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Suki-tte ii na yo por yunitha-san

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Notas del capitulo:

bueno mi primer respuesta a cualquier reto, ya estaba un poco oxidada pero ya volvi

Ya había pasado mucho tiempo desde que se había rendido, casi siete años de soledad, no es que le importara mucho, él sabía que los amigos no existen, solo hay personas que están dispuestas a aprovecharse de lo que tienes para después traicionarte, la escuela era un lugar solitario donde solo escuchabas los susurros de otras personas, palabras hirientes y murmullos despreciables, esa era su vida y pensaba que estaba bien con eso.

 

Iba camino a su salón de clases, ya que el periodo de descanso ya había terminado y no le gustaba llegar tarde, iba subiendo por las escaleras, cuando escucho un alboroto detrás de él y pocos segundos después sintió como alguien le tocaba el trasero, se apoyó sobre un pie y giro rápidamente para patear al bastardo que se atrevió a tocarlo, al girarse pudo ver unos penetrantes ojos verde toxico que lo miraban sorprendidos desde el suelo.

 

-¡Púdrete pervertido! –le grito antes de irse lo más dignamente posible de ahí.

 

 

Levantarse en la mañana no era su fuerte pero igualmente tenía que ir a la escuela, soltó un pequeño bostezo y por fin vio a su amigo esperándolo más adelante.

 

-¡Furious! –le llamo mientras trotaba para llegar a él.

-Hola Toothless –saludo el chico alto, un poco robusto y de cabello gris -¿Dónde estuviste ayer? –le pregunto mientras caminaban a su salón.

-por ahí, me invitaron a salir unos chicos de otra escuela –respondió.

-ah… te fuiste sin mí –reprocho mientras entraban a clases.

-la próxima vez te mando un mensaje –le dijo antes de tomar su asiento  y sacar las cosas para la primera clase.

 

Toda la clase se la paso dormitando hasta que miro un pequeño papel rosa que fue deslizado a su pupitre, lo tomo con cuidado y lo desdoblo, solo decía “deberías peinarte parece que tienes un gato enojado en la cabeza” tuvo que taparse la boca para no reír muy fuerte y miro hacia atrás para ver quien le había mandado el papel y miro a una chica rubia de pelo largo y un poco alborotado, tomo un pedazo de su hoja y escribió “no te quedas atrás Camicazi”, pero aun así aliso un poco su cabello negro.

 

Al término de las primeras clases salió a comer con sus amigos y se unió una chica de cabello negro y ojos verde claro llamada Heather, Tooth se divertía mirando los intentos fallidos de Furious por impresionar a Heather, pero mejor se reservaba los comentarios, Camicazi los dejo ya que tenía más amistades que visitar y poco antes de que terminara el descanso Heather se fue alegando que llegaría tarde a su siguiente clase porque le tocaba deportes y tenía que ir a cambiarse, los chicos la dejaron irse y se encaminaron a su propio salón, al momento de ir subiendo por las escaleras Furious comenzó a molestar a las chicas que traían las faldas muy cortas y a los chicos que traían los pantalones muy ajustados, después su mirada capto un chico con el pantalón holgado y sonrió.

 

-saben que los que se tapan más son los que quieren llamar más la atención –dijo mientras se acercaba al chico y extendía la mano.

-Furious ya basta –dijo Tooth al ver la intenciones de su amigo, pero no logro impedirlo a tiempo, cuando se dio cuenta la mano de su amigo estaba pobre le trasero de ese pobre chico y esperaba el llanto en cualquier momento por lo que se acercó para ayudar en lo que pudiera, lo que no espero fue una patada que lo derribo y lanzo hacia abajo.

 

Miro al chico y lo primero que noto fueron unos hermosos ojos increíblemente verdes enojados, después las mejillas del chico pálidas y llenas de pequeñas pecas sonrojadas por la vergüenza, era de estatura pequeña y complexión delgada, después se perdió en su voz.

 

-¡Púdrete pervertido! –escucho y miro como su cabello castaño se ondeaba mientras se iba, comenzó a reírse, en parte de la situación y en parte por el dolor, pero no importaba nada ahora, se levantó como pudo ante la mirada asombrada de todos los que se habían quedado mirando y simplemente miro a su amigo.

 

-no vuelvas a hacer algo como eso por favor –le pidió mientas caminaba a su salón con la mano adolorida ya que había caído sobre ella y la madera le levanto un poco la piel.

 

 

-¡Haddock lo que hiciste es depreciable! –

-¡grosero! –

-deberías disculparte –

 

Ignoraba todo mientras caminaba a su casillero, no sabía a quién había pateado, pero al parecer era alguien popular, ya que no había parado de recibir amenazas y comentarios insultantes hacia su persona, si ese sujeto creía que por ser popular podía hacer lo que quisiera, estaba muy equivocado o eso pensaba hasta que escucho que su amigo era quien lo había tocado y el solo estaba en el lugar incorrecto, pero nada de eso habría pasado y hubiera controlado a su amigo mejor, con ese consuelo abrió su casillero encontrando notas de odio y tachuelas, acudió con cuidado sus cosas y saco los papeles de su casillero, decidió los dejaría ahí, podría picarse con las tachuelas si los levantaba, cerro con candado su casillero y se alejó con cuidado de el para no pisar nada, fue cuando lo vio, esos ojos lo miraban serenos e incluso parecían alegres, ¿Cómo podría estar feliz de verlo? No se molestó en preguntar, estaba por alejarse cuando lo vio recoger una de las tantas notas de odio que estaban esparcidas por el suelo.

 

-creo que están exagerando –dijo tranquilo antes de levantar la mirada hacia el –les diré que paren –le sonrió.

-¿Por qué eres amable? –la pregunta se escapó de sus labios.

-bueno, mi mejor amigo te ofendió, tu solo te defendiste, supongo que me atravesé –levanto su mano lastimada –buen golpe por cierto –dramatizo.

-lo lamento –dijo un tanto apenado mientras rebuscaba en su saco, Tooth le miraba curioso y justo cuando iba a preguntar Hiccup saco una curita –tómala –le dijo un poco inseguro.

-gracias –se la puso en su mano –me llamo Toothless Fury por cierto, pero todos me dicen Tooth –se presentó.

-Hiccup Haddock –respondió seco antes de girarse para poder irse.

-espera –le tomó del brazo -¿me das tu numero? –le pregunto mientras sacaba su celular.

-no-

-¿Qué? ¿Por qué? –pregunto confundido.

-porque no quiero –dijo zafándose del agarre listo para irse cuando sintió que lo tomaron del brazo otra vez pero solo le pusieron un papel en su mano.

-es mi numero –explico –márcame si me necesitas –termino para dejarlo marchar.

 

 

Ya habían pasado varios días del “accidente” y hasta ahora nadie lo había molestado, ni siquiera el chico Fury, lo cual agradecía inmensamente, su vida no era muy interesante, vivía con su madre y ambos trabajaban, su madre era agente de bienes raíces y él trabajaba en una panadería medio turno al salir de la escuela, tenía un poco más de medio año trabajando ahí, por lo cual su rutina era casi siempre la misma, por lo cual cuando salió del trabajo a las siete no le tomo importancia a que ya estaba anocheciendo, comenzó a caminar a su casa cuando noto que un sujeto lo venía siguiendo o al menos esa impresión daba, comenzó a tomar otras rutas para comprobarlo y su miedo creció cuando noto que seguía detrás de él, decidió no exponerse y se ocultó en la primer tienda que encontró, pensando en que entraría detrás de él y lo perdería en los pasillos o simplemente se iría, pero para su desgracia, se quedó fuera de la tienda esperando aun cuando ya había esperado casi veinte minutos, asustado como nunca antes, decidió marcar a su casa para ver si su mama ya había llegado, pero a la cuarta llamada sin contestar comenzó a perder la esperanza, desesperado recordó un numero extra que poseía el de Toothless Fury.

 

 

 

Sus amigos habían insistido que fuera con ellos a comer y aunque no estaba de ánimos acepto ir, necesitaba quitarse la decepción que sentía al no haber recibido ninguna llamada de Hiccup, ahora estaba ahí, sentado con amigos y conocidos, sintiéndose miserable y aburrido hasta la medula, fue cuando noto que su celular estaba sonando, el número no lo conocía, pero se dio una idea de quién podía ser, salió del establecimiento para poder contestar.

 

-¿hola? –contesto inseguro

-Fury… -la voz sonaba asustada –necesito tu ayuda… –fue todo lo que necesito para salir de ahí.

-¿Dónde estás? –le pregunto mientras corría a la parada  del autobús.

-en la segunda avenida, en el centro, dentro de una pequeña tienda frente a la librería –decidió que no estaba tan lejos y eligió correr –por favor… apúrate –fue lo último que escucho antes de que la comunicación se cortara.

 

 

Estaba comenzando a entrar en pánico, creía que se podía desmayar en cualquier momento por suerte ese fue el momento que escogió Tooth para llegar.

 

-¿estás bien? –fue lo primero que escucho del chico, no pudo contestar inmediatamente, era un efecto secundario de verlo, tal vez era porque él era un chico raro y solitario y Toothless Fury era el chico más apuesto y popular de la escuela, y a pesar de todo eso él estaba ahí, preocupado por él.

-hay un señor, me ha estado siguiendo desde que salí del trabajo, no sabía que más hacer, mi madre no contesta y no tengo a nadie más –soltó desesperado.

-¿Cuánto tiempo lleva ahí? –pregunto mirando al señor en cuestión.

-casi una hora –respondió casi en un susurro avergonzado.

-¡¿Qué?! Eso es acoso –se sentía furioso, ¿Qué clase de persona enferma era esa? Hiccup es muy lindo pero eso no les da el derecho de acosarlo –vamos –lo tomo de la mano y sonrió al ver que no se apartaba –salgamos de aquí –entrelazo sus dedos con placer y comenzaron a caminar a fuera de la tienda, cuando estuvieron a la vista del extraño Tooth se giró hacia Hiccup para confusión de este y solo escucho un “Hiccup te amo” antes de sentir unos labios tibios sobre los suyos que estaban helados en comparación, no sabía qué hacer y se quedó petrificado, después sintió como se separaban, lo miro a los ojos buscando respuestas.

-se ha ido –le sonrió –parece que entendió el mensaje –Hiccup se sintió un poco decepcionado pero después de eso llego la ira.

-¡¿Cómo te atreves a besarme?! –se separó bruscamente de él.

-yo… -su mente viajaba a velocidad luz, no entendía porque se molestaba por un simple beso, claro no tenía nada que ver que él lo hubiese disfrutado, hasta que algo en su cerebro hizo “click” -¿ese era tu primer beso? –pregunto mitad sorprendido y mitad feliz.

-si… -se sonrojo hasta las ojeras mientras caminar para alejarse de él lo más pronto posible.

-espera Hiccup –corrió para alcanzarlo –vamos con mis amigos, no están lejos y es peligroso que estés solo –le tomo de la mano y lo jalo para llegar al local de videojuegos donde había dejado abandonados, el castaño se quejó todo el camino pero Toothless no lo soltó, al llegar los presento y fue cuando conoció a esas personas que comenzó a recordar porque no socializaba, lo ponía nervioso la mirada de un chico rubio delegado.

 

 

Heather y Fishlegs lo miraron como quien ve a su rival durante toda la noche, pero empeoro cuando fueron juntos a comprar bebidas.

-¿Qué te traes con Tooth?  –fue la brusca pregunta de Fishlegs y la pelinegra tuvo la decencia de lucir incomoda con esa situación.

-somos… amigos, creo –dijo sin estar seguro de que decir.

-pero te gusta ¿verdad? –Hiccup no pudo evitar su rubor –lo sabía –sonrió con sorna el rubio.

-ha puesto a que ya lo beso –dijo esta vez Heather –el besa a todas la chicas y chicos lindos de la escuela, a mí me ha besado dos beses –presumió la chica.

-solo juega con ustedes –comento despectivamente el rubio.

-solo lo hizo para ayudarme y además no me gusta  -respondió enojado.

-entonces no estorbes –le empujo Fishlegs a una pared –él no te quiere como vez y jamás elegiría a una persona con sentimientos a medias sobre mí, que yo ya me he acostado con él, así que piérdete –le dijo mientras se iban dejando a Hiccup intentando controlar las ganas de llorar, él tenía la esperanza de que el beso que le robo, Toothless lo quería, pero ahora ya no importaba, camino despacio a donde estaban los demás y sin llamar mucho la atención tomo sus cosas dispuesto a irse, cuando ya había cruzado la puerta sintió como lo jalaban y giraban.

-¿Por qué te vas? –pregunto preocupado al ver los miserables intentos del chico por controlar sus lágrimas.

-déjame –su voz sonaba patética y comenzó a caminar con el chico detrás de él, poco dispuesto a dejarlo ir.

-¿Qué sucedió? ¿Alguien te molesto? –preguntaba mientras le seguía el paso.

-solo tú y tus conquistas –murmuro intentando caminar más rápido, pero se encontró acorralado en otra pared pensó con ironía, aunque la situación era distinta ya que Tooth lo tenía aprisionado entre sus brazos.

-¿Qué te dijeron? –técnicamente demando.

-que besar para ti es deporte olímpico y deseas la medalla de oro –dijo sarcásticamente, y para su sorpresa Toothless lucia avergonzado.

-no es así, yo solo… beso a las personas que me gustan y hay otros casos raros pero...  –

-¿Cómo acostarte con otros? –interrumpió

-solo fue Fishlegs y fue mucho antes de conocerte yo… –

-no me importa, no somos nada –antes de poder seguir sintió como era besado de nuevo y esta vez aparto el rostro –no me beses ¡No quiero un beso sin amor! Solo porque si –le miro dolido.

-no es un beso sin sentimientos –se acercó lentamente a el –me gustas mucho Hiccup –susurro antes de besarlo otra vez, un poco más fuerte y más largo -¿Qué  sientes por mí? –pregunto sobre sus labios.

-no se –respondió sonrojado y nervioso.

-mentiroso –sonrió –si no me lo dices te besare en serio –dijo mientas una de sus manos bajaba a la cintura del más bajo.

-yo… creo que… me gustas –respondió al fin, pero Tooth aun así lo beso y el solo pudo sentir como sus piernas le fallaban y su aliento era robado, se encontró respondiendo el beso y apoyándose en los hombros del más alto, su labio inferior fue mordido e inconscientemente  gimió, acción que fue aprovechada para que Tooth colara su lengua a su boca, su mirada se tornó vidriosa y se dijo a si mismo que podía dejarse llevar.  

Notas finales:

bueno tal vez despues lo siga, pero de momento se queda asi

que yaoi-sama  los guie


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