First kiss
Delineo sus labios con los dedos anular e índice, hizo la mueca de dar un beso y rápidamente se sintió avergonzado de su acción, sus mejillas tomaron un ligero tono carmín y miro por la ventana.
El cielo estaba de un color azul brillante, las esponjosas y blancas nubes de distintas formas bailaban al compás del soplar del viento y el sol resplandecía cálidamente, lo cantares de las aves eran preciosos y le hacían sentir en calma.
Mojo un poco sus labios delinean dolos con la lengua, e l nunca había besado a nadie, no conocía aquella sensación, sin embargo, no le era del todo desconocido, películas, dramas e inclusive algunos de los anime que había visto tocaban este delicado tema.
Tomo su celular y miro de nuevo aquel mensaje, "¿como estas? Cuando te vea sano y salvo te daré un beso en los labios". Sangaku Manami
Hace una semana el, Sakamichi Onoda había sufrido un accidente, al intentar salvar a una niña que cruzaba la calle cuando un auto se paso un semáforo en luz roja, y a pesar de que el automóvil disminuyo su velocidad el golpe que el chico de lentes recibió fue demasiado fuerte como para dejarlo inconsciente un par de días y con un pie fracturado.
Sus compañeros del club, sus dos amigos, y Miki asistían diario al hospital donde estaba siendo atendido el chico de lentes, sin embargo, entre las peleas de Naruko con Imaizumi, Naruko y Tadokoro, las miradas a muerte que Imaizumi le lanzaba a Kinjou y los muchos intentos fallidos de Makishima y Miki por tratar de calmalos habian provocado que la enfermera en jefe los corriera del hospital, al menos por ese dia
-Ahora recuerdo que en la mañana, antes del horario de visitas matutina vino un chico de tu edad preguntando por ti- comento la enfermera de forma casual
-¿Eh?- fue lo único salio de los labios del pelinegro
-se veía muy cansado, y aunque insistió en querer entrar la enfermera en jefe no lo dejó y alcanzó a decir que vendría mañana mientras se marchaba a los escandalosos, fueron echados a patadas por un gran ejercito de enfermeras, quienes aseguraban que el paciente debía descansar en un ambiente tranquilo y relajante y no en medio se una guerra campal de compañeros deportistas.
La enfermera encargada se había quedado en la habitación de Onoda mientras mantenía una gran sonrisa.
-Tienes unos amigos increíbles Onoda kun- comento la enfermera
Sakamichi asintió en silencio y con una gran sonrisa. - lo se -respondió
-Ahora recuerdo que en la mañana, antes del horario de visitas matutina vino un chico de tu edad preguntando por ti- comento la enfermera de forma casual
-¿Eh?- fue lo único salio de los labios del pelinegro
-se veía muy cansado, y aunque insistió en querer entrar la enfermera en jefe no lo dejó y alcanzó a decir que vendría mañana mientras se marchaba
Los ojos del pequeño ciclista de Sohoku se abrieron como platos mientras su cara comenzaba a tener un ligero tinte rojo. La enfermera al verlo se acerco rápidamente a el.
-¿Acaso te subió la fiebre?- dijo preocupada mientras acercaba su frente a la del pequeño- Creo que no, esta normal- dijo siguiendo sus instintos
-E..Estoy bien- dijo mientras trataba de tapar su rostro con la sabana
La enfermera sonrió enternecida por la infantil actitud del adolescente
-Te creeré, por lo mientras descansa, dudo que la enfermera jefa vuelva a dejar entrar a tus amigos- dijo con una risa que fue correspondida por el joven- nos veremos mas tarde Sakamichi-kun -dijo al salir de la habitación
Onoda se escondió dentro de la sabana, el sonrojo en sus mejillas se negaba a desaparecer, sin embargo el sonido de la puerta abrirse lo congelo, quedándose quieto bajo la sabana espero a conocer la identidad del intruso.