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¿Sus ganas no son suficientes? (DaeJae) por BoomEla_

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Notas del fanfic:

Este fanfic tambien fue subido a wattpad.

Notas del capitulo:

Mi primer fanfic DaeJae, Umh, ¿Me salio bien?

“Pídeme que te folle más fuerte.” Daehyun palmeo fuerte una de las nalgas que estaban entre sus manos.

Youngjae solo gimió en respuesta, pidiéndose mentalmente a sí mismo responder lo que Daehyun quería escuchar rápidamente antes de que...

Se escucho nuevamente el azote de la mano abierta de Daehyun en una de sus nalgas antes de poder articular alguna palabra.

“Te he dado una orden.”

Su voz era gruesa, seductora, embriagante.

“Si.” Logro decir quedamente.

“Si ¿Qué?”

“Follame duro, Daehyun.” Sentía sus brazos flaquear mientras se apoyaba en ellos. Su voz salía ronca y rasposa. Daehyun sentía su mundo vibrar al escucharlo pedirle esa clase de cosas.

“Dilo más fuerte, perrita.”

“Duro, Daehyun. Métela con más ganas.” Empujo su trasero hacia atrás, insistiendo.

 Dejo caer su cara en el suave colchón, dejando su trasero más abierto a la disposición de quien aprovecharía tal acción.

“¿Mis ganas no te son suficientes?” Con un gruñido arremetió duro contra su pequeña puerta. “¿Eres insaciable, Youngjae?” Otra vez. Buscando ese punto.

“¡Eres un bruto!” Gimió.

“¿Así no te gusta?” Tomo sus caderas y entro de nuevo lento pero fuerte, al llegar al fondo se movió en círculos ocupando lugar incluso en el más mínimo espacio vacío.

“Me encanta.” Mordió sus labios fuertemente, no podía creer lo placentera que era esta jodida que le estaban dando. “Dame más órdenes, me encanta cuando me das órdenes.”

“Lleguemos lejos.” Recibió un ‘Ujuh’ como respuesta y busco entre sus pensamientos alguna manera de llegar al orgasmo de la manera más deliciosa que se pudiera llegar. “Twerk.” Dijo con sonrisa siniestra.

Ya va... ¿Qué?

“¿Perdón?” Youngjae no podía creer lo que le estaba pidiendo. Le miro por encima de su hombro. Daehyun reprimió una risa por la cara de su criaturita.

“Es una orden.” Dijo hincando los hombros.

Sería divertido.

Como nada en la vida.

¿Twerk, eh?

Twerk con el pene de Daehyun dentro de él aun.

Daehyun no tuvo tiempo para prepararse física ni emocionalmente cuando ya sentía unas paredes vibrar y su pene inevitablemente junto a ellas. Daehyun grito de la impresión, nunca sintió algo como eso, ni en sus sueños más sucios.

Las olas de placer eran tan altas que podía jurar que se ahogaría en ellas.

Youngjae movía increíblemente su culo de arriba hacia abajo a la velocidad de la luz y Daehyun estaba gritando.

"Ah, Ah, Ah, Ah, Ah, maldición" reprimía entre sus dientes. Cualquiera creería que era Youngjae, pero no, Daehyun estaba tocando el cielo.

¿O era su pene?

“Detente, por favor.” Le pedía Daehyun apretando su cadera entre sus manos para hacerlo detenerse pero este solo movió sus nalgas a mayor velocidad haciendo que no solo el pene de Daehyun siguiera sus movimientos sino también sus caderas y todo él.

Daehyun echo su cabeza para atrás, mordió sus labios como nunca. Su boca tenía que estar abierta para poder respirar, sino juraba que podría ahogarse.

“Por favor”

¿Era Daehyun quien rogaba esta vez? Youngjae haría Twerk más seguido con tal de escucharlo rogarle.

Tanto sus corazones como todo su cuerpo bombeaban a gran velocidad, Youngjae ya había parado sus movimientos pero el cosquilleo hacia parecer que todavía se movía e incluso con más fuerza. Daehyun no paraba de maldecir, bendecía ese día y el poder de Youngjae de hacerlo caer en un gran pozo de placer y perderse allí.

“Dios bendito, te amo.” Dijo después de derramar todo lo que tenia para regalar dentro de la bonita y bendita apertura de Youngjae.

Youngjae cayó rendido, no solo por el dolor de culo infernal sino también por el placer, que era diez veces más grande que el dolor.

Sonrisas y más sonrisas. Era el puto cielo.

Daehyun se dejo caer en la espalda baja de Youngjae y poso allí pequeños besos siguiendo un camino hasta sus suaves y rojas nalgas. Al llegar a ellas lamio ligeramente una causándole cosquillas a Youngjae. Este se levanto de un salto y se sentó sobre sus tobillos dándole la cara a Daehyun. Le cacheteo.

“Hace cosquillas.” Dijo al mirar la cara de confusión de Daehyun ante el golpe que le propinó en la cara y enrojeció.

Youngjae miraba las mantas tímido, evitando la mirada de Daehyun que le ponía los pelos de punta. Daehyun, sentado sobre sus tobillos, con una pierna entre las de Youngjae, levanto su mentón haciéndolo mirarlo.

 

Youngjae se podía perder en esos ojos.

 

Era tan perfecto así que no podía reprimir las ganas de abrazarle fuertemente.

Con sus brazos rodeando su cuello y los de Daehyun en su cintura. Separo ligeramente su rostro y beso tiernamente la suave mejilla de Daehyun.

“También te amo, Daehyun.” Le dijo completamente sonrojado y después le regalo una sonrisa sincera, bonita, dulce, encantadora y otras etiquetas que Daehyun le colocaba rápidamente siempre que lo veía sonreírle de esa manera tan característica de él.

Daehyun sonrió. Se separo ligeramente para tomarlo del mentón y lentamente darle un corto beso, etiquetado como "pico", suave y ligero. Para luego separarse apenas unos milímetros y volver a darle otro beso un poco más pronunciado, pero no mucho. Se alejo otra vez, se miraron apenas dos segundos a los ojos y sonrieron para volver a dirigir la mirada a sus labios y esta vez abrirlos ligeramente, permaneciendo unidos un tiempo más largo.

Separan sus labios lentamente para sentir cada roce. Ambos sienten su corazón brincar esta vez mas alto que antes. Están felices.

Saciados y felices.

Youngjae acaricia el cabello de Daehyun suavemente y Daehyun recorre con la gema de sus dedos la piel de Youngjae descendiendo por sus caderas, llegando a sus nalgas, sintiendo sus curvas, dejando que sus dedos sientan la tersa piel incluso entrando por la línea de sus nalgas ligeramente.

Las vibraciones jamás acaban. Youngjae suspira en su cuello y deja caer su frente en su hombro. Besa su clavícula. Dejándose tocar como el otro quiera.

Siempre estaría a su disposición. Disponible para él. Porque sus manos eran mágicas, porque él era mágico.

“Debería de colocarme el delantal y hacer el desayuno.” Susurra una vez que logra tranquilizar su corazón y levantar la cabeza. Pero una vez que habla y le mira a los ojos, ese perfecto rostro, su corazón se vuelve a encender. Daehyun le besa el mentón y sonríe para él. “Pero solo... Solo si haces del mesero y te colocas el corbatín, sirves la mesa y me esperas en ella.”

“Perfecto.”

Y esta vez, se besaron hasta quedar sin oxigeno. Hurgaron entre sus bocas. Nada acelerado, más bien algo lento pero profundo y con entrega.

 

 

Youngjae estaba desnudo haciendo waffles de desayuno, con solo un delantal de tela transparente cubriéndole. Una sonrisa adornaba su rostro y su pene estaba erecto con tan solo imaginar y seguir pensando en lo perfecto que iba todo, en lo perfecto que era Daehyun, en lo perfecta que era su relación.

De vez en cuando asomaba su cabeza para mirar a Daehyun colocar los platos en la mesa.

Un tenedor travieso se escapo de las manos de Daehyun cayendo al piso. Youngjae aprovecho que Daehyun se estiro hacia abajo sin agacharse, lo tomo de sus caderas, simulo una embestida y froto su hombría entre las nalgas ajenas.

Era solo un juego. Aprovechaba que Daehyun estaba fuera del rol "Activo macho bruto".

Porque Daehyun podía parecer dos personas completamente diferentes; Normalmente podía ser la persona más dulce y tierna del mundo, sin olvidar, jodedor y un poco fastidioso con sus chistes y bromas diarias; una maquina de risas. Pero durante el sexo daba a conocer que él mandaba, un poco brusco y bruto.

Y Youngjae así le amaba.

Daehyun tomo compostura y Youngjae corrió hacia la cocina huyendo de él.

Llegando a los gabinetes de la cocina Daehyun le tomo de la muñeca y le dio vuelta arrinconándolo. Youngjae reía travieso.

Con su mano libre tomo a Youngjae del cuello, no fuertemente, dominándolo, mirándole seductoramente por unos segundos, resistiéndose a besarlo.

Y fue Youngjae quien le tomo de la única prenda que tenia puesta, un corbatín, y lo acerco fuertemente a sus labios, exigiendo que lo comiera vivo.

Todo su cuerpo seguía un compas en el que sus pechos y miembros chocaban, como una clase de baile.

Youngjae subió una pierna a la cadera de Daehyun, sintiéndose más, estando más cerca, casi siendo uno.

Daehyun lo tomaba de la cadera, la pierna que Youngjae mantenía en el piso y entre las piernas de Daehyun le presionaban el pene mientras le lamia las clavículas de su pequeño rehén.

“Métela.” Pidió.

“Te voy a romper.” Gruño. Como le encantaba que su pareja fuera una perrita sadomasoquista.

Alineó su pene con la entrada de Youngjae y froto.

Youngjae gimió como la puta en celo más grande de todas.

“¿Viste como se siente?” Rio Daehyun. “Ahora no te la meteré.” Froto nuevamente y Youngjae golpeo su cabeza con la pared que tenía detrás, aguantando y sintiendo cada vibración. “Jugare contigo.” Froto. “Una...” Nuevamente, casi entrando, asiendo presión. “Y otra vez.” Pero volvía a salir.

“Maldita sea, te vas a arrepentir.”

Daehyun disfrutaba verlo quejarse.

“No importa, dulzura. Porque mientras más te vengues…” Presiono con más fuerza su pene y Youngjae se coloco de puntitas por la sorpresa aguantando un grito de impresión. “Más me vengo yo.” Le sonrió.

Rápidamente, casi a la velocidad de la luz; o eso pensó Youngjae, Daehyun coloco su otra pierna en su cadera y sintió que metía hasta los testículos de una sola estocada.

 Fuerte, precisa, y desgarradora.

Daehyun acostó el cuerpo de su amante en el mesón de la cocina que estaba nivelado a sus caderas y abrió sus piernas.

No lo pensó dos veces y se la metió con fuerza, haciendo al pelinegro gritar.

“Maldita sea ¡Daehyun!” Gimió con fuerza. Por acto reflejo y sin darse cuenta su cuerpo se presionaba mas, acercándose a Daehyun, queriendo que lo partiera en dos.

O en cuatro.

“Dime que me amas.” Tomo el erecto pene de Youngjae y lo apretó con malicia.

“Te am--- ¡Ah! Mierda” Sus palabras fueron ahogadas por otra estocada certera de Daehyun.

Youngjae tenía que tocar algo con sus manos, no tenía nada que agarrar, busco desesperadamente y llego hasta la mano que Daehyun tenía sobre su pene y la coloco sobre ella. Ayudándolo a castigarse a sí mismo.

“Te he dado una orden.” Gruño.

Daehyun podía parecer un animal y eso, además de todas sus facetas, tanto tiernas como brutas, le encantaban de sobremanera.

Daehyun era adictivo en demencia.

“Te amo.” Dijo calmadamente. “Que te amo y jamás va a cambiar.” Su respiración era profunda. Estaba siendo sincero, se había resignado a amar a este hombre por siempre porque así lo quería.

Daehyun le hizo levantar su espalda del mesón. Paseo su mano por el pecho de Youngjae hasta llegar a su cuello y lo tomo posesivamente, mirándole de cerca, sin inmutarse a besarle.

Youngjae sentía quemar su cuerpo, quería besarle, estaba a solo dos centímetros, se miraban, casi comiéndose el alma, pero no le besaba.

“También te amo.” Dijo finalmente. ”Te amo como a nada o nadie.” Asentía con la cabeza. Youngjae incluso pensó que Daehyun lloraría en ese instante. Lo que hizo que su corazón se ablandara. No quería verle llorar porque eso le haría llorar a él también.

“Ya bésame, idiota.”

Daehyun sonrió y al besarlo, se corrió, se corrió en abundancia dentro de Youngjae, sintiendo como el pelinegro se derramaba en su mano.

 

 

 

 

“Se quemaran los waffles, pedazo de interrupción.” Le regañó Youngjae.

“Tú culpa. Nadie te mando a estar de curioso estar frotándote contra mi cuando sabes bien que yo soy quien te la mete hasta el hígado.” Huyo al comedor.

“¿Siempre tienes que ser así de...” Buscaba la palabra correcta.

“¿Sincero? ¿Directo?”

“Imbécil con falta de tacto.” Lo acuso con la paleta de madera con la que cocinaba.

“Si, pero ya eso tu lo sabías”

Youngjae después de un rato salió finalmente de la cocina con dos paltos llenos de waffles dulces; los favoritos de Daehyun.

“¿Aburrido?” Le pregunto.

“Sin ti, si.” Le miro colocar los platos en la mesa.

Estaba como quería, desnudo y a relucir su bella hombría que parecía estar despierta.

“Vaya que eso nunca se te baja ¿O qué?” Rio entre dientes.

“Lo dice quien la tiene de igual modo.”

Daehyun bajo a mirarse y si, efectivamente su pene estaba despierto y con ganas de seguir bailando y jugando dentro de un ya conocido club, muy bonito y perfecto.

Daehyun a veces se impresionaba de sus propias ocurrencias.

“Todo en la vida tiene solución.” Dijo chistoso.

Youngjae tomo asiento al otro lado de la mesa y estiro su mano para darle una fresa con crema a Daehyun en la boca.

El teléfono del peliplateado comenzó a sonar encima de la mesa.

“Contesta.”

“Es Himchan.”

“Entonces no contestes.” Dirigió su atención a su plato de comida pero con la ceja enarcada miraba cautelosamente y con recelo a Daehyun mientras este iniciaba la llamada.

“Diga.” Youngjae no podía escuchar lo que el del otro lado de la línea decía. “Wao, ¿De verdad?” Rio debido a quién sabe qué cosa le dijo el hombre aquel.

Youngjae ya no disimulaba, soltó sus utensilios y lo miraba calculador recargado en el espaldar de su silla.

Las risas de Daehyun no cesaron así que se pondría en marcha. Se levanto y se dirigió a donde Daehyun, separo ligeramente su silla de la mesa; cosa que fue fácil ya que las sillas eran de rueditas; y se arrodilló ante Daehyun. Este tomo aire, preparándose para lo que vendría y le negó con la cabeza. Estaba en plena conversación telefónica, Youngjae no podía interrumpirla solo porque si.

 

Tal vez si podía.

 

Ladeo la cabeza mirando como cachorro a que Daehyun colgara pero este no se inmutaba.

A Daehyun le dio ternura y por un momento quiso colgar y follarse la boca de Youngjae pero estaba en una conversación telefónica, no podía ser tan grosero y solo colgar.

Youngjae sonrió siniestramente. Y sin tomar el pene se Daehyun entre sus manos, lo beso suavemente, dejando sus labios pegados.

Con los labios pronunciados aun, los hizo vibrar encima de la extensión, extendiendo las vibraciones. Sin perderse las reacciones de Daehyun.

“Ah, perdón, ¿Qué decías?” Le pregunto a Himchan. “No capte lo último, tengo aquí a un cachorrito y no deja de insistir con que juegue con él.” Miro a Youngjae y con una mano le tomo la cabeza para que se acercara más y tomara su pene entre sus labios. Pero Youngjae no abría la boca, la cabeza del pene de Daehyun insistía entre los labios fruncidos de Youngjae.

 

Esto daba mucha risa y Daehyun no podía contenerla.

“Si, perdón, es que me está haciendo cosquillas.” Youngjae reprimió una risa y remiro los ojos. “¿Que decías?”

Daehyun se estaba volviendo a concentrar en la llamada y Youngjae no quería eso.

Tomo los testículos ajenos y comenzó a chuparlos.

Daehyun reprimía sus gruñidos y solo afirmaba a todo lo que le decía Himchan por teléfono.

 

Youngjae subió por las piernas de Daehyun y se coloco de pie. Quedando su pene y la cara de Daehyun en coordenadas perfectas.

Daehyun supo enseguida qué era lo que le iba a pedir el pelinegro, le negó enseguida con la cabeza. Youngjae sonrió travieso y acerco su pene a la carita de su amante.

“Vamos. Solo una lamida.” Se arrodillo en la silla de Daehyun, en los bordes de sus piernas, quedando sus testículos cada vez más cerca. Daehyun echo la cabeza para atrás. No es como si no quería comerle su encantadora polla, solo que Himchan insistía en alargar la conversación.

“Himchan, dame un segundo.” Coloco el teléfono en su pecho y nalgueo fuertemente a Youngjae. “¿Quieres comportarte?”

“No.” Rio travieso.

“Sabes que después te castigare por ser un cachorrito travieso.”

“¿Por qué no me castigas ahora?” Se sentó para así estar más cerca de su rostro, buscando un beso. “Castígame, Daehyun.” Le pidió con un tono que se podría etiquetar fácilmente como ‘voz de puta’ junto a un puchero tierno.

“Sígueme diciendo, Himchan.” Devolvió el teléfono a su oído y Youngjae gruñó. Volvió a acercar su polla al rostro de Daehyun.

Simulaba envestidas sobre los labios fruncidos de Daehyun.

 

Esto le daba mucha risa, no pudo contenerla.

Daehyun le dirigió una mirada de odio y Youngjae solo inca los hombros. “Solo tienes que lamer.”

Daehyun extendió su lengua y la paso lenta y precisa sobre la polla de Youngjae.

Youngjae suspiro y sintió como Daehyun, al terminar el recorrido con su lengua, besaba la cabeza de su hinchado pene.

Ya no podía aguantarse más.

 

Se sentó en sus piernas, bordeando los costados de Daehyun y al sentir ambos penes juntos y erectos, comenzó a frotarlos suave y preciso.

Simulaba embestidas cortas y rápidas. Daehyun cerró los ojos buscando escapatoria de este placer tan grande, sostenía con una mano la cadera de su acompañante. Youngjae comenzó a gemir roncamente en su odio contario al donde tenía el teléfono. Daehyun solo intentaba alejar un poco.

“Si.” Gimió. “Así, Daehyun.” Empezó a gemir mas fuerte acercándose al micrófono del teléfono apropósito, para que Himchan captara que Daehyun en realidad estaba ocupado en otros asuntos.

“No, no pasa nada, no prestes atención, sígueme diciendo.” Le decía a Himchan. “Esta bien, entonces hablamos luego... Si, si, cuídate igual, nos vemos pronto.”

Al colgar Youngjae le ofreció una fresa con una sonrisa inocente. Cuando fue a protestar y regañarlo, Youngjae había metido la fresa en su boca y salió corriendo a su puesto original.

“Las vas a pagar. Lo sabes ¿Verdad? Solo por no controlar tus celos.”

“Lo sé. Pero dame 12 horas por lo menos para recuperar mi trasero, lo has dejado morado.”

“Ven.” Palmeo sus propias piernas. “Aliméntame.”

“Me vas a envestir como un bruto.” Dijo con miedo.

“Y es lo que te mereces por ser tan grosero con Himchan.”

“Ese canalla no deja de echarte el ojo.” Dijo con notables celos. Bordeó las piernas ajenas y se sentó en ellas.

“Y yo solo te echo el ojo a ti.” Peino un mechón negro de cabello por detrás de las lindas orejas de Youngjae.

“Abre.” Coloco un pedazo de fruta entre los labios de Daehyun, este lo sostuvo entre sus dientes y Youngjae unto crema, tal vez demasiada, por encima. Acerco sus labios y compartieron el pedazo de comida.

Al separarse y masticar lo que tenían en la boca, Youngjae lamio los labios de Daehyun que habían quedado llenos de crema batida.

Daehyun suspiro y sonrió. Su corazón estaba feliz, él era feliz y su pareja también lo era.

“Feliz aniversario, cariño.” Abrazo posesivamente su cintura y beso su pálido pecho.

“Feliz aniversario, dulzura.” Sonrió encantado, acuno sus mejillas entre sus manos y lo beso con cariño, amor, paciencia y suavidad. Transmitiéndose todo, todo lo que ya habían transmitido ese día y el anterior. Dos días que se habían dedicado a celebrar su aniversario, porque el amor que se tenían lo valía. Lo valía todo.


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