Dejo que el agua resbale por mi cuerpo, aunque la casa cuenta con agua caliente prefiero el agua fría, me parece más natural, escucho el clic del cerrojo, tomó la pistola que siempre tengo cerca de mí, dejó la llave abierta, pero me posicionó detrás de la puerta, la perilla comienza a girar lentamente, se trata de Alyssa a quien ya le estoy apuntando.
-No entres así a la casa de un exmilitar- le digo reprendiéndola, -No puedo evitar el peligro- me dice seductoramente, y lo notó, sólo lleva ropa interior, tiene unos grandes senos, su cintura es muy estrecha, en realidad es muy bella, se acerca a mí, frota sus pechos contra mi torso, - ¿Esto entra dentro del contrato? – Digo bastante sorprendido, -Tómalo como una prestación extra- me dice coqueta, -Es que estas cosas no me van- digo señalando sus pechos, me mira con fastidio, -¿Es que todos los hombres guapos son maricas?- , no respondo, su tono demuestra su enfado, toma una toalla y se envuelve con ella.
-¿Ya está hecho?- me pregunta, su voz demuestra ansiedad, -lo he estado siguiendo, he intentado un par de cosas, pero parece tener pacto con el demonio, sale ileso, además no quiero levantar sospechas, -¿Cuándo?- ella dijo tranquila pero autoritariamente, -¿Quieres que te vinculen a su muerte?-
POV Patrick Jove
No me atreví a llamar a Kyle, me encontraba paranoico, me quedaba más que claro que alguien quería hacerme daño, el otro día al salir de mi casa una camioneta intento arrollarme, cuando caí por esquivarla pensé que me remataría echándose de reversa sin embargo huyo, sé perfectamente quien se quiere deshacer de mí y por qué lo hace, sin embargo no tengo pruebas, tengo que estar muy alerta y no confiar en un perfecto desconocido.
He seguido entrenando como siempre y aunque me diga a mí mismo que no, tengo ganas de encontrarme accidentalmente con Kyle, estoy tan ensimismado que no me doy cuenta que alguien corre a mi lado, - Si alguien quisiera podría matarte y tu ni cuenta te darías- me dice Kyle con esa gran sonrisa que tanto me gusta, sonrió falsamente por lo irónica que resulta su broma, me sonrojo al notar que pienso demasiado en él.
Me ha invitado una soda, hemos charlado muy amenamente, es muy divertido, sin embargo no puedo evitar pensar en Jordan y ante su recuerdo pierdo interés y me quedo callado en varios momentos, nunca superaré su pérdida, a un año de su muerte sigue presente en cada instante de mi vida.
Kyle es muy atento y amable, pero no disimula que quiere llevarme a la cama, en varias ocasiones me ha desnudado con la mirada, debo de confesar que me gusta causar ese efecto en él, tras las sodas me dice que quiere llevarme a un sitio, sin haberlo pensado ya estoy en su camioneta, llegamos a una playa, -No es nada fuero de lo común- le digo,- es una playa virgen, no quiero que nadie más pueda deslumbrarse con tu belleza- me ha dejado mudo y sonrojado.
Caminamos por la orilla, ambos con los tenis en mano, hace rato que el muy presumido se quitó la camiseta, consciente de mí mismo yo también me la quito, a pesar de ser más delgado que él también cuido mi cuerpo, él se queda mirándome, rasca por encima de su ceja, parece nervioso, -eres muy hermoso- me dice tímidamente sin quitarme los ojos de encima.
-Tú también estás muy bien- le digo mientras llevó mi mano a su abdomen, me pierdo acariciándolo de más, y es que desde hace mucho quería hacerlo, después de más de un año sin el contacto con otra piel tengo un pequeño gran problema allí abajo y mis ajustados shorts deportivos no me ayudan a ocultarlo.
Kyle me toma de la cintura y me observa unos segundos, bésame, pienso, en su lugar me avienta al agua –alguien necesita un baño de agua fría- me dice con aquella dulce sonrisa, que no mienta noté que algo también creció es su entrepierna, y de pronto ya está dentro del agua conmigo, jugamos a tumbar al otro, a arrojarnos agua en la cara, hace mucho no me divierto tanto.
Corremos a lo largo de la playa, las olas nos tumban de vez en vez, me abraza por detrás y me rodea la cintura, me da vueltas antes de mandarme a volar de nuevo, me gusta el contacto con su piel, nos carcajeamos, yo estoy sentado en el agua y el parado, me ofrece su mano, una mano grande, me ayuda a levantarme, y lo hace, me acerca a su cuerpo, por lo cual mi respiración comienza a agitarse, su mano rodea mi cintura, nos observamos, se acerca muy lentamente, sus labios acarician a los míos, es una suave caricia pero me hace sentir todo, me aprieta más contra él, y mueve sus labios sobre los míos, demonios ya necesitaba esto, caminamos un poco afuera del agua, me dejo caer sobre la suave arena, el encima mío, se coloca entre mis piernas las cuales abro, quiero lo que se viene.
Sus manos suben y bajan por mis caderas pero no más haya, nuestros miembros se rozan, estamos igual de excitados, llevó mis manos a su trasero, no me quedaría con las ganas de tocar ese monumento a la anatomía masculina, me besa dulcemente los labios, se aparta un poco y me observa con una sonrisa, -aún no- me dice antes de levantarse y sentarse a mi lado, se reclina, se ha hecho de noche, miramos las estrellas codo con codo.
Estira el brazo y señala a una estrella, -esa será tu estrella, brilla tanto como tú, mi rubiecito lindo- mi dice antes de darme un nuevo y casto beso en los labios, - ¿Qué significa?- señalo a la “J” que se encuentra rodeada de símbolos tribales, que conforman el tatuaje de su brazo derecho, - es una misión que debo cumplir- lo miró sin entender a lo que se refiere, -es una promesa que le hice a mi jefe-
Ya no quise seguir indagando, con pesar sólo pensaba en Jordan en quien no había pensado en toda la tarde que compartí con Kyle.