¿Cómo empezar a contar esto? ...Ah sí, mi novio me dejó por una chica. Sí, ¡una chica! ¿Cómo se supone que debo reaccionar ante eso? ¿Acaso soy tan poco hombre que mi novio me deja por una maldita chica? Y lo peor es que ella era mi amiga, ¡mi amiga! …Y peor aún: ¡yo mismo los presente! Pero jamás me imaginé que esto ocurriría.
En ese momento sólo pensé que presentarle a una buena amiga mi novio sería una buena idea, y más porque a Taeyeon siempre le hablé de Beak; le contaba qué habíamos hecho el día anterior, a dónde íbamos de paseo, sobre el delicioso platillo había preparado mi novio para mí.
Tan sólo de recordarlo ahora me da nauseas.
Jamás creí que alguien que supuestamente es homosexual se cambiara de bando tan fácilmente.
Todo pasó demasiado rápido, es más, menos de un mes había bastado para que Baek llegara aquella espantosa noche a mi casa, con una cara espeluznante, hasta llegué a pensar que era un fantasma. Y así de simple, con esos ojitos de perro pidiendo comida –los que siempre ponía cuando quería algo o me pedía perdón por haber olvidado comprar mi pastel favorito y yo me enfadaba, sólo para que hiciera esa maldita cara y me rogara tiernamente- me dijo que había estado encontrándose con otra persona, que había estado pasándola muy bien con esa persona.
Pero en ese momento no me dijo quién era. En ese momento no me dijo si era hombre o mujer. En ese momento no me dijo que me había estado poniendo el cuerno con mi amiga. No me lo dijo hasta que le armé el berrinche de su vida.
Cuando confesó que había estado saliendo con alguien más a mis espaldas, primero entré a la etapa de la negación, aquella en la que crees que todo lo que te dicen o ves es mentira, una simple broma, y no dejas de reír, pero en el interior sabes muy bien que no lo es, y que tu querido subconsciente está tratando de que no sufras tanto así que omite cierta información de vital importancia, la cual descubres en la siguiente etapa.
Esa siguiente etapa de la que hablo es quedar en estado de shock. Me tiré al suelo, tratando de procesar tal información previamente adquirida, creo que estuve unos 10 minutos en silencio, mi miraba viajaba por toda la habitación; supongo que Baek se preocupó, pues me tomó por los hombros y comenzó a zarandearme, hasta que reaccioné y fijé mi vista en sus hermosos ojos color avellana, miré todo su rostro, tal y como no me cansaba de verlo cuando nuestra relación estaba en su esplendor; luego de unos segundos, él se sonrojó –como siempre- y se apartó.
Después siguió la etapa agresiva, en la que todo lo que está a tu alrededor –y lo que no, también- termina siendo destruido, como si el mismísimo Hulk te poseyera y su ira y fuerza te dieran una descarga de energía, la cual gozas en todo momento mientras estás en tu labor de destruir tu propia casa, y si hubiera sido permitido, también a tu novio… o ex novio, como se le pueda llamar.
Ya pasado todo eso, llega la etapa cursilona, aquella tan trágica que no puedes evitar en esos momentos, pero de la que más te arrepientes y avergüenzas unas horas después de haber llorado como magdalena, haberte terminado 4 litros de helado mientras te echas toda la saga de Harry Potter en una noche, y claro, después de haber reflexionado un poco sobre todo. Aquella etapa en la que gracias a la adrenalina y al despecho del momento terminas rogándole a tu novio –el que ahora está rompiendo contigo y puedes comenzar a llamarlo “ex”- que no te deje, que harás todo lo que sea por él, que cambiarás los aspectos que no le gusten de ti… en pocas palabras: que deje a la puta que está viendo y regrese a ti, que regresen a aquellos momentos tan felices que solían vivir. En esa etapa también se puede ver el momento en que me aferro a su pierna para que jamás se aleje de mí; en la que lloro a moco tendido; en la que Park Chanyeol pierde todo su orgullo y deshonra siglos de honor de la familia Park en tan sólo unos insignificantes segundos.
Ya casi a mitad de la etapa trágica, se me ocurre preguntarle quién era esa persona, esa persona que nos estaba separando. Obviamente no me lo dijo así como así, tengo mis propias técnicas personales bajo la manga para convencer a las personas, y ésta vez no fue la excepción: sí, me lo dijo, pero no fue fácil, lo desesperé tanto que terminó apretando sus puños a los costados, y con los ojos fuertemente cerrados me gritó a la cara el nombre de aquella persona. <<¡Es Taeyeon, maldita sea! ¡Taeyeon! ¿Contento?>>. Mi llanto cesó, mi cuerpo se paralizó, hasta podría jurar que por un momento mi corazón se detuvo.
Y aquí es donde todas las etapas previamente mencionadas se vuelven a repetir, una por una, en el mismo orden y con las mismas características.
Luego de que terminara la segunda ronda de mis famosísimas etapas de reacción ante situaciones amorosas-dolorosas, y me encontrara en la fase final de comprensión –que es cuando te propones aceptar todo lo que está pasando, por más que te duela y quieras aventarte desde lo más alto de la Torre Namsan- podemos apreciar el momento en que la persona que más amé en toda mi insignificante existencia me dio gracias por todo lo que vivimos juntos, “que había sido una linda experiencia, y que no olvidaría los lindos recuerdos de lo que un día fue nuestra relación”, y se despidió con un abrazo de no más de 5 segundos y un <<Te quiero, Chan, gracias por entenderlo, espero podamos seguir siendo amigos>>, y tras una sonrisa lastimera dé la media vuelta y cierre la puerta ante ti, dando por terminado todo tipo de relación, porque sí claro, seguiremos siendo amigos, cómo no, echaré estos últimos 2 años-7 meses-10 días que pasé contigo a la basura, todo será como antes, sin embargo ahora sólo seremos “amigos” y se quemarán mis ojos junto con mi corazón viendo cómo tú y Taeyeon van a citas, viendo cómo tú y Taeyeon son felices juntos, viendo cómo tú y Taeyeon conocen a sus respectivas familias, viendo cómo tú y Taeyeon deciden casarse, viendo cómo tú y Taeyeon planean su tan esperada boda, viendo cómo tú y Taeyeon se casan, viendo cómo tú y Taeyeon regresan de su luna de miel, viendo cómo tú y Taeyeon tienen a su primer hijo, viendo cómo tú y Taeyeon son felices con su nueva familia, viendo cómo tú y Taeyeon envejecen juntos, viendo cómo tú y Taeyeon cuidan de sus nietos, viendo cómo tú y Taeyeon mueren juntos…
Mientras, yo cuido de mis 12 gatos, los cuales huyen de mí, porque nadie en este maldito mundo es capaz de amar al pobre de Park Chanyeol.
Y bueno, en conclusión: criar a un gato te ahorra el pasar por todo lo anterior… debería ir ahora mismo a la veterinaria a adoptar un gatito –porque es mejor adoptar que comprar-.
¿Qué nombre debería ponerle?