo único que pude hacer en esa situación fue abrazarme y sollozar esperando que el dolor se acabara algún día, esperando que mis problemas y la pesada mochila que llevaba desaparecieran, lo que más deseo es ser libre de mis propias cadenas.
Takano Pov
Estos últimos días han sido increíbles para mí, es como si mi antiguo yo hubiera vuelto a nacer, ya casi no pienso en Misaki, estoy todo el día rodeado de cerveza, mujeres y mis amigos para olvidar el dolor, aunque Yukina se puso suave, ya no le gusta irse de fiesta con nosotros, ni ir a tomar, que decepción.
Cada noche me acuesto con una mujer distinta, he experimentado distintas formas de tener sexo, el placer, la lujuria, el erotismo, amo que estos nublen mis pensamientos así ya no puedo sufrir, últimamente evito a Ritsu ya que desde que leí aquella carta el me recuerda a Misaki, y como trato de olvidarlo decidí alejarme por un tiempo.
“Oye Masamune, esta noche me llevare a esa belleza que ves allá” Proclamo el rubio mientras se colgaba de mi hombro.
“Tsumori está fuera de tu alcance” Reí mientras me tomaba la primera cerveza de la noche “Yo me llevare a esa morena a la cama” Declare apuntando a una mujer sola en un rincón, la cual era bastante bonita.
“Suerte” Me deseo mi amigo antes de que ambos partiéramos a la cacería, sutilmente me acerque a aquella muchacha para poder seducirla y meterla en mi cama.
“Hola preciosura ¿Qué haces por acá tan solita?” Pregunte lujuriosamente tomando su cintura sin preguntarle.
“Espero a mi novio gracias” Me sonrió separándose bruscamente de mi agarre.
“A mí no me importa que tengas novio, yo te deseo” Proclame directamente, ya no estoy de humor para coquetear con nadie.
“Tengo novio ¿Qué parte de eso no entiendes?” Me miro molesta la mujer tratando de que la dejara sola.
“Juro que será el mejor sexo de tu vida” Le susurre en la oreja, más esta solo me abofeteo en el rostro.
“Escúchame idiota, si no te vas llamare a mi novio y a sus amigos los cuales te partirán la cara” Proclamo con autoridad, yo para evita problemas me fui del bar, mirando celoso a Tsumori con una chica.
Bien hace días que no duermo en mi habitación, no será tan terrible volver, con esos pensamientos me dirigí perezosamente a mi dormitorio, abrí la puerta, observe la luz del baño encendida y escuche unos sonidos raros, como lamento o mejor dicho ¿Llanto? Guiado por la curiosidad ingrese silenciosamente al cuarto del baño.
Lo que vi me dejo impactado, era Ritsu el cual estaba lleno de sangre, llorando abrazándose a el mismo con la cara escondida en sus rodillas, no lo podía creer, ahora sí estoy seguro que algo le pasa al castaño, ¿Cómo pude ser tan descuidado de nuevo? Debo ser el peor amigo del universo, lo deje solo porque quería alejarme de Misaki, pero Ritsu no es Misaki, creo que no debí dejarlo como lo hice.
“Ritsu” Susurre corriendo a su lado “¿Qué te paso?” Pregunte preocupado.
“Takano-san” Me miro sorprendido y asustado “¿Qué haces aquí tan temprano?” El menor trato de ocultar la sangre que caía del brazo.
“¿Pero qué te hiciste?” Antes de que el más bajo pudiera replicar me levante del suelo para sacar del gabinete un par de vendas y alcohol para desinfectar aquellas heridas “Levanta el brazo” El oji verde me ignoro para volver a refugiarse en sus piernas, sin embargo mi paciencia se terminó, por lo cual yo mismo lo forcé a levantar el brazo para desinfectar la herida.
“Aaa” Grito el castaño al sentir el alcohol.
“Solo espera un segundo más” Declare comenzando a vendar aquel área, me sorprendí al ver que ese no era el primer corte que se hacía “¿Por qué lo haces?” Lo interrogue mientras vendaba su pequeña y lastimada mano.
“Yo” Un par de lágrimas aun caían del rostro del menor, se veía tan frágil, tan delicado, no quería verlo así.
“Puedes confiar en mi” Limpie aquella gota de agua mirándolo directamente a los ojos con seguridad.
“¿Cómo puedes decir eso?” Musito el castaño.
“¿Ah?” Pregunte sin entender nada.
“¿COMO PUEDES DECIR QUE PUEDO CONFIAR EN TI?” Grito el menor “Prometiste ser mi amigo, prometiste ya no salir con mujeres, dijiste que irías a clases, que no me dejarías solo y no has hecho nada de eso ¿Cómo RAYOS VOY A CONFIAR EN TI?” Sollozaba el castaño, era cierto, cada una de las palabras que Ritsu pronuncio eran ciertas, yo le prometí tantas cosa y no cumplí ninguna, no estuve cuando me necesito, ni siquiera pude dejarme de acostar con desconocidas y además lo deje cargar con todos los trabajos.
“Lo lamento” Susurre abrasándolo fuertemente “Prometo jamás dejarte” En ese instante jure que cumpliría esa promesa, no lo dejaría jamás.
“¿Lo dices enserio?” El oji verde me miro por primera vez, Dios, se veía tan frágil, tan roto, destrozado, no quería que nadie lo lastimara.
“Si, por eso por favor confía en mí y dime ¿Qué te pasa Ritsu?” El oji verde comenzó a temblar lleno de dudas.
“Takano-san yo odio la clase de persona que soy” Declaro el menor “Jamás me esfuerzo lo suficiente, nunca doy mi máximo, siempre termino decepcionándome a mi o a alguien más, por eso me doy asco y me castigo” Me quede en shock, no lo podía creer, ¿Cómo es que el ser humano más dulce de la tierra se sentía rechazado? Sin pensarlo levante su brazo con la venda y comencé a depositar pequeños besos en cada una de sus cortaduras “TAKANO-SAN ¿QUE HACES?” Me pregunto totalmente sonrojado.
“Jamás vuelvas a decir tonteras así, Ritsu eres la persona más maravillosa que conozco, siempre das más de lo que te corresponde” Después de esparcir mis besos en sus cortaduras subí a su sonrojado rostro.
“Pero yo” Lo silencie con mi mano.
“A mí me gusta cada parte de ti, eres una de las personas más importantes en mi vida” El castaño me miro con los ojos muy abiertos sin decir nada “No soportaría si algo te pasara, por eso, por favor ya nunca más te hagas daño” Luego de pedirle esto bese una de sus mejillas la cual aún seguía húmeda por las lágrimas.
“Si eso es lo que quieres lo prometo” Me sonrió tiernamente “Pero Takano-san promete que no le dirás a nadie mi secreto”
“¿Por qué no quieres que tus amigos sepan?” Pregunte intrigado por los pensamientos de mi pequeño compañero.
“Me da miedo” Musito, yo agarre la cabeza del oji verde para apoyarla en mi pecho y acariciarla tiernamente.
“No te preocupes ya no estás solo, prometo quedarme junto a ti” Acaricie un rato más sus cabellos hasta que me percaté de que se había quedado dormido en mis brazos, sin pensarlo dos veces lo acomode en mi cama junto a mí y lo abrace.
No sabía que alguien tan alegre como el tuviese esos pensamientos, Ritsu se veía tan fuerte, sin embargo era tan frágil, se encontraba bastante lastimado. Aun así, con todos sus problemas y temores él siempre me regalaba una sonrisa y un “Todo está bien, no te preocupes por mí”, deseaba poder protegerlo de todo mal que lo amenazara, y que ya no sufriera, no quería verlo llorar nunca más, deje escapar esa clase de pensamientos irresponsables mientras observaba a Ritsu dormir junto a mí.