-Como podránobservar, en la siguiente diapositiva el meta…-
Bla bla bla bla.
Profesores. Nunca saben cuándo callarse.¿A quién le interesa una tonta y aburrida clase de biología? ¿De qué serviría?
Cosas por el estilo pensaba Kagami cuando a voltear por la ventana observa, paseando y despreocupado de la vida, a Kuroko.
-¡¿Q-Qué demo….?!- se alza de su asiento de forma estruendosa.
-¡Taiga Kagami!- Le regaña el profesor- En vista de que quiere participar, ¿Me podría explicar lo que hace un rato estaba comentando su compañero?-.
-Yo… Esto…-
-Lo que pensaba- suspira - Antes de acabar el día quiero en mi escritorio un ensayo completo sobre los canes su metabolismo y su interacción con el medio-.
-S-Si profesor- agacha la cabeza y toma su lugar.
Sin embargo, al dirigir su vista donde antes se encontraba su compañero, lo que vio le impacto sobre manera. A lo lejos, entre los arbustos se encontraba el ya antes mencionado solo que no portaba el uniforme de la escuela, más bien el del baloncesto con una excepción, de la parte baja de éste.
Al ver esto Kagami le da un paro cardíaco, un derrame nasal le hace perder el equilibrio y caerse estrepitosamente de la banca.
-¡TAIGA KAGAMI!-
Después de aquello encontramos a un pelirrojo, exasperado y cansado saliendo de la biblioteca.
-Hay. Maldito profesor. Maldito Kuroko- ante esto último para en seco. Su corazón empezó a acelerase, la vista que presenció fue muy comprometedora. Ver a su compañero de equipo con sólo la camiseta puesta la cual le llegaba con esfuerzos a las rodillas; era algo tentador.- ¿¡Pero qué rayos estoy pensando?!-. Sonrojado agita su cabeza de un lado a otro intentando sacar así tales pensamientos.
Estaba cruzando el patio cuando a lo lejos avisto a Kuroko pero esta vez sí portaba el uniforme de la escuela.
«¿Habré visto mal?» se cuestionaba el pelirrojo.
Por ese día lo dejaría pasar.
Sin embargo…
-¿K-Kagami-kun, te encuentras bien?- pregunta Hyuga al ver las grandes ojeras y la cara tan demacrada de su amigo.
-Hai…- con esto último Kagami colapsa y un pequeño fantasmita, su alma, sale de él.
La noche anterior no pudo conciliar el sueño, ya que cada vez que cerraba los ojos aparecía Kuroko vistiendo únicamente la parte de arriba de rigor. Sus fantasías lo llevaron al límite.
-Mataku… Primero Kuroko y ahora Kagami- se lamentaba el capitán.
-Cho-Chotomate- de entre los muertos resurge- ¿Qué pasa con Kuroko?-
-Que no ha aparecido-
-Y ya es mucho tiempo, incluso para él, no aparecer.- comenta Teppei.
Rápidamente Kagami se reincorpora y sale en busca del peli azul.
No tardó mucho en encontrarlo, bueno chocar abiertamente con él.
-Tsk. Eso duele- se soba la parte baja de la espalda-¡¿Acaso no te fijas por donde vas idio…?!- Kagami se quedó sin palabras, frente suyo estaba Kuroko, luciendo exactamente igual que en sus fantasías. Pero algo…Algo era…
-Chu- para sorpresa de Kagami recibe un beso rápido en los labios por parte del peli azul.
Y así como lo encontró así mismo desapareció.
Por si pensaban que su día había acabado, todo lo contrario, éste solo era el comienzo.
Con su reaparición se iniciaron las prácticas como de costumbre, sólo que…
-¡Aaaaaahhh!- seguido de un sonido fuerte y hueco y un Taiga Kagami tirado en el piso cuan largo era
Simplemente el entrenamiento de este día era de dar lástima. La desconcentración del pelirrojo, causada por las extrañas actitudes del peli azul, era de tal magnitud que ni caminar podía, ya que si lo hacia…
¡POM! ¡ZAZ! ¡BAM!
-¡¡¡KAGAMI!!!-
Tropezaba y caía encima de sus compañeros.
-Muy bien, terminamos por hoy- dice con resignación Riko.
Debido al enfado, Kagami se queda practicando hasta tarde, siendo el último en las duchas.
-¡Maldición!- Golpea la pared mientras su cuerpo era recorrido por el agua que caía de la regadera.- ¡Maldición!-
Paso solo un instante antes de que volviera a hablar.
-Kuroko- murmuró.
-Kagami-kun- responde el oji zafiro.
Simplemente salio disparado por el susto causado.
-¡¡¿Q-Qué estás haciendo aquí idiota?!!-
- Yo estaba aquí primero cuando llegó Kagami -kun-
Kagami no sabía cómo reaccionar a eso, independientemente del comentario del albino, lo que más le intrigaba era su actitud indiferente hacia él.
-Ne Kuroko- hace una pausa para mirarlo fijamente- L-Lo de hace un rato …-
-¿Mph? ¿Nani?-
La gota que derramo el vaso.
-¿Qué? ¡¿Qué?!- le toma por los hombros y le sacude un poco.-¡¿Es que acaso no lo recuerdas?!-
-No sé de qué estás hablando Kagami-kun- fue toda respuesta de Kuroko.
-Bien. Si es así… Tal vez esto te haga recordar- Kagami posa su mano en la barbilla del contrario, levantándola. Y finalmente le besa.
Cuando se separa, el oji rubí ve vacio en los ojos azul celeste de su compañero. El beso no había cambiado de forma alguna su semblante.
-L-Lo siento- sale del baño precipitadamente, dejando solo a Kuroko.
El sol comienza a ocultarse y vemos a un joven pelirrojo dando vueltas en su habitación meditabundo -acompañado de un pequeño balón de baloncesto que tira constantemente a la canasta de igual tamaño en una esquina de su cuarto-, reflexionando sobre lo que acababa de hacer.
Sinceramente no le desagrado la sensación pero ambos eran hombres y compañeros de equipo.
-Hah. Menudo problema- tira y encesta.
Al no llegar a una solución, Kagami opta por recostarse en su cama. No paso mucho tiempo cuando escucha un golpeteo en su ventana, y al mirar…
-¡¿Kuroko?!- se incorpora y abre la ventana dando paso al mencionado.
-¿Qué haces aquí? ¿Cómo…?- no pudo continuar, al instante Kuroko se adueña de sus labios.
-E-Espera- aparta al peli azul - No… No comprendo hacer rato tú…-
Tal parecía que Kuroko no le iba a dejar hablar pues aprovecho la oportunidad no solamente para darle otro beso sino que además lo profundizó, explorando cada rincón de esa nueva cavidad.
-No… E-Espera Kuroko- el albino ahora besaba su cuello y tiraba de su ropa de forma demandante.-E-Esto está mal-.
Aunque lo sabía Kagami no podía evitar encenderse cada vez más, al grado que de su boca empezaban a salir pequeños gemidos.
Kuroko ahora estaba quitando la estorbosa camisa y comenzaba a bajar cada vez más su camino de besos intercambiados con pequeñas mordidas. En el trayecto se topa con los rosados botones del oji rubí, así que empezó a darles mimos, primero al derecho, luego al izquierdo.
-K-Kuroko- Kagami estaba llegando al éxtasis.
-Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí?- eta una voz gélida.
«E-Esa voz» se queda estático al momento. -¡KUROKO!-
-Y pensar que hace un momento me besaste- diciendo esto de un salto entra a la habitación.
Kagami están más que confundió ¡¿Dos Kurokos?! ¡¿Como era eso posible?!
Con mirada filosa se acerca a Kagami.
-Oya, oya. Pensaba que los perros no eran lo tuyo Kagami -kun, pero veo que eso no es del todo cierto-
La cara de Kagami era de confusión total, no solamente estaba viendo doble sino que ahora uno de los Kurokos hablaba de perros, ¡¿Que tenia que ver los perros en todo aquello?!.
-¿Te ha cegado tanto el placer que no te has dado cuenta? Qué pervertido eres Kagami-kun.-
Al terminar de decir esto, Kagami por fin de a qué se refería. El Kuroko que tenia encima suyo -dándole besos y lamidas- tenia el cabello negro al igual que pequeñas orejitas y una pomposa cola.
-¡NI- NIGOU!-
-¡Woaf!- responde el aludido.
-Ha.- Kuroko lanza un gran suspiro- En condiciones normales dejaría pasar esto pero…- se pone a escasos centímetros de Kagami- Tengo una deuda que saldar.- muerde y besa apsasuonadamente a su compañero.
Mientras esto ocurría Nigou se dirige a la parte baja del ojo rubí, quita las estorbosas prendas y comienza a degustar la hombría del mayor.
-Ne Kagami-kun- Al separarse, se refleja, un fino hilo de saliva que les une.- ¿A quien quieres más? ¿A Nigou o a mí?-
Cuando iba a dar una respuesta Nigou se entromete haciéndolo gemir.
-Ya veo…- su rostro se ensombreció- Es a Nigou al que prefieres- sin poder evitarlo finas gotas de agua salina empezaron a emanar de él.
-Ku-Kuroko- su voz reflejaba arrepentimiento- Gomen. Me tomo mucho tiempo para darme cuenta de que la persona que quiero eres tú Kuroko- posa sus labios en un casto beso.
-Eso me hace realmente feliz Kagami-kun- irradia felicidad- Demosa…- su semblante de torna en lo opuesto- como ya dije antes, vengo a saldar una cuenta.- muerde la clavícula del mayor para luego lamerla sensualmente. Kuroko marcaba cada parte de él y haciendo una pequeña seña el cachorro también se unió.
En lo que Nigou lamia el miembro de Kagami, Kuroko hacía otro tanto con la entrada de éste. Kagami sintió un ligero escozor debido a la entrada del primer dedo.
-I-Itai-
-Tendrás que soportarlo Kagami-kun, de lo contrario ni estarás preparado para lo que viene.-
El número 10 no pudo replicar pues al mismo tiempo que era penetrado por otros dos dedos sintió la fuerte succión de Nigou en su pene que lo lleva al climax.
Una vez preparado Kuroko retira sus dedos para sustituirlos con su pene. Una vez ocupado toda la cavidad, Kuroko comienza a moverse, al mismo tiempo que jugaba con el miembro del contrario, sacándole sonoros gemidos.
En vista de que se habían olvidado de él, Nigou decide auto empalarse en el miembro del número 10 de Seirin.
Simplemente el placer que le estaban dando llevó al cielo a Kagami.
Ya era pasada la media noche cuando 2 algunos sw liberan del posesivo agarre de ahora su amante, dirigiéndose aun lado del farol que iluminaba unas canchas de basketball callejero.
-Debo decir que te debemos una, Midorima-kun- se dirige Kuroko al límite de la cancha, donde de entre las sombras surge el peli verde.
-Mph-
-Sin embargo…- ahora se dirige a su gemelo - Nigou…- su mirada reflejaba ira.
-Are Are Kuroko-kun… ¿Aún sigues molesto?- tartamudea y se pasa una mano por sus largos cabellos azabaches. Sin embargo, una vez acabado este gesto recibe una mirada aún más peligrosa por respuesta.- Tonicacu… La próxima vez Kagami-kun será mío.-
-Bueno, suficiente- interrumpe Midorima que se acerca a Nigou quitándole de entre la playera -en un compartimiento secreto- un amuleto. Al hacer esto Nigou regresa a su forma normal.-Ya cumplí con mi parte del trato.-
-Hai, Hai- Kuroko saca un pequeño recipiente el cual lo lanza en dirección a su ex compañero- Arigato Midorima-kun-
Una vez con el frasco en su poder, Midorima se retira.
-Espero que Midorima-kun pase un buen rato con Takao-kun, como nosotros con Kagami-kun- se dirige al pequeño cachorro para levantarlo.- ¿No piensas igual, Nigou?-
-¡Woaf!-
Una vez estando el Alaska en su mochila se marchan.
-Fue divertido. Deberíamos repetirlo, ¿No lo crees Nigou?-
-¡Woaf! ¡Woaf!-responde complacido.
« ¡La próxima vez no perderé!» piensan al unísono loa dos oji zafiros.
¿¿EL FIN??