Bosque y sol. Aire y agua. Kilómetros incontables bajo el manto verdusco, escuchando las aves charlar contentas y los arboles cantan agitando sus hojas al ritmo del suave viento. Un animalillo asustadizo que atraviesa a brincos el sendero, para perderse debajo de un arbusto. Kilómetros incontables de un lugar parecido a los Elíseos.
Luhan caminaba observando todo alrededor con infantil fascinación. Sus ojos brillaban ante cada detalle del verde panorama. Sehun tras él solo veía y sonreía: Luhan era como un niño pequeño es una feria. Le era imposible despegar los ojos del chico mayor en edad, con el doble de inocencia que la suya. Esas miradas soñadoras lo hacían sonreír desde dentro, con ganas y sin reprimirse ningún sentimiento.
—¡Mira, Sehun! ¡Ese conejo se acaba de meter su casa! ¿Viste que tan alto brincó?
—Madriguera — corrigió el alto con una sonrisa de lado. En dos pasos ya estaba a un lado del rubio que le lanzaba una mirada displicente. Sehun se arrodilló junto a el frente al agujero donde se escondió el conejo. Luhan se aburrió al poco rato de mantener esa posición.
Vio de reojo a Sehun, con la vista fija en la madriguera y no perdió la oportunidad de hacerle la maldad. Apoyo la rodilla en el suelo para darse equilibrio y con la fuerza necesaria tiro a Sehun de espaldas empujándolo por los hombros. El alto cayó sin demasiadas ceremonias en un gesto bastante extraño y poco elegante. Luhan se le sentó en la cadera y empezó a atacarlo con cosquillas.
—¡Basta, Luhan! — chillaba Sehun. El menor e lugar de hacerle caso, lo atacaba con mas ganas. Sehun era incapaz de cuidar todos sus puntos vulnerables. Al cuidarse el cuello, era atacado por el estómago. Si se giraba Luhan lo atacaba en los costados con esas manos bonitas y traviesas que no dejaban de alborotar al menor.
—Eso te pasa por querer ser un niño cerebrito conmigo, tonto
—¡Para, Luhan, perdóóóón! — los ojos de Sehun lagrimeaban, y ni el ataque de tos que le amenazo fu suficiente para que las cosquillas se detuvieran.
—Te dejaré con una condición — luego de un quejido que sono aprobatorio, continuo — una carrera de aquí a la casa. No. Mejor de aquí a a orilla dl bosque. Al despeñadero que vimos ayer ¿te acuerdas?
Sehun recuperó poco a poco el aliento. Luhan seguía esperando su respuesta.
Los ojos oscuros de ambos se volvieron borgoña de adrenalina por el reto lanzado.
Luhan vio determinación en los ojos de Sehun. Nunca se resistía a un desafío directo. Y el podía tener mas altura, mas músculos y mas fuerza, pero Luhan era pequeño y cuando corría ni el viento lo paraba. La victoria aun no tenía dueño.
—¿Cuánto vamos a estar aquí? Ya no siento las piernas. Se que quieres pasar tiempo a su lado, pro no a veinte metros de distancia escondidos en las ramas de un árbol.
—¡Shhhh! Nos va a oír
—¿Qué es lo que quieres probar, espiándolos?
—Nada — respondió Jae ofendido — solo quiero averiguar que e ese chico para Luhan. Pensé que se iria luego de verlo recuperado, pero me sorprendió ese No me voy hasta que Luhan hyung vaya conmigo —repitió Jaejoong con repudio.
Está celoso pensó Yunho pero no lo dijo.
—¿Y no es mas fácil, preguntarle a él mismo?
—No puedo. Si salió igual de terco que su padre, se va a cerrar en sus sentimientos apenas sospeche hacia donde va mi pregunta.
—Yo no soy terco. Ese serás tu — Jaejoong lo ignoró olímpicamente. Yunho entonces recapacito las palabras del mayor. Igual que su padre ¡Ahhh! que orgulloso le puso esas palabras. Claro que Luhan se parecía a él en la fuerza y determinación. En lo bello y delicado había salido a Jaejoong.
El mismo hombre delicado que salto dl árbol con tremenda agilidad. Yunho lo siguió ahogando u suspiro de frustración.
—Enserio, no se cual es la razón de que siempre ganes.
—Es por que soy más alto, y tengo mas músculos y mayor fuerza — sonrió Sehun complacido consigo mismo. Luhan entornó los ojos.
—Asi todo fuerte y musculoso hace rato te deshacías en cosquillas. No se vio muy masculino de tu parte
—Eso es por que eras tu quien e tocaba. Tus manos me hacen así
—¿Así como? —Luhan puso ese puchero tan adorable que volvía al chico frio de Sehun en un meloso con ganas de abrazarlo.
Sehun lo miró intenso, sin parpadear, sin respirar. Deseaba tanto rendirse a sus tentaciones…
Una parvada ruidosa atravesó el cielo anaranjado tras ellos rompiendo la muralla del silencio que se había apostado entre ambos. Luhan no comprendía nada, la inocencia a veces lo sobrepasaba.
Sehun apenas se había movido un centímetro cuando sintió un presencia tras ellos.
—Asi que aquí estaban — farfulló Jaejoong con lo brazos tiesos a un lado de su cuerpo y la mandíbula apretada.
—Papá — Luhan se puso de pie apenas lo vio y corrió a su lado. Jaejoong se derritió ante los ojitos brillantes de su hijo y relajó el ceño.
—No había nadie en casa y se nos ocurrió dar un paseo. Changmin hyung dice que estos parajes son hermosos y quisimos conocerlos. —explicó Luhan con calma, ignorando los rayos laser imaginarios que su padre lanzaba hacia Sehun, mientras éste hacia una reveencia como saludo respetuoso. Yunho llegó justo a tiempo.
—Vamos, JaeBo. No seas controlador. — le dijo con tono de regaño-burla. Jaejoong lo atacó también con sus rayos asesinos. Yunho le puso la mano en el hombro calmándolo.
—Vamos de regreso. Casi es hora de la cena.
Jaejoong suspiró. Dio media vuelta encaminándose de vuelta a la casa. Apenas había dado dos pasos, dejo que Yunho y Luhan se adelantaran y espero que Sehun lo alcanzara.
Poniéndose frente a él le habló con la seriedad hiriente que solo dos personas habían visto en el siempre sonriente Jaejoong.
—Agradezco que estés con Luhan. Pero te advierto, no está solo. Tiene a Yunho, me tiene a mi. Tiene a mis hermanos. Me da igual que le conozcas de mas tiempo que yo, es mi hijo y no me importaría romper los tratados si es para protegerlo. Ni se te ocurra traicionarlo, o morirás por el filo de mi espada. ¿Entendido?
—Puede confiar en mi, Padre. Luhan es más valioso que mi vida, y juro que la daría sin dudarlo por protegerlo — respondió Sehun sin pensárselo. Se sonrojó al ser consiente de sus palabras.
Jaejoong era muy bueno para leer a las personas, la seguridad en el chico de cabello multicolor lo sorprendió, pero era obvio que lo decía enserio. Aunque la faceta de padre celoso nunca disminuiría, decidió darle una oportunidad al chico.
—¿Sabes que has firmado con sangre tus palabras, cierto?
—Si
—Está bien. Vayamos que la cena espera.
Sehun asintió pausado y caminaron ambos hasta la casa. Jaejoong le hacia comentarios recordandole que si dañaba a su bebé, moriría de terrible manera.
Apenas llegaron, Jaejoong jaló a Luhan al comedor. Yunho llamó la atención de Sehun.
—Entiendes que si lastimas a Luhan, voy a matarte de la forma mas dolorosa conocida ¡verdad?
—Lo sé. Y juro que no-…
Yunho movió una mano delante de él deteniendo su frase.
—Si Jaejoong te dejó ir sano y salvo, no queda más que decirte. Vamos a cenar
Sehun se quedo clavado al suelo. Acababa de afirmarles a los padres de Luhan, que lo amaba mas que a su vida, y aun no se confesaba con el Ciervo?
Bien. Debía arreglar ese detalle cuanto antes.