~Castiel~
En un sueño profundo, sin que el profesor se de cuenta. Típico, cuanto me molesta esta ridícula clase de historia, de repente siento que alguien me despierta
-Castiel, Castiel! Despierta!- Era Lysandro, el siempre me despierta antes de meterme en problemas por dormir en clase. -Valla que me costo menos que ayer- claro que siempre me despierta en especial si se trata de historia.
-jaja sí, sí- le dije con mi usual tranquilidad -Bueno ya tocarán la campana ¿no?- le pregunte a ver si acertaba.
-Efectivamente, por algo te desperté- al parecer si fue algo tonto preguntar pero bueno.
me estiro y casualmente tocan la campana
Bueno porfin termino la clase. Me dirijo al patio cuando una chica distraida me choca -Oye ten más cuidado!! Que estás ciega?!-
-Ah, D..Disculpa, y No, no estoy ciega- pues es una chica un poco peculiar, cabello corto y negro, ojos amarillos color miel, mejillas rosas. Mmm, jamás la habia visto. -Bueno, presta atención la próxima vez!- es un poco extraña, al menos no es una segunda Violeta.
-Sí, claro- simplemente me dijo eso y se fue a la sala de delegados, seguro a ver al "Don Perfecto" de Nath. Sin nada más que agregar porfin llego al patio y me siento en las bancas a ver a los demás pasar y conversar
~Nathaniel~
Me parece extraño que haya tanta tranquilidad, bueno menos de que preocuparme. mientras hago mi papeleo llega una chica
-Hola, estoy buscando al delegado principal- valla, alguien con cortesía para variar.
-Hola soy yo, Nathaniel. ¿Necesitas algo?- mmm, jamás la habia visto. De hecho es bastante linda.
-Mi nombre es Xolaris y pues,la directora me ha dicho que viniera por lo de mi papeleo- si habrá trabajo después de todo.
-Ah, con que eres nueva y bastanteLind...- P..pero que estoy diciendo?!
-Q..que?- responde sonrojada, parece no haberme escuchado lo ultimo.
-N..nada, ten los papeles, busca anexarle una foto carnet y entregaselo a la directora... fue un placer- que casi meto la pata.
-Claro! igualemente- se retira sin nada más que decir.
Bueno, ya no tengo nada que hacer, saldre a dar una vuelta. Salgo de la sala de delegados y como siempre veo a Castiel recostado en los casilleros y escuchando música está tan tranquilo, y con lo bien que se ve cuando está así... .. un momento, que es lo que acabo de pensar?!..
-Hey! Don perfecto!... Que tanto admiras?.. Creo que se te paso el rugor- típico de castiel, hablar con tanta arrogancia en especial si se dirige hacia mi, me irrita tanto!.
veo hacia otro lado ocultando mi sonrojo.. -Nada, deja de molestarme idiota!-.. me alejo de el para no tener más conversación pero desgraciadamente
-Oye, ¿a donde crees que vas?- coloca su brazo frente de mi asustandome por el golpe que dio en el casillero.
-P..pero q...- no me deja terminar y simplemente empieza a acercarse a mi rostro.
-Es de mala educación dejar a los demás hablando solos, ¿no te lo enseñaron tus padres?- dice sin dejar de verme a los ojos haciendo que mi rostro se ponga más rojo de lo común. Miren quien habla de educación.
-Tú... Hablando de modales cómo si tuvieras tantos que presumir- digo desafiante tratando de no hacer notorios mis nervios por la cercania del pelirojo.
-Quizás tengas razón... Pero...- toma mi mejilla y se va acercando a mi
-C..cast... Castiel.. ¡A..alejate!- Trataba de alejarlo de mi pero no lo hacia con suficiente fuerza
-Nath...- susurraba mi nombre, algo que hizo que mi piel se erizara, para luego halarme del cabello y empujarme -¡¡JAJAJAJAJA!!! ¡¡En serio!! ¡¡Deberias haber visto tu cara!!- se reia con tantas ganas que casi se le salian las lágrimas. Maldito! Como lo odio! Veo cómo se va alejando mientras yo me voy levantando.
-¡Oh! ¡Nathaniel!- Escuché la voz de cierta azabache que conocí no hace mucho pero su voz de inocencia se reconocía fácilmente -¿Te encuentras bien?- preguntaba mientras me tomaba del brazo para ayudarme a levantarme.
-Si, si... Bien, gracias-
-Uhm... Me alegro, pero dime ¿que hacias en el suelo?- preguntó curiosa, yo la miré con ligeros sonrojos en las mejillas por recordar a aquel pelirojo.
-N..nada... Sólo resbalé, es todo- dije lo más convincente posible.
-Ah, ok. Bueno, disculpa pero debo irme... ¡Nos vemos!- dijo sonriente mientras se volteaba retirandose.
-Bueno, será mejor que vaya a la sala y acomode algunos papeles para irme- dije para mi mismo mientras me retiraba a la sala de delegados.
~Castiel~
En lo que me volteaba dándo fuertes carcajadas incomodando al rubio pensé en lo cerca que estaba de esos labios tono rosa, carnosos y apetitosos que alguna vez tuve el placer de probarlos aunque eso fué hace ya mucho tiempo de niños, es más, creo que él no lo recuerda tristemente...
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~FlashBack~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Esa época en la que el rubio y yo eramos grandes amigos, yo lo acompañaba a todos lados ya que no tenia más amigos además que lo protegía, él era o hasta la fecha no es de saberse defender físicamente y puesto que lo molestaban mucho junto a mi nadie lo molestaba.
Un día fuimos al parque y estabamos jugando a las escondidas, a él le tocaba esconderse y yo estaba contando -8, 9, ¡¡10!! Listo o no Nath, ¡allí voy!- Corrí rápidamente hacia la primera dirección que me vino a la mente, hacia la derecha.Logré escuchar ladulce risita de mi rubiesito o “Oxigenado” cómo solia decirle para molestarle, de repente lo ví, allá estaba, detrás de unos arbustos dando un vistazo para saber si yo estaba cerca, al verme sus ojos se abrieron como platos y trató de levantarse para correr pero torpemente se tropezó y escuché a mi rubio gemir de dolor, sin pensarlo corrí hacia él para auxiliarlo y no se hizo daños serios sólo un raspón en la mejilla- Tonto, debiste tener más cuidado- le regañé un poco aliviado.
-S..sí castiel- por suerte yo siempre llevaba conmigo una vendita.
-A ver déjame... Ponerte esto- dije mientras tomaba su barbilla y colocando delicadamente la venda en su rapónsito -¡Listo!- dije con una dulce sonrisa que no a todos regalaba, nisiquiera a mis propios padres.
-G..gracias Castiel- dijo sonrojado el rubio, se ve tan adorable sonrojado- por cuestión de impulso mi mano se dirigió a su hombro y me acercaba un poco a su rosttro mientras que sentía cómo mis mejillas ardían por el rubor que se formaba en dicho sitio, Nath sólo me miraba a los ojos quieto pero nervioso y más sonrojado que antes, noté cómo momentaneamente su mirada se iba a mis labios, al parecer ambos sabiamos a dónde llegaría esto.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~FlashBack Interrumpido~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Sentí cómo alguien me sacaba de mis pensamientos.
-Castiel, ¡Caastiel!- era el rubio, hablando del rey de roma jeje.
-¿Qué quieres?- miré con enojo al rubio por sacarme de dicho pensamiento y más cuando era la mejor parte.
-¿Te piensas quedar toda la noche aquí? Todos ya se han ido- Eso explicaría el silencio.
-¿Y tú qué haces aquí?- mi pregunta hizo que el oxigenado se sonrojara levemente.
-Disponía a irme pero te vi asi que... S..sólo vine a avisarte- dijo aún más sonrojado.
-Bien- dije mientras me levantaba -Andando, te acompaño a tu casa-
-¿¿Q..qué??- Diablos su expresión de vergüenza se ve tan adorable y encantadora, ya carajo Castiel ¡cálmate!.
-Serás sordo... Que te acompaño a tu casa ¡Idiota!- ante mi ofensa sólo frunció el seño y asintió para darse la vuelta mientras que yo le seguí avanzando a su lado, efectivamente era tarde ya, todo estaba oscuro y lo único que resplandecía era la luna y algunos faros a los alrededores. Este silencio, más el brillo de la luna junto con la adorabilidad del rubio son una combinación que simplemente me eriza la piel, inevitablemente tengo ganas de tomarle de la mano cómo antes, abrazarlo, besar su dulce rostro... Mierda ¡¡YA!! Debo controlarme lo más posible hasta llegar a nuestro destino...