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¿Nos tomamos una foto? por Dunklen Geist

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Notas del fanfic:

Esto es algo que apenas se me ocurrio y lo subo para celebrar el cumpleaños de mi amado Jonghyun, sí, es mi bias. Amantes de JongTae, espero sea de su agrado. Me he recuperado de mi decaída y a celebrar se ha dicho.

Notas del capitulo:

Me inspere a escribir esta historia el día que encontre a mi sobrino tomandose fotos con su Tablet y para mi sorpresa sus capturas son mejores que las mías tratando de hacer una Selfie. Es irónico para mí puesto que él apenas tiene cinco años. Espero la historia sea de su agrado.  

La vida de un fotógrafo es sencilla en varios aspectos.

Apretar el botón de una cámara es lo que da una nueva visión al mundo, un deleite para los ojos, una esencia de vida.

            —¿Estás listo?

            —Sí, más que listo.

            —¡Sonríe!

            La captura de un momento inesperado es la mejor obra de arte que puede tenerse. Y la mejor obra de Jonghyun, era Taemin.

            Su modelo.

Hacia un par de meses Jonghyun consiguió trabajo como fotógrafo para una revista, el muchacho se graduó de la Universidad y siguió sus sueños. Ir, tomar su cámara, y mostrarle al universo lo hermosa que era la vida. Aunque no imaginaba que encontraría algo aún mejor.

            —Muy bien señores, hemos terminado con la sesión, hicieron un gran trabajo.

            —Hey, Jonghyun. —Taemin se acercaba rápidamente.

            —Dime, ¿Te sucede algo?

            —¿Cómo salí en las fotos? —El joven sonreía con felicidad, esa sonrisa podía iluminar más que el sol.

            —M-Muy bien, como siempre, no deberías preocuparte por eso. —Recogía sus cosas. El trípole y las correas que utilizaba para sujetar su cámara, eran su vida y posesión más valiosa.

            —Es que de verdad me preocupa cómo me vea…

            —Si te digo que saliste hermoso, ¿Estarás contento?

            —Solo un poco, pero me hubiera gustado que lo dijeras sin que te lo pidiera —Taemin volvió con las maquillistas a los vestuarios.

            Eso le pareció a Jonghyun una tierno capricho, ese chico sí que era encantador.

Hacer la solicitud de empleo, presentarse bien vestido y puntual fue lo más sencillo de todo. Muchos pensarían que la prueba más difícil era hacer una demostración con la cámara y ver si al jefe le gustaba el trabajo, pan comido para Jonghyun. Él era un chico que desde pequeño era impresionante, dibujaba, pintaba, cantaba a su abuela cuando ella llegaba de visita; era la maravilla de hijo. Pero sin duda lo que más le apasionaba era tomar fotos, desde que encontró la Kanon de su padre no paraba de fotografiar todo lo que se le pusiera enfrente, entonces lo vio a él.

            —¿Cómo te llamas? —Preguntó el niño de diez años a uno más pequeño que él. Se encontraba en un parque de la cuidad y mientras perseguía a una mariposa, se detuvo por un instante frente a los columpios. Una inocente criatura de cabellos negros y ojos cansados se encontraba sentado en uno de ellos, pero lo que en realidad opacaba, era la hermosa sonrisa que tenía en el rostro.

            —Soy Lee Taemin, ¿Tú cómo te llamas?

            —Soy Kim Jonghyun… Y me gusta tomar fotos —Se acercó y le mostró su cámara.

            —Es muy bonita, ¿Crees que pueda salir en una?

            —Claro, solo no te muevas, ¿Vale? —el pelinegro asintió y llevo su piruleta que tenía en la mano a la boca.

—¿Estás listo?

            —Sí, más que listo.

            —¡Sonríe! —aquel momento nunca lo iba a poder olvidar.

Y el pasar de los años no impidió que su mente mantuviera el recuerdo tan fresco como si hubiera sucedido solo hace unas cuantas horas. Ese corto dialogo entre ambos se repitió varias veces que ya parecía una costumbre entre ellos.

            —¿Cuándo tendrás listo todo para la revista? —preguntó Taemin.

            —Voy a terminar todo hoy en la noche, y mañana las llevo la editorial.

            —¿Qué día tienes tiempo libre, Jonghyun?                              

            —¿Quieres salir a pasear?

            —Mjmm—Taemin asentía mientras acariciaba su propio cabello. —Me gustaría que fuéramos a comer un día de estos. —Jonghyun rió. Le era un tanto difícil negarse a las peticiones de su menor.

            Y aunque estuviera a punto de estallar con trabajo por entregar, se apresuraba lo más que podía para poder pasar un poco de tiempo al lado de Taemin. De verdad que lo quería demasiado; ese afecto, según Jonghyun, era el de un mejor amigo al cual le podías confiar cualquier secreto o problema, tal vez más como un hermano… Un afecto más fuerte, o un lazo que los pudiera unir más.

            El camino de regreso a casa era lo mejor del trabajo, ambos muchachos iban por el mismo camino, se detenían en la misma esquina y subían por el mismo elevador de metal que el fondo tenía un espejo. Magnífico. Vivían con un piso de distancia.

            —Aquí bajo yo. —Dijo Taemin mientras descendía.           

            —Claro, nos veremos después —Pero antes de que saliera por completo, Taemin se detuvo por un instante y se quedó observando a Jonghyun, que no sabía exactamente lo que ocurría.

            —Ah… Taemin, ¿Estás bien? —El pelinegro lo observaba con los ojos entrecerrados.

            —Es que… No puedo creer que haya pasado tanto tiempo…

            —¿De qué estás hablando?

            —Me refiero a… nosotros…

            —Oh, te refieres a eso. Bueno, la vida quiso que nos conociéramos y estamos aquí uno con el otro. Como grandes amigos.

            —Sí… Amigos… —Desvió la mirada se comenzó a encaminar a su departamento. —Nos vemos mañana, Jonghyun. Que descanses.

Por primera vez Jonghyun no comprendía el comportamiento de Taemin en ese último instante, vio que se alejaba mientras las puertas del elevador se empezaban a cerrar y éste subía. Llegó a su hogar y como siempre se dirigía al baño a orinar, le gustaba liberar la presión sólo en su casa. Echaba un ojo al refrigerador y si nada le gustaba, se hacía un sándwich de jamón y queso, le gustaba su vida. Amaba su trabajo, amaba su departamento, amaba la libertad de ir y venir a su antojo cuando quisiera, amaba ser él.

            Varias veces le llamaba su hermana por teléfono para contarle sobre sus amigas o chicas que conocía por casualidad, lo que ella quería era conseguirle una pareja a su querido hermano y es que a sus 26 años de edad estar soltero le preocupaba.

            —Vamos Oppa, acepta por favor.

            —Ya te dije que no quiero ir, me parece algo ridículo —Decía por el altavoz del celular  mientras se terminaba de vestir después de un baño.

            —Es sólo una fiesta, no es nada malo, ¡Te lo juro!

            —Pues no te creo mucho. Cada vez que llego a una de tus fiestas millones de chicas se me acercan y quieren estar tocándome todo el tiempo.

            —Se supone que eso debería de gustarte.

            —Es agradable tener la atención de varias chicas, pero por el amor de Dios diles que necesito privacidad a la hora de ir al baño.

            —¡Lo ves! ¡Tienes cientos de ofertas de chicas muy bonitas a las que les gustaría tener una relación contigo!

            —Sabes lo que pienso al respecto de eso. Yo no quiero meterme con cualquiera, eso es demasiado precipitado. Simplemente quiero —Pero antes de que pudiera terminar su hermana lo interrumpió.

            —Quiero encontrar a la persona indicada que me ame de verdad… Lo tengo muy bien gravado en la mente, no hace falta que me lo menciones. Aunque tienes que estar de acuerdo que no vas a obtener a tu amor si no lo ayudas a encontrarte, ¿O sí?

            —Ya será después, aún no sé si ese día tenga que entregar algún trabajo. —Ya bien vestido y con su mochila en el hombro, se dirigía a la puerta para salir del departamento, la abrió y salió fuera.

            —Sí claro, ir a trabajar en sábado tsk. Cualquier cambio de opinión que tengas házmela saber por favor… Cuídate mucho Oppa, te quiero.

            —Yo también te quiero. —Colgó y cuando volteo después de cerrar la puerta, Taemin estaba parado frente a él con los brazos cruzados y una sonrisa demasiado fingida.

            —Buenos días Jonghyun, veo que estás muy cariñoso desde temprano. Y dime, ¿Con quién hablabas? Estoy seguro de que era una chica.

            —Ah sí, mi hermana. No deja de molestar con que vaya a su fiesta del sábado. Cree que con ir a reuniones y ese tipo de eventos podré encontrar a alguien para mí.

            —Oh… Entonces todavía no estás con nadie —Taemin se veía más relajado luego de la explicación.

            —No. Aún no tengo pareja, y si la llego a tener quiero que sea alguien a quién yo elija, no a quién le guste a mi hermana. Aunque si lo pienso bien ella no tiene gustos tan malos…

            —¡Sí pero es mejor que elijas tú! No me gustaría verte sufrir después por una mala elección —El pelinegro soltó una pequeña risilla. —¿Nos vamos ya?

            —Oh sí, casi me olvidaba del trabajo.

Ambos muchachos tomaron el tren y se dirigieron al edificio dónde realizaban sus actividades. Jonghyun era el encargado de tomar fotos y editarlas para la revista, y Taemin era el modelo, varios chicos y chicas antes ya habían estado trabajando antes, pero Taemin era el único que permaneció durante un año. Los demás se iban por una cosa u otra, que el salario no era apropiado o que los horarios no les gustaban. Él fue el mayor sobreviviente durante toda la historia y era notable el porqué de eso.

            Su forma de trabajar era muy especial, lograba captar bien cada concepto que se le daba, desde un estudiante de universidad, hasta un personaje de película de terror. Simplemente era alguien que se respetaba. El vestuario jamás se le complico debido a su delgada complexión y el maquillaje era pan comido, varias veces el cansancio era notable en su rostro pero eso no impidió que dejara de hacer lo que él quería.

            Y lo que más quería era estar junto a su amado Jonghyun, que lo observara y que se enamorara profundamente de él, pasar tiempo a su lado y no perderlo de vista nunca. La vez que ellos se encontraron en el parque le pareció haber visto a un ángel, a uno muy gentil y curioso. Sin duda quedó fascinado pero no le bastaba ese simple encentro que habían tenido por la tarde, después de que se despidieran y sin que Jonghyun lo notara, comenzó a seguirlo hasta que dio con su casa, a pesar de ser pequeño pudo recordar bien el camino y cada vez que podía miraba por la ventana para observarlo.

            Amor es una palabra muy fuerte a la cual las personas le tienen miedo, pero para un niño inocente, la palabra amor es una de las mejores que pueden existir y amor a primera vista describiría completamente la situación de Taemin.

            —¿Qué es eso que tienes en la mano? —Lee dio un salto del susto que le había provocado escuchar la voz de Jonghyun.

            —Nada, no tengo nada en las manos —Trataba de esconder la foto que estaba escondiendo detrás de su espalda.

            —Pero si acabo de ver como estabas tan aferrado a eso, ¿Es muy personal?

            —Lo es… Pero supongo que está bien que lo veas.

            —Oye, no quiero que te sientas obligado. Vine a buscarte porque ya vamos a empezar con la sesión y eres el único que falta.

            —Lamento tardar tanto, es que me incomoda la corbata —Dio un suspiro y bajó la mirada. Se mordió los labios y extendió la foto que tanto ocultaba. —Es de primaria, la que me regalaste cuando fue mi cumpleaños… Los dos salimos muy bien…

            Jonghyun se acerco y tomó la foto, verla fue un detonador de memoria instantáneo de las horas de risas que habían pasado la vez que jugaban en la habitación de él. Sin duda un lindo recuerdo.

            —Esa fue la primera noche que dormimos juntos —Dijo el rubio con una sonrisa.

            —¿Qué dices? —Taemin por su lado se sonrojo alterado por sus palabras.

            —Sí, no quería irme de tu casa y le pedí permiso a mis padres que me dejaran dormir contigo, recuerdo que te asustabas con mis historias de terror y cuando ya era la hora de dormir no me dejabas de abrazar —Le regresó la foto a Taemin y le sonrió. —Fue una noche muy divertida.

            —Oh, ya entiendo… Jonghyun yo… Hay algo que quiero decirte. Sé que es muy repentino y tal vez te incomode un poco… La verdad es que no tengo idea de cómo vayas a tomarlo.

            —Hmm… ¿Te parece si hablamos de eso después? Tenemos que apurarnos ahora.

            —Ah… Sí. Es mejor terminar pronto…

Varios intentos como ese habían resultado de la misma forma, fallidos. Taemin tenía planeado declararle sus sentimientos a Jonghyun desde la preparatoria, pero como a todos, le aterraba la idea de ser rechazado. Que dos hombres estuvieran involucrados en una relación amorosa era muy mal visto en cualquier parte. Muchos se dejan llevar por el género y no por la forma de ser de una persona. Taemin lo amaba, la pregunta era si Jonghyun respondería de la misma forma.

            El trabajo fue intenso, acomodar las luces, el cambio de vestuario, maquillaje, mobiliario, fue hasta el momento la sesión más larga y pesada. Promocionar bebidas, ropa, e interiores de hogar todo en el mismo día fue agotador. Todos en el estudio estaban completamente cansados.

            —¡Demos un aplauso muy fuerte señores, ya terminamos! —Dijo Jonghyun mientras se dejaba caer en un sillón y frotaba sus ojos. Vio que Taemin se dirigía al probador para cambiarse y lo tomó del brazo para que se detuviera.

            —¿De qué querías hablar?

            —Es que… no creo que este sea el lugar adecuado para hacerlo.

            —Suéltalo, no debe de ser tan malo.

            —No Jonghyun, no voy a hacerlo. No ahora…

            —Como quieras —Se levantó y camino para dónde estaba todo el equipo, parecía molesto y puede que lo estuviera un poco.

            —No te enfades conmigo… —Taemin se pasó una mano por el cabello y se mordió el labio. —Me ofrecieron un trabajo, y me van a pagar un poco más de lo que gano aquí.

Jonghyun lo miraba sin ninguna expresión, esperando lo que en realidad tenía que decir.

            —Y quiero que vengas conmigo.

            —La oferta es para ti solamente, ¿Por qué alguien se interesaría en mí sino me conoce? Y mucho menos a mi trabajo.

            —Acepte la sesión sólo si tú eras mi fotógrafo.

            —¿Qué dices? —Lo que acaba de decir Taemin era súbito.

            —No estoy acostumbrado al trabajo de otras personas y me conoces desde pequeño, además eres mí… Amigo desde hace mucho, sólo a ti te tengo bastante confianza… ¿Lo harías?

            Jonghyun dio un suspiro y tragó un poco de saliva.

            —Dame la dirección y la hora en la que te tengo que ver —Taemin asintió y en un papel escribió los datos.

            —Sólo no te preocupes por nada y no vayas a pensar nada malo.

            —¿Cómo por qué debería de hacerlo?

            —Olvídalo, te veo después.

Una vez estando en casa, Jonghyun se preguntaba el tipo de trabajo que tendría que hacer en el lugar que iba a ir. Tal vez capturas de caídas, una forma de ganar mucho dinero es arriesgando tu vida o también podría ser de personas que estaban nadando. Ya pronto lo descubriría en la mañana. “Sólo no te preocupes por nada y no vayas a pensar nada malo” Esas palabras resonaban en su cabeza. Jonghyun nunca creería nada malo, y menos de Taemin.

            Desayunó lo más rápido que pudo ya que se le hizo tarde, tomó su mochila y se dirigió al lugar de la cita, para su suerte estaba sólo a tres cuadras del edificio dónde vivía. Dio vuelta a la izquierda por un callejón y al salir la calle tenía un aspecto de terror, los basureros desprendían un aroma fétido, había grafitis encima de los grafitis que ocupaban cada rincón de las paredes y un gato bebiendo de un charco.

             —Creo que se refería  a que no pensara nada malo del lugar… —Levantó la mirada para buscar el número que estaba anotado en la hoja cuando de una puerta verde oxidada salió un hombre fumando un cigarrillo.

            El tipo se le quedó viendo y le sonrió ladino.

            —Tú debes de ser el fotógrafo, ¿He?

            —Ah… Sí, soy yo, es un placer. —Extendió la mano para que se la estrechara pero el sujeto no respondió.

            —Son las nueve de la mañana, yo voy a venir por las fotos a las once. Y quiero una de cada traje, les dejó a su imaginación las poses.

            —Ah, sí… Supongo… —Aquel hombre se volteo y comenzó a caminar dejando la puerta abierta.

            Con curiosidad más que temor Jonghyun se adentro y lo primero que vio fue un pasillo largo que era iluminado por una bombilla a medio fundir. Casi llegando al final había una puerta abierta de la que salía luz, así que decidió ir hasta ella. La madera crujía bajo sus pies y algunos vidrios rotos adornaban el piso. Asomó la cabeza para ver si alguien estaba pero como no pudo localizar a nadie, simplemente entró.

            —¿Hola? ¿Hay alguien aquí?

            —¡Jonghyun! ¡Has venido! —Escuchar la voz de Taemin le tranquilizó y le dio susto.

            —Pensé que había entrado en el lugar incorrecto, y me hubiera gustado hacerlo…

            —No sabes lo aliviado que me siento de que seas tú mi fotógrafo.

            —Sí… ¿Dónde están las demás personas? Me refiero a los maquillistas y del vestuario.

            —Aquí sólo estamos nosotros dos. Yo soy mi peinador y maquillista —Taemin desviaba la mirada apenado y se bajaba las mangas de su suéter más de lo que se podía.

            —Oh, es una empresa que apenas inicia. Entonces me voy a instalar mientras tú te cambias. ¿Estás de acuerdo?

            —Sí… No me tardo… —Taemin se fue a una de las esquinas de la habitación dónde se encontraba un probador.

            Jonghyun sacó su cámara junto con el trípode y se acomodo frente a una mesita que estaba junto a la puerta. El lugar era muy peculiar, todas las paredes estaban pintadas de rosa y las cortinas eran de encaje. Una gran cama estaba enfrente de él, en una de las esquinas estaba una mesa con florero de varias rosas rojas y peluches es una caja junto a revistas. Jonghyun se puso de pie y justo cuando iba a tomar una de las revistas escucho la voz de Taemin.

            —No pongas cara de estúpido.

            —¿Pero qué tanto andas… —El silencio se hizo presente en la habitación, los ojos de Jonghyun se engrandecieron y abrió la boca.

            Taemin estaba frente a él con un corset rosa de encaje negro a las orillas con tul como falda, unas medias a la mitad del muslo y un sonrojo tremendo en la cara. Trataba de no ver la cara de Jonghyun mientras se agarraba el hombro con una mano y con la otra sostenía una peluca rubia.

            —No me juzgues por favor, sigo siendo una buena persona.

            —Yo ah… Te… ¡Te vez bien! —Lo decía para quitar la incomodidad.

            —Gracias… —Taemin no sabía por dónde comenzar y Jonghyun mucho menos.

            —Yo… No sabía que te gustaban este tipo de cosas ja…

            —Al principio sólo eran simples trajes de sirvientas… Escolares y disfraces…

            —¿Cómo… Cómo fue que estás aquí?

            —Fui a una fiesta hace un mes y una de las personas que conocí me dijo que estaba muy interesado en que yo fuera su modelo. Acepte y al día siguiente recibí un pago, cuando vine a la sesión me di cuenta de lo que se trataba y no tuve más opción que hacerlo…

            —¿No te dejan ir?

            —Creo que más bien yo no me quería ir —Taemin rió levemente y se humedeció los labios. —No te preocupes, éste es mi último trabajo. Ya no seguiré exponiéndome.

            —No te preocupes, lo comprendo…

            —Quería precisamente que tú fueras quién me tomara las fotos porque ya vi el vestuario y no me agrada la idea de que otras personas me vean.

            —Tranquilo, voy a ayudarte a salir de aquí. Menos mal admites que esto no es adecuado para alguien como tú.

Darte cuenta de que tu mejor amigo trabaja como modelo para revistas de caballeros, no sucede todos los días.     

                   

Notas finales:

El capítulo 2 ya va por la mitad, nos vemos en el siguiente ¡Besos! >3< 


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