-¿…?
-¡E-es un verdadero placer conocerte!
-…
-Perdona si te interrumpí en algo. Eres muy trabajador y siempre tenes cosas por hacer
-…
-Solo quería conversar contigo, no te veo junto a otras personas ¿Eres de esos que les gusta estar solo?
-…
-… Yo… siempre te observe, te admiro mucho
-…
-… Perdóname, no recuerdo tu nombre, nadie se atreve a decirlo cuando pregunto, es como si ocasionaras temor ¿Te consideran peligroso?
-…
-¿Cómo te llamas?
-… Milfey
-… ¿Perdona?
-¡Milfey!
-¡…!
El joven rubio despierta, sus compañeros hacían lo que tenían al alcance para detener al KiraChaos que intentaba ingresar por una de las puertas selladas.
Kiba: ¡¿En qué pensabas Daegon?!
Daegon: … Había recorrido bien el área para ir por agua ¡Es la verdad!
Kiba: ¡Olvídate de eso, no vuelvas a salir solo!
Una garra de KiraChaos destroza las maderas que le bloqueaban el paso. Kiba le clava su lanza en el pecho, convencido que eso lo mataría; pero no fue así.
Daegon: ¡Empújalo hacia afuera!
Kiba hacía la fuerza que podía, no le importó si se terminaba desgarrando algún musculo, debía apartar a esa criatura de ahí. Daegon lo ayuda clavándole su Jutte en distintas partes del cuerpo del KiraChaos. A todo esto Milfey se encontraba de pie, observándolos con asombro. En todo su viaje con los chicos nunca se había visto con un monstruo así, su cuerpo tiembla, se sintió inmovilizado por un momento, entonces piensa en lo que estuvo soñando.
-…
-Siempre te he admirado…
-…
-Eres muy fuerte, rápido, hábil, eres tu propio rival
-…
-Y por eso yo…
El rubio se murmura así mismo.
Milfey: Y por eso yo… voy a buscarte
Ayuda a sus compañeros con la criatura.
Milfey: “Tirémoslo, una vez en el suelo encontraremos su punto débil”
El KiraChaos pierde fuerzas a medida que recibía golpes y apuñaladas, pero no moría. Decidieron dejarlo ahí, su cuerpo había sido tan agredido que no iba a ser capaz de levantarse.
Daegon: Regresemos, hay que volver a tapar esa puerta…
Milfey: …No
Daegon: ¿A qué te refieres con “no”?
Milfey: Salgamos… a recorrer
Tanto Daegon como Kiba se miran confundidos, su ritmo siempre fue el mismo durante un largo tiempo. Habían pasado por tantos momentos difíciles que se vieron obligados a reducir su paso, recorrer áreas cercanas y luego volver al escondite, salir por alimentos y/o agua para volver al escondite, todo alrededor del escondite y esa rutina jamás los agotó.
Se estaban alejando de una de las áreas recorridas.
Daegon: Milfey… espera, nos estamos alejando
Milfey:… Lo sé, sigamos
Kiba detiene su caminata delante del rubio.
Kiba: ¿Qué te ocurre?
Milfey: Nada
Kiba: Algo te pasa, no puede ser que decidas recorrer áreas nuevas sin darnos un motivo
Milfey: No importa el motivo, avancemos…
Kiba: No…
El rubio lo mira mientras se acomoda el cabello delicadamente, se mantenía serio.
Kiba: ¿Te olvidas de la cura?
Milfey: No, no me olvido…
Kiba: Entonces nos quedamos, ni creas que saldremos fuera del área solo para poner en peligro a Daegon, tiene que ser protegido, no mandarlo a la boca del lobo
Milfey: Si no vienen iré solo
Kiba: No me vas a dejar con él
Daegon: Chicos… yo…
Kiba: Espera Daegon. Milfey… solo dinos que quieres hacer realmente
Ninguno de los tres iba a sobrevivir si salían por voluntad propia a zonas desconocidas.
Milfey: Estoy buscando a alguien…
Daegon: ¿Alguien?
Kiba: ¿Quién es?
Milfey: No recuerdo su nombre, creo que… si lo veo podré reconocerlo
Daegon: Pero… ¿Estará vivo?
Milfey no responde, avanza dejando a su grupo atrás.
Kiba: Siempre creí que era un gatito solitario…
Daegon: ¿Sigues con eso?
Kiba: … Avanza Daegon, no te separes
Estuvieron recorriendo zonas habitadas por KiraGamis, notaron que estos últimos no se les acercaban, simplemente actuaban como si los estuviesen espiando.
Daegon: Chicos ¿Por qué no nos atacan?
Milfey: ¿No lo recuerdas? Tu sangre, eres un repelente para ellos
Daegon: No pareció servir con el que nos atacó
Kiba: Era diferente… esa cosa… era muy diferente
Daegon detiene su caminata.
Kiba: ¿Qué te ocurre?
Daegon: Tengo que decirles algo…
Milfey: Ahora no, estamos en medio de una búsqueda…
Kiba: ¿A quién engañas? Estamos buscando un cadáver
Milfey: No te permito que digas eso
Kiba: Nadie puede sobrevivir a esto ¿No lo entiendes?
Daegon: Esperen… miren
Se encuentran con una cruz boca abajo, de dos metros de largo.
Daegon: Podríamos… apoyarla contra algo
Kiba: ¿Para qué?
Daegon: Me gustaría rezarle, si no es molestia
En silencio colocan la cruz sobre un árbol grueso. Kiba y Milfey observan como Daegon rezaba en silencio y esperaron a que termine.
Kiba: ¿Listo? ¿Podemos seguir?
Milfey: ¿… Me dejarían a solas un momento?
Cada vez el rubio sorprendía más a sus compañeros ¿También quería rezar? ¿El mismo no creyente de Milfey? Le dieron pocos minutos para darse prisa, nada era asegurado en esa zona.
Milfey: Que bajo termine cayendo, ahora estoy frente a ti, pidiéndote que me ayudes a encontrar a alguien… Estoy evitando desesperarme ¿No puedes darme algún indicio para encontrarlo? Sabes muy bien de quien hablo, después de todo eres el que todo lo sabe y todo lo ve. Pero no fuiste capaz de ayudar a la gente que te rezó hasta el final, les trajiste el mismo infierno, condenaste a todos por igual… Mira, solo te pido una señal, lo que sea ¿Podrías hacer una excepción? Me mantuve vivo y no gracias a ti.
Por supuesto, nada se escuchaba, el rubio se sintió ignorado de alguna manera, y eso lo molestó.
Milfey: Maldito desgraciado…
Clava su navaja en la imagen de aquel Cristo marchito, justo en la frente, la cabeza de la figura se hace casi cenizas, solo la cabeza. Milfey voltea y se va rumbo a donde él creía, se encontraban sus compañeros.
Comenzaba a oscurecer de nuevo, y esta vez se hallaban lejos del refugio, tenían que improvisar algo.
Episodio 2
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español