-¿Qué?- dijo el cirujano un tanto desesperado por saber que le esperaba por parte de ese maldito científico, el cual solo reía a toda voz con la reacción del pobre. -¿Qué de que, Law? ¿No es obvio? Parecía que estabas desnudando con la mirada Mugiwara ¡shurorororo! Que inferiores con esos sentimientos de lujuria.- Dijo de una manera bastante burlona, el medico se estaba hartando, por lo cual se levantó y rápidamente camino hacia el encadenado, tomándolo del cuello con un claro rostro de ira. -¿¡Que sentimiento te refieres, Caesar!?- se notaba que estaba más que desesperado, quería saber que eran esos “sentimientos” raros que tenía, al parecer ese loco tenia las respuestas.
-¡Gyah! ¡Pero no me lastimes, está bien, te lo diré pero suéltame! – Decía el pobre científico, parecía que le daría un ataque cardiaco de tantos nervios que tenía, el doctor reacciono de una vez y lo soltó, alejándose solo unos cuantos pasos de el para escucharle atentamente, y con un gesto de su mirada lo invito a seguir con sus palabras.
-¿No conoces lo que es la lujuria? ¡Por favor Law! ¡Siendo doctor deberías saberlo! – Rio de manera exagerada.- ¿Cómo empiezo? La lujuria es como decirte, querer poseer el cuerpo de alguien totalmente, tocarlo, sentir todo lo que tiene para ofrecer, normalmente está ligado con el amor, has de saber que es el amor, no, ¿Law?- El doctor quedo callado en todo lo que el científico decía, tratando de asimilar eso ¿Lujuria? ¿Sentía eso? ¿Quería poseer el delicado cuerpo del de sombrero de paja?
-…Caesar, ¿Cómo puedo asegurarme de que quiero sentir el cuerpo de el junto con el mío?- Pregunto sin importarle la enemistad que tenía con el encadenado, el cual lo miro confuso, pero inmediatamente sonrió levemente en señal de burla. –Bueno, intenta asegurarte de que el también siente lo mismo, bésalo, acarícialo, que se yo , ¡No me interesa! – termino con una risa burlona hacia el pobre hombre.
El medico se preguntaba si en serio debía hacerlo, dejar de lado su orgullo y afición para intentar descubrir que era la “Lujuria y el amor” ¿Estaba bien? Ni el mismo sabia, solo sabía que era buena idea hacerlo, es un doctor, tenía que saber todo eso, además el momento estaba perfecto, aún faltaban varios días para llegar a su objetivo en barco, podía intentar algo…quizás al salir de ese sentimiento por fin podría concentrarse en sus asuntos y en su alianza y proposiciones sin importarle en lo absoluto el chico del sombrero de paja, claro, era mejor ir lento para asegurarse de esos “sentimientos” aunque no sabía muy bien de que trataba, lo intentaría, y saliendo de sus pensamientos, se alejó del científico, para ir a donde estaba el timón del barco y ver a lo lejos del mar, tal vez así podría distraerse un poco de todo lo demás, y aclarar su mente un rato.
…
Ya había pasado varios minutos allí, viendo a la lejanía, con su espada en mano y un rostro relajado, le había servido para mantener la calma un rato…Aunque ya mucho había durado, escucho un sonido a sus espaldas, ¿Goma? Que obvio, aquel hombre de chaqueta roja había estirado sus brazos de forma que al llegar quedara justo alado del doctor con un solo salto, aunque el doctor se percató del joven, no le prestó atención relevante, solo lo miro sin moverse y volvió sus ojos hacia la infinita lejanía que se extendía con el mar, el pequeño hombre de goma solo hizo lo mismo, miro a la lejanía intentando imitar al hombre, poniendo un gesto de molestia para asimilar el de seriedad, aunque al momento se aburrió y dirigió unas palabras. -¡Torao! ¿Qué haces aquí?- dijo bastante entusiasmado, pero el doctor no se inmuto, aun se sentía incómodo de lo que había pasado dentro de la cocina, y solo continuo con su infinita mirada a lo lejos, lo cual hizo que luffy ejerciera un gesto molesto, más bien un puchero hacia Law, poniéndose rápidamente frente de él, aunque no hacía mucha diferencia, el pirata era mucho más bajo que el doctor, le llegaba a la altura del pecho, aun poniéndose de puntillas no le llegaba al rostro, el doctor le hizo cierta gracia esto, y decidió simplemente mirarlo, mirar directamente a esos alegres y hasta tiernos ojos, mirada correspondida por el menor, el cual sonrió al por fin tener atención del mayor.
-¿Qué era eso que me ibas a decir en la cocina?- Como, ¿Decir? El doctor no quería decirle nada, quería besarlo, y quería hacerlo suyo en ese momento, pero tal vez por ser inocente el pirata no se percató de las verdaderas intenciones, lo cual hizo molestar levemente a Law, el cual tenía aun su gesto serio, pero lleno de ira adentro, ¿Cómo no podía entender que sentía algo por el desde que aquello en Punk Hazard acabo? Él ya lo había aceptado, ¿Por qué el pirata no? ¿Será que no sabe ni lo que es el amor, así como dijo Caesar? Tal vez es cierto, y para volver a dejar clara sus intenciones amorosas, decidió dejar de lado su espada, y de nuevo con sus ambas frías manos, tomo el rostro contrario del pirata más bajo, mirándolo sin decir alguna palabra, el menor solo miro con curiosidad ese gesto, esperando alguna reacción, pensaba que era algo muy importante y debía esperar que lo dijera.
Pero su curiosidad se convirtió en sorpresa inmediatamente al sentir aquellos labios tocar los suyos, Por fin se había atrevido después de su fallido intento anterior, Law por fin había tomado la decisión, aquellos labios por fin estaban juntos.
El pirata menor no sabía qué hacer, miraba con desespero la acción, y los ojos cerrados fuertemente del hombre tatuado, se sentía realmente incomodo, pero no hacía nada por separarse nada, y solo se dejó llevar a los leves y un poco torpes movimientos del hombre, el cual mordió el labio inferior de Luffy buscando que abriera más la boca, acción que le funciono, el menor abrió más la boca un poco confundido, pero se impactó totalmente al sentir la lengua del doctor chocando contra la suya, ¿Qué significaba ese gesto? El menor no lo entendía para nada, solo daba leves quejidos.
Mientras tanto, Law pensaba de todo en ese momento, al por fin sentir esos suaves labios tropicales, le había encendido de una manera que nunca antes había sentido, se inundó de la calentura, y logro introducir su lengua en la boca contraria, la cual movió de una manera bastante alterada, y sin estar convencido, aparto lentamente una de sus manos, posándola en el pecho al descubierto del menor, acariciando levemente donde se encontraba la cicatriz, logrando por su parte una reacción, Luffy tenía un amplio sonrojo en sus mejillas, y daba leves quejidos al sentir esas manos acariciar su pecho, el doctor le inspiraba cada vez más esos sonidos, sin detenerse siguió hasta llevar un poco más abajo su mano, llegando al pantalón azul del joven.
El pirata empezó a temblar al sentir aquella mano en esa zona tan sensible, la cual estaba empezando a reaccionar, le dio cierto miedo, nunca había pasado por algo así.
El cirujano aparto su boca de la contraria para volver a tomar aire, dejando un pequeño hilillo de saliva entre ambos, el cual poco a poco desapareció luego de bajar hasta el cuello del menor, el cual se veía adorable con ese rostro rojo, pero tan confundido, y una respiración agitada.
–Torao… ¿Qué estás haciendo? ¿Esto es parte de tu habilidad…?- Dijo el pirata bastante confundido, no entendía nada, pero no quería detenerlo de alguna manera, o su mente no daba para buscar como zafarse.
Por parte del doctor, no le respondió, solo siguió bajando su mano lentamente hasta tocar la zona más privada del menor, y logrando una reacción de la misma, haciendo que el joven pirata de goma se tensara totalmente. –Mugiwara-ya…- Intento decir el mismo con un tono de voz bastante extasiado. -¿Tú me amas?- esas palabras helaron totalmente al más bajo, el cual ya se dignaba a responder, pero de nuevo, el momento no era el adecuado.
-¡Luffy-Kun!- Se escucharon unos tacones subiendo por las escaleras, era el esqueleto parlante mejor conocido como Brook, venía a toda prisa a decirle algo al capitán.
Law se tensó al escuchar aquella voz y pasos acercándose, por lo cual se alejó inmediatamente de Luffy, el cual puso cierto gesto decepcionado y confundido como había sido antes, pero emocionado también grito. -¿¡Brook!? ¡Oyeee! ¿Pasa algoooo?- como si nada hubiera pasado, el momento volvió a la normalidad.
El doctor solo se frustro, ¿No podía tener un momento privado con Luffy? De inmediato solo ignoro la conversación de ambos y bajo las escaleras, volviendo a la misma silla de antes, seguido con la mirada por Caesar, el cual no titubeo para hablar.
-Shuroro… ¿Lo lograste, Law? – Dijo aquel científico que seguía encadenado, El hombre de las ojeras lo miro amargadamente, para luego dar un suspiro decepcionado, estaba excitado, ¿Para que esconderlo? Sus partes bajas ya tenían demasiada presión, y no sabía que hacer, debía acabar con esa sensación de inmediato.
–No lo logre…Y ya no sé qué hacer.- Al escuchar esas palabras, el científico soltó una estruendosa risa. -¡Shurororororo! ¡Que tonto! ¡Es obvio que mientras este con sus compañeros no podrás hacer nada, ingenuo!- Por ser insultado el doctor de nuevo lo miro de forma amargada, pero aquel maquillado tenía razón, mientras su tripulación siguiera en el barco no lograría nada de nada, debía hacer un plan para que todos se fueran, menos ellos 2…Pero no era momento de pensar en eso, ya su entrepierna le empezaba a molestar, ¿Qué debía hacer con eso? No se lo preguntaría al científico, sería demasiado vergonzoso, y levantarse sería demasiado obvio a los otros tripulantes, pero pensó en algo, claro, irse al cuarto no sería mala idea, tenía un cuarto reservado para él, bueno, mejor dicho para las visitas, pacientemente espero que el científico se durmiera para poder levantarse e ir a un lugar un poco más privado para asegurarse de que era esa “Reacción” en esa zona.
Mientras esperaba, solo se puso a pensar, ¿Por qué empezó a acariciarlo? ¿Por qué su lengua sabia tan bien? ¿Por qué ese rostro lo tenía tan desesperado? Y más importante… ¿Por qué le pregunto si lo amaba? Preguntas sin respuesta inundaban la mente del alterado doctor, solo se puso a recordar lo que hace un momento había pasado, lo había hecho, dio el primer paso para intentar hacerlo suyo, eso le agradaba, aunque no sabía si el menor lo había disfrutado, pero tal vez si, ese rostro tan sonrojado parecía ser un sí, aunque, de solo recordarlo, le daba más estimulación al doctor, cosa que quería parar, quería dejar de pensar cosas tan aleatorias y tan “Calientes “para su cuerpo, pero simplemente, no podía, su cuerpo por primera vez estaba experimentando lo que era el éxtasis, la lujuria y la pasión….también ¿Amor? Como negarlo, se estaba enamorando, y sus ganas por demostrarlo iban en aumento.
Solo le quedaba esperar para ir al cuarto, donde por fin, podría estar un poco más solo…Y saber que había ocurrido en su cuerpo, aunque de nuevo, cada segundo era un siglo.