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Al diablo con la "friend-zone". por Azumi Kuriaki Makara

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Notas del fanfic:

Hola chicos, esta es una historia comedia romantica, donde ademas de eso tambien hay problemas y esas cosas. Solo queria dejar algo en claro, no es la primer historia que escribo pero si la [rimera que publico. Actualizare cada diez o doce dias.

Notas del capitulo:

Aqui comienza nuestro protagonista un nuevo ciclo escolar a burrido igual que siempre.

Caminaba con la mirada baja directo al colegio, con los cascos puestos a todo volumen para que no lo desconcentraran de su insomnio mal conseguido. Llevaba puestos unos jeans de mezclilla algo ajustados a sus piernas, una playera negra con el estampado de un anime llamado Akame ga Kill, y una sudadera de rayas negras, grises y un verde seco. En su mochila solo llevaba dos cuadernos, uno para hacer anotaciones o cosas por el estilo, y el otro era para dibujar, después de todo era el día uno y ni siquiera sabía cómo lucia su escuela, es más, ni siquiera estaba segura si la escuela a la que se dirigía era a la que lo habían inscrito.        Seguía caminando con el cabello húmedo en la cara y el estomago vacio porque no había desayunado, y no había cenado la noche anterior, así que tenía planeado ir a la cafetería de la escuela en cuanto llegara. Paso un puente sobre un pequeño canal de agua, camino sobre la acera fría y oscura, acompañado del eco de sus pasos que claramente no escuchaba, para él solo era otro pasillo con locales vacios a los costados mas, siguió caminando hasta llegar a una farola solitaria por donde pasaban muchas personas como de su edad para subir unas escaleras y llegar al instituto que estaba muy arriba. Suspiro y se dispuso a subir las escaleras, llego hasta el tercer escalón y ahí se detuvo para ver que justo al lado de las escaleras había una rampa para personas discapacitadas, pero era muy inclinada sería realmente cansado subir con una silla de ruedas por ahí, de hecho pensó que sería más sencillo subir las escaleras en silla de ruedas a que la rampa. Soltó una ligera carcajada respecto a eso y se dispuso a subir de nuevo los escalones, cuando se dio cuenta que iba a entrar a la escuela con audífonos de casco a todo volumen, así que se los quito y justo después de eso escucho una voz algo ronca decir “¡Demonios!” volteo a ver y se dio cuenta que otra persona se había fijado en lo negativo de la rampa, y no cualquiera, NO, si no una persona en silla de ruedas. Iba de mal humor, si, pero tenía que ser empático así que bajo de nuevo y se puso a lado del otro chico que se estaba guardando todas las maldiciones que le fueran posibles, y con su suave y tranquila voz preguntó- ¿Necesitas ayuda?- el chico de al lado volteo rápido a ver a Annie, el chico era de piel algo morena y tenía muchas pecas, de un cabello castaño y ojos cafés.

- S-Si, por favor- le contesto el moreno-, chica…- le dijo un poco tímido y el otro se rio un poco por cómo le dijo.

-Con gusto te ayudo- le dijo tomando los mangos de la silla-, ¿y tu nombre es…?

-Jack- le respondió y en eso Annie comenzó a caminar-, mi nombre es Jack…

-El mío es Annie-  dijo empujando la silla de Jack.

-Lindo nombre…- dijo jugando con unas pulseras que traía puestas.

-Soy hombre- le dijo viendo que otra vez lo habían confundido con una mujer, ¿solo porque tenía el cabello a media espalda y era delgado ya tenía que ser mujer? ¿Qué tiene de malo que un hombre lleve el cabello largo?

-¿E-en serio? Lo siento-  le dijo algo sorprendido y avergonzado, había confundido a un chico con una chica, eso era realmente vergonzoso e incomodo, ya no sabía que mas decir así que solo se puso la capucha de su sudadera apretándola con sus manos-, no me había dado cuenta, perdón…

-No te preocupes- se apresuro a decir, antes de que Jack se  sintiera mas incomodo-, pasa todo el tiempo, ya es una costumbre escuchar que alguien me diga chica…- le dijo como si no le importara, pero es que realmente ya se había acostumbrado a eso, desde que entro a la primaria era difícil lidiar con los mayores que creían que era una niña con uniforme de niño, y ya era demasiado tiempo como para no estar acostumbrado a ello.

-Oh, entonces ¿cada que conoces a alguien te confunden?- pregunto Jack un poco mas aliviado de que no lo dejara a media rampa solo haciendo que se regresara hasta abajo a una velocidad no muy bonita.

-La mayor parte del tiempo si- le dijo recordando muchas cosas-, pero no es algo que deba afectarme, de hecho me causa gracia- dijo esbozando una sonrisita-. Aun me acuerdo cuando conocí a la pareja de mi madre, dijo que era una niña muy linda, eso fue cuando tenía seis años así que fue la primera vez que me “indigne” por eso, pero en si no me desagrada…

-Hahaha okey- se rio por lo que le acababa de contar, esta persona era muy educada, buena y agradable, te hablaba como si no la acabaras de conocer, con mucha confianza, lo hacía sentirse seguro al hablar con ella… el-, pero, ¿Por qué tu nombre?

-La verdad es que no tengo ni idea pero- dijo viendo la mochila en las piernas de Jack-, ¿tu mochila es de Led Zepelin?- pregunto poniéndole atención al estampado de esta.

-Sí, lo es. Es mi banda favorita- dijo abrazando su mochila de una manera algo infantil.

-Genial, a mí también me gusta mucho, pero mi banda favorita es Oasis. ¿Eres de nuevo ingreso?- le pregunto.

-Sí, soy de primer grado y quede en el grupo F, el último por culpa de los videojuegos…- le conto haciendo referencia a que no había estudiado mucho.

-Haha si, a mi me paso lo mismo pero por leer Manga a la guía de estudio…- le conto viendo como cada vez pasaban más personas junto a ellos por las escaleras- Mira ya vamos llegar…

-Sí, espera, ¿quieres decir que también eres de primer grado y que estas en mi grupo?- Pregunto sonando algo emocionado

-Sí, creí que mi pregunta había sido muy obvia…- le dijo esbozando una sonrisa tonta. Luego ambos comenzaron a reírse quién sabe porque y entraron por fin a la escuela. Una muchacha delgada y de cabello negro, con camisa azul cielo le toco el hombro a Annie haciendo que este volteara despacio y algo confundido.

-Linda, las chicas estarán de este lado hasta que las acomodemos en sus grupos- le dijo apuntando a un lado donde solo habían mujeres, Jack solo se le quedo viendo a Annie y este solo comenzó a reírse.

-Lo siento, profesora, pero soy hombre- le dijo sonriendo y viendo como la expresión de ella había cambiado drásticamente.

-Oh, perdón, ve por ese lado…- le dijo cubriendo su boca con una mano y apuntando a donde solo había chicos con la otra, luego Annie asintió con la cabeza y siguió empujando la silla de Jack a donde la profesora había dicho.

-¿Ves? Te lo dije, es muy común…- dijo haciendo referencia a lo que la maestra había hecho.

-Ya veo-dijo para quedarse en silencio y llegar a todo ese conjunto de alumnos. Cuando iban caminando cerca de unos mucho más altos que ellos, tres se les acercaron a Annie, pero este solo los ignoro y siguió caminando a paso lento.

-Oye, niña, ¿no sabes que este lado es solo para hombres?- le dijo uno de ellos rodeando el cuello de Annie con su brazo y acercándolo a él.

-Sí, lo sé, por eso estoy aquí- le respondió importándole poco como se lo tomaran ellos.

-¡Maldición!- exclamo otro de ellos-, ¿es que acaso no te importa? Cualquiera podría llegar y manosearte, niña.

-Creo que sería extraño que un hombre manoseara a otro- dijo viendo como pusieron cara como de “¿Qué carajos?”-, ¿no creen?

-Espera, espera, espera- dijo uno de ellos moviendo sus manos-, ¿quieres decir que eres hombre?- pregunto acercando su rostro al de Annie.

-No “quiero decir”, soy hombre- dijo haciéndose a un lado para continuar su camino en busca de algún profesor-, así que si me disculpan, quiero ir a comer algo- dijo alejándose de ellos, los cuales se quedaron muy consternados.

-¿Qué rayos pasa por la mente de esos tipos?- se pregunto a si mismo Jack.

-Ni puta idea- le respondió y en eso el moreno se río-, agh- se quejo- ¿Dónde están los profesores cuando quieres llegar a la cafetería? – dijo buscando con la mirada a alguien que fuera mayor.

Jack también hizo lo mismo, no sabía porque quería comer, quizá era de esos que comían porquería y media, y nunca engoraban.  Estuvo viendo por un rato hasta que al fin encontró a alguien que se veía mayor, y quizás era un profesor- Mira allá, creo que es un maestro- le dijo señalando en donde lo había visto. Annie volteo a ver y casi se le iluminaron los ojos al ver a un señor como de unos treinta años.

-Okey, ahora regreso- dijo soltando la silla de Jack-, ¿no quieres algo?-le pregunto antes de irse a con el profesor.

-No, gracias- le respondió-. Yo ya desayune- dijo palmeándose el abdomen.

-Está bien, no me tardo- le dijo y  en eso se saco la mochila-. Cuídamela- le dijo dándosela. Luego se echo a correr donde estaba el profesor, y al llegar le toco el hombro con cuidado y el hombre voleo en seguida.

-¿Si?- pregunto el hombre de pelo oscuro que estaba parado viendo a todos esos “escuincles”, para que no hicieran una de sus locuras.

-Usted es un profesor, ¿cierto?- pregunto aun con sus dudas.

-Soy el consejero escolar, mucho gusto- dijo extendiendo su mano para saludar a Annie, quiero decir, siempre era educado, y más cuando tenía a “mujeres” lindas frente a él-, señorita, puedes llamarme Héctor- dijo  con una sonrisa.

Annie se le quedo viendo por un momento dudoso, pero luego solo acepto su saludo con una sonrisa burlona- Mucho gusto, profesor Héctor- dijo estrechando la mano del hombre. –Mi nombre es Annie, soy ALUMNO- dijo haciendo énfasis en la última palabra- de nuevo ingreso- dijo moviendo su mano de arriba abajo.

-¿Alumno? Lo siento, un error lo comete cualquiera- dijo rascándose la nuca, viendo como Annie solo se burlaba en silencio de él. -¿Necesitabas algo?

-¿Eh? Ah, sí- dijo desviando un poco la mirada. -¿Dónde queda la cafetería? Me muero de hambre.

-Bueno, esta por allá- dijo apuntando a un pasillo después de unas cuantas escaleras-, te vas todo derecho y ahí está- le dijo apuntado detrás de él-. Pero ya van a empezar las clases, así que te recomiendo que lo hagas rápido.

-Está bien, gracias- le dijo y se fue corriendo a donde le apunto. Subió más escaleras y corrió por un pasillo con casilleros y puertas a los costados, que seguro eran salones. Llego al final del pasillo y solo había otro pasillo hacia la derecha y una puerta grande de cristal a la izquierda, casi como la entrada principal. “Seguro y me trolleó…(1)” pensó entrando a la puerta, y se encontró con que salió al  patio trasero, vio que había otras cuatro construcciones más, una pequeña placita donde habían un dos mini-locales  que uno era una tiendita y otro algo así como una papelería y mesitas regadas por ahí. Había un edificio completamente cerrado y solo era de un piso, seguramente era el gimnasio, otros dos de dos plantas y uno que no estaba muy lejos de él,  estaba construido con paredes de cristal, por ahí se podían ver mesas dentro y había unas cuantas afuera, supuso que ese era la cafetería. Corrió hacia allá pensando que ese lugar era más grande de lo que él pensaba. Llego a la entrada del edificio y vio que por ahí cerca había varios árboles muy frondosos y una fuente de agua muy linda cerca de ellos, ya había encontrado su lugar de descanso. Entro y se fue directo a la barra donde atendían y una muchacha de pelo rubio le pregunto qué era lo que necesitaba, y él le dijo que si le podían dar un batido de frutas o algo rápido que lo llenara, ella asintió y le preparo lo que él dijo pero con cereales luego de un momento se lo dio a Annie y le cobro 15$. Luego de eso salió corriendo de ahí directo a donde estaba Jack, y en su trayecto atropelló a un chico un tanto más bajito que él, haciendo que ambos cayeran a un tipo de jardinera pequeña , para suerte de Annie el batido estaba intacto.

-¡Ouch!- se quejo el chico debajo de Annie, intentando quitarse a este de encima.

Annie se levanto rápido para ver si su bebida estaba bien, así es, le importaba mas su bebida a que el chico que estaba debajo de él, quizás ni siquiera lo había sentido. Después de verificar que su desayuno estaba bien, vio al chico de abajo que lo miraba de una manera insistente y asesina. –Lo siento- dijo haciendo un esfuerzo por no volverse a caer mientras intentaba salir de ese lugar lleno de plantas-, ¿estás bien?- pregunto una vez que ya estuvo de pie y le extendió la mano para ayudar a levantarse. El chico lo fulmino con la mirada pero aun así acepto su ayuda.

-Gracias…- dijo una vez que ya estuvo de pie, luego se sacudió la ropa acomodándola un poco. Volteo a ver a Annie que ahora estaba felizmente tomando su batido. Le puso mucha atención, en la forma de vestirse, en como trataba a las demás personas y como lo había hecho de menos para ver si su licuado estaba bien, en su rostro, su color de piel, las expresiones de su rostro, su color de ojos, pero sobre todo y lo que lo distinguía del resto era su cabello largo y opaco, ya mezclando todas sus cualidades se parecía mucho a un ex-compañero suyo, solo lo hacia un poco más delgado y listo, ya tenía a un Annie Rogers frente a él. –Disculpa- le llamo haciendo que le prestara más atención a el que a su bebida-, ¿Cómo te llamas?- pregunto con sus dudas, quizás y lo estaba confundiendo.

-Annie- le respondió aun tomando de su bebida, y al momento de responderle el otro chico abrió ampliamente sus ojos.

-¡No puede ser!- grito, y en eso se le lanzo encima para abrazarlo- ¿Realmente eres Annie? ¿Annie Rogers?- pregunto tomándolo de los hombros.

-Sí, lo soy- dijo un poco confundido, hasta que distinguió su piel palidezca (aunque no tanto como la de él), y sus ojos y su cabello negros azabache-. Espera, ¿Daniel?- pregunto acordándose de uno de sus amigos en la primaria.

-¡Si, exacto! Genial, aun te acuerdas de mí- dijo volviendo a abrazarlo-. ¿Cuánto tiempo, eh?

-Sí, fueron como dos años desde la última vez que nos vimos- dijo alborotándole  un poco su cabello, y este en un instantáneo movimiento volvió a abrazarlo.

-Sí, fue demasiado tiempo- dijo separándose de él-, y en todo ese tiempo parece que no te has cortado el cabello- dijo jalando levemente dos mechones de cabello que caían por los hombros de Annie, y este solo se retorció un poco arrugando su nariz.

-No hagas eso, me da cosa- dijo tomando las manos de Daniel para que ya no tocara su cabello-. Y claro que si, ayer me lo despuntaron…- le respondió haciendo todo su cabello hacia atrás.

-No es lo mismo que cortártelo- lo acuso viendo como respuesta su típico “no me importa” mudo, que consistía en encogerse de hombros y hacer un gesto extraño con su rostro.

-Bueno, ya que sería muy obvio y estúpido preguntar “¿Vas a estudiar aquí?”- dijo volviendo con su bebida-, mejor preguntare: ¿Qué haces rondando por aquí?- pregunto algo curioso por saber que andaba haciendo a unos tres minutos antes de que tocaran el timbre para iniciar las clases por estos lugares.

-Pues buscaba el baño pero- dijo desviando la mirada algo avergonzado-, ya no me entraron más ganas, ¿nos vamos?- pregunto tomando su mochila de morral que había dejado caer cuando él hizo lo mismo.

-Sí, vamos- dijo tomándolo de un hombro caminado de nuevo al edificio por el cual había llegado a ese lugar. Caminaron hasta las escaleras y al bajarlas vieron que ya había más muchedumbre que hace rato. Bajaron y Annie comenzó a buscar a Jack con la mirada, no tardo mucho para encontrarlo, así que fue a donde él estaba seguido por un Daniel feliz y claramente emocionado. –Hey, regrese- dijo tocándole un hombro a su recién conocido amigo castaño-, y traje conmigo a un amigo- dijo apuntando a Daniel, y este lo saludo un poco nervioso.

-Soy Jack- dijo acercándose a Daniel-, mucho gusto- le extendió la mano para saludarlo.

-Yo, uhm…- tomo la mano de Jack, pero no hizo nada mas, realmente le daba pena.

Annie tomo a Daniel por los hombros y se colgó de el.- Vamos hombre, sin miedo que no muerde- dijo haciendo que Jack se empezara a reír y Daniel solo le entro aun mas pena.

-No es eso, es solo que no soy bueno hablando con las personas…- dijo soltando la mano del moreno despacio.

-Pft, hombre le vas a caer bien, a mí ya me cae bien…- le dijo sonriéndole- Pues bien, hermano, el es Daniel, un amigo de la primaria- le dijo presentando a su amigo de cabello negro. Ambos se saludaron  como cualquier persona lo haría, luego tocaron el timbre para dar inicio a las clases y un profesor con un megáfono empezó a llamar la atención a todos para que lo siguieran, se presento como el profesor de ciencias de primero Abel. Hizo que todos los de nuevo ingreso lo siguieran hacia afuera, de ahí los llevo al gimnasio, y Annie había acertado en que edificio era. Luego comenzó a formar a los grupos de primero, resulto que a Daniel también le había tocado en su grupo y que el número de hombres y mujeres en su grupo era número par, eran 16 de cada género.    Una profesora estaba al lado del grupo de Annie, como de la estatura de una de las chicas. Era morena  como lo eran muchos de sus compañeros, cabello rizado y recogido con una diadema, bestia con un pantalón de mezclilla no muy ajustado y una camisa azul marino, si se fijaba bien todos los profesores estaban vestidos con algo azul. Luego tuvieron que seguirla a ella a otro salón, uno que estaba en la planta baja de un edificio que estaba al lado del gimnasio. Todos tomaron asientos y Annie hizo a un lado una silla de su respectivo pupitre y le dijo a Jack que se acomodara ahí, y el acepto con una sonrisa tímida, todos comenzaron a aullar como lobos con diarrea –como  Annie les decía- y la maestra los callo de un librazo en el escritorio.

-¡A ver, niños! No me traen de un muy buen humor, así que compórtense- dijo en tono firme haciendo que todos la miraran algo espantados, luego la maestra aflojo un poco su expresión y sonrió-. Mentira, hoy ando de buenas, soy la maestra Maribel, yo seré su tutora durante el tiempo que estudien en esta escuela, sean bienvenidos- dijo haciendo que todos, o la mayoría sacaran un suspiro de alivio -. Bueno, les explico, este día no va a ser como el resto, ya que todos los grupos de nuevo ingreso, o sea los de primero, se fueron con sus respectivos tutores para que les pudiéramos explicar el funcionamiento de su escuela y se fueran conociendo…- la maestra se veía como de unos treinta años, era muy amable, y  como vieron, bromista. Les siguió hablando del funcionamiento de la escuela, Annie volteaba a ver a Jack y a Daniel de vez en cuando, n sabia porque pero sentía la impetuosa necesidad de hacerlo. Hasta ahora tenía entendido que cada que salían de una clase tenían veinte minutos de descanso ya que la escuela era amplia y a veces las clases quedaban muy alejadas de otras, todos los timbres que se daban estaban acomodados para que todos los grupos tuvieran el mismo tiempo de clases,  los lunes y los miércoles eran días de hora completas, quería decir que había cuatro descansos para mas horas de descanso, hasta ahora todo esto para Annie era muy complejo, y llego a odiar a su madre un poco, pero era cuestión de tiempo para que se acostumbrara. Ya que terminaron de explicar, fueron con las presentaciones, todos tuvieron una normal hasta que lego el turno de Annie, que era uno de los últimos, se había sentado detrás de un chico de cabello negro como el de Daniel y ojos verdes llamado Erick   Walk, que le iba a hablar luego debido a que coincidían mucho en gustos. –Siguiente, por favor- pido la maestra y Annie se puso de pie.

Se fue a parar frente a todos, como sus compañeros lo habían hecho con anterioridad, con la mirada perdida en el suelo luego levanto la vista –Hola, mi nombre es Annie Rogers, mi música favorita es el rock, me gusta el chocolate, el anime, patinar, dibujar y dormir- dijo para todos de una manera muy  seria y la profesora solo se le quedo viendo.

-¿Alguna otra cosa que quieras agregar, Annie?- le pregunto su tutora.

-Si- le respondió con una sonrisa-, soy hombre- dijo y vio como muchos se quedaron boqui-abiertos, otros con los ojos muy abiertos y otros soltaron un ¡¿Qué?!

-Es obvio- dijo Erick-, está muy plana como para ser mujer- continuo viendo que Annie no dejaba esa sonrisa de “Ay, pero que idiotas”, que era una muy bonita-. Pero que conste que si no nos avisabas, cualquiera te hubiera confundido con una mujer, y me incluyo.

-Okey, profesora Mary, ¿ya puedo tomar asiento?- pregunto algo divertido y la maestra correspondió con la mirada…

Pasaron dos horas y tocaron el timbre, todos salieron con una hoja impresa que tenía el horario de su grupo y el número de casillero que le había tocado: 12-B. Ahora les tocaba ciencias, así que con ayuda de su tutora pudieron llegar al aula sin ningún problema. El día se entero se la pasaron Annie, Jack y Daniel juntos, en las otras dos clases restantes se sentaron cerca uno del otro, y cada que caminaban a los salones Annie empujaba la silla de Jack como si ya fuese costumbre y Daniel iba a lado del de pelo pajizo.    Todo fue genial pero a la vez aburrido, como supuso, pensó que la mejor parte fue tutoría y antes de comenzar las clases. En la última clase, faltando como tres minutos para retirarse, Annie se estaba quedando dormido, de no ser por el bendito timbre, se hubiera quedado dormido. Salió con Daniel a su lado y con Jack empujándolo, como lo habían hecho el resto del día, con la mirada fija en el edificio donde se encontraba la salida, y al entrar pensó que había más muchedumbre que en la mañana, solo lo ignoro y siguió caminando, no le importo hasta que sintió que le tocaron el trasero, si los malditos pervertidos siempre aprovechan las muchedumbres para toquetear a las mujeres, aunque en este caso se habían equivocado. Al voltear se topo con que era Erick el que le toco, no una, si no varias veces ese lugar bajo la espalda.

-¡Oye!- le llamo dándole un codazo en la costilla, y los otros dos voltearon de golpe.

-Tranquilo, hombre- le dijo el pelinegro más alto que el con una sonrisa-, solo era una joda-  le aclaro viendo como los dos de enfrente los ignoraban comenzando ellos una conversación y el de cabello largo hacia una mueca de disgusto.

-No lo vuelvas a hacer- le advirtió mirando de nuevo al frente y saliendo de la escuela.

-Está bien- acepto el otro aun con esa sonrisa, que para Annie era muy estúpida pero divertida, y en eso el más bajito sonrió también.

-Tu sonrisa es muy contagiosa- lo acuso sonriendo quizás de la misma forma que él lo estaba haciendo.

-No seas mentiroso- dijo desviando la mirada, recibir ese tipo de “halagos” no era algo a lo que estaba acostumbrado.

-No lo soy- le dijo viendo que los otros dos ya se estaban llevando bien-, y en todo caso, si no lo es, para mí sí.

-E… está bien- dijo viendo su linda sonrisa, pensó que la de él era más contagiosa que lo que podía llegar a ser la suya-, pero bueno, lo que quería decirte era ¿que si mañana podía pasármela con ustedes en los descansos?- pregunto ahora si moviendo la cabeza en otra dirección.

-Claro que sí, me encantaría- le dijo y comenzó a bajar por la rampa.

-Bien, entonces nos vemos- dijo bajando las escaleras apresurado.

-Ya tenemos compañía para mañana- aviso el de cabello largo…

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…Subió las escaleras del edificio hasta llegar a su casa, y para su sorpresa la puerta estaba abierta, se fijo por el borde y su madre se encontraba haciendo a comida. Cerró la puerta con cuidado de no hacer ningún ruido, camino hasta la cocina, y al llegar dio un grito grueso que decía “¡¿Por qué dejaste la puerta abierta?!”, haciendo que ella gritara y diera un respingo por el susto y la sorpresa.

-¡Rayos, Annie! ¿Me quieres matar de un infarto?- dijo su madre dándole un beso en la frente para saludarlo al tiempo que se limpiaba las manos con una franela.

-Pues si vuelves a dejar la puerta abierta no voy a ser yo quien lo haga- dijo sentándose en el sofá-, y no va ser de un infarto.

-¿Estaba abierta?- pregunto viendo que la puerta estaba cerrada haciendo que su hijo rodara los ojos.

-Madre, estas peor que viejito con alzhéimer- le dijo haciendo que ella se empezara a reír.

-Bueno ya- dijo tratando de calmar su risa-, báñate porque vamos a ir a el aeropuerto- le dijo sentándose a su lado.

-¿Para qué?- pregunto Annie.

-Vamos a ir a recoger a Cameron, se va a mudar a nuestra casa- le dijo con una sonrisa-, es el hijo de Leo, o sea tu hermanastro.

-Oh, ya veo- dijo parándose y dirigiéndose a su cuarto-. Está bien ahora salgo- dijo cerrando la puerta de su habitación, luego se lanzo de panzazo a su cama y asi se quedo por un rato…

Fin del capítulo 1.

Notas finales:

Hasta aqui termina el primer capitulo. Espero y le haya gustado *suda sangre*. 

1: Para los que no saben "Trollear" es como jugar una broma.


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