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The Mad Proffesor por algodon Sibyl

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Notas del capitulo:

¡HOla! n.n

Bueno les quiero mencionar una cosa; estaré actualizando éste fic los viernes así que no se apuren OoO

Al salir de la escuela, Hiro y Jack se dirigieron a una nevería cerca de ésta. Habían estado hablando de trivialidades casi todo el día. Realmente tenían demasiadas cosas en común.

Se dirigieron a un parque que quedaba cerca de la casa de Hiro, observando el atardecer y a los niños que jugaban felizmente.

Hiro, si no te incomoda, me gustaría saber cómo falleció tu hermano. El aludido miró a Jack algo sorprendido. Si me lo dices seguramente podrás alejar un poco el dolor de tu corazón. Le dedicó una sonrisa cálida. Si quieres te puedo contar sobre mi hermana, claro que si es de tu incumbencia.

El mayor tenía razón; desde la muerte de su hermano no quería volver a hablar con nadie, ni siquiera con los amigos de éste; no le interesaba volver a formar otros lazos, así que Jack habría sido la única persona con la que había hablado del tema luego de que se mudaran.

Dio un largo suspiro y prosiguió a hablar. Pues… ...después de mucho que había luchado por conseguir trabajo, por fin lo obtuvo como mecánico. No le pagaban mucho pero era suficiente para sus ahorros de la universidad. Lo que no sabía era que sus jefes estaban involucrados con líderes de una mafia así que éstos incendiaron el taller y… Apretó con fuerza sus puños. ...Explotó haciendo que todos los involucrados murieran… …e inocentes como él y muchos otros… Jack lo miró con aire de tristeza. Nuestros padres murieron cuando yo tenía tres años así que él fue como mi padre. Cuando murió me dejaron bajo custodia de mi tía quién nos frecuentaba mucho, a ella también le afectó demasiado su muerte…

Ya veo… Se acomodó mejor en el asiento mirando el cielo rojizo que se combinaba con una selecta gama de amarillos. Dime, ¿cómo era él?

Bueno, ¿qué te puedo decir? Una sonrisa de dibujó en sus labios. Él siempre trataba de ayudar a los demás, aunque tuviera limitaciones nunca te abandonaba. Te daba consejos, podías hablar de él de lo que quiera que fuese; siempre tenía una sonrisa en su rostro por más deprimido o cansado que estuviese siempre te sonreía. Suspiró.  Su sonrisa… …Él… …era un muchacho extraordinario. Por un momento la tristeza de su rostro de borró, mostrando una sonrisa que delataba algo más que amor fraternal, de esto estaba seguro Jack.

Entonces… Se aclaró la garganta. ¿Tú estabas enamorado de él?

Hiro se volvió a sonrojar como por enésima vez en el día, ¿cómo podía Jack leer tanto de él?

¿Por qué lo preguntas? Preguntó nervioso.

Porque estás enamorado de Harada, cuando hablas de tu hermano es como si hablaras del profesor.

Posicionó su vista en alguna parte del paisaje.

Sí… …yo lo amaba. Ardía de vergüenza. No puedo decir que lo haya olvidado del todo porque prometí que sería mi primer y último amor.

Pero ¿por qué no te das otra oportunidad pequeño genio? Jack le revolvió la cabeza. No tiene nada de malo que vuelvas a intentar enamorarte de alguien.

Pero, ¿Cómo Jack? Él es un profesor, jamás se fijaría en un alumno ¡y menos en un niño! Tú mismo lo dijiste, a él no le interesa nadie…

Bueno está claro que varias chicas se le han insinuado sin éxito, de echo cada vez que alguna de ellas lo hace las expulsa de su clase permanentemente.

¿¡Eh!?

Sí, también que si insistes en hablar de un tema personal con él te reprueba.

¡¿Pero qué rayos dices Jack?! ¡No tengo nada a mi favor!

Bueno te alabó, ya es un avance.

¡Eso no tiene nada que ver!

¡Por Dios te digo que sí! Suspiró pesadamente. ¿Sabes cuántas chicas se mueren porque precisamente Harada sea el que les diga algo como lo que te dijo? Como un “buen trabajo” o “perfecto” E incluso un simple “correcto”, creo que aunque sea debes intentar entablar una conversación con él.

¿Crees que funcione?

¡Pero claro que sí! Mira, hagamos un plan.

Mientras Hiro y Jack “planeaban” su estrategia para que Hiro conquistara al profesor de filosofía, éste los miraba de lejos en su auto que había estacionado sólo unos pocos metros del parque exclusivamente para observar a aquellos dos. Estaba que ardía de celos, tanto que incluso había destruido ya tres vasos desechables donde tomaba una especie de líquido azul.

Ése maldito… …Maldito… ¡Jodánse todos los que se atrevan a tocar a MI Hiro! Maldecía mentalmente mientras apretaba los dientes. Desde hace unas horas había estado siguiéndolos y por poco y se abalanzaba sobre Jack para reventarlo a golpes. Pero sabía que no podía, sería demasiado sospechoso. Cálmate, cálmate, tienes que resistir, aún no es hora y… … ¡¿Pero qué demonios está haciendo?! Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Jack se acercó al oído de Hiro para susurrarle algo. ¡¡¡Ése cabrón!!! ¡¡¡Juro que lo voy a expulsar de mi clase!!! ¡No! ¡Mejor aún! ¡Haré que su maldita existencia desaparezca de la faz de la tierra! ¿Qué le estará diciendo?!

Con Hiro y Jack, éste último había planeado algo: en cuanto se acabara la clase de filosofía, él saldría platicando animadamente con Hiro, para que luego éste, en un “descuido intencionado” dejara uno de sus libros en su asiento y cuando volviera para tomarlo, preguntaría alguna cosa trivial sobre la clase.

En eso el celular de Jack sonó.

¿Hola?  Sus ojos se abrieron de par en par. ¡¿Qué?! ¡¿Cómo conseguiste mi número maldito imbécil?! … ¡No! ¡Lárgate de ahí! … ¡¿Eh?! ¡¿Y qué te hace pensar que voy a abrirte?! … ¡¿Qué ya estás adentro?! ¡Verás que te haré cuando llegué maldito imbécil! Colgó con furia.

¿Qué pasa Jack? Preguntó Hiro algo confundido al presenciar la actitud de su amigo.

Disculpa, tengo que ir de urgencia a mi casa, ¿estará bien si te dejo solo? Jack se encontraba algo apenado.

No, tranquilo, ya es tarde así que también me tengo que ir.

Ok, nos vemos hasta mañana Hiro, fue un placer. Le mostró el puño, Hiro comprendió y lo chocó con el de él, para que después éste se retirara. Hiro pensó en quedarse más tiempo apreciando la hermosa vista que tenía frente a él, pero ya era tarde y tenía que hacer la tarea y sus deberes.

En cuanto se levantó de la banca Harada reaccionó, encendió el motor y se posicionó al lado del pequeño alumno.

¿Hamada? Habló para llamar la atención del prodigio.

¿Eh? ¡Profesor Harada! Exclamó poniéndose rojo, lleno de vergüenza.

¿Qué haces a estas horas fuera de tu casa? Su voz sonaba molesta, o eso fue lo que creyó escuchar Hiro al oírla.

Ehh… bueno, soy nuevo en la ciudad así que decidí darme una vuelta. ¡Rayos! Había sonado como un imbécil, pensó.

¿Dónde está tu casa? Perfecto, al parecer los de arriba estaban de su lado… …tal vez pensaría en dejar de ser agnóstico.

B-bueno a unas calles de aquí, no muy lejos.

El mayor abrió la puerta del coche, Hiro pudo observar cómo esos rasgos no mostraban expresión alguna. Sube. Ése tono de molestia, seguía ahí.

El otro tragó saliva. Em, no me gustaría ocasionar moles-

¡Qué subas carajo! El joven profesor ahora fruncía el ceño con una mueca de molestia. Rápidamente Hiro subió al coche y cerró la puerta. Serás mi guía, dime dónde está tu casa.

S-sí. El otro no cabía en sí, era la primera vez que subía al auto de alguien que no fuera su tía o amigo. Sus mejillas estaban rojas y su corazón latía a mil por hora.

¿Qué te pasa tienes fiebre? Preguntó Harada cortantemente mientras conducía suavemente por el vecindario. Se sabía la dirección al derecho y al revés pero no quería levantar sospechas.

¿P-por qué l-lo dice?

Tu rostro está rojo.

Hiro se puso aún más nervioso.

E-emm… …yo…

No me lo digas, el clima ha sido muy frío por el otoño, seguro es eso.

S-sí, es lo más probable… …Aquí a la derecha.

El conductor obedeció girando donde el chico le había indicado, Hiro sentía que el corazón se le saldría en cualquier momento.

En el trayecto Hiro no se atrevía a hablar, se sentía algo incómodo y a la vez nervioso, tanto así que un dolor intenso en su estómago apareció de repente.

Dime, ¿con quién vives?

¿Huh? Pues con mi tía… Mierda. Fue lo que Harada pensó en esos momentos, “mierda” Ahora tendría que ocuparse por otra persona que definitivamente se interpondría.

¿Sólo con ella?

Bueno, siempre llega a las doce de la noche, así que es como si viviera solo.

Una diabólica sonrisa se dibujó en los labios de Harada, pero no fue notada por Hiro.

Llegaron a su destino, la casa de Hiro estaba vacía, cosa que hizo que el profesor se imaginara mil y un cosas.

Profesor, muchas gracias, nos vemos mañana. ¡Al fin! Se sentía aliviado de haber llegado a su fortaleza, de haber sido más tiempo definitivamente haría una locura de la que no estaba seguro si saldría.

¡Aguarda Hiro! Ésa masculina y ronca voz que le recordaba a su sexy hermano mayor lo sacó de sus suspiros de alivio.

¿S-sí?

El otro volteó a verlo por primera vez; la primera vez que mantenía contacto visual con él; sus ojos, uno era café oscuro y el otro azul claro, como si éste último color se estuviera devorando lentamente al poco café que le quedaba. También apreció mejor su cicatriz: al parecer era más gruesa de lo que Hiro había previsto, comenzaba en algún punto de su cuello e iba a parar cerca de su ojo, rosando sus labios, parecía más bien una quemadura que una simple cicatriz. Ésa mirada penetrante…

Luego de unos minutos de que ambos se vieran directamente a los ojos, Hiro no se atrevía a hablar. Sus mejillas seguían rojas hasta las orejas.

Que tengas buena noche. Finalizó el profesor para luego cerrar la puerta y retirarse.

Hiro se quedó petrificado en su lugar muerto de vergüenza.

Mi pequeño niño… …juro que volveremos a estar juntos algún día…

Notas finales:

¿Les gustó? espero que si non

¿Qué trama Harada? (seguramente que ya saben de quién se trata no? 

Jaja bueno, Nos vemos en el siguiente cap! OoO7


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