Sus ojos se abrieron lentamente debido a la pequeña luz intrusa que se coló por la ventana. Le dolía todo el cuerpo realmente no quería ir a la escuela ése día. Al querer levantarse se percató de cómo un joven cuerpo mucho mayor que él le limitaba la tarea y lo hizo recordar lo que había pasado la noche anterior.
Yo… …Lo hice con… … ¡Oh por Dios! Pensó poniéndose rojo hasta las orejas recordando que el hombre sobre él estaba completamente desnudo. P-Profesor… Titubeó un poco, con las pocas fuerzas que tenía movió a Harada con la finalidad de que despertase.
Mgh… Refunfuñó éste como respuesta, abrazándose más al cuerpo de Hiro.
Vamos profesor, tenemos que ir a la universidad. Reclamó Hiro, en un segundo intento por que su mentor abriera los ojos.
No. Hoy no tengo clase. Abrazó el pequeño cuerpo debajo de sí.
Pero yo sí. Dijo Hiro con un puchero.
Pues hoy no irás… Lo abrazó más fuerte.
¿Qué dice?
Bueno, debes estar adolorido por lo de ayer, ¿No? Hiro se volvió a sonrojar, escondiendo su rostro en el pecho ajeno. Eso es normal Hamada, eres un niño aún.
Y usted un pedófilo. Ante esto Harada sonrió, se sentía realmente feliz de tener a ése chiquillo en sus brazos.
:D
Jack le llevó a Hipo una taza de café, el día anterior revisó su estado y se percató de que no era nada grave solamente unos golpes y un gran susto.
Descubrí algunas cosas sobre Harada. Dijo Hipo yendo directo al grano.
Escupe. Contestó Jack algo ansioso. Hipo sacó de su camisa el cuaderno que anteriormente había visto en el cuarto del profesor.
Esto, son papeles del loco ése, así como una especie de diario pero sólo dice cosas que pasaron en dos días. Jack miró a su interlocutor. Tiene 21 años actualmente, residía en Japón, fue a la preparatoria Naoki Urasawa* para después ir a la universidad y de ahí desaparecer.
¿Desaparecer?
Sí, hubo un incidente en el cual la institución entera se destruyó gracias a un incendio, sólo sobrevivieron tres personas de las cuales una desapareció y las otras dos se dedicaron a reconstruir la escuela.
Eso significa que ésa persona que desapareció es él… …Pero… Jack estaba desconcertado, eso explicaba muchas cosas. Pero… ¿Por qué vino hasta acá? ¿Sabría que Hiro se mudó?
¿Qué tiene qué ver con Hiro?
¿Cuál es su nombre? Miró a los ojos a Hipo.
Aquí dice… Hizo una pausa. Tadashi Hamada… Jack abrió los ojos de par en par, su corazón latía rápidamente ante eso. ¿Qué pasa?
Es, es… ¡Ése tipo es el hermano de Hiro! Se levantó de su asiento y caminó de un lado a otro. ¡Oh por Dios! ¡Soy un imbécil! ¡Fui tan estúpido! ¿Cómo no pude haberme dado cuenta? Su nombre, la manera en que mira a Hiro, su edad, ¡Todo tiene sentido ahora!
Cálmate.
¡No! ¡¿Qué no lo ves?! Dios mío Daichi Harada es un maldito enfermo, loco, incestuoso… Mientras Jack gritaba todas las maldiciones registradas en la real academia de la lengua española y otras inventadas por él, Hipo hojeaba los papeles con gran interés.
¿Cómo sabes que es hermano de Hiro?
Hiro se apellida Hamada, perdió un hermano hace varios años. Se sentó de nuevo.
Entonces… …si “desapareció” o “murió” como le quieras llamar… ¿Cómo supo dónde se mudaría Hiro? ¿Será una coincidencia?
¡Eso es lo que me pregunto! Se desparramó en el sofá. Y no creo que lo sea…
Tienes razón. Tomó las hojas. A no ser que, él sabía desde el inicio que tras su “muerte” Hiro se convertiría en profesor de filosofía, pero, ¿Cómo supo exactamente a qué universidad se inscribiría?
Vaya… …creí que no usabas tu cabeza. Jack sonrió de forma sarcástica.
Es sólo que nunca me ves usándola. Hipo le devolvió la sonrisa. Ahora, tal vez Harada… …Perdón, Tadashi tenga algunos… …ya sabes, “seguidores”.
¿Seguidores? Ósea, ¿Asistentes?
Sí, tal vez les paga a ésas personas por recabar información de su hermano.
Eso… …es aterrador…
Sería un tema interesante para un vídeo de Dross, aunque tenemos que investigar más.
No sé por qué, pero algo me dice que uno de sus secuaces es algún otro profesor.
¿Crees que alguno esté involucrado?
Probablemente, tu profesor de karate es tan raro como él.
Mmm… Ahora que lo mencionas… Jack se acercó un poco más al cinta negra con gran interés. Hace un tiempo vi como él y Harada mantenían una conversación.
¿Enserio?
En esos momentos no le tomé importancia, así que no sé qué planeaban.
Esto es agotador… Jack se levantó y fue hacia donde Hipo, para luego recargar su cabeza en el hombro de éste. Pero me alegra que estés bien…
Hipo sonrió abrazando a Jack con su brazo.
:D
Tecleaba y tecleaba en su portátil la planeación de las clases que impartiría. Por todo el asunto del compañero loco que tenía se había atrasado bastante, así que debía hacerlo lo más rápido posible.
Suspiró al término de su tarea tomando un sorbo a su café y levantándose de su asiento. Salió a la sala y acarició al gato, dejó el vaso de café sobre la pequeña mesa que se encontraba en el centro de la sala y fue hasta la ventana. Acto seguido abrió las cortinas y sus ojos se abrieron a más no poder cuando divisó una silueta que logró reconocer a la perfección: Christoph…
Pero, ¿Qué diablos? Se dijo viendo al hombre que estaba fuera de su casa quién lo miraba como un lobo hambriento a un ciervo, con una sonrisa perversa en el rostro. Hans tragó saliva y se retiró de ahí tomando su computadora para luego enviar la planeación por correo, realmente no acostumbraba a hacer eso pero en esos momentos el terror lo invadía como aquella vez con Harada… … ¿Acaso esos dos planeaban algo? No quería imaginárselo en ese caso sus días en Disney Words no serían tan pacíficos como antes. Jesús… Dijo luego de enviar su trabajo para después volver a la ventana inseguro. Él seguía ahí: impertérrito, inmutable, con su anterior sonrisa en el rostro, las manos en los bolsillos de su pantalón mirándolo sin pestañar, aquello era simplemente aterrador.
Cerró las ventanas y caminó de un lado a otro en la sala, a pesar de que su compañero estaba afuera él podía sentir como si aquellos ojos lo desnudaran con la mirada, como si éstos tuvieran una especie de visión láser y pudieran ver como el otro se movía desesperado. El pequeño felino que anteriormente veía con extrañeza a su amo se posó sobre el sillón que quedaba más cerca de la puerta y su vista ahora se concentró en ésta.
Hans estaba realmente asustado, como si aquél animal predijese lo que su amo más temía.
En esos instantes tocaron la puerta.