—¡Jimin! — Gritó HoSeok con su entrada repentina ignorando al mayor y yendo hacia donde se encontraba el minino. Suga bufó molesto en la sala por la repentina visita de HoSeok, ya le estaba molestando esa carismática presencia en su territorio, con un notorio mal humor se dignó a terminar su café —Te extrañe~ —el menor, quien se encontraba fregando el piso de la cocina, tuvo que levantarse para dejarse abrazar.
—Se-señor… —El menor bajó la cabeza avergonzado, aún no estaba acostumbrado a los abrazos repentinos, le dificultaba recibir muestras de cariño luego de duros maltratos por parte de esa persona que se encontraba en el cuerpo de su hermano. —Bienvenido…
—Hey, hey… en estos tres meses ¿no te enseñe a llamarme por mi nombre? —Sostuvo el mentón del menor y lo miro a los ojos, Jimin miraba para cualquier punto de la vergüenza, no podía sostenerle la mirada.
—Si el Amo me escucha… me castigará.
—Exacto — Jimin palideció y oculto sus ojos con su flequillo crecido — Estas muy cerca de MI mascota, HoSeok — Acotó con un toque de rabia, acercándose a ambos dentro de la cocina
—Por si no lo sabes, lo estoy chequeando, una revisión médica cada semana está perfecto ¿No, jimin? —Le preguntó, pero este estaba demasiado concentrado en la suave caricia que le brindaba HoSeok en la nuca.
—Prrr~~~ — emitió “drogado” por esa pequeña caricia, a Suga se le pusieron los bellos de punta y le brillaron los ojos de rabia…
—¡AL ZOTANO AHORA! — Grito en un deje de furia, Jimin volvió a la realidad, al principio se sintió un poco ido, pero apenas escuchó el golpe del puño de Suga en la mesa salió corriendo
—Valla que tienes pulmones… pobrecito — Dijo con un deje de lastima —Podrías tratarlo un poco mejor ¿no?
— ¿Y a ti que te importa? — Lo encaró con sus ojos profundos y serios —Jimin es MIO, puedo hacer con él lo que me dé la gana.
—Me importa, y mucho, gracias a mi es que está con vida… no puedo permitir que le sigas haciendo daño ¿Y si vuelve a ese estado anterior? —Suga frunció el ceño, sinceramente, ya no quería que Jimin esté al borde de la muerte como lo estuvo la vez en que casi lo mata a latigazos, le provocaba un dolor en el pecho que desconocía y eso le molestaba.
—Me estoy midiendo con el… —Bajó su tono de voz. HoSeok aprovechó para levantarla
—Sí, te creo. Vi los moretones que tenía en los muslos y la marca de manos en su cuello es muy visible ante mis ojos.
—Tsk… a partir de ahora le diré a Jimin que use pantalones… —Admitió desvergonzado. Además le incomodaba ver a Jimin en camisón, era muy corto y eso lo hacía sentir extraño… de nuevo no sabía el por qué.
— ¿Sabes? Si sigues así con Jimin va a desmoronarse, se volverá loco de miedo y no podrá ni verte ¿eso es lo que estas buscando?
—¿Por qué no te vas de una vez? Calculo que tienes mejores cosas que hacer… como prepararte para la reunión que tenemos dentro de dos horas.
—Si lo sé, con los europeos… aún no entiendo como accedieron a hacer negocios con nosotros, ellos defienden a los híbridos… aquí es lo contrario. —Admitió con un deje de preocupación—Imagínate si los medios se enteran de esto Suga, la empresa se vendrá abajo…
—Tu tranquilo, lo tengo tooodo controlado —Dijo con esa sonrisa oscura que sólo él sabía hacer. Tenía un plan y un buen negocio que hacer, al final va a terminar con los bolsillos llenos en todos los sentidos—Ahora vete, ya viste a Jimin, estas de sobra aquí. —HoSeok suspiró.
—Está bien… te seguiré y ayudare como siempre hoy… pero por favor se mas gentil con Jimin ¿Si? —No espero respuesta, sabía que Suga no se la daría y sin más fue directo a la salida, sin antes lanzarle una mirada decepcionante al pelicastaño.
—Tsk…Hijo de puta, no veo el día en que dejes de venir. —Pateó la cubeta que Jimin estaba usando unos minutos para limpiar… no le dio mucha importancia y se dignó a acomodar su chaqueta mientras iba tranquilamente a ver a Jimin…
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—Va a lanzarme una buena descarga ahora… oh quizás me vuelva a ahorcar — Caminaba de un lado a otro con paso apresurado… no quería que eso pase.
—Pero te portaste bien las últimas semanas, bueno, no tan bien… —Dijo Luli, la pequeña y mimada gata de Suga, claro que ella si era un gato de verdad, su melena grisácea hacia que se vuelva invisible para los ojos de Jimin en ese oscuro sótano. —Como sea… ¡Tú eres el que me da comida en esta casa! ¡No permitiré que mi amo te haga daño!
—Lo hice enojar hoy a la mañana… yo y mi bocota.
—Si tan sólo no le hubieras gritado…— Dijo la minina mientras lamía su pata, Jimin podía entenderla perfectamente, era un híbrido después de todo —Igual ahora no hiciste nada malo ¿O sí?
—No sé que le hizo enojar ahora… yo… sólo me deje tocar por HoSeok…— Murmuro notando los penetrantes ojos amarillos de luli.
—Deberías empezar a alejarte de HoSeok, al Amo no le gusta que estés cerca de él, ya se lo dijo a su reflejo del espejo en su habitación—Dijo la minina, sinceramente pensaba que su Amo estaba loco por hablar con él mismo… pero bueno.
—¡Es que no puedo! ¡Hobbie es tan bueno! —Admitió comparándolo con Suga —Hobbie me cuida, me da mimos, me compra dulces en secreto y me dice cosas lindas… ¡El Amo es todo lo contrario! — Dijo con un toque de rabia y angustia. —.
—Ji-jimin…
—¿Hm?—Preguntó, pero un fuerte golpe en la puerta del sótano hizo que su corazón decayera a lo más hondo del abismo. Escuchó una fuerte patada… volteó con la esperanza de que haya sido una sirvienta que se cayó o algo… pero no, claramente se podía ver la sombra de Suga por ese fino espacio que hay debajo de la puerta.
—Tr-tranquilo Jimin… debió haber escuchado poco… — Se trepo hacia el hombro de Jimin, este se había convertido en una estatua de hielo a punto de derrumbarse, y se derrumbó cuando la puerta se abrió… lo siguiente que pudo ver el menor fueron esos ojos que lo miraban… destellaban rabia, pensar que esos ojos antes lo miraban de manera tan amable, luego se desmayó. No pudo aguantar el miedo que le empezó a invadir de golpe.
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—NamJoon hyung~ ¿Dónde está Jin? — Pregunto el menor cuando termino de tocar, NamJoon amaba como tocaba el piano, parecía mágico, movía las manos de una manera tan delicada… le encantaba ver a Jungkook tocar. —Hyung ¿Me estas escuchando?
—Ah sí…Jin…e-eh…— Estaba tan distraído viendo el angelical rostro del pelirrojo que no tuvo tiempo de pensar en una mentira — Fue con HoSeok —Mintió. Jungkook frunció el ceño.
—Hoy mi hermano tiene una junta importante con extranjeros… no creo que lleve a Jin — NamJoon trago grueso, se había mostrado dudoso en su tono de voz y eso Jungkook lo notó, el menor era tonto, pero no tanto.
—La junta es a las dos Jungkook, HoSeok fue a la casa de YoonGi y de paso Jin lo acompañó…al parecer Jimin se volvió a lastimar —Una forma de “o” se formó en la boca del menor, eso tenía sentido.
—Jimin tiene que cuidarse más… lástima que no puedo ir a verlo —Hizo una mueca triste, NamJoon se acercó a consolarlo enseguida.
—Luego del concierto irás de seguro, por ahora tienes que prepararte mucho, luego vendrán las vacaciones ¿sí? — Jungkook, con tan pocos años de edad era uno de los mejores pianistas de Corea del Sur, la mayoría lo admiraban, sus conciertos se llenaban a tope y a veces tenía que hacer doble show por la demanda.
—Hmm —Afirmó pero sin sacar el puchero de su rostro… Jin se estuvo comportando muy extraño los últimos días… y no sabía por qué, le ponía triste saber que le pasaba algo pero NamJoon no le brindaba la información que quería. —Voy a seguir practicando Hyung… puedes ir a descansar si quieres, anoche no dormiste para nada —NamJoon se fue sin titubear, sin antes agradecerle a Jungkook, eso le pareció extraño al menor…NamJoon siempre se queda con él.
—¿J-jin? — El peligris abrió la puerta lentamente de la habitación de Jin y acomodo su barbijo, tuvo que prender la luz a ciegas por la oscuridad en la que se encontraba el lugar… —Jin… ¿estás mejor? — NamJoon no podía acercarse mucho, las feromonas que estaba largando el mayor eran muy fuertes —Voy a prender el aire acondicionado… hace un calor del demonio ¿Necesitas otra ducha fría?
—¡N-no te me acerques! —Grito exaltado escuchando los pasos de NamJoon, sólo podía abrazarse a sí mismo, como si eso parara el calor y la excitación que estaba sintiendo… —Ah… mi-mierda…
—Sólo fui a encender el aire —Se excusó —Jin… déjame llamar a HoSeok, el tiene tus pastillas para calmar esa excitación que estas sintiendo —. Surgió un problema en el momento menos adecuado… Jin entro en la época de celo.
—N-no lo llames… cualquiera menos el — Dijo apenas en un hilo de voz, se sentía sofocado, su cuerpo ardía de una manera insoportable, ni el agua fría que se echaba desesperado lo calmaba.
—Pero… tus feromonas se están expandiendo… ni yo puedo acercarme mucho y quiero ayudarte Jin— Si se acercaba, tendría un enorme problema que atender en sus pantalones, y sabía que no lo calmaría con una simple masturbación, HoSeok era el único que podía darle su medicamento y, a parte de las pastillas, sexo.
—N-no…ah… Ho-HoSeok… no… —NamJoon no le gustaba ver a su amigo así, sabía lo que se sentía esa horrible sensación, era como si te estuvieras quemando por dentro. Tuvo que retroceder al sentir ese delicioso olor recorrer sus fosas nasales. Jin estaba sudando a mares… NamJoon sin volver a pensarlo le envió un rápido mensaje a HoSeok, era por el bien de su hyung.
—V-voy a ver a Jungkook… —Dijo huyendo de Jin, no quería que le contagie…le envió un mensaje a HoSeok, ahora él se encargara de su amigo.
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—A-amo… snif… po-por favor perdóneme… — Dijo entre sollozos el menor sintiendo arder su mejilla derecha.
—Te perdonaría, pero no soy HoSeok, así que no lo aré —Jimin se sentía arrepentido y asustado, esas palabras las dijo sin pensar, simplemente se les escapo de su boca y ahora vienen las consecuencias. Suga estaba disfrutando del cálido fuego en ese mullido sillón marrón mientras Jimin temblaba de miedo detrás de él, su correa le apretaba el cuello y la soga con la que estaba atado era corta, en resumen, estaba incomodo y asustado.
—E-estoy arrepentido…po-por favor — Su cuerpo temblaba de manera descontrolada por las descargas recibidas, sentía que no podía levantarse.
—Odio que me comparen ¿Sabes? En el pasado… siempre me comparaban con tu estúpido hermano YoonGi — Volvió a pulsar el anillo de su pulgar, provocando que unas cuantas descargas atormentaran el cuerpo del minino de una manera dolorosa, ya no tenía ni fuerzas para gritar y eso Suga lo notó, pero poco le importó y siguió con las descargas unos cuantos segundos más. Luli no podía escuchar los gritos ahogados de su amigo, le dolía ¿Acaso su amo Suga le haría lo mismo a ella si se rebelaba? No quería eso. Al final, solo se pudo escuchar unos pequeños jadeos desde su posición, ella estaba a espaldas de Jimin, tratando de aguantar sus ganas de salir corriendo y soportando el sollozo que su amigo estaba empezando a emanar.
—Jimin… aguanta, ya va a terminar todo — Le dijo la minina, Jimin apenas pudo oírla, se sentía demasiado aturdido y cansado… su cuerpo le pedía a gritos protección pero era algo imposible de dar en este caso.
—¿Pasa algo Luli? —Lo que para Jimin fueron unos simples ánimos, para suga fue un simple “meow” por parte de la minina —Ven bebé, tu sí que eres una buena gatita, no como cierto rebelde —. Miro de reojo a Jimin, este estaba llorando y su cuerpo daba fuertes temblores, suspiró agotado, y eso que aún no pasaban las una de la tarde. Levantó a luli y la sentó en su sillón. Jimin retrocedió con la poca fuerza que tenía. —¿Hm? ¿Aún tienes fuerzas para moverte? Nunca voy a dejar de sorprenderme, en verdad los híbridos tienen una resistencia subnormal. Levanta tu rostro—. Ordenó.
—…—
—¡Mírame a los ojos! — Jimin lo miró sin ganas, lleno de terror y con los ojos lagrimosos, vacios, ya no era el mismo… y Suga se dio cuenta de eso.
“Se va a volver loco si sigues así” De repente, empezó a recordar las palabras de HoSeok. No solo las de esta mañana, si no de las veces anteriores.
“¡¿Acaso planeas matarlo?!” No… él no quería matarlo, sólo le hacía enojar hasta un grado extremo…
“Él no tiene culpa de nada, por favor déjalo en paz” De repente… la voz de Jimin lo sacó de sus pensamientos.
—YoonGi…Yo-YoonGi —El mayor se quedo paralizado al volver a escuchar ese nombre, no pensó que lo escucharía de su mascota —Her-hermano… te extraño — Furioso, le levantó la mano a punto de incrustársela en la cara, pero fue detenido por ese llanto de Jimin, no era un simple sollozo como acostumbraba a escuchar, esta vez el minino estaba llorando de verdad, nunca lo escuchó llorar así, era un llanto desgarrador, el menor había explotado… ya no podía guardarse su dolor por más tiempo.
—Ji-jimin… cálmate —Por primera vez sintió un pinchazo fuerte dentro de él, era como una aguja que se había incrustado en su corazón y no podía quitársela, el llanto fuerte de Jimin sólo provocaba que el dolor aumentase y no tuvo otra opción que salir de ahí sin entender lo que le pasa en su pecho.
—E-es su culpa… el mismo provocó esos golpes eléctricos… si tan solo se hubiera portado bien… —Pero algo muy dentro suyo le decía que estaba mal, que había hecho mal las cosas y él no quería admitirlo.
“Sientes culpa” Su peor tormento le hablo en el momento menos indicado mientras caminaba por los pasillos, lo más lejos de esa habitación, donde la no podía oírse nada.
—¿perdón? ¿Culpa? El se lo busco, le di lo que se merece.
“Suga, por favor, trátalo bien antes de que sea tarde, si sigues así te vera como un monstruo y bien sabemos que no quieres eso” Suga trago grueso… eso nunca lo admitiría, sabía perfectamente que jamás volvería a tener el cariño de Jimin… era en vano tratar de ser bueno con él. Pero la forma en la que lloro… no le gusto para nada.
Con su orgullo reconstruido se digno a salir de la mansión para dirigirse a su auto, hoy tenía una junta muy importa que definirá la vida de muchos, aunque también es riesgosa, pero valdría la pena.
Suga se apresuro a subir a ese lujoso porche color negro, quería dejar de escuchar aquella tortuosa voz y llegar a la reunión.
“Por favor Suga, afloja la mano con Jimin ¿Acaso buscas que te odie? El te quería” Suga rió mientras encendía su coche.
—Por favor YoonGi, los dos bien sabemos que yo me hacía pasar por vos para quedar bien con tu dulce hermanito —Se maldijo por dentro, fue tan ingenuo, tan tonto, era un inútil en ese tiempo… pero ya no más.
“Admito que me confundí en el pasado, hice las cosas mal, pero… no busques venganza con Jimin… es nuestro hermano, el no tiene idea de nada”
—¡Maldición! ¡Callate de una puta vez! Ya te lo dije ¡Hago lo que quiero con esa porquería, con TU porquería! Tu más preciado tesoro ¡¿Qué se siente saber que se está desvaneciendo poco a poco?! — Encendió el coche y fue a toda velocidad, no le importaban los autos a su alrededor, el iba rápido, sentía ira hacia YoonGi, un rencor difícil de quitar, lo odiaba, también odiaba el hecho de que Jimin lo quiera ¡¿Quién iba a querer a alguien como YoonGi?! Si tan sólo supiera…
Luego de unos treinta minutos llegó a esa enorme casa de campo, era hermosa, relajante y con un aire puro alrededor…Suga sentía que nunca iba a poder vivir ahí, no se lo merecía, pero ahí se iban a reunir después de todo.
—HoSeok— El pelinegro se sobresaltó al escuchar la voz ronca de su “amigo” lo pescó en el momento menos adecuado, justo que se había encontrado con un chico muy guapo. Quería seguir hablando a gusto con él.
—Oh, YoonGi, llegaste —Dijo rogando que se fuera, ese pequeño y lindo rubio lo quería para él, Suga no iba a joderle el momento.
—No idiota, recién estoy saliendo de mi casa —Dijo notoriamente irritado, HoSeok se contuvo las ganas de golpearlo, odiaba que lo trataran así delante de una posible noche de sexo.
—Disculpa, hablamos luego ¿sí? — El lindo rubio, que parecía ser el encargado de limpiar el lugar, le sonrió de manera tierna y antes de irse le brindo su número telefónico. —Tsk… Suga, parece que viniste algo irritado hoy ¿Acaso tuviste una nueva pelea? —Suga tragó grueso, no quería recordar lo que vivió con Jimin, le causó escalofrío, HoSeok se extrañó ante esas reacciones.
—No es… de tu incumbencia ¿Ellos están adentro? —Preguntó.
—Sí, están tomando una “linda taza de té” — Dijo imitando las facetas de esos hermosos rubios que estaban adentro, Suga lo ignoró y se limito a entrar. HoSeok bufó molesto —YoonGi se hubiera reído.
Eso provocó que Suga parara en seco, lo miró de reojo, HoSeok se extraño de esa reacción, siempre lo ignoraba, pero ahora, lo había mirado con un odio tremendo, era como si sus ojos lanzaran chispas.
—Deja de decir estupideces y entremos… hora de hacer algunos negocios —Levantó el tono de voz apretando el puño, no iba a explotar ahora, luego le daría el golpe que se merece.
“Jimin…” Pensó… se sentía mal, no sabía por qué, o mejor dicho… no quería admitir el por que, por primera vez rogó que las mucamas entraran y lo atendieran, no quería que el menor sufriera una crisis nerviosa o algo así… eso lo dejaría sin dormir.