Killua;
-Aquí estoy, desolado, angustiado, dejando me llevar por un extenso mar de aguas negras, esperando mi final pues la vida me ha traicionado, me ha dejado solo, sin Poder encontrar un rumbo que seguir, no le quiero dar un sentido a mis tres trágicas perdidas, pero aún así estoy consiente de que la culpa fue solo mía, mía por no poder decidir entre ellos, por no desatar el problema, por no... Por no poder luchar por mis personas amadas las cuales ahora me han dejado sin decir adiós-de pronto la lluvia comenzó, Killua caminaba por las calles de una cuidad a la cual llego hace aproximadamente hace unos cinco días, en lo que vagaba por sus pensamientos no supo como llego hasta el edificio en el que de hospedaba, pero estaba hay, sus ropas se encontraban sucias, hace ya cuatro días que no se cambiaba, comía o volvía a ese lugar, de pronto decidió entrar, vio una vez más el lugar, ya no sentía ganas de estar hay, ya no sentía ganas de vivir...-esto parece una mentira... De pronto me siento tan solo... y es que me duele que Gon ya no este conmigo, me duele tanto que... Que me dejara por ese enfermo...
Gon:
Afuera la lluvia era un verdadero calvario, estaba frente ha frente con Hisoka, ambos lloraban, se miraban el uno al otro, no podían seguir con esto, en tan solo unos momentos todo terminaría, la asociación de cazadores se entero de lo suyo, de que Hisoka tan solo mataba por matar, lo acusaron de pedofilia pues Gon aún no cumplía los quince y muy pronto estarían acá, lo vendrían a buscar para llevarlo ha un juicio y luego de eso a la cárcel o tal vez si descubren algo más... Lo matarían, de pronto un teléfono sonó, Gon se dirigió hacia el, lo tomo entre sus manos, escucho la voz al otro lado de la linea, unas lágrimas recorrieron sus mejillas, ha Hisoka le habían dado pena de muerte, pronto estarían haya.
Se abrazaron, tomaron un papel, escribieron sobre el, lo dejaron en la mesa, estaban dispuestos ha hacer una locura.
De pronto dos armas se plantaron sobre las manos de los individuos.
Se miraron a los ojos, ya nada tenía sentido, Gon tomo con su mano izquierda el arma, mientras que Hisoka la tomo con la derecha, entrelazaron las otras dos, dejaron su vista fija en la del otro, ambas pistolas apuntaban al corazón de su amado.
-Por que te amo...-dijo Gon con lágrimas en los ojos.
-Por que te amo-Hisoka lo miro fijamente, no lo podía creer, iba a morir, pero en verdad esperaba mil veces que fuera Gon antes que otro.
Se escucharon los disparos, ya no podían retroceder, era demasiado tarde.
Killua:
-Lo he perdido todo, Gon me ha dejado y ahora vive con Hisoka, kurapika se fue con Leorio, ya no esta acá, si tan solo hubiera podido decidirme....
Kurapika:
Era tarde y quien sabe el porque pero fuerzas misteriosas lo obligaron a dormir todo el día pues Leorio estaba molesto, pero no por cualquier cosa, era por culpa de la infidelidad, no llevaban tanto tiempo, pero una infidelidad era algo que no se perdonaba tan fácilmente.
Se removió, la cama se sentía tan vacía.
Se sentó, ya no quería seguir con esto, tenía que disculparse, era su deber.
Camino por un pasillo, se detuvo cerca de una ventana, afuera el cielo era negro, mezclado con lluvia y truenos, siguió, llego a la cocina, hace mucho que no escuchaba a Leorio....
Entro, el pelinegro se encontraba con una soga alrededor de su cuello la cual se afirmaba a una de las vigas del techo provocando que sus pies se elevaran del suelo, Kurapika observo la escena, gotas cristalinas recorrieron su rostro, no se le pasaba por la mente que hacer, solo tenía una oportunidad.
Busco alcohol, todas las pastillas que encontró en la casa, las dejo en una tasa la cual lleno por completo, tomo el cuerpo de Leorio dejándolo en la mesa, saco dos vasos, uno de ellos los dejo entre los muertos y fríos dedos de su amado, el otro lo ocupo él, bebió todo lo que pudo, su cuerpo ya no deba más, todo estaba nublado, no distinguía bien las cosas, ya era hora, tomo la tasa, trago todo el contenido, volvió a beber, boto el cuerpo de Leorio al piso, con sus ultimas fuerzas entrelazo sus manos.
-Por que te amo-suspiro con su ultimo aliento, todo se torno negro y su mirada nunca volvió a brillar como antes.
Killua:
-Es tan ridículo que hasta tú me hayas dejado, como puede ser que esto me este pasando, lo prometiste-su llanto se volvió desesperado, la lluvia tomo fuerza-Illumi, lo prometiste, habías dicho que no me dejarias, que siempre, aún si eras mi ultima opción me Amarías, pero no era cierto....
Illumi:
-Por que te amo...
-Por que te amo...-nadie supo como, pero en estos momentos los cuerpos inertes de Illumi y Kuroro iban río abajo, lo único que se podía decir era que ambos ya no estaban.
Killua;
El albino estaba desesperado, ya eran cerca de las tres de la maña y aún no conciliaba el sueño, se levanto de la cama, recurrió su departamento, fue hasta el living, prendió el televisor, eran las noticias lo que ocupaba a estas horas el mando en programación.
Noticias:
Se podía ver a un hombre de traje el cual hablaba, pero no le tomo importancia hasta que...
-Pues bien, ahora vamos con un reporte de ultimo momento. Vamos contigo Elizabet-la voz del hombre era grave, se distrajo, ahora quien hablaba era una chica que llevaba una chaqueta de cuero negro y un gorro morado.
-Pues como decían, estas son noticias de ultimo minuto, el día de hoy se han reportado seis muertes, al parecer todos ellos decidieron quitarse la vida-de pronto su corazón se acelero, los primeros nombres fueron los de Gon he Hisoka, seguidos de Kurapika, Leorio, Kuroro y por ultimo Illumi, esto era una broma, no podía ser posible, estaban muertos, los seis fueron suicidios, y la diferencia fue que en la escena de Gon he Hisoka había una carta, una carta que desde que la leyeron estuvo pegada en su mente....
Apago el televisor, tomo su celular, puso musica, salio del edificio, aun no cesaba la lluvia, camino por las calles, tenía que ir a un lugar.
Se fue la luz, en la oscuridad, que no quiso dejar que se apodere de mi.
-estoy cerca-siguió caminando, aún recordaba las primeras lineas....*Es tarde, en verdad tarde, ya no podemos seguir con esto, en verdad... No podemos*
Amada es esa flor que renació con la maldad, no dejara que se vallan de mi, todo mi rencor. Tomo Mi temor.
-No quiero pensar en eso...-el cielo era cada vez más oscuro, el frío se hacia presente pero no le importaba, ya no quedaba nada...*Es injusto que nos obliguen a hacer esto, ha morir por amar, por el color de la piel, a hablar sin antes fijar bien la vista*
En el futuro que me dijo así, La cuidad olvida borrar sonar. Y es que el presente se oscureció, Sueños que decidí convertir.
-Estoy cerca....
Se fue la luz, en la oscuridad, que no quiso dejar que se apodere de mi.
-Tan cerca...-seguía caminado, aun esa carta rondaba por su mente *hemos decidido cometer esto para que sepan que el verdadero amor existe, oh al menos para nosotros...* no debía pensar en eso, solo caminar, caminar por las calles que ha esas horas de la noche estaban cubiertas por la neblina y el frío.
Amada es esa flor que renació con la maldad, no dejara que se vallan de mi, todo mi rencor. Tomo mi temor.
Llego, eran las vías del tren el cual aún no llegaba, se puso al interior de esta, admiro una vez mas el cielo, la lluvia choco contra sus brazos desnudos, de pronto se escucho un ruido, miro la luz que cubría su espalda, extendió uno de sus brazos, ahora que recordaba había una posdata en la carta, la dijo en voz alta-por que te amo...-el tren paso, su cuerpo viajo bajo las ruedas...
Pero ya no dejare que nadie se interponga en mi vida...
Amor Yaoi
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