En san Fransokyo siempre se veía caer pétalos suaves y delicados de hermosos tonos rosas, todo siempre fue tranquilo, san Fransokyo se caracterizó por ser una ciudad muy llamativa por sus anuncios monumentales y de impresionantes construcciones entre las que destacan el hermoso puente Golden Gate, y también era el hogar de una gran universidad en la que el destacado e inteligente joven Tadashi Hamada estudiaba, él amaba ayudar a otros, siempre fue el chico alegre y amable que todos podían querer y apreciar, pero Tadashi siempre deseo más, el deseaba un amor que jamás nadie podría entregarle.
El talentoso joven había conseguido convencer a su hermano Hiro de que dejara las peleas robóticas y mejor dedicara sus jóvenes años al estudio, y no hay mejor lugar que la universidad de San Fransokyo, un lugar en el que según el profesor Callaghan lograría expender las fronteras de la robótica para lograr algo mejor.
Se debía pensar en algo grande para poder entrar a la universidad, y según Tadashi se debía ver desde otro ángulo, y después de algunos intentos fallidos y uno que otro golpe en la cabeza contra el escritorio, por fin había obtenido una brillante idea, solo necesitaba alguien que lo ayudara y ahí estaba, su apoyo incondicional su hermano mayor él lo ayudaría en lo que se necesitara y también podía contar con los amigos de este.
Cada año en la universidad de San Fransokyo, se organizaba una especie de feria para así aceptar nuevos estudiantes mediante proyectos o inventos de gran interés, Hiro no planeaba entrar pero lo hizo solo porque Tadashi se lo pidió.
Trabajaron un par de semanas en el asombroso proyecto, con ayuda del mayor y de su amigos de la universidad, el día esperado por fin había llegado y los hermanos tras observar la invención un par de minutos se saludaron de un modo que solo tenían entre ellos, chocando su puños y haciendo un gracioso sonido con su boca, se dirigieron a la universidad, Hiro estaba nervioso pero no quería demostrarlo, así que se mantuvo callado, todo el camino.
-Hiro no deberías estar nervioso- una rubia alta y de entusiasmada personalidad le daba ánimos al pequeño.
-estás hablando con un ex peleador necesitaras más para ponerme nervioso-
-sí, está nervioso- ahora se dirigía a él una chica de cabello negro y mechones morados mientras reventaba su burbuja de chicle.
-vamos Hiro, yo aún creo en ti, sí que sé que lo lograras- el mayor sonreía intentado tranquilizar a su hermano.
-siguiente expositor Hiro hamada- subió temeroso y sumamente nervioso sobre todo porque acerco demasiado el micrófono a sus labios ocasionando un ensordecedor pero corto sonido, no sabía que hacer pero dirigió su mirada a la de su hermano, le dedico una sonrisa y palabras sutiles le indicaron que debía respira profundo, acato la señal y esto fue lo que hizo se sintió seguro para continuar con su presentación la cual fue todo un éxito.
-entonces te estaré esperando- el profesor Callaghan le entregaba un sobre como forma de darle a entender que fue aceptado.
Los jóvenes felicitaban al pequeño Hiro por su ingreso a la universidad, Tadashi pidió un momento para hablar con su hermano, se dirigieron a una especie de puente no muy alejado de las instalaciones donde se hacía la feria de ciencias.
-bienvenido a la escuela de nerds, nerd-
-basta Tadashi, tú eres el nerd aquí-
-tú pronto serás un nerd también así que no te quejes- Tadashi revolvía los cabellos negros de su hermano mientras ambos reían y continuaban con su conversación.
-Hiro quisiera decirte algo… yo…yo te amo- el mayor de los hamada sentía sus mejillas adquirían un sutil color rojo, y su corazón se aceleró por tan importante situación era algo muy importante para él, pero aun temeroso y con miedo junto sus labios con los de su hermano pero al separarse, solo encontró una mirada llena de repulsión.
Hiro intento alejarse de su hermano, pero fue detenido por la mano de este, el cual quería una explicación de él porque su hermano se alejaba de este modo, si su declaración era la razón entonces el que quería ser rechazado correctamente.
-Hiro, si me odias lo entenderé, pero- las palabras salían de sus labios con pesadez y eran pronunciadas con dolor –no te vayas sin decir nada-
-Tadashi, por qué hiciste eso, ambos somos hombres, somos hermanos y haces algo tan asqueroso, no quiero estar con un tipo tan enfermo como tú- esa palabras dolían pero no menos que la bofetada que recibió el mayor en el rostro al parecer Hiro ya no quería verlo más, no al menos por el día de hoy.
Las palabras golpearon con fuerza en el corazón del mayor, el cual lo soltó y lo vio alejarse, ya no sabía cómo continuaría con su vida, el tener que saber que su hermano lo consideraba asqueroso y enfermo.
*Está bien, de cierta manera sabías que esto ocurriría*
Como intento de evadir la situación y forma de afrontar tal rechazo decidió ir al edifico de la universidad para revisar algunas cosas, el lugar estaba completamente vacío y solo, seguramente por la feria, aún era extraño que todo estuviera tan callado pero un peculiar olor lo inquieto.
Se dirigió corriendo fuera de la universidad, estaba preocupado, y más por el humo que logro visualizar desde lejos, las instalaciones donde la feria de ciencias se llevaba a cabo estaba rodeada por el fuego.
No tenía ni idea de donde podría estar Hiro, pero aun cuando lo odiara, no podía abandonarlo simplemente no, aún seguía siendo su hermano mayor por lo que debía velar por su seguridad y bienestar, debía asegurarse de que Hiro y también los demás estuvieran a salvo.
-Hiro- el mayor gritaba con desesperación el nombre de su hermano en busca de alguna respuesta.
-Honey, todos lograron salir-
-si eso creo pero…-
-sabes donde esta Hiro, por favor dime- el joven buscaba con ayuda de su amiga que estaba en el lugar lejos del edificio en llamas rastros de su hermanito.
-El seguía dentro, pero no sé si logro salir-
*Hiro* Tadashi entro dentro del edifico, el calor era sofocante, el humo lo segaba y lo asfixiaba pero no podía desmayarse, lo encontraría sin importar que, logro encontrarlo estaba inconsciente, peo aun respiraba, lo llevo cargando lejos del edificio, no sabía qué hacer, era inteligente pero ser listo no servía de mucho cuando estas desesperado.
-Hiro- las lágrimas resbalaban por su rostro, estaba totalmente agobiado por la situación- Hiro, abre los ojos, por favor, te necesito- Tadashi solo pudo abrazarlo y acercarlo a su cuerpo mientras las lágrimas seguían cayendo y su voz temblaba, parecía que esa voz se rompería en cualquier momento.
Las llamas seguían consumiendo el edifico que aun ardía y se tornaba un demacrado tono negro.
-Te necesito, tú eres lo más importante de mi vida, porque...tuve que decirte eso porque no solo...-
A Hiro se le hizo un hermoso funeral, en el que amigos y familiares estuvieron presentes a excepción de su hermano Tadashi, se negó el verlo, en ese lugar: un ataúd.
Un lamentable montón de madera bien pulida, presentada como un fino lugar de descanso para seres que deben partir, estaría rodeado de flores de distintas tonalidades rojas y blancas que no tardarían en marchitarse al mismo paso en que una joven vida palidece de igual manera, algo que jamás fue previsto o considerado, la tierra no tendría piedad con su pequeño cuerpo, seria masacrado por los dientes de la muerte, de un modo en el que nunca se dejaría que volviera a mostrar esa dulce sonrisa.
Seria consumido por la triste soledad de las entrañas de un frio y monótono montón de tierra, de un modo tan cruel seria adornado con un pasto largo y verde empapado con la lluvia de un día gris como la ceniza y un atardecer de sublimes colores como para ponerlos en un hermoso cuadro, sería como si nada hubiera pasado dejando como única evidencia una lápida de mármol adornada en letras de hermosa caligrafía y horrible modo de resumir una vida.
HIRO HAMADA
EJEMPLAR JOVEN DE 14 AÑOS QUE AUN TENIA TANTO QUE MOSTRARLE A LA VIDA.
SERA AMADO Y RECORDADO POR AMIGOS Y SERES QUERIDOS.
UNA VIDA SE TERMINA, PERO OTRA PUEDE DAR COMIENZO SOLO HAY QUE RECORDAR Y TENER FE, SE DEJA ATRÁS A LOS SERES QUERIDOS PERO NADIE PIENSA EN EL DOLOR DEL DIFUNTO, CUANTO HABLA DE SUFRIR EN EL ENCIERRO, RODEADO DE LAPIDAS Y TIERRA QUE NO LLORAN POR UNA PERDIDA, PERO LAS LAGRIMAS NO TRAEN DE NADA DE VUELTA, SOLO CAUSAN DOLOR, POR ESO NO SE DEBE AFERRAR A LO QUE DEBE PARTIR.
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*Se fuerte Tadashi*
Esas fueron las últimas palabras que Hiro logro articular para el mayor de los hamada, era casi increíble que él las describiera de un modo tan atento y sutil según como las recuerda salidas de los labios de su hermano, no entendí porque Hiro le dijo eso si realmente lo odiaba porque no solo le dijo eso *te odio* para así poder darle fin a tan lamentable vida, pero ahora esas simples letras rondaban en su mente, lo atormentan a aferrarse a una vida que el ya no deseaba.
Los días solo pasaban y Tadashi aún se preguntaba cómo pudo ocurrir tal accidente en el que su amado hermano termino muriendo.
No encontraba ninguna razón para seguir viviendo, Hiro era todo su mundo, continuaba solo porque tía cass le hecho prometer que continuaría con su vida, y porque Baymax estaría solo si el no estuviera.
-Tadashi, tu salud ha decaído considerablemente, presentas señales de insomnio y cansancio-
*dile...dile que no estás bien*
-Baymax estoy bien- Tadashi le dedicaba un sonrisa forzada.
-Tadashi- el gentil robot enfermero lo abrazaba en un intento de consuelo.
-Aun duele-
La verdad es que no estaba para nada bien, hace semanas que había dejado de comer y de dormir, cada vez que dormía soñaba con su hermano,
Hiro lo veía, mientras las palabras te odio y te amo se mezclaban en su mente, era horrible, el ver el cuerpo de su hermano entre sus brazos mientras veía su vida resbalarse entre sus dedos, el ver a Hiro siendo tragado por la tierra, Tadashi estaba estresado y no hablaba con nadie excepto con Baymax, el cual le ayudo mucho sobre su problema de depresión.
-Tadashi aun te duele-
-Si-
-Según lo que me dijiste, no hay cura para esto-
-Sí, creo que hubiera sigo mejor que yo estuviera muerto-
-Puedes llorar si quieres- se acercaba a Tadashi y dejaba que se recostara sobre él, ya que el joven estaba cansado y debía dormir, las únicas veces en que Tadashi no tenía pesadillas eran cuando dormía sobre Baymax -llorar es una respuesta natural al dolor-
-Baymax, puedes hacer que deje de sufrir-
-Como tu médico, yo no puedo darle fin a tu vida, si es a lo que te refieres claro está-
-Por favor, no quiero seguir en un mundo sin Hiro- el joven desesperado lloraba sobre Baymax y este lo abrazaba y le mostraba la pantalla de su pecho.
-Hiro esta aquí- la pantalla de Baymax se iluminaba y mostraba un video de cuando él y su hermanito eran más pequeños de cuando sus padres estaban con ellos, Tadashi ya no recordaba esos momentos pero Baymax se los mostraba -Hiro me dio esto por si algún día te sentías triste-
-Quiero estar con Hiro, aun cuando me odie-
-Tadashi, querías a tu hermano menor-
-Yo lo amaba tanto, créeme enamorarse es la estupideces más grande de una persona puede cometer en su vida, puedes sentirte el hombre más alegre del mundo pero cuando esa persona ya no está ya no importa nada, además mi estúpido amor no era correspondido y aun cuando no amara el...el murió por mi culpa no llegue a tiempo, no estuve cuando me necesitaba, y por mis estúpidas palabras el murió- las lágrimas comenzaban a escapar de sus ojos llenos de ojeras que reflejaban cansancio y Baymax ante esto lo rodeo con su brazos dándole un tierno abrazo para así tranquilizarlo un poco.
-Crees que esto es lo que hubiera deseado Hiro-
-Eso ya no importa, solo quiero estar con el-
-Y cómo puedes estar con él, si el ya no está-
*tu mataste a Hiro*
-Cállate, cállate, yo sé que ya no está, sé que yo lo mate, odio a todos por decirme que solo debo seguir mientras no olvidemos, yo...- las lágrimas se amontonaban en sus ojos cafés mientras colocaba su mano en su frente y solo se quedaba pensativo -Yo..-
-¿Qué es lo que quieres Tadashi?-
-Solo quiero, despertar de esta pesadilla- se llevaba sus manos a su rostro cubriendo así sus ojos con desesperación que es lo que supone que Tadashi debía contestar.
-Entonces Tadashi, ¿qué es lo que quieres?- Baymax formulaba de nuevo la pregunta, ahora mirando de frente al joven de ojos llorosos y corazón roto.
-no lo sé, que se supone que debo decir-
-Tadashi, no creo que puedas encontrar la respuesta que buscas hablando conmigo, yo soy un robot por lo que no puedo sentir los mismos sentimientos que tu sientes ahora, pero me gustaría decirte que lo siento mucho-
-Baymax….
-…-
Tadashi seguía siendo abrazado por su gran amigo Baymax mientras el cansancio lo vencía y se comenzaba a quedarse dormido no sin antes pensar en Hiro.
-oni-chan no dejara que vuelvan lastimarte, te lo prometo, siempre te voy a cuidar-
-sé que siempre me salvaras Tadashi-
Mi nombre sonaba de un modo distorsionado y desconcertante, todo se tornaba negro, se sentía como estarse ahogándose en aterradora agua burbujeante, era tan asfixiante, faltaba el aire se sentia frio y solo podía observar una mano que pedía la mía, no importaba cuanto deseara alcanzarla no lo conseguía, mis lágrimas se desvanecían con el agua, intentaba gritar pero solo aparecían esferas similares a burbujas que caín en lugar de subir, todo se desvanecía y solo…
Despertaba.
*****************************
*Tadashi*
*Hiro, no te vayas*
-Oye hermano, despierta, no querrás llegar tarde a la universidad...
Tadashi abría lentamente sus ojos, la luz lo segaba pero aun así podía captar perfectamente la suave y alegre voz de su hermano menor, no lograba entender para nada la situación, pero se levantó de su cama, y aun mientras Hiro hablaba sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Que te ocurre Tadashi tuviste una pesadilla-
Tadashi abrazaba a su hermano y lloraba en su hombro.
-Hiro, no te vayas jamás de mi lado-
-Y adonde me iría, baka Dashi, aun te necesito-
-Hiro, Hiro- Tadashi aun lloraba, y abrazaba con fuerza a su hermano –aun cuando me odies quiero decir Te amo, te amo tanto, no me dejes, quedémonos juntos el resto de nuestras vidas-
-Tadashi...- sonrió levemente mientras daba suaves palmaditas en la cabeza de su hermano mayor- yo jamás te odiaría, mejor dicho te tardaste en decirme esas simples dos palabras que siempre deseé oír, juntos...suena bien, eso me hace tan feliz-
Tadashi y Hiro se daban un tierno beso, que solo aumento un poco de intensidad, era suave dulce y lleno completamente de amor, después de separarse se dedicaban una radiante sonrisa.
-Tadashi esto es lo que querías- el tierno robot con apariencia de malvavisco se paraba frente a ellos, Tadashi se alegraba y Hiro se asustaba al mismo tiempo que se sonrojaba y escondía su rostro en el pecho de su hermano.
-Baymax, jamás había estado tan feliz de verte-
-Espero no interrumpir nada importante- Baymax aparecía frente a ellos ladeando su cabeza.
-bueno no interrumpes nada, solo hiciste que Hiro se sonrojara pero así se ve más tierno-
-Dashi no digas cosas tan vergonzosas-
-Baymax, finalmente supe que debía decir y esto es lo que más deseaba en el mundo- señalaba al menor y sonreía con esa hermosa sonrisa que solo él tiene.
Hiro salía de su escondite, aun sonrojado y viendo a Baymax aun un poco incómodo.
-Hiro, tienes fiebre tu cara esta roja-
-no, no mira, Hiro está en esa etapa de la vida de cualquier adolescente, mira pregúntale esto y veamos su reacción- Tadashi le decía algo a Baymax cuidando que su hermano no escuchara.
-Hiro - Baymax volteaba a ver a Tadashi el cual solo asentía y le sonreía para volver a fijar su atención en Hiro para seguir con la pregunta – ¿estás enamorado?-
-si-
-¿de quién?-
-de…de o-onii-chan-
-eso es tan lindo, bebe- Tadashi flotaba su rostro con el de su hermano, de un modo algo exagerado.
-Hiro, Tadashi, llegaran tarde a la universidad si no se apresuran, podría hacerles el desayuno si quieren-
Los hermanos hamada bajaron y comieron el fantástico desayuno que Baymax hizo para ambos, salieron y se fueron no sin antes darse una muestras de su amor, y también de que Hiro se asegurará de que nadie los viera.
Esa pequeña demostración de afecto aun le daba un poco de vergüenza al joven Hiro no por que estuviera mal si no porque tantos años mostrando indiferencia al tema del amor ocasiona serios problemas y al fin decirse palabras que parecían poesía en el aire causaba electricidad en el corazón de estos chicos enamorados, causaba una sobredosis que ninguna persona podría curar, esas simples dos palabras suelen ser capaces de cambiar todo el mundo de una sola persona, pero parece ser que se logró más, se transformó en el mundo de dos chicos deseoso de amor, que solo buscaban lo que se debía decir ya fuera correcto o no, sin importar cuál es la verdadera definición de amor, lo que se dice tras observar otro ángulo lo cambia todo de la manera más asombrosa y trascendental y eso… eso es lo que hace tan importante e increíble a la vida y sobre todo que aun hace que chicos tímidos e inteligentes y algo tontos para el amor se sonrojen de un modo gracioso y encantador.
FIN