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Un minuto para ser feliz por Samantha0507

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Notas del fanfic:

Los personajes de KNB no me pertenecen, solo son utilizados por diversion y sin animos de lucro 

Notas del capitulo:

Muchas gracias les entrego mi pequeño bebe espero les guste 

- I -

Murasakibara lloraba mientras en sus brazos un pequeño bultito de 8 meses lo miraba con sus profundos ojos negros, sentía que el alma se le partiría en pedazos, tenía la mirada de Himuro, esa ternura única, la mirada que su Tatsuya le daba cada mañana, deposito al bebé en su cuna y camino con la mirada baja buscando la compañía de lo demás, en la sala de espera todos lo miraron expectante, pero no fue capaz de decir nada, sus lágrimas hicieron la respuesta esperada más que obvio,.- Es un niño...- dijo el gigante en un sollozo ahogado, Kagami dio con las rodillas en el suelo y se apoyó en el vientre de su esposo, tratando de detener el dolor, había perdido a su hermano, se había sacrificado por su bebé.

- II -

Akashi sentía a ese niño reír y le era imposible no recordar a su amado gigante, ellos habían dejado de verse después de que el más alto se casara con Himuro, de eso ya eran 3 años.

La muerte de Himuro había dejado un profundo hueco en el corazón del gigante, casi tan grande como la que él pelirojo había sentido cuando se había enterado que su eterno amor de la generación de los milagros se casarían, pero sabía que el chico cuidaba y hacía feliz al gigante.
Hoy estaba en el parque con ellos, Kuroko comenzó a cuidar a los hijos de sus amigos y a los suyos, era una especie de guardería, al parecer el único que se había quedado solo había sido él.
Kuroko era el único que sabía de su regreso y le permitía pasear con él y con los niños cada tarde, la antigua sombra solo lo hacía por cierto bebe de pelo morado y ojos negros que miraba con extrema curiosidad, pero nadie se esperó que ese día fueran seguidos por el gigante.
Ya en una banca en la mitad del parque el gigante diviso al pelirojo que se acercaba a los niños, todos lo saludaban con mucho cariño, las pequeñitas de Midorima y Takao le besan las mejillas, mientras el pequeño Ryoki le da la mano como todo un caballero, el pelimorado se sorprende al ver los gestos del pelirojo, tenía un rostro tan relajado, y finalmente vio a su hijo, a su pequeño Hisui, quien le pedía que lo cargara.

Atsushi se quedó escondido, el solo quería ver que hacia su hijo en parque que lo ponía tan feliz, siempre supo que a Hisui le faltaría una madre, y ese año y medio sin Himuro había hecho estragos tanto en la personalidad Hisui, como en la fuerza de su padre, sus preguntas y la tristeza del niño tenía el corazón del gigante destrozado, pero de un día para otro, ya no le comentaba, ni preguntaba cuando él tendría una mamá como Ryoky, Sakura o Nagisa, pero jamás imagino que tuviera que ver con aquel pelirojo, el estar en presencia de aquel pelirojo al que amaba incluso más que a su esposo lo hizo sentirse perdido, aunque sabía que Himuro lo amaba, el jamás le había mentido con sus sentimientos y jamás le había ocultado lo que sentía por Akashi, quizá debía acercarse.

-Papiiiiii- grito el pequeño desde los brazos del emperador, y una sensación helada recorrió su espalda, había sido descubierto, dejo al niño en el suelo, quien corrió al encuentro de su padre-... papi yo enconte algo pada tu, pada no tad tiste, es un gegalo...-
-De verdad ?, pues dámelo ...- le tendió la mano pero el niño lo tomo acercándose donde se encontraba su antiguo capitán.
-Papi... él es Akachin...el no tene familia, ni hijos, ni un poso, pod eso quedo que sea mi mami, podque él se ve como una mami y yo chento aqui- dijo señalando su pecho- que mama en el chelo esta de acodo conmigo- todos quedaron en un profundo silencio mientras las miradas del pelirojo se juntaban con las del más alto.

- III -

Hisui quien a pesar de ser pequeño no solía sonreír, hoy se sentía mejor que nunca, él sabía que no tenía mamá, su papá no le gustaba hablar de su mamá, se ponía triste, finalmente había decidido preguntarle a su tío Taiga, quien sabía era como el hermano de su mamá...
-Tío Taiga, yo quiero saber de mamá...- todos quedaron en silencio, los ojos del pelirojo se enrojecieron, Hisui sintió otra ves que no debía preguntar por su mamá, no le gustaba ver llorar a su familia, pero su tío Taiga no lloro, lo tomo lo sentó en sus rodillas y les mostró las fotos donde salían su mamá y él, le mostró unas fotos donde salía Alex, y otras donde estaba embarazado.

-Tío Kurokochin, puedo preguntarles algo a ti, a tío Taiga y Susuini-san?- todos los miraron y asintieron- como se siente una mamá?- todos lo miraron y sonrieron ese niño era tal como era su padre...

Cuando había conocido a Akachin su corazón se llenó de una sensación extraña, por eso ahora no podía perder la oportunidad, sabía que su mamá en el cielo, los quería ver felices a ambos, y se lo estaba mostrando con esa linda sensación en su pecho.
-Papi, yo pegunte a mama y dicio que debiamos sed felices y Akachin se sente como una mama abaza y besa, y...y cuando caí el oto día mi beso ...y...y..y- Kuroko se acercó y tomo al niño
-Hisui, vamos por un helado con tus primos, Akachi-kun y Murasakibara-kun deben conversar- el emperador no quería que la sombra se fuera, no quería enfrentar al pelilila.
-Lo siento Atsushi, por favor no me pidas que me aleje...yo no puedo... no quiero estar solo otra vez... no podría, por...por favor Atsushi...- el pelirojo empezó a respirar entrecortado, le faltaba el aire, si el gigante no quería saber nada de él, ya no podría acercarse al pequeño Hisui o a ninguno de los niños, la generación de los milagros seguía junta, pero sin él...
-At...Atsushi... - tenía un ataque de ansiedad, de la nada unos brazos lo rodearon.
-Akachin cálmate, asustaras a los niños cuando vengan...quieres que llame a alguien... a Tú padre quizás.
- Mi padre murió... hac... hace un año... Atsushi,...Hisui.. decía la verd...
-Ya calma, te estas quedando solo Akachi, viviendo solo Akachin, no te puedo dejar...- repentinamente esa actitud infantil que el pelimorado había dejado olvidada, había vuelto y se sentía cómodo con ella, lo miro notando el silencio extendido del antiguo capitán- estás muy pálido Akachin...-Kuroko llego rápidamente al notar la situación
-Akashi-kun, estás pálido te sientes mal?.- los niños se asustaron...
-Será mejor que llames a Midorimachi...vamos a mi departamento Kurokochi... Akachin? ...- el pelirojo se sostenía la cabeza, estaba mareado, sentía un poco de nauseas, repentinamente todo a su alrededor se oscureció, siendo la imagen y sensación de un pelimorado que lo aferraba fuertemente a su cuerpo lo último que sintió, además de la voz de los pequeños llamándolo, porque le tenía que pasar esto, porque tenía que ser tan débil, justo el día que vuelve a ver a su amor, pensó cayendo finalmente en la inconsciencia.

- IV -

Hisui estaba muy preocupado, su nueva mamá se había desvanecido en los brazos de su papá, mientras estaban en el parque, quizá estaba enfermo, y se iría el cielo con mamá, miro a su padre que permanecía junto a la puerta de su dormitorio, habían llevado al pelirojo al departamento de Murasakibara, mientras Kuroko llamaba a Midorima, para que revisara a su ex capitán.
Flash back
El gigante sintió el cuerpo de Akashi perder fuerzas de golpe y poco a poco, ir cayendo en dirección al suelo.
Lo tomo entre sus brazos diciendo.- Kurokochin llama a Midorimachin, que vaya a mi casa, su turno debe estar sin terminar, Akashin necesita que lo revisen urgente...- la antigua sombra asintió apurando a los niños a seguir al gigante, junto a él, su hija era el más pequeño y se encontraba en su carrito, el pequeño Ryo tomo de la mano a Hisui y dijo.
-No debes llorar...- haciendo notar a los niños que el pequeño pelimorado , tenía húmedos sus ojitos- Ya oíste a tu papá, llamaran a Tío Shin-chan, el pondrá bien a tú mami- esos ojos azules miraron a Hisui, acordándole la mirada de su Tío Daiki, cuando estaba vestido de policía, el pequeño asintió mientras Nagisa y Sakura , tomaban las manos de Ryo y Hisui respectivamente.
Se había ido lo más rápido que podía, en menos de 5 minutos ya estaban en el departamento, y poco después llego el peliverde, junto con Takao.
Fin Flash Back

Takao se encontraba con la pequeña Susui en los brazos, ya que la pequeña sombra se había puesto un poco nervioso,
-Kurochin, debes calmarte...- se acercó el ojos de halcón entregándole un vaso de agua con azúcar.- Tu presión no ha sido muy estable y ya tienes 3 meses de embarazo, no debes tener preocupaciones.- el peliceleste tomo el agua, con calma mientras miraba como el pelimorado se encontraba mirando la puerta fijamente al igual que su hijos, la verdad es que Midorima había acertado en llevar con él a Takao, él estaba demasiado preocupado y asustado con lo que había pasado, para hacerse cargo de los niños, menos aún el gigante.
Repentinamente el timbre sonó, dejando entrar a Kise, Kagami y Aomine, estos habían sido avisados por la pequeña sombra, Kagami al notar como su esposo estaba muy pálido se acercó deprisa, tomando sus manos.
-Tetsu, te sientes bien?- el peliceleste solo asintió no quería hablar, sabía que si decía una sola palabra comenzaría a llorar asustando a los niños, mientras el rubio se acercó al rubio menor quien aún seguía de la mano con los demás niños.
-Ryoki, amor...- el pequeño al escuchar la vos de su mamá se giró y llevo a Hisui con él.
-Mami, por favor...- dijo apuntando al menor, su hijo solo ponía ese rostro de cachorro en apuros, cuando quería algo
- Ven aquí Hisuichi...- tomando en brazos al pequeño y poniendo la cabeza del menos en su cuello, haciendo que el menor comenzara a llorar.- Tranquilo, bebé Akashi es muy fuerte, ya verás que estará bien...- al oír las palabras del modelo, el pequeño lloro nervioso como estaba, todos lo miraron, Kise era todo una madre, Aomine le llevo una vaso de agua a Murasakibara.
-bébelo, debes calmarte un poco...-
- Minechin...- el moreno lo miro.- Lo había olvidado...había olvidado lo lindo que era Akachin, y lo bonito que se sentía aquí cuando lo veía...- dijo señalando su pecho, todos quienes veían la escena se enternecieron, el amor entre ambos estaba más que vivo, quizá podrían estar juntos y felices, mientras ese pensamiento estaba en la cabeza de todos, la puerta sonó dejando ver a Midorima, quien buenas o malas era el único que sabía si de verdad el pelirojo emperador estaba bien.

- V -

Midorima salió de la habitación con la mirada gacha, jamás imagino ver a su antiguo capitán así, la mirada expectante lo hizo dar un fuerte suspiro, todo lo que noto no sería fácil de explicar.
Flash Back
Su turno y el de Takao terminaría en exactamente 15 minutos, se había coordinado durante semana, para poder salir ese día juntos y pasar todo el fin de semana con sus pequeñas y sus amigos.
El peliverde miro con nostalgias una de las fotos que descansaba sobre su escritorio, en ella estaban Kise con el pequeño Ryoki en sus brazos siendo abrazados por un sobre protector Aomine, a su lado estaba Kagami con un Kuroro con una pequeña curva en su vientre, pocos días antes se habían enterado que la pequeña sombra tendría su primer bebé, al otro lado estaba su gigante amigo abrazando a Himuro quien portaba orgulloso un prominente vientre de 7 meses, la cara del moreno no era la mejor, estaba pálido, y con unas prominentes ojeras, el embarazado era complicado, pero él siempre les brindaba una sonrisa, siempre una palabra amable para todos y finalmente estaba él junto a su esposo Takao, quien cargaba dos pequeños bultitos, sus princesas, él y Kazunari habían sido premiados por el destino con dos pequeñas niñas, hermosas, el sonido de la puerta lo saco de sus pensamientos.
-Shin-chan, ya es hora de irnos... mmm aún no estás listo ocurre algo?- el ojos de halcón lo miraba desde la puerta.
-Nada Kazunari.- el peliverde se acercó besando a su esposo con pasión, ellos tenían una familia y amigos maravillosos, aunque en esa foto faltaba alguien que para todos era aún muy importante en especial para el pelimorado, sabía que su antiguo emperador había tenido sus motivos para finalmente alejarse después de cierto matrimonio, su teléfono sonó, algo en pecho del peliverde se contrajo al notar que era la pequeña sombra.
-Kuroko que ocurre...
- Midorima-kun...- lo interrumpido con un jadeo, era obvio que algo malo estaba ocurriendo- ven a la casa de Murasakibara-kun, es una emergencia es Akashi-kun...- el rostro del peliverde cambio de golpe, su ex capitán.
Salieron velozmente, llevando a su esposo con él.
Fin Flash Back.

Se sentó en los sillones, junto con los mayores, los niños solo observaron sumamente preocupados.
-Akashi presento una crisis de pánico, reacciono hace pocos minutos, pero aplique un tranquilizante, ya que comenzó a hiperventilar, además su presión está sumamente alta, presenta un poco de fiebre y creo ...- tomo un respiro evitando continuar, tomando una pausa demasiado larga, algo inusual en el peliverde.
-Shin-chan, que pasa ?- el ojos de halcón se sentó junto a su marido aun cargando a la pequeña peliceleste de ojos rojos.- que más ocurre?.- mirando a su marido el peliverde continuo.
- Akashi esta obviamente bajo peso, probablemente no este comiendo más que lo justo para no desfallecer, creo que puede estar presentando anemia, además tiene, tiene...marcas en sus ... sus muñecas...- repentinamente los ojos del peliverde se llenaron de lágrimas, todos se preocuparon.- Akashi quiere morir... se quiere morir... se deja morir - un sollozo salió bruscamente del pecho del más alto, dejando a todos impactados, logrando comprender la angustia del peliverde, jamás pensaron que la vida del pequeño emperador podía estar tan mal, a todos se les partió el corazón.
-Akachin intentó suicidarse Midorimachin?- el peliverde asintió sin poder dejar de llorar, algo estaba realmente mal.

- VI -

El departamento está en completo silencio, Takao y Kise habían dormido a los niños en la habitación, para poder conversar sin asustarlos más, Hisui había estado apretado al cuello de Kise, sollozando quedadamente, hasta que se quedó profundamente dormido, el rubio había tratado de no llorar, controlando sus emociones ante las palabras del peliverde, pero ahora que los niños estaban dormido dejo salir todo eso que su pecho había sentido al enterarse las condiciones en las que se encontraba Akashi, cerró la puerta tras de sí, miro a Takao y se enrollo en su cuello, sollozando, Takao lo consoló sabiendo que en la sala su esposo estaba en la misma condición que el rubio, sumergido en un mar de dolor.
En la sala el silencio reinaba, Midorima tenía los codos en sus rodillas y con las manos se cubría el rostro, su cuerpo de vez en cuando se estremecía, era más que obvio que aun lloraba.
Kuroko había sido recostado sobre las piernas de su esposo, ya que se había puesto sumamente pálido y había empezado a marearse y sentir nauseas.
Aomine había salido al balcón y fumaba un cigarro con desesperación, trataba de entender que estaba pasando, tratando de entender que podía haberle pasado a Akashi para estar tan mal.
Murasakibara estaba frente a la puerta de su habitación sin decir nada, su cara era un lienzo en blanco, Taiga solo recordaba esa mirada y esa expresión tan serena y a la vez tan preocupada cuando se habían enterado del embarazo de Himuro, ya que sabían bien que las probabilidades de que su hermano mayor llevara un embarazo a término sin que su salud empeorara, eran casi imposibles.
Cuando Kise y Takao volvieron Aomine apago el cigarro y poso su frente en el hombro de su esposo, abrazo a Kise entre sus brazos, buscando el consuelo que solo su rubio podía entregarle, Takao entonces entendió, el rubio lloro con él para poder estar frente a su esposo y consolarlo.
El ojos de Halcón se sentó junto al doctor, tomo sus manos y le dio suaves besos, buscando relajar un poco a su esposo y que ya no llorara.
Pasaron los minutos y nadie decía nada, el ojos de Halcón se impaciento y decidió aventurarse, por sus hijos debían encontrar una solución inmediatamente.
-Chicos, yo sé que esto es algo muy fuerte para ustedes, pero nuestros hijos están en la habitación, asustados, debemos hacer algo...-
-Estoy de acuerdo...-el que Kagami hablara removió un poco a la pequeña sombra.- Tetsu, sé que no te sientes muy bien, pero sería mejor empezar por entender, hace cuanto Akashi se encuentra contigo y los niños?- el peliceleste se sentó con ayuda de Kagami y de Takao para comenzar el relato.
-Hace como un mes nos vimos por primera vez...

Flash back
Kuroko decidió llevar a los niños al parque ese día, las lluvias empezarían pronto y los hijos de la generación de los milagros eran todo menos tranquilo.
Amaba a las niñas de Midorima y Takao, eran unas bellezas y unas damas, se tocó el vientre pensando en su bebé, cuando un fuerte mareo lo golpeo, se afirmó de la carriola donde venía su hijo y llamo al mayor de los pequeños.
-Ryoki-kun...- los niños lo miraron asustado, la vos de su tío se escuchaba extraña, como muy cansada.- Pueden ir despacio y con cuidado a buscar a un adulto, no me siento muy bien...- se apoyó en una banca poniendo su cabeza entre las piernas, concentrándose en su respiración, empezó a sentir que el mareo aumentaba, se le nublo la vista, sentía que perdería el conocimiento en cualquier segundo y estaba solo con los niños, que pasaría si se desmayaba ahora, sintió una mano en su hombro y le ponían una botella de jugo frente a sus manos.
-Testuya, bébela, parece que solo es una baja de azúcar...- el peliceleste sintió que el mareo aumentaba solo de saber quién estaba a su lado.
-Akashi-kun...- susurro tomando sorbos de jugo, bajo la atenta mirada de los niños.-... no debes usar tu ojo de emperador...- no hizo más comentarios, se quedaron sentados en la banca, hasta que Kuroko se sintió un poco mejor, la pequeña sombra no entendía mucho la situación, desde hace más de un año que no sabían nada de su antiguo capitán, pero esperaría el regreso del pelirojo sería explicado por su propia boca.
Se sentaron en la banca, a mirar a los niños que jugaban más cerca que otras veces, ya que les preocupaba su tío.
- Estoy solo...- la antigua sombra lo miro.-... yo no tengo a nadie...y no sé qué hacer... sabes me acerque a los niños no cuando te reconocí, si no cuando vi las preciosas combinaciones que sus padres formaron... era obvio de quien era hijos, al menos para mí verlos es algo maravilloso... como se llamara?- Dijo apuntando el vientre de Tetsuya, Akashi no le dio pie a preguntas, ni para algún comentario por parte el peliceleste, un llanto les llamo la atención, el pequeño Hisui se había caído del columpio, Kuroko se iba a poner de pie, pero Akashi ya estaba llegando al lado del pequeño, para Kuroko fue una sorpresa, quizá ese niño tendría la madre que tanto deseaba.

Fin Flash Back
Todos escucharon la historia sin emitir comentarios.
-Lo más sano es contactar a alguien que pueda hacerse cargo de él y supervisar su situación...- Kagami tenía razón.
-Aka-chin se quedara conmigo.- el gigante que había permanecido en silencio se giró, para mirar a los chicos, estaba sumamente serio, pero feliz - Aka-chin ya no tiene a su padre... sin su padre, ya no hay razón para que este lejos de donde nunca debió alejarse, de nosotros..."

- VII -

Se sentía cansado, los ruidos del cuarto lo habían despertado, sentía su frente fría, pero se sentía sumamente cómodo, hace cuando no dormía tan bien, tres o quizá cuatro años, desde antes de que su relación con Atsushi se fuera al carajo, de golpe los recuerdo de esa tarde pasaron frente a sus ojos otra vez, se había desmayado, estaba con Kuroko, Hisui dijo que quería que fuera su madre, Murasakibara... había podido ver a Atsushi, sintió su corazón latiendo salvajemente, se sentó tratando de ubicarse, no estaba en su cuarto y mucho menos en su casa, se sentía mareado otra vez.
-Aka-chin, no deberías levantarte así, aun estas delicado y no has comido nada aun...- el gigante entro a la habitación con una bandeja en las manos, se acercó al pequeño emperador dejando en la mesita de noche la comida, el pelirojo quien a pesar de ver las acciones del pelilila, no había reaccionado, no caí en estupor con lo que pasaba, con lo que tenía frente a él, con quien estaba frente a él, no era un sueño, su pelilila lo cuidaba, le hablaba con amor, no caía en felicidad, no reacciono hasta que los labios del gigante se encontraban sobre los suyos, poco a poco su pecho dejo de doler, sintió como poco a poco comenzó a temblar, llevaba tanto sin probar los dulces labios del gigante.

El calor comenzó a llenar la habitación, el beso segundo a segundo se hacía más y más intenso, el pelirojo entreabrió sus labios, sintiendo la intromisión de la lengua de su ex novio, a Akashi le empezaba a faltar el aire, pero no se alejaría empezó a rozar la espalda del más alto sobre su ropa, su piel era tersa, aun recordaba lo blanca que se veía la piel del más alto, quería sentirse lleno, del pelimorado, con un poco de fuerza se separó del cuerpo del más alto y lo empujo sobre la cama, sin alejar sus labios, sin dejar de llenarse con el sabor de la boca de su amado, quería tocarlo todo, le quito la camisa con rapidez, recorrió con sus manos, con sus dedos, con sus brazos, cada parte de su cuerpo del más alto, se desesperaba al no poder sentir el cuerpo de su amado a la vez, las manos de Akashi tocaron las de Murasakibara, se sentía tan pleno ya nada podía derrumbar su felicidad, hasta que sintió el anillo que llevaba en su mano.

El pelirojo se detuvo de golpe, miro al pelilila que no había dicho palabra mientras era tocado por el emperador, él no podía tocar ese cuerpo , esos labios, nada de él, todo lo que Murasakibara era le pertenecía a Himuro y aunque estuviera muerto, le había dejado el más bello regalo que le habían podido dar al gigante un hijo, el moreno había dado la vida por ese niño, la viva imagen del moreno un ser puro, bueno y que a la vez era la muralla más grande que le impediría poder mirar con otras intenciones a ese hombre, ese niño haría que él jamás pudiera siquiera volver a sentir en cuerpo y en alma a él quien había sido su primer y hasta ahora único amor.

-Aka-chin te sientes mal? no debes llorar, Midorima-chin dijo que debías estar tranquilo.- el pequeño emperador no supo en que minuto había comenzado a llorar.- Aka-chin te prepare comida, debes comer y descansar Aka-chin, llame a tu chofer para pedir que trajera lo necesario desde tu casa, te quedaras conmigo este fin de semana.- El más alto se levantó poniendo los platos frente al pequeño emperador, las palabras del más alto lo hicieron sentir, los hicieron temblar y llenarse de un gozo tan fuerte, se sentía querido, se sentía amado nuevamente, ahora no importaba nada más solo quería que esta dicha jamás acabara.

- VIII -

Qué demonios estaba pasando con él, desde cuando ver a sus antiguas compañeros lo ponía tan nervioso, pero así era, estaba histérico, le sudaban las manos y sabía que si se le ocurría levantarse del silla caería, ya que sus piernas eran incapaces de sostenerlo, las maletas de los 3 estaban en la puerta, se supone que en media hora deberían estar todos reunidos para irse a la playa, como daría la cara a los chicos, como lo mirarían los niños después de lo que paso, además había besado al pelimorado, como podría enfrentar a Taiga, después de todo el gigante era el esposo de su hermano muerto, no, él no podía volver ahora después de todo el daño que causo y tratar de usurpar el puesto de Himuro.

Estaba tan metido en sus pensamiento que no noto la presencia de un pequeño de ojos negros que lo miraba analíticamente.
-Aka-chin, debes calmadte...- el niño hablo recordando y tratando de imitar a sus tíos, cuando solían calmar a alguno de sus amigos o cuando habían visto al tío Mido-chin calmar a sus pacientes, se sentó al lado del pelirojo y continuo.- No te gusta viajar Aka-chin?.. papi dice que la piaya es muy linda en el vedano, genedalmente no vamos al mad en las vacaciones...- el niño siguió hablando sin darle un orden muy lógico a sus ideas, pero logro sacarle más de una sonrisa, la mezcla era perfecta, la ternura de Atsushi y el carisma de Himuro, habían formado un niño demasiado perfecto, de golpe el timbre lo hizo recordar su dilema anterior, se quedaron en silencio hasta que escucharon risas de niños, Ryoki venía adelante de todos, con Susui de la mano, atrás venían Nagisa y Sakura seguidas por sus padres, los nervios lo invadían, se había perdido tanto, se levantó saludando uno por uno los niños, estos lo abrazaban y lo besaban, era obvio que los niños lo veían como buena persona, levanto la mirada hacía sus antiguos compañeros, no había movimiento de nadie y el silencio había rodeado la sala, Takao se empezó a sentir un poco incómodo y él quería ver a sus amigos juntos otra vez, en especial quería ver sonreír a Hisui y que el gigante volviera a ser infantil, todos en esa habitación habían terminado sufriendo por la actitud del pelirojo, aun recordaba las lágrimas de su rubio amigo cuando el ex- capitán no se había presentado a conocer a su hijo, finalmente se decidió a hablar.

-Akashi...- extendiendo su mano como un saludo.- qué alegría que vayas con nosotros de vacaciones...ya se te nota más compuesto de salud... eso me pone feliz Sakura, Nagisa y Shin-chan estaban muy nerviosos con el tema...- termino sonriendo, entregándole una sonrisa y el ánimo para poder integrarse.- y puedes llamarme Kazunari
- Kazunari, muchas gracias, tus hijas son preciosas... yo no quise preocupar a nadie, de verdad lo siento...Tetsuya, yo lo siento con el susto que te di tú pudiste tener problemas con tu embarazo lo lamento mucho...- el pelirojo bajo la cabeza avergonzado, pero una mano en su hombro lo sorprendió, el de lentes le sonrío y dijo-... me alegra verte de vuelta...- sin decir más se adentró se alejó.
-Akashi-kun, tendrás que comprarle muchas cosas al bebé y muchas malteadas de vainilla por el susto... -la pequeña sombra sonrío no estaba molesto, eso lo alegraba, sus ojos se dirigieron hacía el moreno, quien observaba a su hijo parado junto a él, la mirada del niño era la viva imagen de la de su padre, y el color rubio de su cabello destellaba, era la combinación perfecta de ambos, obvio tenía la personalidad de Aomine, pero el carisma y decisión de Kise, él pequeño le exigía a su padre con la mirada que hablara con el pelirojo, el moreno levanto la vista extendió la mano diciendo - Me alegra saber que estas mejor y que viajaras con nosotros, aunque creo que me alegro más de que Takao y Midorima vayan con nosotros si te desmayas lo más que podría es tirarte al mar...- que mal chiste se ganó una mirada de regaño por parte de la pequeña sombra, palmeo el hombro de su excapitán y se alejó, Taiga lo miro, asintiendo, a ellos les esperaba otra conversación, una en memoria del hermano del tigre; y finalmente estaba cierto rubio que lo miraba, la verdad es que su mirada no daba a entender una situación muy agradable, el rubio también había sufrido con la ausencia del pelirojo y en la boda del gigante tampoco le había mostrado el apoyo o la respuesta que el rubio necesitaba para perdonar los errores del excapitán.
-Ryota… yo
-Me alegra que estés bien Akashi, es mejor que preparemos las cosas…- no dijo más girándose, pero él de ojos bicolor sintió que su corazón se rompía, él rubio no había usado el "cchi" con su nombre, ya no lo respetaba, sintió nuevas ganas de llorar.
-Ry…Ryo…ta… - su vos se quebró a media frase, las lágrimas se acumulaban en sus ojos, hasta que noto como el rubio perdía el equilibrio y trastabillaba con un fuerte sollozo.
ón! – él rubio grito, se giró abrazando al pequeño pelirojo ante la sorpresa de todos, las lágrimas bajaban por sus mejillas como si hubiesen abierto un grifo.- no Akashichin , no… no …. No...- apretó al rubio dejando las lágrimas de sus mejillas también correr, el rubio siempre había sido un llorón
-Ryota, cálmate, estas demasiado alterado, te vas a sentir mal después…- el pelirojo trataba de calmar al rubio, aunque el tampoco contenía ya sus lágrimas; eran observados por los niños, sus amigos y el moreno que no entendía que pasaba a su esposo.
-Akashi…- susurro entre lágrimas.- no te puedes morir… no importa si no fuiste a ver a Ryo… no importa si dejaste..te a Murasakibaracchi, ya nada importa, nosotros .. t… te queremos, no importa si tú padre o quien sea nos amenace …sol…solo no te mueras! …- comenzó a llorar más fuerte el rubio, diciendo todo aquello que cada uno de los presentes guardaba en su pecho - Prométemelo Akashicchi, promételo por él o ella.- dijo poniendo las manos de su ex capitán en su vientre, aun plano, Akashi lo miro complacido y con un gesto de sorpresa y alegría.
-Tendrás un nuevo sobrino Akashicchi o sobrina… te quedas con nosotros por este bebé… por él?..."

- IX -

Las vacaciones habían sido maravillosas, para Akashi fue un sueño, sus amigos lo habían cuidado, incluso le habían obedecido cuando los regaño, el único que lo evitaba cuando estaba cerca de Murasakibara era Kagami, la verdad es que el pelirojo se había mostrado muy amable con él y también se había preocupado por él cuando a media semana se había sentido mal y había empezado con vómitos, mareos y había tenido un desmayo, Midorima había dicho que era normal ya que su cuerpo aún estaba inestable.

Flash back
Se sentía extraño, de verdad sus amigos habían alquilado un lindo lugar para poder descansar, él se había sentido como un intruso hasta que Kise había llegado a su lado con una computadora, tenía foto de todos, cuando nacieron las niñas de Midorima, de los paseos que habían tenido, de Himuro embarazado, de Kuroko jugando baloncestos, cada minuto se encontraba documentado.
-Yo... quise guardar todo esto para cuando volvieras...- los ojos del rubio se nublaron.- ... yo sabía... que no ...nos podías abandonar...y...y.. y queee...- se cubrió el rostro con las manos, el rubio embarazado era un mar de hormonas, todos entraron al cuarto al oír los sollozos del modelo.
-Ryota que pasa?.- el moreno se acercó, pero el rubio se abrazó de Akashi.
-Yo... lo sabía Aominecchi... que él... que él vendría... y... y las fotos... - todos entendieron, eran las hormonas, de la nada la pequeña sombra comenzó a llorar, se sentó junto a su antiguo capitán y lo abrazo imitando al modelo, los niños quedaron sorprendidos, generalmente la pequeña sombra no solía actuar de esa forma, todos pensaron que los niños se pondrían a llorar al ver a Kise y a Kuroko llorar, justo cuando de la nada el moreno comenzó a llorar.
-Ta..Takao?.- es peliverde se sorprendió
-No me...me guuusta que lloren...- para Akashi fue incómodo y a la vez lo que lo hizo más feliz que nunca.
Comieron tranquilamente, los únicos que podían acercarse a la comida para ellos y para los niños eran Kagami y Murasakibara, cuando le sirvieron su plato, el pelirojo comenzó a sentir un fuerte dolor de estómago, se apretó con fuerza buscando soportar la incomodidad, hasta que tuvo que correr al baño, devolviendo las pocas cucharadas que había logrado consumir.
Kagami se fue con él ya que Murasakibara servía la comida y los demás se hacían cargo de los niños, que estaban todos sucios ya que habían estado jugando en la playa.
-Akashi... eeehhh... estas bien?- otra nausea lo hizo doblarse sobre el inodoro.
-S...i- contesto jadeante, se enjuago la boca saliendo del baño, cayendo desmayado en los brazos del tigre.
Cuando se despertó Murasakibara le explico lo que había ocurrido, el pelilila lo beso en los labios, el pequeño no pudo más que sonrojarse.
-Akachin , Midorimachin te reviso y dijo que era normal, ya que lo más probable es que te tomara semanas recuperarte... Akashin…. Tú…. te mudarías conmigo?,- pregunto dudando- volverías a ser mi pareja?.- el pequeño emperador sintió su corazón vibrar, hasta que miro la puerta, el tigre lo miraba apoyado en el marco de esrá, aun le quedaba cosas que conversar, él no podía usurpar el lugar de Himuro sin arreglar las cosas con Kagami.
Fin Flash Back

Había aceptado quedarse con el pelilila a penas terminara algo que le había dicho al más alto debía arreglar.
- Kamiga Taiga, yo sigo enamorado de Murasakibara y deseo estar con él.
-No creo que eso sea algo que me debas decir a mi...- lo miro dejando una taza de té, el emperador se había presentado en su casa, para hablar de esto de forma directa.
-Claro que si... tú eres el hermano de Himuro, yo nunca podre ser él, ni menos quisiera reemplazarlo en el alma de Hisui y de Atsushi, Kagami te pido que me dejes estar con ello, respetare la memoria de tú hermano por siempre...
-Himuro amaba a Murasakibara- lo interrumpió- siempre supo que él estaba enamorado de ti, pero aun así se casó... y perdió su vida para traer al mundo a su hijo... al principio los odie a ti por no corresponder los sentimientos del gigante, a Murasakibara por no poder amar a mi hermano y a ese bebé por estarse llevando a la única familia que me quedaba, fue justo ese día cuando me conto que tu habías hablado con él el día de la boda... y cuando conocí a Hisui mi mundo se llenó, ese pequeño me hizo cambiar de parecer, Hisui tiene los ojos negros, como mi hermano…- suspiro.- en algún momento pensé que el gigante no se quedaría con el bebé , que no podría cuidarlo, pero sabes para Murasakibara no existió nadie más cuando el niño apareció, nunca creí que podría cuidarlo, pero ha sido un gran padre… y cuando lo vi contigo en la playa supe que serás una gran madre Akashi y además un gran esposo, soy yo el que debo pedirte algo, por favor ámalos a ambos, como Himuro lo hace desde el cielo... si me prometes eso te apoyare en todo...por siempre.

Akashi sintió su corazón llenarse, le dolía pensar en Himuro, el moreno habría sido tan feliz, habría tenido un bello lugar junto a su hijo y amigos, le dolía pensar que el moreno no había podido ver a su hijo crecer, verlo jugar o caminar por primera vez, las lágrimas comenzaron a correr desde sus ojos, dejando visibles marcas, le extendió la mano a su compañero tratando de calmarse, solo le quedaba una cosa más y podrá ser feliz, solo una más..."

- X -

Se sentía realmente agotado, la conversación con Kagami había resultado mejor de lo que el mismo había pensado, el pelirojo le había dado a entender que ese lugar que había sido de su hermano ahora le pertenecía, solo le faltaban una conversación y para eso necesitaba a Murasakibara y a Hisui presentes.

Quedaron de reunirse en la estación de trenes cerca de los departamentospara poder conversar, el pelilila sentía su alma y su cuerpo temblar, sentía que algo malo podía ocurrir, la última vez que el pequeño emperador lo había citado lo había terminado y había roto su corazón, ya no estaba Himuro para consolarlo, para recibirlo con las manos abiertas, para decirle que sin importar lo que hubiese pasado que Akashi lo amaba, el moreno había sido su compañero, su amigo, su enamorado, su esposo y padre de si hijo, Himuro había dado su vida a merced del gigante y de las posibles decisiones de Akashi, pero más importante, el moreno le había dado el regalo más bello que se le puede entregar a un hombre, la bendición de ser padre... amaba a Akashi tenía la fuerza del amor de Himuro a su lado, pero sin importar lo que le tuviese que decir en ese minuto, él tendría para siempre a su hijo a su Hisui, para poder seguir sonriendo y siendo feliz.

Akashi estaba en la estación a los pocos minutos diviso al par de pelililas que caminaban en dirección a él, hasta que el más alto detuvo el paso, solo observándolo desde lejos, de un minuto a otro un extraño vértigo lo había detenido en seco, que estaba pasando con él, se sentía asustado temeroso, como jamás imagino que ese hombre lo podía hacer sentir, Akashi se veía seguro como hace mucho no lo veía, sería acaso que no querría un hombre con un hijo a cuestas, será que se había arrepentido, quizá ya estaba mejor y se deba cuenta que no los necesitaba, ni a él y menos a su hijo, si Akashin despreciaba a su hijo, que debía hacer, no quería dar un paso más.

El pelirojo noto la duda en su rostro y se acercó, tomando entre sus brazos al pequeño Hisui.
-No pienses nada Atsushi... no es lo que crees...- el rostro del pelirojo mostró una bella sonrisa, fue en ese instante que el más alto noto el ramo de flores que llevaba en la mano del pequeño emperador y sintió una extraña fuerza que le decía que fuera con él, que siguiera al pequeño pelirojo.
-SON LAS FIORES FAVIODITAS DE MAMI!- grito el niño emocionado, entonces el pelilila entendió las intenciones de su compañero, su amado se presentaría frente a su mejor amigo y ex-marido, lo había citado para ir a la tumba de Himuro.
-Seremos felices los dos... los tres para siempre...- tendió la mano al pelilila para que fueran juntos, el camino se hizo en silencio, hasta que los pies de Hisui tocaron el suelo y corrió donde descansaba el cuerpo de su madre.
-Mamichinnnnn!, como estas? mamiiii enconte la mami que mi decias, el ama a papichin viene justo tas de mi...- se giró sonriendo a su padre y a su nueva mami
-Hola Murochin...
-Buenas tardes Himuro, yo vengo a pedir tu permiso, permite ser la madre de tu hijo y el esposo de Atsushi, permite volver...volver a esto que abandone... a esto que jamás debí dejar...- dejo sus lágrimas correr en frente de la tumba del hombre más valeroso y mejor persona que había conocido y un suave viento llevando consigo una mariposa cruzo frente a sus ojos, no pudo evitar sonreír al entender la respuesta que desde el cielo le estaba enviando, el pelilila se acercó a la lápida agachándose frente a ella, mirando el nombre del que había sido su compañero, toco las letras de su nombre con nostalgia, como si con ello pudiese tocar el rostro del moreno, como cuando lloraba y el con sus pulgares quitaba las lágrimas que formaban surcos sobre sus mejillas, de la misma forma recorría cada letra, como la primera vez que había visto el nombre escrito en ella.
-Gracias Muri-chin... gracias por ser el hombre más valiente que he conocido, gracias por darme la oportunidad de ser feliz, gracias por darme lo más hermoso que un hombre pueda desear, por darme este hermoso regalo, gracias por dar la vida por él, por nuestro hijo...- rodeo con los brazos el pequeño.- te estaremos agradecido por todo esto Murochin, te amare por siempre Murochin, como lo prometí cuando nos casamos, siempre tuyo aunque la muerte nos separe… y gracias por haberme ayudado a guardar la esperanza, de que un día Akachin volvería, de que siempre me amo, gracias por todo lo maravilloso que fuiste como persona… muchas gracias.- termino de decir el más alto mientras gruesas lagrimas caían de sus ojos, el pequeño Hisui se abrazó a su padre y le tendió una de sus manitas a Akashi, quien la tomo y se mantuvo a su lado, el amor que el pelilila sentía por el moreno era incomparable, pero Akashi no sentía celos de la declaración que el más alto realizaba, sabía bien que su amor era distinto, que ese gigante era un niño de buen corazón que había sufrido demás por su culpa y que gracias a la entrega de Himuro quien había tomado el destrozado corazón del gigante y lo había curado con sus propias manos el gigante no lo odiaba, Himuro había respetado todo y ellos debían respetar y honrar el recuerdo de esté cada día.

Limpiaron la tumba con cuidado y prometieron volver al menos una vez por mes, para dejar flore y conversar un poco, además Akashi prometió que jamás permitirá que Hisui o Atsushi sufrieran, menos aún que lo olvidarán.

Se giraron caminando al futuro de la mano, solo los tres pensó el pelirojo, pero inmediatamente corrigió sus pensamiento nunca serían solo los tres, ellos eran una hermosa familia conformado por todos sus antiguos compañeros, todos ellos juntos.

Esa noche acostó a Hisui en su cama, para pasar su primera noche en ese apartamento como algo oficial, ya dejando al niño dormido tomo rumbo a un lugar que a pesar de conocer esta noche le asustaba, la habitación que desde esa noche compartiría con su amor de siempre , entro a la habitación se acercó a la cama y suspiro, después de Atsushi jamás volvió a tocar a otro hombre, pero esa noche quería que el gigante lo hiciera suyo, el ver entrar al más grande la pasión se desfogo, el pelirojo mordió el cuello del más alto recostado en la cama, desabotono su camisa y comenzó a lamer, su lengua bajo suavemente por el cuello del más alto, se detuvo en la manzana de adán del pelilila, que se movía presurosa ante los jadeos de agrados que salían de los labios de Atsushi, para luego seguir su camino, atendiendo en el paso los pezones del más alto, con su nariz rozó todo el abdomen del gigante y ya a la altura de su entrepierna comenzó a masajear, estaba nervioso, pero el calor y el deseo que sentía por Atsushi ahora era inaguantable, sentía que sus poros gritaban el deseo por cada parte de ese hombre que había tocado por primera y única vez su cuerpo, por ese que años atrás entre lágrimas le había jurado amor eterno, aquel que ahora en su cama lo miraba con un amor incondicional, aquel que el estúpidamente dejo y ahora el destino se lo devolvía.

El pelilila no había querido mostrar su deseo de poseer nuevamente el cuerpo de su pequeño emperador hasta que este se encontrara listo, pero con el menor sentado sobre sus caderas y masajeando su entrepierna no pudo contener sus deseos ni por un segundo más.
-Se mío Akachin… permíteme probar tu dulce cuerpo una vez más…-suplico jadeante mientras de un solo tirón lo despojo de su ropa, separo sus piernas jugando con su entrada, para después de una sola estocada quedar unidos como dos piezas del mismos rompecabezas
-mmmmmmaaaaaahhhhh….- el grito contenido del pelirojo que lo miraba con lágrimas y una sonrisa en los labios, lo hizo desearlo aún más, cuantas veces habían soñado ambos con volver a tenerse.- Te amo Atsushi, te amo, te amo locamente… te… am…amo – jadeaba con cada estocada que él más alto le propinaba , una corriente recorrió la espalda de Akashi.- AAAMMMM …- llegando al orgasmo, corriéndose entre ambos cuerpos, ante aquella visión el pelilila en una última estocada dejo su semilla en el cuerpo de su pareja, gimiendo y apretando al pelirojo contra su cuerpo, aun esta posición Atsushi hablo.
-Siempre juntos Akashin?
-Siempre juntos Atsushi… siempre…
Y con esas últimas palabras se durmieron con una sonrisa en los labios y sus manos entrelazadas, por fin se amarían, al final era su minuto para ser felices.

FIN !

Notas finales:

Muchas gracias por leerme 


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