UNO
Trato de zafarme ¡juro que trato de hacerlo! Pero esos labios son suaves…muy suaves interesantes, tiene un forma que encaja perfecta con los míos. No soportaría hacer algo mal, pero… esto…yo…
DOS
Quiero parame, pero no lo hago, siento mi cuerpo pesar toda una tonelada, y mis manos solo no responden, quiero morir, estoy que… ¿vomito? No, por alguna razón me siento bien…me repugna, su olor me repugna, su piel, me repugna, sus labios…sus labios son lo único medio bueno.
UNO
Un segundo después, creo que encuentra fuerzas, y se separa solo un poco… me mira con recelo, pero puedo notar cierto brillo de deseo y de asco ¿Quién es este hombre? Me tiene ahí, bajo él, aprisionado ¡nunca me había pasado! Y ahora viene lo más interesante del curioso asunto… ¿Qué hará?
-págame-vaya eso sí que no me lo esperaba, es como si no le importara. Algo me punza en el pecho, rayos sí que me tiene mal. Frunzo el ceño y trato de levantarme, pero él sujeta mis manos y me vuelve a acostar-págame-repite, me sonrojo al máximo, lo sé, siento mi pulso a mil y él… ¿¡pero que carajos!?
DOS
Lo beso, ¿si estoy seguro? Sí, más que nunca, este tipo me tiene raro…muy raro, pero lo único bueno que tiene, debe ser mío. Soy bastante autoritario, marco mi territorio como me complazca y lo hago sin importarme lo que los demás digan. Sus labios son míos y punto.
Mi codicia tampoco tiene límites, no me cansaré, lo sé, y si lo hago solo lo desecho. Este ser repugnante de labios sabrosos y épicos es mío ahora. Oh bueno solo sus labios. De resto puede hacer lo que quiera.
UNO
Quiero apartarme…espera…no, no quiero, en verdad me gusta, besa con dominio, como marcando su territorio. Me gusta, es interesante y pasional, de alguna manera me siento solo de él, solo suyo, sí, solo de él. Creo…solo espero, no estar enamorándome. ¡Mierda! Este sujeto interesante me está atrapando.
DOS
-mío-susurro a penas nos separamos. Quiero que lo tenga claro, es mío y punto. Es curioso cómo cambio de opinión, pero es mío. Lo que quiero es sus labios, si pudiera extraérselos sería fantástico.
-¿qué?-pregunta y yo me levanto
-eres mío-
-¿disculpa? ¿Nos besamos y ya soy tuyo?-pongo los ojos en blanco, tendré que sacar ese lado sentimental, que odio, me repugna ser humano…lo odio.
Me agacho tomo su asquerosa mano, y hago que se pare de un salto. Lo tomo de la cadera con mi brazo y lo acerco, vaya al parecer mi estómago aguanta más que la última vez.
-así es- le sonrió de lado y lo vuelvo a besar. Con fuerza y autoridad inminente. Esto me va a gustar y mucho
UNO
Esto es una broma, el interesante es un tipo codicioso con secretos. Lo bueno es que este juego lo pueden jugar dos. No caeré, la fortaleza hace al hombre. Y vaya que yo si tengo. Este libro será más interesante de lo que imaginé,
Me separo después de su segundo beso, es igual de excitante y mi entre pierna no aguantara más. Sí que te hare sufrir imbécil.
-¡JA!- me suelto- ¿esto es lo mejor qué tienes?-niego con mi cabeza, como si estuviera decepcionado. Aunque debo admitir que besa de manera magistral-tus encantos de dominante no son nada- me acerco y con mi dedo índice, empiezo a tocar su pecho, en la zona del corazón, puedo sentir que también late tan rápido como el mío. Algo nos está pasando…pero ahora, no me rendiré-yo no soy tuyo ¿entendiste? Yo no soy de nadie-me alejó un paso y lo miro, directo a los ojos, para que entienda-las cosas se ganan, no se toman, hombre-meto mis manos temblorosas en los bolsillos de mi gabardina y sigo adelante. No siento sus pasos, y miro por encima de mi hombro, ahí parado, mirando fijamente el lugar donde estaba. Que interesante.
DOS
Acaso alguien…acabo de… ¿Rechazarme? ¿Tener que ganármelo? ¡YO NO ME GANO NADA! ¡YO LO TOMO!
Aun miro el lugar donde estuvo, no tiene lógica, me respondió el beso, y vaya que beso… Nunca había sentido algo así al besar. Ese tipo… Me repugna. Pero debo admitir, que me gusta…y mucho.
-¿¡oye, quieres tu pago o no!?-despabilo y parpadeo. Algo pasa… algo pasa ¡joder! Yo… no soy así, pero por algún motivo…lo estoy siguiendo, viendo su espalda como se encorva un poco mirando sus pies. Su cabello es liso, y lo peina extravagantemente, como yo. Es negro, con un mechón rojo. Me gusta ver como el viento lo despeina, lo hace ver más atractivo. Es pequeño, comparado conmigo, me da la sensación de querer protegerlo. ¿¡Pero qué mierda estoy pensando!? ¿¡Proteger, yo, a un sujeto tan repugnante como él!? ¡NI LOCO! Y aun así, camino unos pasos más rápido solo para quedar a su lado, oculto más mi rostro en la bufanda carmesí y sigo teniendo ese sentimiento de calidez, su aroma…tal vez no sea malo.
UNO
Miro de reojo y veo que me mira, al parecer se dio cuenta, porque apartó su mirada y se sonrojó. Es lindo sonrojado, se ve tierno, pero sigue siendo el autoritario, autista y petulante. Me gusta, me gusta mucho.
-llegamos-le digo y abro la puerta-bienvenido-me hago lado para que pase y él entra, con la cabeza gacha-este es mi hogar, espero no te moleste- como si me importara, pero mi cortesía aún tiene que estar ¿no?
DOS
Cuando levanto mi cabeza…es como si estuviera en el paraíso. Todas sus paredes están llenas de libros, enciclopedias, ficción, magia; todo marcado de blanco y negro, las estanterías eran de ese color, intercalados…excepto una. Roja. Vino tinto.
-¿por qué solo hay…?-pregunto
-¿una roja? Bueno, pues veras… Es que esa estantería es especial-acomoda indiferentemente sus cosas. Él…-son los que he escrito- se quita su abrigo… que varonil.
Deja al descubierto su piel suave y blanquecina ¿ha escrito esos libros? ¿No será qué…?
-no me digas que tú…-
-así es, yo-se señala-escribí-va hacia el estante rojo-este libro, bueno y toda la saga-ríe, sacando una copia. Él es…Me gusta, definitivamente me gusta, quiero tenerlo, necesito tenerlo
-no entiendo-me acerco lento, quiero tocarlo, sentirlo, quiero que me cuente, que me diga todo- tu eres quien… me cautivó- estoy a solo un centímetro de…tocarlo-tú eres mi ídolo, mi mundo, tu… eres el único que me ha confundido de este modo-él da un paso atrás y yo toco su mejilla, es él, él único que me ha-tú me has enamorado-
UNO
¿¡PERO QUÉ CARAJOS ES LO QUÉ ESTA PASANDO AQUÍ!?
-e-espera ¿d-de qué estás hablando?-
-Tú eres lo único que he querido tener para siempre- se está acercando mucho, esto…-tú eres… mi sueño hecho realidad-
-¡YA BASTA!-él se asusta, por mi tono. Esto no… mi corazón está que se sale, puedo sentir cada centímetro cúbico de mi sangre en mi cabeza, en toda mi cabeza, me gusta, en serio me gusta. Pero no, está mal, no me conoce, no puede-¡TÚ NO ME CONOCES! ¡SOLO HAS LEÍDO ALGO QUE ESCRIBÍ Y YA, NO ES POSIBLE!-
-para mí si lo es-dice inocente, con mirada segura, se nota la verdad, sinceridad. Esta sonrojado, esto…no podría aprovecharme así de una persona. No.
-¡NO, NO, NO Y NO! ¡APENAS SI ME HAS HABLADO, ES IMPOSIBLE!-me quiero alejar, pero no quiero. Quiero correr, pero no puedo. Me siento raro. Mierda, me enamore-¡NO ME CONOCES!-
-permíteme hacerlo-
-yo…ya he pasado por este tipo de cosas-
-no lo sé-
-¡pues entérate!-solo asiente, con una sonrisa bobalicona… este sujeto va en serio
-déjame-vuelve a estirar su mano, quiere volver a acariciarme-conocerte-y lo permito…vaya…ya la hiciste
-bien-cierro mis ojos y al abrirlos solo lo veo sonreír. Que esplendida sonrisa tiene
-eres…-wow ¿ya me quiere besar otra ves?
DOS
La única persona que he amado en mí vida…está aquí y es el que me repugna. Amo que lo haga, sabía que había algo curioso en él y resultó, que era la persona que amaba. Vaya… quiero besarlo, quiero tenerlo en mis brazos. Mi pensamiento es voluble, lo sé. Pero es él, quien cambio mi pensamiento con solo escribir en una hoja de papel “la guerra acaba, pero la batalla continua.” Solo esa frase, solo esas palabras, me retaron, me llevaron al límite, me condujeron a buscarlo, a sentarme cada día en la misma banca, esperando descubrir quién de todos los que entraban a ese café, era el escritor. A eso me llevo este hombre, me puso al límite, y aun lo sigue haciendo. Lo quiero, quiero que sea solo mío, que solo me rete a mí, que solo se revele contra mí. ¡LO QUIERO TODO PARA MÍ!
-ni se te ocurra besarme-me detiene de nuevo, pero esta vez, poniendo su mano en mi cara
-no toques mi cara-aunque… me gusta sentirlo y esto, es bastante chistoso. Trato de reprimir mi risa pero no puedo
-entonces no intentes besarme sin permiso-
-¿ahora tengo que pedir permiso?-asiente-que daría por no tener que hacerlo-sonrió. Hace mucho que no he sonreído tanto. En mi mundo, todos son serios, amargados y simples. Por eso siempre he resaltado, sinceramente soy el más animado. Me gusta encontrar esperanza, en donde no la hay, siempre hay una solución ¿no? Pero a estas alturas de mi vida, creo que ya me estoy contagiando de ese ambiente tan grisáceo, por eso… no rio a menudo. Los que me rodean, son falsedad pura, solo me queda él, ahora solo es él.
UNO
Porque siento que… ahora él, ha cambiado.
-te siento… diferente-
-porque es así-toma mi mano entre la suya y la besa ¿pero qué coños?-al menos esta si la puedo besar ¿verdad?-me mira y yo solo asiento, Me gusta sentir sus labios en mi piel, son suaves-lo que te he mostrado… es mi parte más empresarial-la vuelve a poner en su pecho-lo que te mostrare ahora… es mi parte social-sonríe, de nuevo, vaya que es bonita
-así que eres de varias caras-
-No. Solo soy convencional, no le mostraré a una persona mi parte social, sabiendo que no le tomara importancia, se puede decir que soy bastante selectivo ¿qué dices, te gusta?-
-¿solo es para mí?-
-para ti, para mi familia, para mí-eso me sorprendió
-supongo que… ahora si…puedes besarme-abre los ojos y yo bueno soy nenaza ruborizada
-podría hacerte el amor con solo besarte ¿sabes?-se acerca-podría sentirme en el cielo con solo besarte ¿sabes?-se acerca más hasta juntar nuestras frentes-¿y sabes por qué lo sé?-
-no…-
-porque ya lo experimenté-sonríe y me besa. Tengo cosas no muy agradables, soy bastante impulsivo y reservado, pero siento que con él puedo abrirme. Mi vida no ha sido la más glamurosa, después de salir de la universidad pública, corrí a CJ MESSENGS una editorial pequeña, pero con renombre, es raro lo sé. Pero creo que prefiere quedarse así, pequeña, no quiere inmiscuirse en el mundo de la falsedad y la burocracia. Me gusta, en verdad no me importa que él sea su mayor donante, me importa que quiera mostrarme su mejor lado y solo por enterarse que soy el que escribió esa saga…eso, me deprime
-solo lo haces porque escribí esa saga ¿verdad?-le digo apenas nos separamos.
-así es- esto me deprime- en esa saga me retaste, sé que te diste cuenta que hay una parte en la que frunzo el ceño- me notaba ¿pero cómo?- sé que me mirabas, me vigilabas, por algo te acercaste. El punto es… que me retaste en esa parte, me tienes al límite hombre, en este momento, desde que note que me mirabas, desde que nos besamos. Me tienes al límite- bueno eso me hace más feliz-¿sabes por qué me sentaba en esa banca día tras día?-
-oye, te vigiló pero no tanto-ambos reímos
-te estaba buscando-me vuelve a besar, más profundamente, es…es delicioso-tus libros, no tienen tu nombre, investigué y me dijeron que según tus compañeros, ese café era un lugar que recurría mucho. No pensaba que quien me vigilaba era la persona que amaba-
-igual, sigue siendo por el libro, no por quien soy-
-ya me diste entrada a conocerte ¿no?-
-sí-
-si ya me enamoré de tus letras, déjame enamorarme de su creador-
-si-
DOS
Cinco meses después, no encontramos en su casa, al parecer ha terminado el último libro de esa saga y me pidió que lo acompañara a la ceremonia de lanzamiento; estamos sentados, uno al lado del otro, frente a una chimenea, muy inspiradora, parece antigua del siglo XVI, tomamos vino y hablamos como siempre lo hemos hecho.
Su sonrisa, de algún extraño modo se ha vuelto mi todo, sus besos ahora son mi adicción, incluso más que la lectura o mi trabajo. Lo he conocido, puede llegar a ser bastante testarudo, le encanta llevarme la contraria, pero es comprensivo y extrovertido y como yo… ve el punto positivo a todo. Para mí, él es perfecto. Para ser honestos al principio tenía miedo, pensé, que tal vez haberme metido tanto, sería un problema y vaya que lo ha sido, lo extraño es que es un problema que…de alguna manera…me hace feliz que exista, vaya.
-por cierto Akira, nunca te he preguntado algo-
-¿eh?-nuestras espaldas están totalmente apoyadas en la parte baja del sofá, él tiene su cabeza tirada hacia atrás y los pies extendidos y descalzos, con el vino en la mano, parece como en una situación de desespero. Sin embargo sé que solo esta relajado. Yo solo tengo las rodillas flexionadas y separadas, con mis manos apoyadas en las mismas.
-¿qué es ese gran secreto que no me has dicho?-
-¿secreto? Pero si te he contado hasta la edad en que deje el tetero-ambos reímos, me gusta hacerlo feliz
-serás pendejo, me refiero a que… ¿no recuerdas? Me da flojera hacerte un reconteo-bebe
-sí, no recuerdo absolutamente nada-río, solo quiero seguir escuchando su voz, me gusta
-aah serás, pareces gallina-dice malicioso
-¡oye!-que le pasa…
-es cierto, tienes una memoria como a corto plazo, Akira-este hombre, me pone los pelos de punta
-oye…-me acercó más, hasta cierto punto en el que sé, que cuando vuelva su cabeza a la posición normal, me besará
-dim- ¡toma! Lo besó, oh me encanta besarlo, son tan suaves, tan cálidos, me hacen sentir querido, amado-eso es trampa-dice apenas nos apartamos
-no, claro que no-le sonrío y lo vuelvo a besar
-hmm espera, mi pregunta- se me olvido, creo que si tengo memoria a corto plazo
-ah sí, decías-no quiero sepárame, me quedare donde estoy ahora, con nuestras frentes perfectamente juntas, nuestras narices rosándose, sintiendo como su respiración se acelera y sobre todo, escuchando los latidos de su corazón al compás del mío, a veces me pregunto si… podre dejar de amarlo. En la inauguración…se lo dejare en claro. Ya no solo son sus letras, es él, solo él.
-anda, mira, ¿recuerdas que el día en que todo esto empezó tú me preguntaste que era lo que había investigado sobre ti?-suelta el vino y pasa sus brazos por mi cuello, me gusta, me gusta mucho
-aah sí, eso sí lo recuerdo. Creo que somos un par de acosadores muy desconfiados, Taka-
-sí, sí pero no me hagas salirme del tema o no te besaré- ¡no! Sí que sabe cómo manipularme, este hombre, maldito
-bien, continúe su majestad-río
-gracias, note que había algo más que no querías que supiera, por como al principio te tensionaste y luego cuando termine, te diste cuenta que no lo había descubierto y te relajaste. Dime que era-sonríe y mueve su cabeza, haciendo rosar más nuestras narices
-¡oh! ¿Solo era eso? Bueno pues veras, siempre he tenido muy guardado, eso de que soy gay ¿entiendes?-
-ajá-se puso frío
UNO
No lo muestra, como es, le da vergüenza, estoy seguro. Si empezáramos a salir… ¿Sería capaz de ocultarme? No podría soportar eso.
-es solo por los negocios, bastantes de mis socios son unos malditos homofóbicos, es por eso. Pensé que si te enterabas, bueno…correrías-sonríe y se sonroja, es muy curioso. A pesar de todo me lo sigue pareciendo, cada día, segundo, descubro como es su personalidad. Es arrogante, necio, a veces parece niño mimado, terco, muy, pero muy terco, pero con un corazón inmenso, tiene sentido del humor aunque no lo note, muy diferente a cuando le hable la primera vez, y sin embargo me sigue pareciendo interesante-¿Pero sabes? Ahora que estás tú, no me importa-espera un momento… ¿¡QUEE!?- si empezamos a salir en serio y quisieras que lo nuestro se supiera… no me molestaría- ¿¡Y LO DICE ASÍ TAN ROJO COMO TOMÁTE Y EVITANDO MI MIRADA!? Me encanta…-digo yo…te amo- bien, esperen un momento… me acabo de morir-¡oye, oye Taka! ¿¡ESTAS BIEN!?-creo que me tire hacia atrás
-no digas esas cosas-aun me tiene en sus brazos…es… solo es él, siempre es así-me pones como gelatina-
-¿qué?- ríe y poniendo su mano en mi espalda me atrae y me besa. Me encanta como me besa, es delicioso, perfecto. Sus labios son el lugar perfecto donde encajan los míos. La tenue luz de la habitación hace que su rostro se vea más armónico, no evito abrir mis ojos y verlo tan dócil y perfecto. Me encanta, a veces me pregunto si… algún día… dejare de estar enamorado de él. Creo que el día de la ceremonia se lo diré…le diré que… sea mi pareja-no me des estos sustos Takanori, por dios-ríe
-pero si me encanta que me auxilies-
-aun así, no lo hagas-
-ay, no te molestes-me cuelgo de su cuello, es fuerte, largo y delgado. Muy varonil me gusta, mucho
-no me molesto-me abraza y me acuna en sus brazos, esbeltos y fortachones, me encanta-nunca podría hacerlo-yo también me aferro más a él, me gustan estos momentos. Son tan abstractos en la amistad, son tan distintos pero iguales. Estos momentos me hacen sentir más amado que nunca.
Los nítidos rayos del sol, empiezan a golpear mi rostro, me siento con calor, no, calor no, más bien calidez. Abro lentamente mis ojos y lo veo, nos quedamos dormidos, abrasados, me duele un poco el cuerpo, pero no pienso moverme, él aun esta…
-buenos días-
DOS
-¡oh! Buenos días, Akira-primera vez que duermo en su casa y es así. Me gusta, me gusta mucho. Unos rayos de sol apuntan directo a sus ojos, son débiles pero visibles, hacen que su mirada brille como un par de diamantes. Su sonrisa cae en el término de lo inapropiado, es perfecta y debería ser ilegal.
Ahora caigo en la cuenta de que, fue la primera vez que le dije lo que sentía y… no respondió, bueno fue el momento, ya tendremos tiempo para eso.
-buenos días, Taka-
-vaya… nos quedamos dormidos-
-tal vez, tú te quedaste dormido-
-naah que va, hombre-
-sí, así fue. Aunque creo que fue mi culpa-
-oh sí, eso es cierto-
-emm Taka…-
-¿sí?-
-se supone que deberías decir algo como… no se “no Akira, no es tu culpa”-
-no tengo porque decir mentiras-sonríe de manera cínica-quien te manda a acariciarme el cabello, ya te he dicho, alguien toca mi cabello y automáticamente soy un Takanori dormido-
-solo hubieras podido avisar que tenías sueño-
-naah esta cama es cómoda-se acurruca en mis brazos, volviendo a apoyar su cabeza en mi pecho
-además, tengo música para dormir-rayos, debe de estar muy acelerado-me gusta escuchar tus latidos, Akira. Son… cálidos-bueno espera… ¿qué? Esto es muy vergonzoso
-y-ya veo-
-sí, ya te puse rojo-
-¡ca-callate! A-además ¿por qué andas de cursi hoy?-
-soy escritor, es natural algunas veces-puedo sentir como se alza de hombros y… por alguna razón, mi cuerpo solo responde a aferrarme más a él. Sí que me tiene mal
-b-bueno como sea-aparto mi mirada, a donde sea, esto es demasiado vergonzoso
-tu corazón está latiendo más rápido. Me gusta-
-¿te gusta?-
-sí, mucho. Tú me gustas, mucho. Yo te amo, mucho- ¿¡¡e-eh!!? Voy a explotar, sí lo hare. Me tiene al límite
-vaya forma de dar una respuesta-respiro, no puedo estar así de nervioso con lo que me acabo de decir
-lo sé. Ahora prepárame el desayuno-se levanta, estirándose la espalda. Parece un gato, su cuerpo es fornido y masculino y aun en la mañana tiene ese aroma suave y varonil.
-¡no soy tu ama de casa!-me levanto indignado
-no me importa, dame desayuno o no habrá besos- este tipo, esto también lo pueden jugar dos
-¿enserio?-se dio la vuelta, hacia la cocina, es mi oportunidad
-ense-lo volteo y lo beso
-tramposo, ya no pides permiso-ríe
-me he revelado-río
-me gusta, mucho-ambos reímos y nos volvemos a besar. Esto me gusta y mucho.
UNO
La ceremonia me parece algo exagera, mi libro no es para tanto, es un éxito, lo sé, pero esto parece fiesta de celebridades, ¡hasta hay reporteros! Me frustra. Bufó.
-¿qué tienes?-me pregunta
-no me gusta tanta extravagancia-cruzó mis brazos y trato de poner la mejor cara. Esto apesta, no es el ambiente que quiero, no para mi libro.
-¿enserio?- me mira enarcando una ceja
-bueno, si soy bastante extravagante, pero no me gusta que esto sea así, digo, si he ocultado mi identidad, es por algo ¿no?-En verdad lo hago, porque no quiero personas interesadas y oportunistas en mi vida. Akira me ha contado suficiente de cómo le ha tocado lidiar con esa clase de gente. Siempre lo engatusaban, lo hacían sentir parte de sus vidas y luego… simplemente lo dejaban. Cada que me contaba esas historia, se ponía triste y su mirada vacía, como aquella primera vez, sin nada por dentro, le ha tocado sufrir. Mi corazón se comprimía y lo único que podía hacer era abrasarlo, besarlo y decirle que estoy ahí para él y que nunca me iré. Sin embargo, no sé qué pasará en un futuro. No podría asegurar un para siempre, siempre que lo hago…termino…mal.
-oye-me levanta la mirada del mentón-no pienses cosas oscuras hoy, es tú día-y me ofrece otra de esas sonrisa, bellas y brillantes como el sol, que siempre me vuelven loco.
-solo porque tú lo dices-en ese momento se acerca para besarme, pero lo detengo
-¿qué pasa?-
-hay reporteros, no quiero malentendidos-
-¿malentendidos?-
-tu dijiste que lo ocultabas por tus socios ¿no?-
-sí, pero también dije que si tú querías, no tenía problema-
-pero aún no somos nada ¿verdad? Qué diríamos-
-ya veo-se aleja, no, espera no te alejes, quiero seguir tocándote
-iré por algo de beber ¿quieres?-
-no, estoy bien, los nervios ahora son mi alcohol-
-bien- creo que dije… algo malo ¡mierda!
DOS
Lo dijo, oh vaya que lo dijo. El muy idiota, le digo lo que siento y solo me dice “aun no somos nada” pues ya vera, lo que no es ser nada. Le diré, me importa un canijo el momento o el lugar, se lo diré y punto. Pero antes, decidí tomar algo para calmar mi ira, un poco de vino es perfecto.
Cuando ya me siento mejor, me propongo a volver, toco mí bolsillo fijándome en que aun este el colgante que le compre, es un libro pequeño con la fecha en que empezamos a hablar… enserio, pero…
UNO
Sigo esperando, miro mi reloj y noto que aún falta un minuto para empezar. Akira no vuelve y esto me preocupa, no pudo haberse ido, solo dije eso para prepararlo, después del lanzamiento pienso preguntarle si quiere ser mi pareja. Estoy nervioso y no sabe que es más por él que por él libro. Vuelvo a tocar mi bolsillo y siento ese pequeño bulto que me demuestra que, aquel brazalete con un pequeño dije en forma de él pero en chibi, sigue ahí. Tardé semanas en conseguir a alguien que hiciera mi boceto de él, y semanas en poder encontrar un momento en el que se quedara quieto para poder dibujarlo. Tuve que esperar a que se durmiera, sacarle una foto (que aun guardo) y dibujarlo. Fue agotador, pero el resultado muy satisfactorio.
-¿Takanori?-siento que alguien toca mi hombro, su voz es pesada, pero agradable
-¿sí?-me volteo y es Yukata, un escritor muy famoso, en verdad fue por él que empecé a escribir-Yukata-san que honor tenerlo en este lugar- hago un reverencia y siento que necesito a alguien que me sostenga, ¿¡donde carajos se mete Akira cuando más lo necesito!?
-déjate de cortesías, hace ya bastantes años que somos amigos-
-sí, pero aún eres mi superior-
-no, no, no de hecho, quería saber-¿por qué se está acercando tanto?- porque últimamente rechazas todas mis invitaciones- ¿qué acaso esta celoso, por qué?
-oh, es que he estado pasando tiempo con una persona-doy un paso atrás
-¿ha, sí?-se inclina y me sonríe-¿es especial?- ¿¡pero que son estas preguntas!? No puedo evitar sonrojarme- ya veo que si-
-¿qué?-
-estas rojo, es rara vez verte en ese estado-
-oh, ya veo ¿Me tiene muy vigilado Yukata-san?-
-algo así-ríe y me contagia, Yukata siempre ha sido un hombre muy amable y tierno. Tiene una sonrisa que cautiva a mucha gente, de hecho me gustaba y alguna vez dormimos juntos solo por deseo, pero… nos dimos cuenta que solo era eso, deseo. Ni siquiera era gusto, para mí, más bien solo un capricho, es bastante atractivo, debo admitirlo, pero él no tiene algo que Akira si, y es que conoce sus límites. Yukata solo… hace lo que quiere sin importarle los demás-dime Takanori, ¿no te gustaría salir a celebrar después hmm?-y me da un beso, suave, sobre los labios. No puedo evitar quedarme estático, esto no me gusta, pero no puedo responder y él sigue ahí juntándose y besándome
DOS
Siento que me quiero morir, él está ahí, besándose con otro hombre. No… yo… de nuevo me destruyeron, me utilizaron, solo fui otro más y aun así sigo viendo. La copa en mi mano se siente fría, mi sangre ha bajado y mi corazón dejó de sonar. Mi copa resbala y cae al suelo, todos miran.
-yo… lo lamento-él también voltea y corre hacia mí
-Akira… no es lo que parece-estira su mano para tocarme, pero yo retrocedo, me ha lastimado, mi corazón es de su pertenencia y lo ha roto. La poca brisa que choca contra mi rostro no me da el suficiente aire.
-no me toques-
-¿qué?-
-porque siempre me pasa esto-
-no Akira, yo soy diferente, yo nunca te busque por interés-
-pero… me traicionaste-lo miro a los ojos, está llorando y todavía tiene su mano estirada, se ve esperanza, tiene la leve esperanza de mí perdón ¿pero qué tengo que perdonar? Al final fue mi culpa haber confiado.
-pero como si… no somos nada- todo acabo, ahora voy a volver a como antes
UNO
¿¡PERO QUE COÑOS ESTOY DICIENDO!?
No me deja tocarlo, no me deja sentirlo, esto me lástima, porque simplemente no me separé, ahora quiero golpear a Yukata y que muera ahogándose con su propia sangre. Estoy perdiendo a este hombre por su culpa, si se va, lo mataré, juro que lo mataré.
-toma-de su bolsillo saca una pequeña bolsa de terciopelo roja y la pone sobre mi mano-iba a preguntártelo, pero ya no hay nada que preguntar. Adiós Takanori- se da vuelta y se va caminando, voy a seguirlo, claro que lo hare…
-Taka ¿qué pasa?- me volteo y le doy un puñetazo, haciendo que todos los que ya de por sí estaban mirando, se alteren y los reporteros se acerquen con sus flashes-¿¡pero qué cojones te ocurre!?-dice tocándose la nariz sangrante y haciendo mueca de dolor
-¡POR TU CULPA, POR TU MALDITA CULPA SE FUE!-es lo único que digo y salgo corriendo, guardando aquella pequeña bolsa en mi bolsillo. La noche es húmeda y está lloviendo a cantaros. Mis lágrimas casi no me dejan ver. Solo noto una pequeña silueta a lo lejos, la sigo, corro lo más que la lluvia me deja hacerlo, esa silueta se detiene en un semáforo y yo aprovecho para acercarme.
TE PILLÉ
La noche estaba fría, húmeda y mojada, los autos transcurrían con normalidad, las luces de sus farolas eran lo único alegre del momento.
A dos hombres no les importaba mojarse, sus penurias eran alejadas por el agua que caída en sus cuerpos, siendo rosados sutilmente por millones y millones de gotas. Ambos alzaron su mirada al cielo, uno detrás del otro, respirando y añorando no sufrir. Ellos solo deseaban ser amados, aceptados con sus cualidades, pero sobre todo con sus defectos, que eran los que por encima de todo gobernaban sus personalidades.
-¡AKIRA!-llamó, aquel hombre que inconscientemente había lastimado, a ese ser, que desde un inicio le produjo inquietud, pero sobre todo, plenitud, paz. El otro creía aquel llamado una ilusión, no podría haber sido seguido por ese hombre, que desde un inicio lo conmovió, lo cautivo y le produjo una repugnancia necesaria. Prefirió seguir caminando pero un par de brazos, a través de su cintura lo detuvieron-no te vayas… por favor-
-para-le dice, tratando de quitar esas pequeñas manos, que tantas veces estuvieron entre las suyas, pero era imposible
-¡NO! No me iré, nunca lo haré, yo te lo prometí-seguía aferrado, llorando y ocultando ese rostro de persona destrozada, en la espalda del otro.
-para-
-¡NUNCA, NUNCA PARARÉ! ¡YO TE AMO AKIRA, NUNCA PARARE!-
-¡mentira!-logra soltarse, solo para mirarlo a los ojos. Su corazón se ablando, pero aun así seguía destrozado. Ese hombre le producía muchas sensaciones-¡mentira, tú no me amas, si me amaras no te habrías besado con ese imbécil!-
-¡él me besó a mí!-
-¡y aun así no te alejaste!-
-¡y tú tampoco reaccionaste! ¡Podrías haberte acercado y apartarlo!-
-¿¡es una broma, me estas culpando!? ¡Uno: siempre te he dicho que soy de reacciones tardías! ¡Dos: según tú no somos nada! ¿Verdad? Yo… no tengo derecho sobre quien besas o no. Tú nunca fuiste mío de verdad-
-Akira, espera, no-corrió hacia él antes de que volviera a empezar a caminar y lo abrazo tan fuerte como pudo-no te vayas, acepto mi culpa ¡acepto toda la culpa! Yo no te merezco, Akira, pero quiero estar a tu lado, las cosas empezaron de manera extraña, pero me gustó, me gustó todo, absolutamente todo. Desde el inicio. Si te vas yo me muero-
-¿por qué lo besaste? ¿Por qué dejaste que alguien más tocara mi propiedad? ¿Por qué dejaste que se rompiera mi corazón? ¿Por qué entraste en mí corazón? ¿Por qué te convertiste en mi primer amor? ¿Por qué ahora me haces sufrir?-no lo puede evitar, ya no lo evita, quiere sacar todo y solo lo abraza fuerte, muy fuerte para no dejarlo ir-¿¡Dime porqué maldita sea, porqué me atrapaste!?-
-Akira…-logra zafarse un poco, solo para tomar a su hombre de las mejillas y hacerlo mirar lo que tenía-no lo sé, Akira fue inconsciente pero déjame decirte algo, la duda es lo que nos gobierna, de ello es donde nace lo que conocemos. No sé por qué deje que me besará, soy tu propiedad, soy tuyo, eres al primero con el que he podido decir “para siempre”, soy un tonto, estaba nervioso, el momento hizo que no pensara con claridad, pero cuando te vi ahí, parado, mirándome lo supe. Tú eres al único que le dejare poseer mi corazón, poséeme Akira, se mío, como yo soy tuyo-Por primera vez, el más bajo lo vio llorar y sonreír. Por primera vez, vio luz en sus ojos. Sonrió y el otro le susurro
-te amo-y lo besó como nunca antes, devorando y acariciando en toda su extensión esa boca que lo llevaba a la felicidad-aun me duele-dijo pegando sus frentes, húmedas y riendo como un par de niños
-perdóname-
-claro, con una condición-
-la que sea-
-se mi pareja-
-claro-
-pásame lo que te di-
-pero no quiero soltarte-
-bien, dime donde esta-
-en el bolsillo de mí gabardina, el derecho-estiró un poco su mano y la metió cuidadosamente en el bolsillo-no toques demás, sería inapropiado en la calle ¿no crees?-el otro no pudo evitar sonrojarse ante la propuesta tan indecente, pero siguió buscando hasta que sintió la pequeña bolsa de terciopelo, la sacó pero cuando lo hizo noto que no era del mismo color
-oye…-
-hmm-seguía apoyado en su pecho, escuchando esa melodía que tanto le gustaba
-esta no es la que te di-
-lo sé-
-¿eh?-
.esa es para ti-
-ohh-tratando de no separase mucho y corriendo algunos mechones mojados de su rostro y abriendo la bolsa, la abrió-oh no-
-¿qué pasa?-
-quítate-sin previo aviso lo empujo a un lado y se agacho para empezar a buscar
-¿¡pero qué te pasa!? ¡Está bien que te lastime, pero tampoco pa-
-¡aquí esta!-volvió a quitar los cabellos de su cara y se sentó en sus empeines
-aah todo tiene sentido-se puso a su altura
-se me callo- y empezó a colocársela pero no le encajaba el broche-no da-como un niño seguía y seguía
-déjame ayudarte-con suavidad, tomo la mano del otro y sonriendo como nunca se la colocó-listo-el otro la miro y la recorrió con su mano libre feliz, ya tenía a alguien con quien compartir-te lo iba a dar para convencerte de ser mi pareja-también se sentó en sus empeines
-pues será un honor-lo mira y le sonríe, o eso cree en tanta lluvia
-mejor vámonos a casa-se levantó y le tendió su mano mientras corría también sus cabellos del rostro
-espera-de un golpe, se levantó y esculcó en su otro bolsillo-por aquí…tiene-Takanori, no podía evitar sonrojarse, tocaba en lugares que no debería, no en esos momentos-¡aquí!-y saco la otra bolsa de terciopelo y de ella la cadena-¡mira Taka!-y como pequeño niño, se la coloco en la cara-¿qué te parece?-
-muy lindo-
-es para ti, se supone que te lo iba a dar cuando te lo preguntara-ambos rieron de nuevo como pequeños y regresaron al lugar donde aquel pacto comenzó.