Había una vez……..
Era una hermosa mañana, los pájaros cantaban con su habitual y hermoso sonido, se escuchaba el agua correr a través de un rio bastante hermoso de agua cristalina, los animales estaban…….
Estaban……..
¿Hablando?
Más bien dos animalitos están hablando entre ellos
- Estoy tan aburrido – decía un conejo con carita de sueño y aburrimiento
- Yo también – decía un oso mientras se recostaba en el pasto con pesadez a causa del aburrimiento que tenia – deberíamos buscar algo con que entretenernos – sugirió twinkle con su habitual sonrisa
- Tienes razón pero ¿Qué? – pregunto susuki-san al conejo pervertido que tenía como amigo.
- Tengo una buena idea
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Mientras tanto no tan lejos de ahí, un chico iba caminado a paso alegre por el bosque, tenía una canasta repleta de comida para su abuela que estaba enferma. Se preguntaran quien es el chico
Onodera Ritsu de 15 años de edad, un chico alegre, común y corriente, tenía una capa roja que le llegaba por debajo de las rodillas, la capa se la había regalado su abuela en su cumpleaños número 12, apreciaba bastante esa capa, la cual le ayudaba bastante, razón, la ropa que tenia era algo corta, consistía en una camisa blanca y unos shorts que solo cubrían la mitad de sus muslos.
Había un calor del demonio así que ese tipo de ropa le era bastante cómoda.
Caminaba por el sendero a paso lento y despreocupado, observando con asombro la belleza del bosque que le encantaba apreciar.
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- Susuki-san mira – dijo twinkle a su amigo.
- ¿Qué pasa? – pregunto el oso, el conejo señalo hacia el sendero por donde cierto castaño iba pasando – vaya es lindo – comento el oso en tono pervertido
- Tengo una buena idea para des aburrirnos – dijo el conejo en el mismo tono
En menos de 5 minutos se encontraban rodeados de animales de diversos tipos, todos con el mismo problema
Estaban aburridos
- Susuki, para que nos llamo – pregunto kisa, que era un chico mitad gato mitad hombre
- ¿están aburridos? – pregunto el conejo, todos asintieron – entonces les propongo algo, pero primero, yukina adelántate y ve a buscar a Takano.
Yukina era mitad hombre, mitad leopardo, asintió y fue en busca de Takano, con algo de miedo, no contaban cosas bonitas sobre él, pero lo conocía y se llevaban bien, lo suficiente como para que no lo matara, con lo rápido que era lo traería en unos minutos.
- Y bien, ¿Cuál es la propuesta? – pregunto esta vez chiaki mirando al oso y al conejo con sospecha, el era mitad hombre y mitad ardilla
- Es algo interesante – dijo twinkle – necesito su ayuda
El plan fue explicado, todos los animales estuvieron de acuerdo, sin duda eso sería bastante divertido.
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Ritsu caminaba a paso tranquilo mientras tardeaba una canción, pero para en seco al ver a un chico tirado en medio del sendero, parecía estar muerto, busco un palo y lo toco suavemente.
Era un chico conejo, se parecía bastante a él, cabellos castaño oscuro a diferencia de él que era un castaño más claro y piel ligeramente más morena que la de él.
El chico abrió los ojos, mostrando unos ojos esmeraldas algo somnolientos.
- Hola – saludo amablemente Ritsu mientras ayudaba al chico a levantarse - ¿estás bien?
- Sí, creo que me desmaye – confeso el chico en tono nervioso – lamento las molestias
- No te preocupes, seguro que estas bien, ¿Cuál es tu nombre?
- Si estoy bien, soy Misaki – respondió simplemente el chico de forma inocente
- Ritsu – ambos sonrieron – bueno me voy – dijo Ritsu siguiendo su camino
- No, espera – dijo Misaki tomando suavemente la mano del oji-verde
- Lo siento, ¿ocurre algo?
- No es que, ¿a dónde vas?
- Voy a visitar a mi abuela – respondió Ritsu
- Es la casita color crema de cortinas amarillas y jardín de rosas rosadas – dijo Misaki, Ritsu asintió – mi casa queda por ahí, de hecho conozco un atajo –
- Entonces ¿quieres que vayamos juntos? – pregunto Ritsu algo inseguro, Misaki asintió – de acuerdo – dijo Ritsu feliz de tener algo de compañía
- Entonces vámonos – dijo Misaki guiando a Ritsu por el “atajo”
<< Idiota>> pensó Misaki sonriendo
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Yukina ya había llegado donde Takano, toco la puerta, volvió a tocarla, pero nadie abría, desesperado comenzó a tocar la puerta desenfrenadamente
- ¿Qué idiota toca de esa manera? – dijo Takano que se encontraba detrás de yukina
- Waaaaa, Takano no me asustes así – dijo yukina gritando
- Hace mucho que no te veía yukina – dijo Akihito sonriendo
- Lo mismo digo – respondió yukina algo asustado, no todos los días te encontraba con los híbridos mas malhumorados del bosque, en especial a ese par que se sabía que tenían un horrible carácter
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Takano algo intrigado. El era mitad lobo, mientras que Akihito mitad conejo.
- Vine a buscarte Takano, twinkle-chan y susuki-san quieren verte –
- ¿para que? – pregunto intrigado el pelinegro, yukina negó con la cabeza
- No se, dicen que vayas al centro del bosque – explico yukina, pero si twinkle lo decía tenía que ir si o si – a casa de susuki-san
- Bien, me voy – dijo Takano mientras corría hacia el centro del bosque.
- Cuídate – dijo Akihito mirando a su primo irse antes de desaparecer entre los arboles – y bien ahora dime ¿Qué es lo que planean ese oso y conejo? Porque eso de que no sabes nada no me lo creo
- Ok, si se
……una explicación después……
- Eso si es algo digno de ver – dijo Akihito con cara pervertida – también estoy algo aburrido
- Entonces vamos – dijo yukina antes de salir corriendo seguido de Akihito
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Ritsu y Misaki caminaban de manera algo despreocupada, a pesar de que Ritsu nunca había estado en esa parte del bosque, veía que Misaki confiaba hacia donde se dirigían.
De repente escucharon el sonido de un ave, Ritsu no le dio importancia, en cambio Misaki estaba consciente de que era su amigo hiroki quien cantaba avisando que Takano ya estaba en camino, por lo tanto debían de apresurar el paso
- Ritsu hay que ir más rápido – dijo Misaki apresurando el paso al igual que el oji-verde
- Ok, ¿estás seguro de que es por aquí? – se atrevió a preguntar
- Claro que si, conozco este bosque como la palma de mi mano – dijo Misaki seguro, cosa que era cierta, el sabia a donde iban y no era precisamente la casa de la abuelita
- Ok, confió en ti – dijo Ritsu sonriendo
<< Enserio, eres un idiota>> pensó Misaki con algo de molestia, pero si así lograba que todo el bosque dejara de quejarse por el aburrimiento, y el lobo estuviera de buen humor, que importaba, caminaron un buen rato. Misaki decidió que lo mejor era tomarse su tiempo, no le convenía para nada que fueran los primeros en llegar
- Ritsu mira, son camelias – dijo Misaki señalando un hermoso sembradío de camelias
- si, son hermosas – dijo Ritsu con los ojos brillantes
- Creo que a tu abuela le encantaría unas cuantas - sugirió Misaki
- Claro, llevare algunas – dijo Ritsu para luego tomar algunas flores y colocarlas en la cesta.
Durante todo el camino Misaki se la paso platicando sobre que se sentía ser mitad animal y mitad humano.
Le conto sobre sus amigos, primero sobre kisa que a pesar de era el más viejo de todos era el que parecía el más joven, se rumoraba por ahí que tenía el secreto de la juventud eterna y no lo quería compartir, también hablo de yukina que era novio de kisa, el cual era el más rápido de todo el bosque por lo cual susuki-san y twinkle-chan siempre lo mandaban a lugares lejanos
- ¿Quién es susuki y twinkle? – pregunto Ritsu curioso, Misaki dudo un momento si debía contarle a Ritsu sobre esos dos, pero de todos modos estaba seguro de que no saldría del bosque nunca así que ¿por qué no?
- Ellos son……como decirlo…..criaturas mágicas
- Enserio – dijo Ritsu emocionado – me gustaría conocerlos, siempre creí en la hadas y esas cosas a pesar de que me decían que no eran reales
- Jejeje yo también, pero siempre he vivido aquí así que es normal.
- Y ¿qué hacen?
- Se encargan de cuidar el bosque y otras cosas, como buscar << pareja>> amigos a las personas que no necesitan, y mantiene la paz.
- Deben ser buenas personas, ¿Cómo serán? – se pregunto internamente Ritsu pero sus pensamientos salieron a flote
- << unos pervertidos>> he, son bastante amigables, susuki es un oso y twinkle un conejo – describió Misaki, a quien no le caían bien ninguno de los dos siempre le pedían ir a visitar a Akihito solo para divertirse.
- Oh – dijo Ritsu mientras sonreía – no crees que ya nos tardamos mucho en llegar .
- Nop, solo falta un poco – dijo Misaki con voz calmada esperando a que Ritsu le creyera pero con lo inocente que era este le creyó, pensaba que la madre de Ritsu debería ser muy tonta como para mandar a su inocente hijo al bosque sabiendo que era un lugar peligroso.
En aproximadamente una hora ambos se detuvieron
- Ya llegamos – dijo Misaki recargándose en un árbol
- Pero no veo la casa de la abuela por ningún lado – dijo Ritsu temeroso ya estaba atardeciendo así que todo el bosque estaba teñido de un color naranja bastante hermoso.
- Lo siento – Ritsu volteo a ver el árbol donde estaba Misaki, pero esta ya no estaba.
- Misaki – comenzó a llamarlo Ritsu pero este no respondía.
<< estoy solo y perdido, ahora que hare, ese Misaki se burlo de mí y me abandono>> pensaba Ritsu mientras se sentaba debajo de un árbol, no tenía ni la menor idea de donde se encontraba a donde sea que volteaba había arboles y mas arboles que se parecían demasiado entre sí.
Se resigno, simplemente decidió esperar ahí hasta que Misaki regresara, si es que lo hacía o que alguien más pasara por ahí y decidiera ayudarlo, no podía hacer gran cosa, dentro de poco anochecería e ir por el bosque de noche no será nada bueno, en especial si había lobos o algún otro animal.
Estaba a punto de quedarse dormido cuando sintió que una mano se posaba en su hombro, más bien una pata, volteo para ver a un conejo con una varita que lo miraba con una sonrisa.
- KYAAA – grito Ritsu asustado recibiendo un buen golpe del conejo.
- Cállate ¿hay muchos animales que ya se fueron a dormir? – reprocho el conejo mientras que Ritsu se levantaba y retrocedía.
- ¿Quién eres? – pregunto temeroso, no todos los días se veía a un conejo que habla.
- Soy twinkle, mucho gusto – dijo de manera amable el conejo.
- Mi nombre es Onodera Ritsu – se presento el castaño – usted es un ser mágico ¿no?
- A si es – dijo el conejo sonriente – y ¿Qué haces por aquí? Jamás te había visto.
- Es que yo iba a casa de mi abuela, entonces un tipo llamado Misaki me dijo que conocía un atajo, pero llegamos aquí y él me abandono y no sé donde estoy – dijo el castaño a punto de llorar.
<< No deberías confiar en todas las personas, acaso no has aprendido la lección>> pensó el conejo al ver que el castaño confió en el tan fácilmente.
- Ahora es de noche y no conviene estas afuera – comenzó a decir el conejo – lo mejor será que pases la noche en mi casa.
- Gracias – dijo Ritsu mientras hacia una pequeña reverencia.
- No hay de que - << idiota>>
El conejo comenzó a caminar y Ritsu lo siguió, tardaron aproximadamente 15 minutos en llegar a una gran casa muy bonita, color rosa pálido y con un gran jardín. El conejo le indico a Ritsu que pasara a la casa y este entro.
Por dentro predominaban los colores cálidos, en una convención de café, naranja y algo de rojo, aparte de demasiados botellas con líquidos brillantes, ese hecho era demasiado llamativo para Ritsu, además había un aroma bastante dulce y rico, como una mezcla se vainilla y pan, sin querer su estomago comenzó a rugir haciendo que el conejo soltara una risita.
- Creo que alguien tiene hambre – menciono el conejo mirando fijamente al castaño
- Es que no he comido nada desde muy temprano, y también estuve caminando todo el dia.
- Entonces hare la cena – dijo el conejo mientras entraba a la cocina y le indicaba a Ritsu que se sentara en uno de los sillones de la sala.
La cena fue tranquila, Ritsu se la paso haciendo preguntas sobre el tema de los seres mágicos y los hombres que eran mitad animal.
- Te has preguntado ¿Cómo es que existen los híbridos? – dijo twinkle mirando al castaño quien asintió, haciendo referencia a los hombres mitad animal.
- Si, ¿usted lo sabe? – pregunto Ritsu
- Sí, todos los híbridos son hombres, como ya te habrán contado, entonces como crees que se reproducen – Ritsu negó con la cabeza dando a entender que no tenía idea alguna – es simple algunos tienen que embarazarse.
- Pero son hombres.
- Pero con una sustancia especial es posible que se embaracen, claro siempre y cuando sean compatibles.
- ¿a qué se refiere con compatibles?
- A que un gato y un perro no son compatibles, pero un gato con un puma, jaguar o un tigre sí, ya que son felinos.
- Entiendo, siempre tuve esa duda, creí que aparecían por arte de magia – dijo Ritsu sin entender por qué el conejo le contaba aquello.
- Pero qué pasa si no tienes alguien con quien reproducirte – dijo el conejo – o sea que eres el único de tu especie y no tienes a nadie compatible
- …………….. – Ritsu no respondió, su cabeza comenzaba a dar vueltas, tenia nauseas y mucho, mucho sueño
- Si ese es el caso, se busca a un humano, hombre o mujer para que lleve las crías del hibrido, lo buscamos lo llevamos a él hibrido que lo necesite y hacemos que este se embarace
Entonces Ritsu comprendió porque le decían todo eso, seria que él era a quien necesitaban para cierto hibrido por la sonrisa del conejo podía asegurarlo pero ya no importaba, no podía moverse << la comida tenía algo>> pensó mientras veía como el conejo se levantaba y lo cargaba, luchaba por seguir consiente pero no podía y así se sumió en un profundo sueño.
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- Feliz cumpleaños – dijo susuki al el hibrido de lobo que se encontraba viéndolo con el ceño fruncido
- No es mi cumpleaños, fue hace dos meses y por cierto, no me regalaste nada – reprocho Takano al oso quien se reía
- Y por eso te daré tu regalo, no quieres tener hijos – pregunto el oso
- Tu sabes que no puedo, tendría que……… - el oso lo interrumpió
- ¿acaso no te gustaría?
- Claro, es normal que alguien quiera tener sus propios cachorros ¿no?
- Entonces, te doy tu regalo – seguidamente lo invito a pasar a una habitación dejando que Takano entrara y encerrándolo
- Susuki!! ABRE LA MALDITA PUERTA!!! – dijo Takano al verse encerrado, escucho un ruido, giro su vista encontrándose con………..
Un castaño se encontraba en la cama, sus muñecas estaban atadas al borde de la cama, tenia un pañuelo en la boca para evitar que gritara, solo tenía una camisa blanca y unos bóxers negros, en su cara se notaba miedo al ver a Takano, intentaba liberarse y gritar pero no lo conseguía.
Takano miro la escena, le estaban entregando a un niño bastante lindo en bandeja de plata, fácilmente podría violarlo, embarazarlo, en unos meses tener a sus crías y luego deshacerse de el, pero él no era así, era alguien considerado, jamás obligaría a alguien que por la cara de pánico que tenia debía de ser virgen, << ¿Cómo será que llego aquí?>> Pensó el pelinegro mientras se sentaba al borde de la cama, causando que el castaño gritara ahogando el grito en la tela sin ser escuchado más que por Takano.
El pelinegro llevo una de sus manos a la cabellera castaña y comenzó a acariciarla, un par de lagrimas se escaparon de los ojos esmeraldas de Ritsu quien tenía miedo de lo que el pelinegro le haría, pero Takano solo le acariciaba la cabeza dándole confianza, Takano libero su boca para que pudiera hablar.
- ¿Quién eres? – pregunto Takano al castaño.
- Mi nombre es…..Onodera Ritsu – contesto el castaño – podrías soltarme – pidió, Takano asintió y libero las muñecas del menor.
- Mi nombre es Takano Masamune – se presento - ¿Qué es lo que haces aquí?
- No lo se, yo iba a casa de abuela y luego, Misaki me llevo por otro camino y los panques que el conejo me dio tenían algo y termine aquí –respondió pero tenía una cesación rara como si quisiera tocar a Takano y que él lo tocara.
- No te entendí nada, pero será mejor que te va…. – Ritsu se abalanzo sobre Takano abrazándolo y oliendo su aroma que le atraía, al darse cuenta de lo que había hecho se separo inmediatamente del mayor.
- Lo siento – se disculpo Ritsu mientras sentía que la temperatura de su cuerpo subía y su respiración se hacía más agitada.
La mirada de Takano se posiciono sobre el menor quien tenía la respiración agitada y las mejillas sonrojadas << esos malditos>> pensó Takano, era demasiado obvio por el estado de Ritsu que estaba bajo el efecto de alguna sustancia, y ahora que haría. Ritsu volvió a abalanzarse sobre Takano esta vez tirándolo en la cama y posicionándose encima de el y comenzando a restregar su cabeza en el pecho de Takano.
<< trata de provocarme>> pensó Takano al ver que Ritsu comenzaba desabotonarle la camisa << bien, el se lo busco>> tomo a Ritsu de la cintura posicionándose encima de él, comenzando a lamer y morder su cuello, la piel de el menor era blanca y suave, le encantaba.
<< a la mierda tener consideraciones>> pensó Takano mientras le quitaba la camisa a Ritsu, aquellos botones rosas y tiernos lo llamaban a lamerlos, no desaprovecho oportunidad y los comenzó a lamer dando pequeñas mordidas por momentos
- Ah…ngh….no muerdas ahí…. – dijo Ritsu entre gemidos, su cuerpo le pedía contacto con el del pelinegro y simplemente le era imposible detenerlo, debía admitirlo << se siente tan bien>> dijo internamente mientras disfrutaba de las sensaciones que le brindaba el mayor
Ritsu sintió como le retiraban la ropa interior, no puso objeción alguna, sabía que estaba bajo el efecto de algo que lo hacía……..lo hacía bastante deseoso de……. ¿sexo? Acaso, y tenía razón, lo que Ritsu experimentaba según twinkle era la sensación que tenía un animal en celo y el mismo olor de Ritsu era lo que provocaba a Takano.
El pelinegro se deshizo de su ropa quedando ambos desnudos, se la paso un buen rato acariciando al castaño, sus piernas, pecho, espalda para luego detener se en el trasero y apretarlo un poco haciendo que soltara pequeños gemidos, deslizo su mano y metió un dedo en la entrada del menor.
- Ahh….duele… - se quejo Ritsu mientras arqueaba ligeramente la espalda, Takano tomo el miembro del castaño y comenzó a masturbarlo tratando de distraerlo del dolor, sintió que podía sacar y meter su dedo con facilidad aumento otro moviéndolo en círculos y tijeras
El castaño se relajo más gracias a los besos y caricias de Takano, el pelinegro metió el tercer dedo fingiendo embestidas sintiendo como la entrada de Ritsu se abría mas y se ponía mas caliente y resbaladiza.
- AHHHHH….ngh……ahhh – Takano saco sus dedos y lo penetro de una sola embestida, Ritsu arqueo la espalda y soltó un gran gemido que resonó por toda la habitación, Takano espero unos momentos hasta que Ritsu movió ligeramente su cadera dando permiso de continuar – ahhh….taka….ah..no…no tan…..fuerte… - se quejaba Ritsu pero Takano solo aumentaba el Ritsu de las embestidas.
El aroma de Ritsu le encantaba a Takano, le era fascinante y embriagante, a pesar de estar consciente de que también era víctima de esos dos animalitos parlantes, no le importaba lo único que deseaba era tener a aquel lindo castaño en sus brazos.
Todo rastro de dolor se fue, Ritsu rodeo la cintura de Takano con sus piernas mientras le acariciaba la espalda.
- Mas…taka…no….mas….mas….fuerte – pedía Ritsu, Takano obedeció y comenzó a embestirlo descontroladamente causando que Ritsu le arañara la espalda.
Takano se corrió dentro de Ritsu mientras que el castaño entre sus vientres, pero ninguno de los dos estaban satisfechos.
Takano se acomodo en la cama con Ritsu encima, tomo la cadera del castaño mientras este bajaba sobre su miembro autopenetrándose, Ritsu paso sus brazos por el cuello de Takano y comenzó a autopenetrarse, al principio lentamente, Takano comenzó a mover las caderas de Ritsu de arriba abajo haciendo las penetraciones mas rápidas.
Las expresiones de Ritsu eran únicas para Takano, estaba ruborizado, con gordas gotas de lagrimas queriendo salir de sus ojos, el cabellos revuelto y pegado a su frente por el sudor, y de sus labios salían bellos gemidos al igual que por la comisura de sus labios había un pequeño hijo de saliva.
- Ahhh….Takano…me vengo……. – anuncio Ritsu antes de venirse por segunda vez, sus paredes anales se contrajeron apretando la erección de Takano causando que este se corriera dentro de el
Ambos cayeron agotados en la cama.
- Eres hermoso – susurro Takano mientras abrazaba al castaño, Ritsu solo se sonrojo y se cubrió con las blancas sabanas.
No muy lejos de ahí dos animalitos parlantes observaban la escena junto con otros animales, algunos totalmente conmovidos otros con cara pervertida.
- A eso se le llama amor y matar dos pájaros de un tiro – dijo Suzuki con una sonrisa
- Si, le conseguimos pareja al malhumorado de Takano, tal vez así sea más alegre y ademas también nos divertimos – dijo poniendo una sonrisa el conejo, los demás animales asintieron.
Desde ese día Takano nunca se separa de Ritsu y el pelinegro es más feliz.
Fin