Solo se podían escuchar golpes y gemidos de dolor en esa iluminada y blanca habitación. Suga, mantenía a Jimin atado de punta en punta sin ninguna posibilidad de escape, no podía ni moverse cuando su propio hermano le hacía leves cortadas en su abdomen estando arriba de él. Era insoportable y doloroso.
—Jimin…tu sangre es muy bonita–. Suga estaba jugando como si fuera un niño de cinco años dentro del arenero. Jugando con la sangre del menor, esparciéndosela por todo el cuerpo mientras Jimin llora de impotencia y dolor, gran parte de su abdomen y pecho ardía de manera insoportable en ese cerrado lugar. — ¡Mira! ¡Hace contraste con mi piel! ¿No es hermoso?, No entiendo como YoonGi nunca se dignó a verla —.
Jimin ya estaba más que convencido, su hermano se había vuelto loco, el cerebro y emociones de YoonGi habían sufrido un colapso para que se comporte así con él, solo lo dañaba y le hacía sufrir a él, pero a nadie más ¿Por qué? ¿Por qué lo dañaba de esta manera tan cruel? Ni a un perro normal se le trata así.
— ¡Agh!....–. Gimió de dolor al sentir como el filo hacía presión en una de sus cortadas, profundizando más la herida, sus ojos ya no veían con claridad y su rostro estaba pálido, exigiendo desesperadamente protección de cualquier forma posible.—Y-yoon…Gi…por-por favor—. Murmuró entre sollozos y moqueos.
— ¿Por favor qué? ¿Quieres que siga? –. Presionó con su pulgar un lindo corte que hizo en medio del esternón.
— ¡N-no! ¡Por…favor! —. Ahogo un gemido al sentir esa presión, sus ojos estaban cerrados con fuerza, tratando de evitar inútilmente que las lágrimas salieran.
—Le haría caso a tus ruegos—. Apoyó sus manos en ambas mejillas del menor, obligándolo así a que lo mire a los ojos. Jimin de repente tuvo una gran necesidad de quitar el rostro de su hermano en frente de él, no aguantaba su fría mirada, lo miraba con claro desprecio, rabia y un toque de tristeza. —Pero te has portado mal, heriste los sentimientos de YoonGi y te atreviste a desobedecerme—.
—Pr-prometo no ha….?!?!—. De repente sintió como prohibieron su conducto de aire….Suga, empezó a estrujar su cuello con las dos manos haciendo que a Jimin casi se le desorbitaran los ojos.
—Alguien como tú no tiene derecho a hacer promesas, después de todo eres como tu madre, un parasito hipócrita y bastardo—. Jimin sintió un desgarro profundo en su corazón, lo dijo con tanto odio, su corazón se volvió a romper en miles de pedazos con esa frase….ya no aguantaba más, quería morirse.
*
—Jungkook….abre la puerta por favor. —El menor hizo lo que todo niño asustado hace, esconderse, y ahí estaba encerrado en el closet, poniendo una vara fina de madera por dentro para evitar que abran la puerta. —Vamos pequeño…no tengas miedo, estoy aquí—. Jin, preocupado, le daba golpes a la puerta del closet, tratando de convencer al menor que salga de ahí, que no pasaría nada, ellos lo protegerían no importa que pase, para eso están ahí.
— ¡Jungkook, por favor!—. Le gritó NamJoon detrás de Jin, el mayor volteó fulminándolo con la mirada, diciéndole “no solucionarás nada gritándole así” pero al perruno le valió mierda.
—No quiero verlo….papá, va a querer verme—. El menor apretó los labios y hundió su rostro en sus rodillas. — ¡No quiero ver a papá! ¡Él me odia!—. Dijo antes de hundirse en su propio llanto.
Jin suspiró de tristeza, no soportaba ver a su bebé así y NamJoon menos, es la primera vez que lo escuchaba llorar y no le gustaba nada….
—Jin…—. Llamó la atención del mayor quien pensaba en cómo sacar a Junkook de ahí. —Déjame hacerme cargo—.
—No—. Dijo rápido el mayor con el ceño fruncido. —Eres muy bruto, solo vas a hacer que llore más—.
—Por favor Jin, prometo ser gentil, solo romperé la puerta y ya ¿Te acuerdas de la última vez que Jungkook se encerró en el closet? — Jin gruñó molesto, sí lo recordaba, estuvo rogando como cuatro horas hasta que el pelirrojo al fin se dignó a salir. —No quiero escuchar su llanto quien sabe cuánto tiempo, déjame sacarlo de ahí—.
—E-está bien….pero sé cuidadoso ¿entendiste? Esta sensible— Jin se hizo a un lado preocupado y NamJoon decidido hizo crujir sus huesos para así poner sus dos grandes manos en ambas perillas y de un fuerte tirón abrió el closet, rompiendo la pequeña vara por la mitad, Jungkook tuvo un pequeño susto pero duro poco al ver a NamJoon.
—B-bien…Jungk…¡¿Qué?! ¡NamJoon!— Le gritó el mayor al ver como este cargaba a Jungkook.
—No me grites Hyung, lo llevo al baño—. Sentía a Jungkook darle fuertes golpes en la espalda para que lo baje y lo hizo—.
— ¡¿Qué haces NamJo…?!—. No pudo continuar, habían mojado su rostro de golpe y así siguió NamJoon, tirándole agua en la cara para quitar todos los rastros de llanto.
—Hey, NamJoon creo que….te estás pasando—. Jin vio como limpió de forma brusca el rostro de jungkook, dejando su nariz rosada por la fuerza.
—Ya está ¿Mejor? ¿No vas a llorar más?—. Se puso a la altura de Jungkook y miró sus ojos cerrados, el menor desvió el rostro sin abrir la boca, no sabía que decir, hasta que recordó que se encontraba su padre en casa. Otra vez arrugó su barbilla y amenazo con llorar, pero Jin y NamJoon no se lo permitieron.
—Jungkook, no llores, sabes bien que no soporto verte llorar—. Habló Jin abrazando al menor por detrás, tratando de demostrarle cuando lo quería, cuanto significaba para él.
—A mi igual….siento que no cumplo mi trabajo al escuchartellorar así y verte con los ojos rojos—. NamJoon también se aferró al menor, a pesar de que estaba ahí hace poco tiempo, empezaba a tener algo de afecto por Jungkook, y le gustaba.
—Pero…papá…está-está ahí, abajo—. Se aferró a ambos desesperado, aguantando sus lágrimas con todas sus fuerzas. — ¡Me trae horribles recuerdos!—.
—No vamos a permitir que te toque un pelo Jungkook—. El menor levanto el rostro esperanzado, escuchando la voz de Jin como si fuera la voz de un ángel.
—Eso, ni siquiera dejaremos que se acerque a tu habitación, te protegeremos, como hacemos siempre— Continuó NamJoon, haciendo que Jungkook sonriera esperanzado.
— ¿Enserio? ¿N-no van a dejar que se acerque?—.
—Te lo prometemos— Dijeron ambos casi al mismo tiempo, Jungkook los abrazo con más fuerza, se sentía protegido, feliz al lado de ellos.
—Gracias chicos…los quiero mucho— Un notorio sonrojo se formó en NamJoon y Jin, sorprendidos, Jungkook nunca había sido tan afectuoso con ellos. —No sé qué haría sin ustedes, en serio son los mejores—.
Jin y NamJoon se miraron de reojo, notando ambos sus leves sonrojos producidos por el inocente menor, sinceramente, las muestras de afecto de Jungkook los estaban haciendo poner de los nervios…y no les gustaba eso.
*
— ¡Suga eres un monstruo!— Gritó HoSeok rojo de frustración. —¡¿Cómo te atreviste a hacerle todo eso al pobre minino?! Tanto que me costó curar sus heridas. —Refunfuño molesto cruzándose de brazos, eran las siete de la tarde y el sol se estaba ocultando, no tenía ganas de llamar a la mucama para que limpie su habitación.
—Tsk…no es para tanto, estaba jugando con mi mascota y castigándola al mismo tiempo—. Se defendió cruzando sus piernas en el asiento.
— ¡¿No es para tanto?! Le hiciste mierda el abdomen—. Se sentó HoSeok frente a él. —Encima le cortaste las uñas…pobrecito—.
—Bueno…al menos ya no volverá a rasguñar—.
— Mi cama se llenó de sangre, uff, que bueno que no eran cortes profundos— Había podido curar las mini heridas enseguida cuando llegó, sinceramente, ver a Suga castigando a Jimin fue una de las cosas más aterradoras que vio, bueno, quizás exageraba.
—Obvio que no, no quiero que muera—.
— Está sufriendo mucho ¿sabes? Él no tiene la culpa de nada, ¿Acaso hay otra razón por la que lo tratas así? —. HoSeok no era un idiota, sabía que Suga tenía algo en mente y quería saberlo.
— ¿Uh? Claro que no HoSeok, solo quiero…..divertirme con él— Acotó cortante desviando la mirada.
— Jimin es lo más preciado para YoonGi ¿lo sabes no?—.
—Sí, lo sé—.
— ¿Entonces por qué lo maltratas? YoonGi no te creó para que seas una bestia, y eso que antes no eras así—. Ese era el objetivo de Suga desde que nació dentro de YoonGi, creado por él para soportar la soledad, su agobiante vida familiar y las cosas injustas que tenía en su vida, Suga se tragaba esas amargas emociones para que YoonGi pueda vivir una vida normal…..con Jimin.
—Una vez que vengue la muerte de su padre voy a dejarlo con su vida, a menos que ya no quiera vivirla—. Eso último lo dijo con una notoria sonrisa que ni se molestó en disimular. —Mataré a la madre y al hijo ¿no será divertido?— la pequeña risita le puso los pelos de punta a HoSeok.
—Jimin no merece morir, no merece sufrir, y lo sabes….solo tenía a YoonGi en su vida, le quiere mucho—.
— ¡Cállate!—. Le dio un puñetazo a la mesa enojado por esarealidad. —Jimin no volverá a ver a YoonGi de la misma forma, ahora estoy YO con él, me pertenece—.
— Oh…con que era por eso—.
— ¿Eso qué?— Hoseok sonrió apenas y Suga lo fulminó con la mirada, intrigado por los pensamientos que la cabecita del amigo de YoonGi puede deducir.
—Nada, cosas mías—. Se levantó y Suga hizo lo mismo sin quitar la mirada de él. —Suga, con todo respeto creo que es hora de que te vayas, mi esposa supuestamente llega en media hora—.
— ¿La zorra esa? ¿Con quién te mete los cuernos ahora?—.
—Hey, ten un poco más de tacto, no seas así— A pesar de todo se sentía herido, él le había dado todo a la mujer, un amor sincero, buena vida….todo, para que le pague así.
—Ups….perdón—.
—Quisiera tener un híbrido para mí, así no me sentiría tan solo—. Ambos se dirigían a la puerta mientras charlaban.
—Puedes quedarte con Jimin si quieres—. Suga, a pesar de todo, era comprensivo, y HoSeok era buena persona y muy buen amigo de YoonGi.
—Mira como lo dejaste, no es un buen compañero de sexo—. Se quejó. Suga rio.
—Tonto, él es virgen, te lo puedes quedar hasta que se cure por completo, será como…un buen compañero, bueno, supongo—. Suga no sabía cómo era Jimin, no sabía si era comprensivo, si escuchaba, nada, sinceramente no le gusto eso. Sin darse cuenta ya estaban en la puerta, HoSeok abrió para que Suga se valla.
—Si yo le doy una oportunidad como mascota, tú también deberías hacer lo mismo, piensa lo que haces—.
—No te encariñes mucho—. Dijo Suga antes de irse. HoSeok cerró la puerta enseguida sin pensar que había una personita detrás de él.
— ¿S-se fue?—. HoSeok se sorprendió por la repentina voz de Jimin detrás de él.
—Pensé que estabas dormido—. Enseguida fue a socorrer a Jimin quien estaba con las sabanas ensangrentadas en mano. —Hey, hey ¿Qué haces con eso? Tienes que descansar—.
–Ah…no está bien, p-puedo limpiarlo—. Retrocedió por instinto, alerta. —D-despues de todo…es mi sangre—. HoSeok sintió tanta pena, no podía dejarlo así, es cierto que era un híbrido pero a pesar de todo él era un médico, quitando de lado el labor que hace en la empresa, su deber es curar a quien sea sin importar qué raza o cosa sea.
—Yo voy a limpiar, no te preocupes, ¿sí? Lo importante es que te recuperes—. HoSeok le quito de forma brusca las sábanas. Jimin perdió el equilibrio y no pudo evitar caerse. — ¿Estas bien?—. Pregunta estúpida, era obvio que no estaba bien
—S-si….n-no te preocupes…—Trato de levantarse, pero no pudo. —Hug…..Snif— Jimin rompió a llorar en el suelo, apretando los ojos con sus manos para evitar llorar, pero era imposible.
—Ya, ya no llores, se fue ¿entendiste? No volverá por un tiempo—. Froto la cien del menor tratando de calmarlo mientras le daba leves golpes en la espalda, más se sorprendió cuando se aferró a su cuello y apoyó su cabeza en su hombro.
— ¡¿Qué hice mal?! ¡Siempre le di amor sincero de hermanos!—. Empezó moquear mientras lloraba, HoSeok solo se mantuvo callado, pensaba que era lo mejor.
—YoonGi solo…solo está enojado, sabes lo que pasó—.
— ¡No! ¡No debe ser solo por eso! ¡Mi hermano nunca dañaría a alguien que estuvo siempre a su lado! Esa persona no es mi hermano—. Habló entre llanto y más llanto, sus ojos se pusieron rojos e hinchados en cuestión de segundos y su cuerpo empezó a temblar, estaba delicado.
—Es algo que el tiempo lo dirá—. HoSeok sabía todo, pero no podía decirle la verdad, la verdad de que YoonGi se encontraba cayendo en un pozo sin fin y solo él podía sacarlo de ahí. —Créeme, que las cosas van a cambiar—.
—Solo puedo aferrarme a tu esperanza para seguir viviendo…. ¿sabes? No sé qué me duele más, las heridas superficiales o las cosas crueles que me dice—.
—Shh…Shh…ya paso—. Jimin se dejó hacer, usando de soporte las palabras de HoSeok para no caer….porque no quería caer. —Hey, tienes fiebre, vamos a la cama—.
—Hum… —. Asintió dejándose hacer. — ¿P-podemos hablar? Si duermo tendré pesadillas—. Dijo entre espasmos
—Está bien, no te preocupes que yo tengo mucho que contarte—. Jimin lo miro apenas, no veía nada y apenas tenía fuerzas para caminar. — ¿Tienes hambre?—. El menor asintió.
—Y-y sed…¡P-por favor!— Dijo acelerado temiendo parecer maleducado. HoSeok solo sonrió.
—Primero te acuesto, pido algo sano de delivery y comemos juntos. Fin del día— Comento olvidándose que un molesto asunto iba a volver pronto.
—E-está bien—. Jimin sin más se dejó hacer, asustado, como el minino que era.