Un cálido viendo pasa alrededor de aquellos jóvenes mientras se miraban fijamente, el monstruo en frente del humano. Welkin se pone de pie sin dar un parpadeo, lo hace con cuidado ya que viéndose frente a Leo, nada estaba asegurado. Se vio casi acorralado entre aquel chico y el árbol donde estaba apoyado.
Leo: …Lawren me habló de ti. De quien fuiste y de quien eres…
Welkin: Él me habló sobre lo que pretendes hacerme, dándome la opción de decidir qué hacer…
Leo: ¿Decidir? No hay nada que debas pensar o decidir. Estas frente a mí. Vendrás con nosotros…
Welkin se muestra un tanto serio.
Welkin: No sin antes ir por mis compañeros…
Leo: …Ya me encargue de eso
Welkin: ¿…? ¿Enviaste a Lawren?
Leo: Lawren esta con Milfey. Envíe a otros Hunters
Welkin: ¿…Hay más como nosotros?
Leo: Y espero que el número se agrande. Con tu sangre nos limitaremos a revivir únicamente a Hunters, el resto se puede ir al demonio
Welkin: ¿Así piensas volver a lo que era antes?
Leo: Eso ya no existe Welkin. Todas esas personas…
El rubio comienza a recordar acontecimientos pasados, cada uno digno de llamarlo “trauma”. Sujeta su arma con mucha más fuerza.
Leo:… Ninguno de ellos merece vivir de nuevo
Wekin: Estas equivocado Leo, hay personas que merecen vivir. La mayoría han muerto debido a los Kira y…
Leo: La orden está dada, un monstruo como tú no me hará cambiar de opinión. Así que, si no quieres llegar a Hope Place como un cadáver, sígueme. Buscaremos a mis otros dos subordinados y luego avanzaremos… Daegon y Kiba no pueden estar tan lejos
Dice Leo mirando de un lado a otro sin expresión alguna. Es en ese momento que Welkin se da cuenta que el Hunter Dorado aún no estaba enterado de lo ocurrido con aquellos chicos ¿Debía decírselo? ¿Debía mejor decírselo Milfey?
No. No había tiempo para pensar en eso. Si Leo se enteraba ahora el viaje a Hope Place sería más corto. Decide contárselo.
Welkin:… Leo, ellos dos… están muertos
El rubio lo mira, esta vez serio. Una seriedad que no indicaba nada bueno.
Leo: ¿…Muertos? ¿Ellos están…muertos?
Welkin: Si, lo lamento…
Leo: No… ellos no pudieron haber muerto… ¡Tú los mataste!
Welkin: ¿Qué dices? Yo no…
En un rápido movimiento Leo atraviesa su espada en la boca del estómago del peli negro. Este último se queja debido al horrible dolor que empieza a sentir.
Leo: ¡Monstruo! Ellos dos… ellos dos eran como mis hermanos, eran la reencarnación perfecta de ellos ¡¿Cómo pudiste?!
La perforación había sido tan brusca que el árbol donde Welkin se hallaba apoyado también es perforado.
Welkin: ¡Yo… N-No lo hice!
El peli negro lo sujeta de la campera muy fuerte. Sus ojos empezaban a cerrarse y aun así intentaba mirar a Leo fijamente.
Leo: ¡Cállate y muere de una vez!
Introduce su espada aún más, al punto que ambas de sus manos también entran en la herida. Welkin baja la cabeza, deja caer sus manos y da un último suspiro.
Leo, después de unos segundos esperando ver algún movimientos retira su espada de una manera agresiva. Como si le diera igual que algún órgano o trozo de carne quedase pegado en su arma. Deja caer el cuerpo y lo observa aun con bronca, lagrimeando, enseñando sus dientes y apretándolos con fuerza. En un movimiento por secar sus lágrimas mira ambas de sus manos, manchadas con la sangre de aquel monstruo. Tiene como impulso lamer sus manos, tomar de esa sangre. Jamás se creyó que hacer eso sería tan adictivo, o quizá; aquella sangre lo hacía adicto a querer consumir más.
Soltando su espada se acerca al cuerpo de Welkin quien yacía boca abajo, lo da vuelta y sin demorarse acerca su boca a donde estaba la herida, empieza a beber de ella como si él mismo fuera un monstruo. No pasaron minutos y Leo comenzó a sentirse un tanto extraño, su cabeza comenzó a doler y su cuerpo a temblar; se aparta, su respiración se acelera y aun así tenía incontrolables deseos por seguir bebiendo de aquella sangre. Se obligó a sí mismo a detenerse, creía que estaba enloqueciendo. Y entonces lo inesperado le sucede. Todo aquello que sentía desapareció en un abrir y cerrar de ojos, comenzó a sentirse más normal, comenzó a tranquilizarse; y en lo que se vio apto para estar de pie toma su arma, sujeta del cabello a Welkin y se lo lleva arrastrando. Dejando consigo un camino de sangre.
Mientras tanto, Lawren se vio cruzado de brazos y apoyado contra un árbol, dándole la espalda a Milfey quien se estaba vistiendo.
Lawren: Sigo repitiendo que no hace falta voltearme, eres un chico al igual que yo ¿Qué te avergüenza?
Milfey: Solo quiero algo de privacidad. Además, ni siquiera te conozco
Lawren: Como digas…
En una maniobra de chico listo, Lawren levanta una de sus cuchillas a la altura de su cara. Su arma estaba como nueva, limpia y brillosa. Con ella podía ver sin problemas lo que hacía Milfey, esa arma era el espejo perfecto.
Lawren: Dime… ¿Pertenecías a una familia de ricos o algo así?
Milfey: ¿Por qué la pregunta?
Lawren: Luces como uno…
Milfey: …Si
Lawren: ¿Y por qué decidiste entrar a los Rebelión Hunters?
Milfey: …Para poder cuidar de mí mismo. Pero nunca me imaginé que el mundo acabaría así
Lawren: ¿Y sabes algo de tu familia?
Milfey: No. Y viendo todo esto es muy probable que estén muertos… ¿Qué hay de ti? ¿Quién eres…?
El rubio se interrumpe al notar que aquel muchacho lo estaba espiando con una de sus armas, Lawren se percata de eso y guarda su cuchilla mientras voltea.
Lawren:… Veo que ya estás listo
Milfey no responde. Su rostro serio y algo molesto lo decían todo. Comenzó a no agradarle aquel chico.
Lawren: No me malinterpretes, Leo me pidió que te cuidara hasta que llegase…
Milfey: No necesito que me cuiden, también soy un Hunter
Lawren: Lo sé, lo sé. Pero ya sabes cómo es él…
El rubio comenzaba a caerle cada vez peor. Y hasta dudaba de si en verdad era un Hunter. Prefirió mantenerse distanciado de él hasta que su líder regresase.
-¡…!
Ambos ven llegar a Leo, arrastrando el cuerpo de Welkin.
Lawren: No esperaba que lo trajeras muerto
Leo: Vivo o muerto, su sangre nos va a servir…
Tapándose la boca con ambas manos, Milfey no puede creer lo que veía. Se quedó sin palabras, estaba aterrado. El castaño oscuro se acerca para ver el cuerpo.
Lawren: Es una lástima. Quería ver de lo que era capaz…
Leo se percata del estado de Milfey. Se le acerca evitando lagrimear de nuevo. Con sus manos temblando, Milfey lo mira sin dar un parpadeo, sin nada que poder decirle; baja sus manos de manera lenta, y allí Leo lo abraza con fuerza.
Leo: … Eres el único que me queda
El rubio se da cuenta que su líder se había enterado de las malas noticias, aun así no puede decirle nada, no encontraba las palabras y aun no podía dar un parpadeo. Estaba asombrado, confundido, triste, aterrado. Entonces.
Leo: Ese monstruo pudo haberte matado como lo hizo con los demás… No vuelvas a separarte de mí
Definitivamente había un mal entendido, el rubio se vio incapaz de decir algo al respecto. Una pregunta aparece sorpresivamente.
Lawren: Leo… ¿En verdad lo mataste? Porque no veo heridas
Leo se aparta sin apuro de Milfey. Serio, se acerca a ver el cuerpo; puede observar que el supuesto camino de sangre era la prueba, pero ni eso estaba. Sorprendido comienza a revisar aquel cuerpo, buscando donde estaba la prueba de que si lo había matado.
Para sorpresa de todos, Leo es tomado del cuello bruscamente por Welkin, en un rápido movimiento, el joven de ojos verdes le da un puñetazo en el rostro para poderse librar. Al hacerlo, tanto él como los otros dos chicos se asombran al ver como el peli negro se ponía de pie como si nada. Respiraba un tanto agitado y boquiabierto, se lo notó algo débil y con la mirada pérdida.
Leo: …En verdad eres un maldito monstruo
Lawren: Increíble, es una criatura… realmente increíble. Quiero su sangre, definitivamente la quiero…
Pensaba Lawren. Welkin lleva su mirada al joven Milfey. Todos guardaron silencio mientras intentaban entender lo que había pasado.
Episodio 6
Amor Yaoi
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