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Si fueras yo por kiyoko kotomi

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Notas del capitulo:

¡Bueno, he aquí otro capítulo y muchas gracias por sus comentarios que me animaron a escribir más rápido, no quiero aburrirlos así que…espero que disfruten el segundo capítulo!

 

- ¡esto no puede estar pasando, esto no puede estar pasando, NO PUEDE ESTAR PASANDO!-gritaron ambos viéndose frente a frente, para luego verse con ira, imagínense, estar en el cuerpo de su némesis no es tan gracioso como parece.

-¡todo es tu culpa humano!-gritó Zim, en el cuerpo de Dib.

- ¡¿porque mi culpa?!-gritó respondiendo Dib en cuerpo de Zim.

- ¡entraste en mi base solo para estorbar, descerebrado cabezón!

- ¡que no estoy cabezón, además tu quisiste cambiar mi cerebro con el de un mono!

-¡sí pero tu rompiste el control!

-¡tú me empujaste!

-¡Mientes!, ¡ay, estar en tu cuerpo es horrible!-se quejó.

-¡pues estar en el tuyo no es un paraíso, Zim…debes hacer algo, no lo sé, repara la máquina!

-¡¿Cómo quieres que la repare si quedó pulverizada al igual que todo mi laboratorio?! ¡¿Tienes idea de cuánto toma hacer una máquina tan increíble como esa?!

-¡no, pero tenemos que hacer algo porque…!

- ¡no entiendo nada!-gritó G.I.R. interrumpiendo la discusión.

Ambos miraron al robotito que tenía una mirada confundida, aunque sabía lo del plan, era algo despistado, seguramente cuando Zim se lo explicó estuvo distraído con alguna pequeñez. Se pasaron horas tratando de explicar lo que sucedió.

-esperen, si mi amo es Dib entonces ya no sería mi amo y si Mary es mi amo entonces no sería enemigo de mi amo porque mi amo seria su propio enemigo y el enemigo de mi…-no acaba de hablar porque explota su cabeza por la cantidad de información recibida.

-¡¿Qué voy a hacer?, tenía que reportarme con mis Altos pero no puedo hacerlo estando en el cuerpo del Dib-apestoso!

-¡oye, estoy aquí!-llama su atención ofendido y mira su reloj-rayos, mi padre se preocupará, bueno, en realidad no, seguro está en su laboratorio…pero Gaz se enfadará y me golpeará si…-habla solo, pero se detiene por la idea que se le ocurrió-o el que será golpeado será Zim-sonrió malicioso.

-¡olvídalo, escuche lo que dijiste!-gritó Zim detrás de él.

-¡está bien, pero si no llego a casa ahora Gaz te golpeará!

-¡¿insinúas que el grandioso Zim vaya a la casa de un humano miserable para suplantarlo?! ¡¿Te has vuelto loco?!

-¡pues no veo que contribuyas ideas buenas!-se frotó la sien tratando de calmarse-mira, mañana nos veremos en la escuela y trataremos de resolverlo de alguna forma, pero mientras tanto actúa como yo, ¿o es que no puedes hacer algo tan simple como eso?-lo miró de forma retadora.

-¡¿te atreves a retar al gran Zim?!-le señala en forma de amenaza-¡es sencillo, solo podría actuar como un loco y todos me creerían!-se dirigió hacia la entrada de la base-¡si tocas algo te destrozaré la cara!-le advirtió, para después irse.

-jejeje, que tonto eres, Zim-rió pensando en algo.

 

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Más tarde…

Finalmente llegó a esa casa de colores fríos, algo fúnebre a comparación de su base. No estaba seguro de si entrar o no, pero ese humano despreciable lo estaba retando y no perdería, así que, finalmente se decidió por entrar y, por suerte, no hubo moros en la costa.

-…-abre la puerta con delicadeza y apenas pone un pie en la casa.

-¿creías que no me iba a dar cuenta de que llegaste tarde?-apareció Gaz con su típico semblante frío.

-no sé de qué estás hablando mi aterradora hermana menor-trató de parecer “normal”.

-…-ella se le acercó mirándole incrédula-adivinaré, fuiste a la casa de Zim otra vez.

-no, de hecho- sonrió burlonamente y pensó, ¿por qué no hacer quedar mal a su némesis?-fui a buscar a Vampi choco y también estúpidas evidencias, digo, interesantes cosas que dan miedo y esas cosas.

-sigues actuando raro y te lo advierto Dib, si sigues haciendo eso entraré a tu cuarto mientras duermes, convertiré tus sueños en pesadillas de las que no despertarás, te arrojaré de algún acantilado y solo así desearas no haber tenido una hermana.

-…-tragó duro-¡por Neptuno, afuera está el chupa cabras!-dicho esto corrió hacia la que debía ser la habitación de Dib- no quiero saber de lo que es capaz esa chica, digo, ¡no tengo tiempo para esto!...aunque ahora que estoy aquí…-esculca las cosas por curiosidad y, afortunadamente, encuentra evidencias de su propia existencia-¡jajaja, tonto Dib!-ríe mientras guarda todo en una caja, destruyendo cada evidencia y después arrojarla en algún lugar donde jamás pudiera ser visto-¡soy ingenioso!

-¡cállate!-gritó su hermana, desde su otra habitación.

 

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Mientras…

-veamos como destruyes a la humanidad sin todas tus herramientas, Zim-sonríe también Dib destruyendo algunos planos y máquinas en proceso que no estaban del todo dañadas, parecían ser malvadas.

-si haces eso el jefecito se enojará-canturreó G.I.R. viéndolo.

-olvidas algo, ahora que yo soy tu amo, te doy el día libre.

-¡sí!-gritó alegre saliendo del laboratorio, para dirigirse a quien sabe dónde.

-ahora que no queda nada más que hacer…

 

-supongo que debería…

 

-¡¡¡no, de ninguna manera!!!

Esas frases abarcaban el pensamiento de ambos, ya verán porque.

 

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Al día siguiente…

Faltaban pocos minutos para que comenzara la eskuela. Oh si, iban vestidos tal y como el día anterior, no querían saber los secretos del cuerpo de su némesis, sería algo...vergonzoso.

Ninguno dijo palabra alguna. Estaban ahora en el aula, en sus respectivos asientos, pero no querían mirarse siquiera, para los demás era algo extraño no ver a esos dos pelear, de hecho, solo llegaban, se veían y peleaban todo el día, tanto que hasta su profesor de sekundaria, quien era menos espeluznante que la señorita Bitters pero eso no lo hacía mejor persona, se extrañara.

-¡ustedes dos, ¿qué les pasa?!

-¡nada!-respondieron  nerviosos.

- ¡es extraño que ustedes no se peleen!

-sí, tiene razón-comenzaron a hablar los demás estudiantes dudando, por lo que ambos se pusieron nerviosos.

-¡tú, eh…estúpido humano cabezón!-comenzó el ahora irken.

-¡eh sí, tú, eh, basura espacial, no te saldrás con la tuya!-también respondió el otro siguiéndole la corriente.

-bueno, así está mejor, ¡ahora silencio que ya comienza la clase!-finalizó el maestro, mientras los dos suspiraban aliviados, por suerte, no debían más explicaciones porque lograron convencerlos con un poco del teatrito rutinario.

 

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Pasaron las horas y finalmente sonó la chicharra dando a entender que era la hora del  almuerzo, ahora tendrían que volver a verse para tratar de solucionar el problema.

-…-ambos no dijeron nada, solo se sentaron en la misma mesa de la cafetería, pero, esta vez, afortunadamente todos los ignoraban.

Era un silencio espectral, pero cada uno sabía que decir primero.

-espero que no hayas tocado el increíble cuerpo del grandioso Zim, mono-Dib-habló algo apenado el ahora humano, tratando de sonar amenazante.

-p-por supuesto que no, Zim, y espero que tú hayas hecho lo mismo-respondió también, algo sonrojado, el ahora irken.

Luego de decir eso, volvió aquel silencio…

-¡ya sabes que tampoco puedes tocar mis cosas!-le advirtió Zim.

-¡claro que no, pero siendo francos, no confié en ti, Zim, espero que no hayas hecho desastres en mi casa, por Júpiter, eres demasiado destructivo!

-¡tonterías, actué bastante normal!-alardeó.

Ambos miraron sus almuerzos, guisantes y otra cosa que no se distinguía bien que era, literalmente algunas cosas no cambiaron, una de esas cosas, la horrible comida de la cafetería.

-genial, ahora no puedo comer nada más que esos estúpidos waffles que hace tu asistente-se quejó Dib.

-¡jajaja!-rió burlándose.

-¡no es gracioso!

-¡claro que sí, jajaja!-continuó riéndose.

-…-lo miró con odio, pero se le ocurrió una idea-eso quiere decir que…-agarró un puñado de guisantes y se los metió a la boca.

-¡oye, ¿qué haces?!

-¡te recuerdo que es tu cuerpo y no el mío, Zim!

-¡estúpida larva humana, dos pueden jugar ese juego!-levantó del suelo algo de puré de papa y sonrió burlonamente.

-¡no te atrevas!

-…-siguió con la sonrisa y se lo metió a la boca.

-¡eso es muy infantil de tu parte!

Siguieron con ese jueguito de “quien come cosas más asquerosas”, desde la misma comida de la cafetería, hasta cosas de la basura, quedando en ridículo frente a todos. Definitivamente, cuando se tenían cerca el uno al otro podían ser demasiado impulsivos.

-¡ríndete!-exclamó el ahora irken apunto de vomitar-¡sabes que no puedes más!

-¡mientes!-gritó el ahora humano asqueado también.

Ambos se detuvieron al ver la multitud que los rodeaba, algunos se reían y otros cuchicheaban entre sí, lo único que lograron escuchar de ellos fue: “son raritos, pero mucho más que otros días, deberíamos usar los pases para locos”

-¡¿Qué está sucediendo aquí?!-apareció la maestra Bitters, quien se había tomado el rato libre para castigar a alguien-¡¿Quién hizo todo este desastre?!-vio los cubos de basura tirados.

Todo el mundo los señaló.

-¡ustedes no se irán de aquí hasta que limpien todo el desastre que hicieron en la cafetería!-les entrega a cada uno un cepillo de dientes-¡quiero que todo esté brillante!

-¡jajaja!-se burlaron los demás, mientras se iban de vuelta a sus clases, quedando solo ambos, que se miraban con odio. Hoy sí que sería un día largo.

 

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Continuará…

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado, lo hice más largo que el primero, la verdad no sé de donde me salió esta idea, pero parece bueno hacer esa pelea algo infantil y acerca de descubrir sus cuerpos pues no…todavía -///-, en el próximo capi será, es algo complicado ya que es una historia improvisada, así que quisiera saber sus opiniones .

¡Nos leemos pronto!


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