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Abismo por Maki no Leo

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ABISMO


Notas de la autora:


Tuve ciertos problemillas al subir el capitulo (Fallas técnicas xD). No se molesten conmigo ;o; Ejem... dejando aun lado mis disculpas nnU esperando que esta vez no haya problemas, les dejo con el fic n_n


Agradecimientos: A los que lean este fic nn


Disclaimer: Saint Seiya le pertenece a su autor: Masami Kurumada y a Shingo Araki, creador de los personajes


Advertencia: Este fic contiene yaoi (más adelante, lemon)





Capitulo 1


 


Doloroso Inicio


Me pregunto¿Cuándo te darás cuenta de mi existencia? Parece que para ti no existo, y ¿sabes? Eso me pone triste, y cuando estoy en mi habitación, no puedo evitar que unas cristalinas lágrimas se asomen por mis ojos…


Y aún a pesar del dolor que siento en esos momentos, no puedo evitar recordar tu rostro…


No sabes cuanto duele eso… no sabes cuanto…


Pero me he decidido, te diré lo que siento… claro que lo haré… estoy harto de esconderme y de que ignores mi presencia… ”


La lluvia comenzaba a ceder poco a poco, mientras el frío viento arreciaba. Después de unos instantes, la lluvia amaino por fin, aunque no dejaba de lloviznar, pero era apenas una brisa.


Algunos de los caballeros se asomaron fuera de sus templos a observar como el cielo se limpiaba de nubes negras.


- ¡Ah! Que bien les ha hecho esta lluvia a mis amadas rosas – dijo, felizmente, Afrodita, mientras las podaba.


Mientras, Mu caminaba lentamente escaleras arriba… tenía miedo, no quería hacer una tontería… se había decidido. Iría a verle.


Cuando iba a cruzar el templo de Tauro, Aldebarán lo intercepto, con una gran sonrisa en su rostro.


- Hola, Mu. ¿Te quedas a comer?


- Hola Alde, no puedo, perdón... ¿será en otra ocasión?


- Claro nn


El santo de Tauro volvió a perderse por su templo, Mu continuó su camino. En su cabeza seguía repasando lo que diría… cada palabra, cada detalle… esperando cada reacción… guardando la esperanza de que al final, todo vaya bien.


Cuando se dio cuenta, ya sólo le faltaban pocos escalones para llegar a su destino… al ver el templo, trago saliva… sintiendo que, poco a poco, todo se le iba olvidando.


Tomando valor, continúo caminando – ya que, inconscientemente se había detenido- hasta llegar a la entrada del templo.


- Bien… ya estoy aquí… ya no puedo echarme para atrás… - apenas iba a dar unos pasos más, cuando aquella persona se le puso en el camino.


- ¡Ah! Buenas tardes, Mu – saludo el guardián de la casa de géminis.


- B-buenas tardes Saga


El santo de Aries estaba nervioso ante la cercanía que se estaba generando de pronto.


- ¿Qué te trae por aquí?- pregunto Saga, un poco confundido por la presencia de Mu en su templo.


Estaba nervioso… muy nervioso… sus mejillas se tiñeron levemente de carmín…


- Sólo venía a saludar – mintió Mu, con una sonrisa en sus labios – Y Kannon¿dónde esta?


- Salió – dijo mientras se encogía de hombros, no era que no le importara lo que hacía su hermano – me imagino que no ha de tardar… si quieres, puedes dejarme el mensaje…


- ¿Eh? Ni que fuera maquina contestadota – dijo una vocecita en su cabeza.


- Tu mensaje, lo que querías decirle a Kannon…


- ¡Ah!... No… no vine a hablar con Kannon… yo… yo vine a…a hablar contigo…


- ¿Ah, si?- dijo con interés, mientras se le acercaba más - ¿De qué?


Ese era el momento de la verdad… tenía que decirle


- Pues… - el lemuriano estaba demasiado nervioso, y sus manos le sudaban – de que tu… tú… ¡TU ME GUSTAS MUCHO!- sintió sus mejillas arder.


En ese momento un estruendo llego a sus oídos, un rayo había caído cercas de donde estaban… una intensa luz los baño por completo, dejando ver dos rostros viéndose mutuamente…uno completamente sorprendido, y el otro, verdaderamente sonrojado…


- … - Mu esperaba ansioso una respuesta. Espera cualquier reacción por parte del gemelo.


- Mu… - dijo, haciendo que el corazón del pelilila latiera, emocionado -… lo siento, yo… no… - se dio media vuelta, provocando se el corazón de Mu se rompiera en mil pedazos.


El rostro del ariano mostraba claramente el sentimiento que en ese momento lo invadía…


- Entiendo… - dijo apenas con un hilo de voz, al tiempo que agachaba la cabeza, ocultando sus ojos tras el flequillo del pelo.


La lluvia tomo intensidad de repente, de una pequeña brisa a todo un aguacerazo…el cabello de Mu comenzaba a cubrirle el rostro, ya que el agua le pegaba con toda su furia. Las frías gotas de lluvia se confundían con las cálidas lágrimas cristalinas que caían de los ojos del joven.


- Cogerás un resfriado… - la voz de saga denotaba preocupación.


El alquimista no dijo nada, simplemente se quedó donde estaba…


- ¿Mu? – Saga se acerco más a donde estaba el aludido, lo tomo del brazo, pero éste se zafó rápidamente de su agarre.


- ¡No!


Mu echo a corres dentro del templo de géminis hasta perderse de la vista el guardián del mismo… El gemelo no hizo más que lanzar un bufido, al tiempo que clavaba su mirada en el suelo…


Corría… corría lo más que su corazón se lo permitía… no sabía que hacer… estaba destrozado…


Corría desesperado escaleras arriba… iría a verle… quería oírle decir: “Te lo dije” aunque eso sólo le causase más dolor…


Flash Back


- Mu¿estas seguro que le quieres decir?


- Si… ya no quiero ser más hipócrita…


- Amigo…


- ¡Eso¡Como mi amigo deberías de apoyarme, Shaka!


- Je, sabes que tienes mi apoyo… pero… sólo ten cuidado…


Fin Flash Back


De pronto, sintió que perdía pisada y caía estrepitosamente, resbalándose unos cuantos escalones y manchando su cara y cabellos con fango, el cual se había acumulado por las lluvias.


Pero no hizo ni un solo intento por levantarse, al contrario, sollozo con más fuerza, mientras cerraba sus puños sobre el concreto de las escaleras.


- ¿Mu? – oyó que le hablaban, más no quiso ver quien era. No le importaba que le vieran llorar… sólo quería que lo dejaran… que lo dejaran solo, tragándose su dolor…


- ¿Mu, estas bien?– volvió oír preguntar - ¿Qué te pasa?- sintió como alguien se acercaba hacía él.


- ¡Aléjate!- grito, con su alma ya destrozada - ¡No te acerques!


- Mu… - esa voz se oía más cercas, y aún así no podía distinguirle… ¿Por qué? – Tranquilízate Mu, déjame ayudar a levantarte… - sintió unas cálidas manos. Una rodeándole por la cintura y la otra, capturando su mano izquierda.


Por alguna razón, el carnero se sonrojó de golpe… su corazón latía con tal lentitud que aparecía que se iba a detener en cualquier momento. Un rayo atravesó de nueva cuenta el cielo, dejándole ver el rostro de su salvador…


- Sa… Saga… - intentó separarse de él, pero el brazo que le sujetaba la cintura, lo aprisiono con más fuerza.


- No. Soy Kannon - esté le sonrió a Mu - …venga, vamos a tu templo - le ayudo a dar unos pasos e ir hasta el primer templo.


- G-gracias Kannon…


Comenzaron a bajar las escaleras, escalón por escalón, ignorando la lluvia que les azotaba…


- ¿Qué hacías ahí tirado, Mu?- el gemelo hizo la tan temida pregunta, la cuál el carnero no quería contestar.


- M-me caí… iba en camino a con Shaka…


- Eso no explica el porque estabas llorando… en medio de las escaleras¡y lloviendo! - le dirigió una mirada seria.


Cuando sus ojos se encontraron con los de Kannon, no pudo evitar desviar la mirada… a pesar del sonrojo que invadía sus mejillas, sintió la enorme necesidad de echarse a llorar otra vez…


- ¿Es por Saga?- pregunto la voz de Kannon en un susurro.


El ariano se vio sorprendido ante la pregunta, no pensó jamás que fuera tan obvio…


- ¿tú…?


Kannon simplemente no dijo nada… ¡no había nada que decir! Mu le volteo a ver sorprendido, ante su conocimiento sobre ese… desagradable tema…


- No importa – dijo Kannon, antes de que el pelilila atinara a decir algo.


Sin mediar ni una sola palabra más, llegaron al tercer templo… la lluvia parecía no querer ceder ante nada… era como si llorará junto con Mu, su pena, ya que éste derramaba en silencio, algunas furtivas lágrimas cristalinas.


Por el rabillo del ojo, su custodio lo miró, su rostro estaba empapado en cálidas lágrimas, que en algún momento envidio por osar tocar sus tersos labios… sus mejillas adornadas por un color escarlata, que le hacía ver más… su ceño fruncido levemente en una expresión de profundo dolor, quizá a causa de…


Estaban a punto de pisar el primer escalón para entrar en el templo, cuando siente que el cuerpo de Mu se va tensando, sus ojos estaban desorbitados, viendo… nada, entonces paso algo que lo sorprendió…


Se desmayo…


Sonrió con ternura al ver la cabeza del carnero descansar sobre su hombro, mientras que sus ahora relajadas facciones lo hipnotizaban… incitándolo a tocar aquella piel… de poseer sus labios…


Kannon cargo a Mu, acomodándolo sobre su pecho, haciendo que, en lugar de usar su hombro, la cabeza se apoyará sobre su amplio y trabajado pecho. Después de acomodarlo bien, reanudo su camino hacía el primer templo.


Sus pasos resonaban por el vacío del lugar, sin mirar hacía el frente o el camino que seguía sino que observaba a Mu, un suspiro escapo de sus labios.


- ¿Kannon?- se oyó una voz del interior del templo. Saga se posó enfrente de los recién llegados, que al ver la hermosa carga que traía su hermano, no pudo evitar alzar una ceja, confundido y…


- Hola Saga… - saludó secamente - … estoy bien, gracias – su voz tenía un timbre sarcástico.


- Mmnn...


Su gemelo lo pasó de largo y camino a la salida del templo, ignorando olímpicamente los llamados de su hermano…


Su paso era lento y tranquilo, miraba atentamente hacía delante haciendo un esfuerzo sobrehumano para no bajar la mirada y quedarse prendado de la hermosura que traía en brazos…


¿Qué le pasaba? El había decidido no enamorarse nunca más desde su rompimiento con el santo de Leo… y aunque Aioria no lo supiera, conviniéndole más que así siguiera, su rotura le había devastado… de eso habían paso ya un año con 5 meses, aproximadamente. Ese fue su peor cumpleaños.


Ahora, se sentía extraño… ahora estaba ahí, otra vez, enamorado perdidamente, esta vez, por el hermoso santo de Aries: Mu… aun recordaba la primera vez que se dio cuenta de lo hermoso que era…


Flash Back


Nos remontamos unos meses antes, era una esplendida noche aquella, las estrellas brillaban con toda su grandiosidad…


En el primer templo todo era silencio… sólo se oía el tranquilo respirar de su guardián, que estaba sentado sobre el blanco piso de mármol y apoyado contra un pilar: durmiendo.


Apenas hace unas horas que sus entrenamientos con Kiki habían terminado, y a diferencia de otras veces, ese día fue extenuante.


De pronto, otro sonido rompió la tranquilidad del lugar… era el sonido de pasos, que intentaban entrar lo más sigilosamente posible para que no se dieran cuenta de su presencia.


Era Kannon, que, sin consentimiento alguno de su hermano, de la diosa Athenea o tan siquiera del patriaca, había salido al pueblo a dar una que otra vuelta por ahí y divertirse un rato.


Entonces, sintió que tropezaba con algo, más evito caerse… se giró para ver con que había tropezado, y se encontró con unas piernas… fue elevando su mirada lentamente, recorriendo cada parte de aquel cuerpo hasta posarla en unos labios tan rojos como una manzana –inclusive esta le tendría envidia-, exigiendo a todo aquel que les observaba durante un buen rato a probarlos. Aparto su mirada, para no hacer después una estupidez..


No pudo evitar notar lo rápido que latía su corazón al ver al primer guardián ahí, descansando… entonces reacciono… el piso debería estar frío, igual que el ambiente nocturno, así que tomo a Mu entre sus brazos y llevo a su habitación (tardando un tiempo en encontrarla)…


Una vez que lo dejo en su cama, y arroparle después, se digno a salir del templo… pero, antes, sintió la necesidad de tocar, aunque fuera una vez, aquellos labios…


Acerco su mano con pasmosa lentitud, y con el dedo índice se los delineo, para después con el pulgar acariciarlos…


- Que suaves – susurro, mientras sus mejillas se encendían. Inconscientemente fue acercando su rostro al de Mu, sintiendo su cálida respiración en el, iba a besarlo… estaba tan cerca… solo unos centímetros más…


- Saga – dijo el ariano entre sueño, mientras se giraba para darle la espalda a Kannon, que al oírle decir el nombre de su hermano se quedó congelado en su lugar…. Al instante se separó de él, como quien acerca su mano al fuego y la quita al quemarse…


Inmediatamente, salió corriendo del templo, para llegar al suyo… ya no importaba que supieran que se había ido de juerga tan de madrugada…


Aquella noche descubrió dos cosas muy importantes: 1) Que Mu estaba enamorado de Saga y 2) Que se había enamorado perdidamente de ese hermoso carnero.


Fin Flash Back


Kannon se preguntaba constantemente si tendría oportunidad alguna para con Mu… esperaba que si, ya que era la primera vez que se sentía así, con necesidad de cuidar a alguien, de no verlo sucumbir ante el dolor y la tristeza, de abrigarlo entre sus brazos y susurrarle al oído cientos de palabras de amor que hicieran que sus pálidas mejillas tomarán una coloración carmín…


- Es que… ¿es esto lo que llaman amor?- se pregunto, al tiempo que iba llegando al templo de Aries.


Al procesar la pregunta, no pudo… más bien, no quiso evitar mirar a Mu, y quedarse prendado de sus delicadas facciones… intentando dar contestación a su pregunta…


- Creo que estoy enamorado – murmuro al viento, mientras una expresión tonta y, ciertamente, anhelante se apoderó de su rostro.


En Géminis, Saga, que se estaba preparando para dormir ya, sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral hasta la base de su nuca… ¿Qué fue eso? Volteo a todos lados esperando encontrarse la ventana abierta, pero está estaba cerrada…


Kannon acomodó a Mu en su cama, dejando descansar su cabeza en el blando almohadón de plumas… se sentó en la orilla de la cama y se quedó observando a Mu, hasta que reacciono y se dio cuenta de que estaba totalmente empapado…


- Se va enfermar si no le cambio la ropa… - ante ese pensamiento, sus mejillas adquirieron un exquisito color bermejo.


Tomando suficiente fuerza de voluntad, el gemelo menor de Saga comenzó a desvestir al primer guardián… primero le quito la camiseta que llevaba, permitiéndole ver su blanco y trabajado abdomen lleno de gotitas de lluvia, que había traspasado la prenda recién removida… las prendas cayeron silenciosamente en el suelo… y así hasta dejarlo sólo cubierto por una delgada sabana que apenas si le cubría del frío que hacía.


No pudo evitar pensar lo perfecto que era el tenerlo así… su cuerpo, su sedosa piel ceñida sensualmente a su figura, marcando perfectamente cada músculo… sus cabellos lilas cubriendo parte de sus hombros mientras otros descansaban sobre la superficie de la almohada, sus ojos cerrados en un despreocupado gesto, su pecho subiendo y bajado en un armonioso vaivén… simplemente hermoso…


Entonces, una pequeña brisa se coló a la habitación, haciéndole recordar que él también estaba empapado…


Buscó por todos lados una toalla para secarse por mientras, antes de ir a su templo y darse un regaderazo y después volver al primer templo y cuidar del pelilila. La encontró. Se apresuro a tomarla, secándose el cabello y los brazos… después con ella secó a Mu, casi alabándolo con las caricias que le daba… ese chico de verdad lo traía loco…


- Mendigo asalta cunas – se dijo a si mismo, mientras una sonrisa aparecía en sus labios.


Una vez secos, tomo al tibetano y lo llevo a el cuarto de baño… no quería que enfermara, y por ello, lo cuidaría aunque el mismo cayera enfermo en cama durante un largo tiempo...


Mu, en sueños, sentía una cálida presencia a su lado todo el tiempo desde que Saga le dijera que no lo amaba… era alguien que irradiaba paz, seguridad y… un infinito sentimiento de cariño hacía su persona… sintiendo después unas suaves caricias en todo su cuerpo…


¿Quién era?


Lentamente abrió los ojos, cerrándolos momentáneamente por culpa de la incandescente luz… una vez que sus ojos se acostumbrasen, los volvió a abrir, esta vez completamente y divisó una figura… notó una abundante cascada azul y unos ojos verdes que lo miraban profundamente… se veía entre feliz y preocupado, mmnn, que extraña mezcla de sentimientos…


- Tú…


- Descansa Mu, te has desmayado…


- ¿Kannon? – esté asintió, sintió como la sangre subía a su cara.


Mu se incorporó en el colchón y se sentó, fue cuando se dio cuenta que tenía puesta otra ropa…


- ¡Oh! Perdona… - se disculpó de repente – me tome la molestia de cambiarte – un rubor como el de Mu apareció en su rostro.


- No hay problema… gracias por tu ayuda, Kannon…


Paso sus manos por su cabeza, enterrando sus dedos entre sus finos hilos lilas, sintiendo así fresco.


- ¡Ah, si! También… también te di una ducha… pensé que tal vez podrías enfermarte…


Mu volvió a sonrojarse hasta las orejas, mientras asentía descuidadamente. – Gracias… no tenías porque molestarte…


Kannon, que estaba sentado junto a la cama, estrujo con fuerza sus pantalones, mientras bajaba la mirada. Su mente se debatía entre dos cosas: o le decía a Mu lo que sentía o lo perdía…


- Oye… Mu… - esté volteo al oír su nombre. Al hacerlo, se topó con una mirada que nunca antes había apreciado en el gemelo de Saga. Se sintió estremecer por un momento.


- ¿Si, Kannon?


El peliazul trago saliva… era ahora o ahora, no había de otra… se acerco lentamente a Mu, y se sentó sobre el colchón, a escasos centímetros del cuerpo del ariano.


- ¿Kannon? – esté le puso un dedo en sus labios, para callarlo. Lo que eficientemente logro. Después, le delineó los labios lentamente, intentando grabar su tersa sensación.


- Me gustas, Mu… - acercó su rostro al del pelilila -… me gustas mucho…- ya estaban a escasos centímetros. La verde mirada de Kannon le hipnotizo.


¡Bien! Ese era un comienzo… y uno muy bueno, por cierto, ya que Mu no lo había ni golpeado, ni insultado o mínimo, alejado. No era momento para echarse para atrás, estaba tan cercas, sólo un poco más…


Kannon se acercó un poco más a Mu, sus labios ya podían sentir el suave roce con los de él. Y pronto se vieron sellados en un tierno y casto beso de amor…


Un beso cálido y apasionado con un pequeño toque de ternura…


Un beso que le dio alas para seguir…




¡First Chapter UP! ¿Qué les pareció la historia? Espero que les haya gustado nn. No se si les haya gustado la pareja de KannonxMu (yo espero que si), lo que pasa es que tbn me gusta, tanto como la de SagaxMu.... pero bueno u_u


Entonces, los dejo hasta el próximo capitulo. Disfruten nn


¡Ja Ne! Besos n.n


© Copyright 2005


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