Capítulo 2: La primera noche…
Habíamos estado juntos en un silencio incomodo tras la pequeña confrontación minutos después de la boda, con nerviosismo apreté los puños para hablarle pero mi sorpresa fue ingrata al verlo con baba en su labio inferior y esos… hermosos ojos cerrados.
-Goku…-. Susurre para mí mientras me acurrucaba en su hombro izquierdo.
Cerré los ojos lentamente para disfrutar del momento, era tan fuerte, apuesto y con un olor varonil que lo volvía loco. Incluso de mis labios sobresalía una sonrisa de satisfacción al estar a su lado.
“Llegaste a tu destino”
Con fuerza la carroza nos jalo a ambos mientras caía sobre su pecho, me incorpore al instante para posar mis manos sobre su pecho, mis mejillas ardían y con mucha vergüenza prepare mis labios acercándome peligrosamente a los suyos hasta que…
-¡¿Qué pasa!? -. Exclamo como un loco cargándome como si de un costal de papas se tratase.
-Goku… ya llegamos-. Conteste extrañado.
-Ah….-. Suspiro bajándome, lo pude ver abriendo de una patada la puerta para dejar ver el bello atardecer en Vegita.
Alce un poco mi túnica para bajar de la carroza y deslumbrarme con la morada que aguardaba por nosotros, no era tan grande como el castillo donde solía vivir pero era hermosa. Era una pequeña casa en forma de huevo, tenia diversas ventanillas adornadas de flores y un enorme letrero que decía: “Bienvenidos, recién casados”
-¿No quieres entrar?-. Me preguntó con su mano en la cabeza mientras sonreía.
-¿Es nuestra casa?-. Dije mientras me acercaba más.- ¿No iríamos de luna miel para volver al castillo?
-Umm… ¿Cómo? ¿Había miel en esto?-. Pregunto con algo de enojo, mientras mi mirada irritada lo seguía.
-No,no,no… Al casarte conmigo te convertiste en príncipe y tienes derecho a vivir en el castillo y…
-Ah… eso, bueno yo negué el titulo y me dispuse a solo desposarte para llevarte conmigo por mis propios medios y recursos como ahora-. Incrédulo lo mire, con tanta simpleza lo había dicho que no tuve más opción que abrazarlo con mucha fuerza,
-¿Enserio? ¡Aquí viviremos!-. Exclame mirándolo prendado.
-Jajaja, calma Vegeta-. Me dijo alejándome un poco.- Es algo muy simple para tu reacción, pero si lo preguntas, esta será nuestra casa, eres mi am ¿Esposo? Y debo mantenerte yo.
-No lo puedo creer, en verdad eres tan increíble como siempre…
-Eh?-. Arqueo una ceja extrañado.
-Nada-. Espete un poco harto de su actitud, camine hacia la puerta para abrir la casa y encontrarme con algo aun más asombroso.
-¡Genial!-. Con asombro me adentre atesorando cada rincón de la casa.
Pude ver de reojo como Goku se incorporaba para lanzarse como fuerza al sofá de la sala de estar.
-Hace mucho calor…-. Se quejo aflojando su camisa y corbata.
Con un fuerte sonrojo no pude evitar interesarme cada vez más en los detalles de mí ahora marido, hasta que, volteo a verme extrañado.
-¿Qué sucede Vegeta? ¡¿Estás enfermo!?-. Con rapidez se acerco a mí para acorralarme contra la pared.
-Ah…-. Me intimido, estaba acorralado mientras sentía su mano sobre mi frente.- ¿Tan pronto ya…?
-¡Pues claro!
-Ah Goku… yo ….-. Me puse aun mas rojo.- Es mi primera vez…
-Fuera de tu casa… ¿Verdad?-.Ya no podía más, este hombre estaba decidido en hacerlo conmigo, conmigo, Goku y yo, en la cama…
“¿Cómo será?” Pensé cerrando los ojos.
-Ahh, ahhh, Goku… Go…-. Exclamaba mientras su miembro se adentraba con fuerza en mi entrada.
-Falta poco, ¿Te gusta?-. Escuchaba sobre mi oído su voz lasciva.
Estaba sobre mi espalda sus enormes pectorales, me tenía en cuatro, completamente expuesto para él.
-Me en-encanta…-. Gemí al sentir la invasión del enorme miembro de mi esposo.
-Te haré gritar-. Confesó penetrando mi boca con sus dedos.
“¡Cielos!”
-¡Si lo es, hazlo!-. Confesé gritando para tomarlo con fuerza de la ropa.
-¡Lo haré!-. En ese momento me cargo con mucha fuerza para lanzarme contra el sillón.
-Go…-. No pude terminar la frase, solo pude observar una enorme sabana cayendo sobre mi así como un cojín.
-¡No tardo!-. Lo escuche alterado.
-Seguramente los condones-. Dije para mi mismo hasta que sentí su mano al quitar la sabana.
-¡Estarás mejor Vegeta!-. Confeso poniéndome un paño sumamente frío en la cabeza y un termómetro en la boca.
Rodé los ojos fastidiado para sonreírle con mucha paciencia.
-Gra…. Gracias-. Confesé rendido.
Goku lanzo lejos su saco para remangarse la camisa y dirigirse a la cocina, en un momento comencé a escuchar un desastre.
-¿Goku?
-¡Haré algo para que te sientas mejor!-. Grito desde la cocina.
Sin otra opción me pare del sillón para entrar a la cocina donde Goku mezclaba sobre una olla de agua saliente diversas especias dulces y saladas.
-¿Sabes que haces?-. Pregunte dudoso ante sus torpes movimientos.
-Te preparo algo para tu calentura-. Confeso con ternura.
-Oye…-. Pose mi mano sobre la suya, hicimos contacto visual hasta que sonreí hacia él.
-Te confieso que tal vez es otra calentura-. Respondí un poco sucio.
-¿Es contagiosa?
-Tal vez…-. Susurre peligrosamente.
-¿Enserio? Nooooooooooo-. Grito dramáticamente.
-Ay Goku, eres un niño…-. Confese recargándome en su hombro.- Me alegra mucho ser tu…
Me volteo a ver con su gentil mirada, no pude evitar cerrar los ojos esperando un beso de su parte…
-¿Ya tienes sueño?-. Rompiendo el momento me pregunto.
“Esto será tan complicado”
-¡NO, QUIERO SEXO, Y DEJAR DE SER VIRGEN EN EL MATRIMONIO!