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Esclavo y Amo del Universo por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

He aquí el segundo capítulo.

 


 


Esclavo y Amo del Universo


II


Temblor


 


 


 


El espectáculo no duró mucho. Lord Voldemort les hizo una propuesta, les ofreció poder, les ofreció un lugar como  generales en sus filas… les ofreció estar cerca del rubio. Diciendo lo último con una mirada de quien sabe tiene todo y a quien se dirige no tiene nada, Roy avanzó dispuesto a matarlo con sus propias manos pero, una daga en su cuello le detuvo… era Ed, era él quien ya había avanzado y cortado su avance hace el Lord. Roy se detuvo. “Tanto tiempo por volver a verlo así de cerca…tanto tiempo para ver que está vivo… tanto tiempo… que se ve tan perdido.” Pensaba Roy.


Mientras el hermano de Acero no podía articular ni un solo pensamiento más, sin importa mostrar su ‘debilidad’, cayó de rodillas. Voldemort miraba a los viajeros, “no importa que sean de otra dimensión, todos los humanos son igual de patéticos… sólo hay que saber por dónde atacar.” Sonrió con autosuficiencia. Les recordó la propuesta, les pidió una prueba que mostrara la veracidad de su aceptación, les pidió a Harry Potter.


Llamó a Ed, lo tomó de los hombros y desaparecieron con un fuerte sonido. Los viajeros miraban el último punto donde estuvo el alquimista… no querían creer lo que habían visto. Ed ni siquiera los reconoció.


Pasaron pocos minutos cuando los miembros de la Orden arribaron. Observaron el ‘campo de batalla’, tan limpio, tan extraño… se acercaron a los mortífagos atrapados para sólo ver marionetas, cuestionaron a los viajeros, liberaron las marionetas para veras mejor, pensaban que por muchas buenas historias que hayan escuchado de los viajeros, eran demasiado tontos… los viajeros no respondían, seguían aturdidos. Hasta que las marionetas desaparecieron con un gran ‘crak’. Fue el sonido el que despertó  a los viajeros de su estupor.


Sin ningún mortífago a la vista, Roy inició una reprimenda milenaria,  ningún mago se salvó, todos fueron acusados de insubordinados, negligentes, tarados… ni Al ni el líder de la Orden intervino, bien lo tenían merecido. Sin nada más que hacer, dejando a unos magos como niños recién regañados, los viajeros se marcharon. No después de declinar la oferta de quedarse en el cuartel de la Orden y sin decir lo que sucedió durante el encuentro con Voldemort.


 


***   ***


 


Mientras tanto, en un parque en algún lugar de Surrey, el objeto de la obsesión de Lord Voldemort, la que conlleva su posible destrucción, entablaba plática con el mejor confidente que el ‘Niño-que-vivió’ pudo haber encontrado. Un confidente que siempre estaba cerca, un confidente que le trataba de mostrar la vida, un confidente que llevaba en su interior.


--Lo mataré con mis propias manos. –juraba un rubio de ojos dorados.


--Ed, se supone que yo soy quien debe acaba con él, está en mi destino. –decía un moreno de ojos verdes, de cuerpo frágil pero de gran valor, tiene piel perlada y cabello corto, desordenado y salvaje. Una joya en verdad.


--No si yo lo mato primero. –repetía el rubio –¡Ese maldito me está usando!


--Aun no entiendo, después de cuatro años de conocerte sé que no se te puede obligar a nada, absolutamente a nada… ¿Cómo logró, Voldemort, controlarte? Ni siquiera creo que el Imperio funcione en ti. –decía el moreno.


--No, un estúpido Imperio ni me haría cosquillas, pero el muy… es muy observador. Verás, cada año, en cierta fecha, mis defensas bajan. Mi ánimo decae y mi voluntad es débil. –iniciaba el rubio.


>>Después de convivir un par de años, fue a él a quien acudía en esos momentos… justo en ese estado de debilidad, Riddle colocaba diversos imperio en mí, no para que actuaran de inmediato, más bien al tiempo. Con tiempo, me vi haciendo la voluntad de otro que no era yo.


--Ed… ¿Algún día podrás recuperar tu cuerpo? –preguntaba curioso el de ojos verdes.


El rubio lo miró fijamente, luego sonrió con convicción. Después de haber perdido su ‘voluntad’ y ser la marioneta de Riddle, durante esa fatídica noche donde el pequeño Harry quedó huérfano, Ed logró liberar su ‘voluntad’… no en su cuerpo, sino en el pequeño que lloraba desconsolado la pérdida de sus padres. Esa noche, además de convertirse en un horocrox, Harry Potter se convirtió en el contenedor de la voluntad del Alquimista de Acero.


--Por supuesto. Después de todo, lo mataré con mis propias manos. –la sonrisa menguó un poco –No te preocupes, pronto dejaré de invadir tu mente.


--No es eso. Creo que, te extrañaré. –respondía el moreno de ojos verdes con sinceridad.


Estos dos ‘niños’ encontraron sus destinos unidos a causa de una decisión de Lord Voldemort, la misma noche en que el de ojos verdes perdió a sus padres. Mientras el moreno crecía, el rubio miraba la surte del más joven… las cosas que enfrentó, los abusos, los insultos, la negligencia de los mayores a su alrededor, los golpes. Antes el rubio sólo se le mostraba en sueños, donde le creaba bellos paisajes, donde le consolaba, donde le enseñaba lo que podía; con el paso de los años, el pobre desarrollo del menor, permitió que Ed se comunicara a través de los pensamientos.


Hubo lapsos de tiempos en los que el pequeño Harry lo veía como un ángel, lo veía como alguien fuera de este mundo como para que se preocupara por él, lo veía como el más grande tesoro: un amigo. Siguieron así incluso cuando el rubio le contó lo ocurrido en la noche que el morenito quedó huérfano. Cuando hablaban, en esos tiempos que Ed le explicaba todo lo concerniente a él, Harry aprendió que un día tendrá que separarse de ese rubio que le ha acompañado toda su vida. Si Ed no fuera tan joven y, si no se lo hubiera prohibido, tal vez Harry le llamara papá.


 


***   ***


 


Por otro lado, en un lugar lejano, Lord Voldemor saboreaba su victoria. Esos viajeros formarían parte de sus filas, pronto vendrían a él… máximo un año, les daba un año para que el poder que manejaban los viajeros quedara a su disposición. Patéticas excusas de soldados, siguen teniendo el mismo punto débil de todo mortal, el sentimentalismo.


Así consiguió a Acero, así consiguió su más poderosa arma, además de hermosa, llena de poder inimaginable. Incluso él sigue asombrándose, Acero es la representación de lo que él mismo anhela: poder e inmortalidad. Cómo quisiera ser capaz de entrar a la mente de Acero y aprender más de él, más de lo que puede llegar a hacer, más del poder que maneja… pero, a pesar de ser un maestro en Legimentis, hay algo que impide entrar en la cabeza de Edward Elric. Siempre ha sido así, alguien difícil de lidiar. Aunque no tanto, después de todo, ahora está bajo su poder.


Y pronto sumará a dos más a su causa, cuando haya destruido a ese inútil séquito del viejo, nada podrá detenerlo. Con esos dos viajeros, sumados a Acero, pronto tendrá la victoria. El punto clave es Acero, teniendo a Acero vendrán los viajeros, con el paso del tiempo también los tendrá bajo su control. Quién diría que ese chico rubio que le robó más de una mirada en sus años en Hogwarts sería, el chico que cometía con él en ingenio e inteligencia, el chico que lograba todo lo que se proponía, el chico que vulnerable una vez al año… se volvería en la clave de su poder.


Con una mueca que funciona de sonrisa, el Lord fue acercándose a la ventana de su habitación, el joven Edward Elric miraba hacia el horizonte con ojos vacíos, llenos de falsa determinación, el Lord pasó su huesuda mano sobre los dorados cabellos de Edward, ante la reacción sumisa del rubio, el Lord pasó su otra mano alrededor de la cintura del más chico. Poco a poco el rubio se volvió hacia el Lord, quedando frente a frente, ese chico era atractivo con su arisca actitud y ahora, así de sumiso, es simplemente excitante. Esa estrecha cintura, esos hipnotizantes ojos dorados, esos deliciosos labios… el Lord se inclinó a la altura de esa belleza andante y reclamó lo que tenía a la vista.  


 


***   ***


 


--¿Ed? –preguntaba el moreno de ojos verdes, su compañero ha estado muy callado durante la audiencia de su expulsión de Hogwarts en el Ministerio, algo andaba mal, de nuevo.


»…Estoy bien… concéntrate en el esos viejos que no saben lo que hay allá fuera de estas paredes. Siendo los más poderosos, sabios, influyentes y todo lo que quieran en el Mundo Mágico, sólo son unos cobardes al dejar que un niño sea quien derrote a un mago obscuro.»  –decía Ed tratando de distraer al moreno. “Ese Riddle, definitivamente se las pagaría, una a una, de una manera tan dolorosa que pedirá por la muerte.”  


 


 


 


>>Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer.


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