Un silencio atroz invadió la casa por completo. Takahiro estaba a la espera de una respuesta que parecía nunca llegar, entonces quien tomó la palabra fue inesperadamente el menor:
_ Lo conozco de la universidad- fue lo primero que se le vino a la mente, obviamente no podía decir sí lo conozco, es quien casi me pasa por encima con su carro el otro día, porque eso implicaría echar por la borda los planes de su hermano de dejarlo bajo el cuidado de un “tutor responsable”
_ No sabía que estabas trabajando en la universidad- mencionó su hermano al ojilila con curiosidad mientras Misaki comenzaba a sudar frio ante el miedo de que el otro no pudiera seguirle la corriente con la mentira
_ No trabajo allí, solo tengo un amigo a quien voy a visitar en algunas ocasiones- afirmó convincentemente sin perturbación alguna, al parecer a él no le afectaba mentir tanto como al ojiverde quien se encontraba inmerso en un juicio interno de valores.
A continuación después de casi aferrarse como una garrapata a su hermano menor por ser incapaz de separarse de él y llorar como una magdalena por la despedida, Takahiro se dirigió a darle unas palabras a su amigo:
_ En cuanto a los gastos, lo tengo todo cubierto y te enviaré el dinero mensualmente, además de eso Misaki ya cuenta con cierta cantidad disponible para lo que necesite, así que no quiero que realices gastos innecesarios, ya suficientes molestias te estamos ocasionando
_ No debes preocuparte por nada, además ¿yo cuando he hecho gastos innecesarios?
_ ¿Debo recordarte dónde estamos pisando y el tipo de auto que conduces Usagi?
_ Es comodidad
_ Como sea, te conozco bien
_ Es cierto, a veces olvido con quien estoy hablando- si supieras pensó mientras mostraba su mejor sonrisa- Cuídate mucho y ya verás que todo va a estar bien
_ Lo sé. Confió en ti amigo, sé que no me vas a fallar
Después de verlo marchar rumbo a Osaka entró arrastrando sus pies mientras veía a un jovencito de ojos verdes furiosos.
_ Ya sé lo que estas pensando, porqué entre todas las personas en el mundo justo tenía que ser yo quien casi te mato el otro día y seguramente tienes ganas de salir huyendo. Bien, te mentiría si te dijera que no pienso más o menos lo mismo pero tu hermano confía en mí y no voy a defraudarlo así que espero que las cosas marchen bien de ahora en adelante- dijo tajante mientras se sentó en el sofá
_ Sé muy bien que él confía en ti pero… ¡Yo sé que hay algo extraño en ti y estaré alerta!- sentenció el joven mientras saltaban chispas de sus ojos
_ Lo que digas- soltó ignorándolo por completo, entonces recordó las palabras del profesor debes respetar sus espacios, por lo que suspiró y se levantó de mala gana- ven que te mostraré cual será tu cuarto
_ Está bien- dijo un poco menos exaltado aunque la verdad moría de nervios al mirar a todos lados de ese enorme lugar completamente desconocido
_ Puedes dejar aquí tus cosas y si necesitas algo me llamas, yo estaré trabajando en el cuarto de al lado
_ Estaré bien y muchas gracias- dijo con una leve inclinación
_ No hay nada que agradecer
_ Etto… estaba preguntándome si hay algo que quieras comer en especial
_ ¿Tú cocinas?
_ Sí y modestia aparte soy muy bueno
_ Lo que sea estará bien pero que esté listo a las nueve y media
_ ¿Tan tarde? ¿Por qué?
_ Porque quiero- dijo a la vez que cerraba la puerta dejando a Misaki perplejo
Puede que en ese instante se haya terminado de romper todo el encanto de Usagi el tutor, pero al joven no le afectó tanto su frialdad como sí el hecho de sentirse muy solo y vulnerable ante la nueva situación. No podía evitar sentirse intranquilo como si todo en su ser le indicara que no pertenecía allí y que debía marcharse antes de que algo malo pasara, pero lo cierto es que no quería ocasionar problemas a nadie por eso siempre intentaba dar lo mejor de sí ante cualquier situación.
Lo mejor era afrontar esto de manera positiva, pensar que quizás era una oportunidad para aprender cosas nuevas al lado de su tutor, después de todo alguien tan querido por su hermano no podía ser tan malo ¿no? Tal vez debería olvidar como lo había conocido y abandonar esa sensación de sospecha que lo asaltaba cuando estaba frente a él, para poder darle una oportunidad. Lo mejor era intentar comenzar con el pie derecho así que terminaría de ordenar sus cosas y luego pondría manos a la obra en la cocina.
Llegaron las nueve y media y la comida ya estaba lista con ambos comensales sentados a la mesa
_Itadakimasu
_Itadakimasu
Era la primera vez que comían juntos así que Misaki se esforzó en lograr que su pollo teriyaki tuviera un sabor delicioso y por la expresión que ahora el mayor llevaba en su rostro, lo había conseguido pero aun así le sorprendió escucharlo decir:
_ Esto está delicioso
_ Muchas gracias- dijo el ojiverde sintiéndose de una manera extraña, puesto que por un lado estaba contento por el halago y por otro lado esa sensación de incomodidad cuando estaba frente a él no desaparecía y en cambio iba en aumento a medida que el silencio entre ellos se prolongaba más y más, por eso sentía que debía decir algo ¿pero qué?
_ Lamento haberte hecho esperar para cenar-comentó Usagi que mostraba cansancio en sus ojos- pero necesito un tiempo prolongado para escribir, sin embargo no me molesta tomarme un descanso para comer contigo
_ G-gracias- atinó a decir antes de sonrojarse un poco- imagino que una obra literaria debe llevar mucho tiempo para desarrollarse por su complejidad
_ A decir verdad, dudo de que pueda considerarse convencionalmente como tal en lo que estoy trabajando ahora
_ ¿No te has enfocado en la literatura esta vez? ¿Y qué es?
_ Confidencial- sentenció Usagi sin dar más explicaciones mientras pensaba que no era adecuado contarle sobre el pequeño detalle de su faceta como escritor de libros BL en lo que había desarrollado un particular interés sobre todo en cuanto a lo que inspiración se refería. Él también podía sentir como se encontraba el ambiente por lo que pensó que debía sacar algún tema de conversación y preguntó lo primero que se le vino a la mente para congeniar con él y asegurarse una larga y entretenida charla- dime ¿te gusta la Literatura?
_ No mucho en realidad- dijo con total sinceridad mientras un escalofrió le anunciaba que estaba en peligro, entonces levantó la vista del plato y pudo ver un aura de rechazo y desprecio alrededor del escritor- quiero decir que hay algunas cosas que me interesan más
_ Ya veo- soltó secamente Usagi mientras veía de reojo como el joven se estaba poniendo nervioso ya que le temblaban las manos. Él se preguntaba por qué los jóvenes de ahora no apreciaban mucho la expresión artística que representaba la Literatura y de pronto se sintió extraño al identificarse con Hiroki y su frustración como profesor, entonces aquellas palabras interrumpieron sus pensamientos: pregúntale cuáles son sus intereses- ¿Entonces qué te gusta? ¿Tienes alguna afición?
_ Bueno, si tuviera que responder diría que más que una afición es un fanatismo lo que tengo por, eh, emmmh, olvídalo creo que sería tonto decírselo a alguien como tú- se detuvo pensando que no era lo más adecuado contarle al gran escritor sobre su idolatría hacia su manga preferido "The kan" , porque temía que se burlara de él
_ ¡¿Eh?! Alguien como yo ¿QUÉ?- dijo fríamente el mayor mientras ponía esa mirada de muerte
_ Perdón no fue mi intención hacerte enojar es solo que yo, bueno yo…
_ Olvídalo, soy yo que estoy bajo estrés y por eso me irrito con facilidad- respeta sus tiempos recordó y pensó en cambiar de tema para no arruinar la cena- Tu hermano mencionó algo sobre tu estudio pero no lo recuerdo bien ¿Dónde te encuentras estudiando?
_ Estoy en el departamento de Economía en la Universidad Mitsuhashi
_ Recuerdo que a tu hermano tenía ambiciones similares, imagino que debe irte muy bien al igual que él
_ A decir verdad no, estoy teniendo algunos inconvenientes al igual que en el ingreso ¿Qué ocurre?- mencionó Misaki un poco ofendido ante la expresión de sorpresa en el rostro del mayor quien no intentó disimularla ni un poco al quedar boquiabierto y soltar los cubiertos a media frase
_ Nada, solo me extraña un poco pero no importa, además seguro debes ser muy popular y eso es algo que a veces puede traer distracciones
_ Te equivocas no soy esa clase de persona tampoco- finalizó Misaki ahora un poco más molesto por la manera en que se estaba sintiendo consigo mismo.
Y claro, el chico no era tonto y podía intuir las ideas que se estaba haciendo el escritor sobre él y jamás cumpliría sus expectativas, mientras que el mayor se encontraba descolocado puesto que ya se había hecho a la idea de que sería igual a su hermano pero hasta ahora no había encontrado ni una mínima similitud entre ellos y eso lo inquietaba mucho. Aun así intentó pensar que tal vez eso sería algo bueno, quizás debajo de esa inocente fachada se escondía un ser diferente que con el tiempo podría volverse un secuaz y compañero de aventuras. Finalmente podía albergar un poco de esperanza en cuanto a no perder su libertad y su vida de soltero, pero necesitaba estar seguro.
_ ¿Estás saliendo con alguien Misaki?
_ ¿Qué? Yo no…
_ Seré más preciso, te aclaro que no hablo en un sentido romántico, me refiero a que en esta edad los jóvenes tienen una vida sexual muy activa
_ ¿CCC-CÓMO?- tartamudeó el jovencito sintiéndose inseguro y totalmente acorralado mientras un calor subía presuroso por sus mejillas y se extendía progresivamente
_ Tranquilízate es algo normal hablar de sexo, digo ya no eres un niño ¿Qué te ocurre?
_ Nada
_ Avísale a tu rostro todo rojo pequeño pinocho, ¿o acaso, tu eres virgen Misaki?
_ CÁLLATE ¡TÚ NO SABES NADA DE MÍ BAKA!- gritó con todas sus fuerzas y se levantó impetuosamente de la mesa yéndose corriendo a su cuarto
_ Mierda, ¿ahora es cuando debería armarme de tranquilidad y paciencia cierto? Al demonio con todo eso- apenas terminó de decir eso, corrió a buscarlo y llegó a alcanzarlo antes de que abriera la puerta para entrar a su habitación. Rápidamente lo sujetó de las muñecas y lo empujó fuertemente contra la pared.
_ Suéltame ¿Qué crees que estás haciendo conmigo?
_ Eso mismo debería preguntarte yo, ¿Por qué actúas así Misaki?
_ No te importa y suéltame que me estas lastimando
_ No lo haré hasta que me lo digas- y lo sujetó aun más fuerte- no dejaré que huyas, si tienes algo que decir dímelo de frente
_ Ya basta por favor- dijo con voz temblorosa
_ No soporto esta situación, me desconciertas, dime qué esperas de mí o como quieres que actúe contigo, es la primera vez que yo no sé…- en ese instante vio como las lágrimas rodaban por sus rosadas mejillas y no pudo evitar recordar su encuentro y como también lo había visto así de indefenso, llorando muerto de miedo y entonces comprendió que debía parar, así que soltó sus muñecas y lo estrechó en un fuerte abrazo- Lo siento, algo anda mal conmigo. Debes pensar que soy un monstruo, tal vez sí soy la peor persona con la que alguien como tú pudo haber terminado
_ Yo no pienso nada, solo por favor suélteme que necesito descansar, ya mañana me levantaré a lavar los platos así que no se preocupe y siga con su trabajo- ahora su voz había recuperado un poco su firmeza. Al escuchar eso Akihiko lo soltó cerrando los ojos, por lo cual solo escuchó el fuerte ruido de la puerta cerrarse y los pequeños pasos corriendo hasta la cama. Incapaz de moverse permaneció en el mismo lugar y agudizando un poco más el oído pudo escuchar sollozar al joven.
¡Perfecto! No podía haberlo hecho peor pensó y se dirigió a su cuarto a trabajar. Nunca te pongas al nivel de un adolescente. Demasiado tarde para eso y para todo pensó. Había fracasado por completo en tan solo un día, es más ni siquiera eso, en tan solo una noche y por más que intentaba encontrar una respuesta a su tonto comportamiento no lo conseguía. Había perdido el control sin razón ante un niño. No, mas bien ante un joven que había revolucionado su alma dormida, que había llegado para hacerlo despertar.
Odiaba sentirse así y por eso actuó por instinto. Tocó su pecho y pudo sentir como su corazón todavía latía rápidamente, sin pensarlo siquiera desvió su mano que fue bajando hasta llegar a sus pantalones y entonces descubrió algo que lo dejó en una pieza. Su erección delataba que estaba más excitado de lo que pensaba. Gruñó de rabia de solo pensar que una discusión tan infantil lo había llevado hasta eso. Por un momento un incontenible impulso casi lo llevó a cometer una locura, pero ya bastante había estropeado las cosas con Misaki así que en vez de irrumpir en su habitación para hacer vaya uno a saber qué, decidió arreglar su “inconveniente” manualmente y como esto no lo tranquilizó para seguir con su trabajo como él esperaba, salió a beber un trago.
Se subió a su deportivo y rápidamente llegó hasta ese bar en un lugar apartado de la ciudad donde periódicamente se daba una vuelta para despejar la mente. Después de unas copas de whisky sintió que ya era hora de volver cuando vio a una joven que le llamó la atención. Se trataba de una camarera que había entrado a trabajar recientemente, motivo por el cual no la conocía. Se quedó un instante observándola fijamente perdiéndose en sus lindas piernas cuando decidió pasar a la acción, pero un hombre lo detuvo.
_ Pierde su tiempo, ella no le hará caso
_ ¿Qué le hace pensar eso?
_ Desde que llegó todos los hombres han intentado conquistarla pero ella no da el brazo a torcer con ninguno, dice que está muy enfocada en su trabajo que es el sostén de su familia y que no tiene tiempo para perder en amoríos
_ ¿Una mujer negada al amor?
_ Una mujer negada a cualquier hombre, sin importar las propuestas que le hagan ella los rechaza sin vacilación. No es como las demás, ella es diferente, es la flor más bella del lugar y la más deseada pero inalcanzable.
_ Esa es su perdición, cuando más se le niega a uno algo, más se empeña en conseguirlo. No la dejarán en paz hasta que caiga y cuando eso ocurra será porque estará en mis brazos, se lo aseguro
_ Lo veo muy confiado señor pero me pregunto si realmente será capaz de conseguirlo
_ Solo manténgase pendiente pero con discreción que en una hora como mucho me la llevaré conmigo
_ Que tenga suerte con eso
Estaba decidido, tenía el objetivo en la mira y no dejaría que escapara. Era la mejor ocasión para terminar esa estúpida noche, satisfecho en una fuente de agua que todos deseaban pero ninguno podía beber. Solo él.
Consiguió cruzar unas palabras dulces con ella hasta que notó sus intenciones e intentó dejarlo hablando solo, fue entonces que él le recitó un poema y le pidió que se quedara a tomar un trago. Ella se negó pero él no aceptó un no como respuesta y la convenció de que le pidiera a una de su colegas que la cubriera. Finalmente ella cedió y con apenas dos tragos fuertes, comenzó a marearse y soltar la lengua con respecto a su delicada situación. Él la escuchó fingiendo comprensión y angustia, para acabar prometiéndole el cielo.
_ Toma otra copa
_ No puedo porque no estoy acostumbrada a beber y siento que ya me afectó, empiezo a sentir mucho calor
_ No te preocupes que una mas no te hará daño. Confía en mí
_ ¿Por qué lo hace?
_ Porque quiero liberarte de esto. Este no es lugar para una mujer como tú, ven conmigo y te prometo que voy a hacer que tu vida cambie para siempre
_Debe ser una broma
_ Yo no miento, soy una persona famosa y adinerada y deseo llevarte conmigo para hacerte mi mujer. Me he quedado perdido en tu belleza. Te deseo, te deseo como a nadie y quiero que seas mía
_ No le creo
_ Mírame, por favor mírame ¿tengo cara de estar diciendo mentiras?
En ese momento la mujer lo miró fijamente a los ojos y solo pudo observar los ojos más raros y hermosos que jamás había visto. Por un momento pensó que eran los ojos de un ángel, entonces lo miró a él por completo con su masculina figura y solo necesitó de un suave vámonos al oído para rendirse a su encanto.
Si ya con dos tragos se sentía mareada y acalorada, con tres no era difícil de imaginar que acabaría así. Él lo sabía y lo iba a aprovechar sin remordimientos.
_ ¿Por qué haces esto?
_ Porque es el mejor placer que puede haber, ya pronto lo entenderás
Al finalizar sus palabras ya se disponía a evocar en su mente la imagen de siempre, un hombre rubio que le había hecho tanto daño que solo podía consolarse fantaseando con “devolverle el favor”, hacerlo suyo las veces que fueran necesarias hasta el cansancio, para acabar con cada recuerdo y así deshacerse de él por completo. Pero esta vez fue diferente, ese recuerdo lleno de ira fue reemplazado por un rostro dulce y angelical, tan indefenso e inocente que lo impulsaba con todas sus fuerzas a desear poseerlo con vehemencia pero también con la delicadeza de quien toma entre sus manos un frágil tesoro.
Motivado por esta nueva sensación comenzó a besar su dulce cuello mientras escuchaba como lo nombraba entre jadeos Usagi, Usagi, por favor. Ya no podía contenerse, se encontraba hipnotizado por la dulce voz de ese joven que se encontraba en sus brazos pidiéndole más. Entonces comenzó a desvestirlo mientras le robaba tiernos besos al principio, que luego se volvieron demandantes e impetuosos con cada latido de sus acelerados corazones. Entretanto él se despojaba de su ropa y seguido a eso comenzaba a lamer sus dedos para preparar su delicada entrada virginal. Mientras él jadeaba, el escritor no hacía más que enredar su otra mano en sus cabellos castaños y volvía a dejar sus marcas de pertenencia en su cuello, sufriendo la deliciosa tortura de aguardar para entrar en él y así poseerlo por completo.
En el momento indicado lo penetró cuidadosamente sentándolo arriba suyo a la vez que pronunciaba hermosas palabras en inglés a su oído con deliciosa dulzura. El castaño comenzaba a arquear su frágil cintura que él tomo con fuerza para que no lograra escapar y de esta forma empezó con un lento vaivén para acostumbrarlo a sentirlo adentro suyo profanando su virtud, para luego acelerar las estocadas marcando su ritmo y así arrebatarle gemidos que no hacían más que excitarlo e incitarlo a ir por más para ya no detenerse. Fue entonces cuando tomó su cabeza entre sus manos y lo escuchó decir con voz apagada y tiernos ojos mojados ya no puedo más. Esto hizo acelerar aun más su corazón si eso era posible, dejándose acabar dentro de él embriagado por la última imagen que pudo llegar a su mente: unos dulces ojos verdes bañados con su esencia tan perfecta e inocente que incluso depositada en lágrimas, lograba derribar sus barreras y alojarse en sus recuerdos.
Ya de vuelta a la realidad dejó a esa persona salir del auto no sin antes prometer que volvería. Por supuesto, solo algunos pocos sabemos que Usami Akihiko nunca cumple sus promesas.
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