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The Mad Proffesor por algodon Sibyl

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

¡Hola! Si estás leyendo esto, ¡felicidades! Que eres de las pocas personas que se toman la molestia de hacerlo non, así que, respóndeme esto en un review: ¿Qué pasaría si Light Yagami escribiera el nombre de Johan Liebheart en la death note considerando que "Johan" no es su verdadero nombre? ¿Moriría? ...Qué pinche duda existencial <n<

Sólo disfruten el episodio.

p.d: escribí un fanfic de Free! llamado "autodestruction" por si gustan leerlo lo pueden encontrar aquí:

http://www.amor-yaoi.com/viewstory.php?sid=149088

(Si yo no me spameo, ¿quién más pues?)

p.d.d: Prepárense para una lección sobre filosofía en manos de su profe de filosofía favorito... ...y un alumno muy precabido...

ora´sí, espero que les guste <u<

 

A la mañana siguiente se levantó con pesadez y estiró su cuerpo, con la esperanza de que la pereza desapareciera. Giró su vista alrededor de la habitación encontrándose tal y como lo había dejado ayer: ropa regada por todas partes, al igual que libros y apuntes de la escuela. Ahora su mirada se fijó en la mesita de al lado suyo, específicamente al aparato que yacía ahí el cual tomó y revisó la pantalla: vacío.

Su mirada se descompuso en una mueca preocupada y se levantó, vistiéndose. Era jueves, así que no le pesaba ir a la universidad.

Marcó el número que anteriormente había guardado por si el otro tenía alguna información, cosa que no había hecho anteriormente por la extraña naturaleza de Hipo: desaparecía unos días y luego regresaba insinuándosele y contando una descabellada anécdota, pero ésta vez era distinto; tenía el presentimiento de que no había dicho nada por causas de fuerza mayor. Un escalofrío recorrió su espina dorsal.

Miró la pantalla del teléfono y no había ninguna llamada perdida. Suspiró con resignación y marcó.

Aahh… …aahh… Luego de unos minutos unos jadeos retumbaron en los oídos de Jack, quien abrió los ojos como platos y tragó saliva, sabía que nada de esto estaba bien.

¡Hipo! ¡Por Dios! ¿¡Dónde estás!? Llamó más que asustado.

J-Jack… …Ahh... …Gracias… …al cielo… El chico del otro lado de la línea jadeaba desesperadamente, con un tono de voz que se mezclaba entre el alivio y la desesperación.

¡Hipo! ¡Dime dónde estás! ¿¡Qué te pasó!? Se atrevió a levantar la voz a manera de reclamo.

Él… Su voz estaba débil y ronca, como alguien que pasó mucho tiempo gritando. Caí… …En una trampa…

¿Trampa? ¿¡Qué te hizo ése maldito!? Jack estaba por perder los estribos.

No lo sé… Tosió. Estoy seguro de que… …estoy en su casa… Tomó un bocado de aire, sentía que en cualquier momento el oxígeno se le terminaría. …Me tiene encerrado… …Por favor Jack… …Ayuda…

T-Tranquilo, iré por ti ahora mismo. Tomó su chaqueta.

¡No! Él… …podría sospechar… …Después de clases… Por más que desesperado que estuviese, no permitiría que Harada le hiciera algo a Jack, así que trató de mantener la compostura.

¿Sospechar? ¿Estás loco? Iré por ti quieras o no… Jack se sentía frustrado.

Es más astuto de lo que pensé Jack, si no asistes a clases regresará a su casa y te encontrará. Tomó más aire. No sé cómo lo hace, pero sin duda su vista está fija en todo lo que pasa a su alrededor…

Jack frunció el ceño, fastidiado. Bien… …Pero prométeme que vas a estar bien. Ninguno sabía la respuesta a esto, pero decidieron arriesgarse.

Sí… …Lo prometo… …Y si no salgo de ésta… …déjame decirte que me hubiera encantado ser algo más que sólo tu torpe amigo. Jack abrió los ojos como platos y sus mejillas se tiñeron de rojo. Tragó saliva, decidido.

Hipo, no te abandonaré… …iré por ti… En eso y sin que él lo quisiera, la llamada se cortó.

:D

Hiro llegó temprano al salón de clases, no quería perderse nada en ésta, ya que sería de vital importancia para su examen final… …y para sus ojos…

Se sentó, como de costumbre, en los asientos de adelante: quería ver todo lo que Harada hacía y no perderse nada, luego de lo que pasó unos días atrás, tenía la esperanza de que por fin sucediera algo.

Miró hacia la puerta viendo como sus demás compañeros entraban, pero no logró divisar a Jack. Suspiró y puso su rostro en el cuaderno donde escribía una erótica historia sobre él y el hombre en su mente.

“Por favor, Harada-sensei, no podemos hacer eso… Lo miraba con expresión sumisa y preocupada, con un rojo adornando sus mejillas.

Oh, vamos pequeño… …será mejor de lo que crees. El hombre mayor tenía una cara de depravado que hacía al otro temblar de deseo y un poco de terror….”

¡Hiro! Saludó enérgicamente un chico albino con una gran sonrisa en el rostro, ocasionando que el más pequeño diera un salto de sorpresa.

¡Jack! ¡¿Qué demonios?! Reclama Hiro mientras cerraba su cuaderno de golpe.

Jeje, perdona, te vi muy distraído. Se sentó a su lado. ¿No ha llegado el profe?

No, aún…

Buenos días jóvenes. El aludido entró con paso decidido.

Hablando del rey de Roma…

El mencionado puso sus cosas en el escritorio y escribió en el pizarrón:Sócrates, (470-399 a. de C.).

Bien muchachos, estamos entrando en terreno peligroso. Todos se mantenían atentos al mentor, sobre todo Hiro y Jack, el primero con rostro bobo y el segundo con el ceño fruncido. ¡Sócrates muchachos! Estamos hablando del personaje más enigmático de toda la historia de la filosofía, a pesar de que no haber escrito nada su influencia ha permanecido hasta nuestros días.

Jack miraba con desprecio al profesor, giró su vista y se encontró con un Hiro sonrojado y dando profundos suspiros.

Quizás lo más curioso de este enigmático hombre fue su manera de “conversar”, él no pretendía enseñar, más bien, conversaba con cualquier persona que se topara en la calle. Carraspeó un poco y prosiguió. Su manera de hacerlo era extraña: pretendía ser un vil ignorante y comenzaba a hacerle preguntas a la gente, como podrán ver, un encuentro con él significaba quedarte en ridículo ante un público completo. Él no enseñaba, él aprendía de las personas.

Harada miró a Jack, quien a su vez veía a Hiro con preocupación, frunció el ceño, bastante molesto.

Dígame señor Jack, Sócrates vivió al mismo tiempo que los sofistas, ¿Podría decirme cuál es la diferencia entre éstos y los filósofos?

¡Mierda! Pensó Jack, efectivamente, Harada no le quitaba el ojo de encima al chiquillo. Los sofistas eran personas que cobraban por su enseñanza, como profesores de escuelas. Tragó saliva, frustrado. La diferencia es que los filósofos nunca estarán conformes con lo poco que saben, siempre buscarán saber más y, a diferencia de muchos sofistas, no se consideran a sí mismos “sabios” y no cobran por sus “enseñanzas” ya que ellos aprenden con los alumnos.

Muy bien entonces, ¿Qué clase de filósofo era Sócrates? Ambos se miraron a los ojos de forma retadora.

Era un racionalista, ya que decía que el verdadero conocimiento viene de uno mismo. Sonrió de Lado.

Harada le devolvió una sonrisa burlona. Entonces… Caminó hacia el pizarrón y ahora escribió: Platón, (427-347 a. de C).Ya que entramos en los filósofos antiguos más importantes, dígame algo sobre Platón.

Jack estaba bastante furioso, era obvio que lo quería poner en ridículo, pero no iba a permitir eso. Al parecer Hiro era el único que se dio cuenta de la pequeña guerra entre Harada y Jack, quienes se miraban de forma amenazante.

Platón, 427-347 antes de cristo. Se levantó del asiento, dispuesto a derrotar al profesor. Era discípulo de Sócrates, al parecer todas sus obras principales se han conservado, a diferencia de otros escritos de filósofos presocráticos, éstos constan del discurso en defensa de Sócrates, así como una colección entera de cartas y treinta y cinco diálogos filosóficos; los cuales se salvaron gracia a que Platón fundó su escuela de filosofía.

¿Y qué materias se impartían? Hiro se puso nervioso ante la discusión que había surgido.

Filosofía, matemáticas y gimnasia, aunque la conversación viva, era lo más importante para Platón. Volvió a sonreír, está vez de una manera socarrona que sacó de sus casillas a Harada, aunque éste último no se daría por vencido tan fácilmente.

Escribió ahora en el pizarrón Aristóteles, (384-322) Sigamos… Una mirada retadora ahora formaba el rostro del profesor.

Jack carraspeó, aún irritado. Aristóteles fue un alumno de la academia de Platón por 20 años, era hijo de un médico y por ende, científico. Fue el último gran filósofo griego, aunque era de Macedonia, su proyecto filosófico era sobre la naturaleza viva, ósea los procesos de la naturaleza, a diferencia de su mentor, no sólo usaba su inteligencia, sino también sus sentidos.

¿Qué trata de decir? Harada arqueó una ceja.

Si usted no fuera tonto, profesor, se daría cuenta de que hay que sentir y razonar, o razonar y sentir, e incluso hacer ambas cosas al mismo tiempo, no sólo hacer una sola…

Harada comprendió que esto tenía un doble significado, así que sonrió, satisfecho y en ése preciso instante la campana sonó.

Los alumnos salieron como alma que lleva el diablo, entre ellos Jack, cuando Hiro lo detuvo.

¿Qué fue todo eso? Preguntó el menor.

¿Qué? Sólo fue una clase impartida por mí… …Respondió viendo su celular.

¿Bien? Hiro arqueó una ceja, miró al pizarrón y se percató que el dueño de sus suspiros había salido.

Escucha, tengo algo de prisa, vámonos.

El otro obedeció y salieron rápidamente de la escuela, ambos buscaban con la mirada a Harada, pero no lo encontraron así que decidieron despedirse, Hiro regresaría a su casa y Jack a buscar a su amigo.

Notas finales:

A este episodio le hicieron falta muuuchas cosas que por cuestiones de espacio no pude poner ene pero no se apuren, en el siguiente habrá más contenido y una GRAN sorpresa eue

Por cierto, actualizaré rápido por la razón antes dicha, no se desesperen non

¡Nos leemos!


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