Después de la fiesta en casa de los Onassis, Milo acompañó a Camus a su casa. Al llegar a la puerta de la mansión de la familia De Lyon Camus le dio el simple beso de despedida a Milo al que ya estaban acostumbrados, pero este último lo detuvo del brazo. Lo miró con seriedad y los zafiros de ambos se encontraron inmóviles.
-Milo… – desvió la mirada el francés.
-¿Hasta cuando vamos a seguir en este sube y baja Camus?
-¿A que te refieres? – lo miró desconcertado.
-A que pienso que no soy suficiente para ti… Juegas con mis sentimientos y yo ya estoy cansado de que no te decidas…
Yo te quiero enseñar r32;este mundo espléndido, r32;ven príncipe y deja a tu corazón soñar. r32;Yo te puedo mostrar r32;cosas maravillosas…
-Milo, ya lo hemos hablado, no se si estoy listo para dar ese paso, me encanta el tiempo a tu lado, me encanta conocer a tus amigos, y que mis amigos hayan congeniado con ellos pero…
-¿Pero qué? ¿Qué necesitas? ¿No soy suficiente para ti?
-No, no es eso, tu eres maravilloso…
-¿Entonces? Camus – lo tomó de los hombros – Camus, te amo, te he amado siempre, y si es por mi condición…
-Eso no tiene nada que ver – puso sus finos dedos en los gruesos labios del griego – jamás pienses eso.
-No, Camus, no tengo mucho que ofrecer. No tengo una casa como la de Aioria, un convertible como el de Aioros, vaya, ni puedo costearme la misma ropa que usa Jabu. Pero aún sin todo eso, tengo la certeza de que puedo hacerte feliz, por que lo veo en tus ojos. La forma en la que me miras, se que no te he llevado a cenar a los lugares que estás acostumbrado, que no te puedo costear regalos, pero estoy más que convencido de que eres feliz a mi lado…
-Y lo soy mi amor – el francés desvió la mirada de nuevo – pero entiende, mi familia es muy cerrada, me preocupa el que dirán, lo siento muchísimo, pero yo, soy así y…
Un mundo ideal, será fantástico encontrar, r32;nadie que diga no, o a donde ir, r32;a aquellos que se aman. r32;r32;
Los ojos de Milo se nublaron – ¿Me crees tan indiscreto?
-No, no, claro que no… De hecho, me encanta – acarició la cara del griego – me encanta tu aura tan masculina, la forma en que actúas, inclusive lo tosco que eres con Aioria.
-Pero, si sabes que soy discreto, y me aceptas aunque no esté al nivel de ustedes… Yo te puedo proteger amor mío, yo siempre te voy a proteger, de todos y contra todos, y si tengo que darle una paliza a medio mundo, para que tu nombre siga siendo tan respetado como hasta ahora, voy a cuidarte siempre Camus…
Un mundo ideal, r32;tan deslumbrante y nuevo, r32;donde ya vi al subir, con claridad, r32;que ahora en un mundo ideal estoy... r32;r32;
En ese momento, Camus sintió como si algo se quebrara dentro de él, por un instante, se sintió avergonzado por siquiera dudar del amor que le profesaba Milo.
-¿Estás llorando? – el griego tocó la mejilla del francés para limpiar una lágrima que corría.
-Es que, Milo, me siento un tonto, había estado tan ciego por mis prejuicios, que no me había permitido a mí mismo verte completo.
-Entonces…
-Entonces, Milo Kapranos, acepto ser tu novio oficialmente.
-¡¿En serio!? – Milo casi brincó de alegría – ¡Será genial!
-Claro que debemos guardar cierta discreción…
-Si claro, pero al menos con nuestros amigos...
Fabulosa visión, sentimiento divino, r32;baja y sube y vuela hacia celestial región... r32;Un mundo ideal... r32;r32;
-Me siento tan liberado – volteó a ver los jardines tan cuidados como los de Versailles en su natal Francia.
Milo lo abrazó por atrás – siempre te voy a cuidar – y besó su cuello – siempre…
Camus se estremeció, el griego sabía que puntos tocar para hacer vibrar al francés.
Y el francés se dejaba hacer, le encantaba recibir las caricias del apasionado griego.
Mira bien lo que hay... r32;r32;
Allí mil cosas voy a ver... r32;r32;
Conteniendo el aliento... r32;r32;
-Entonces – besó su cuello más profundamente – ¿Eres mío por siempre Camus de Lyon?
-Por siempre – suspiró de placer luego que su piel se volviera a poner de gallina por décima vez.
-Tu y yo – los besos fueron subiendo de intensidad – nunca te voy a dejar ir, mi croissant…
Soy como azul estrella que se va r32;y nunca será igual ya otra vez... r32;r32; Cada vuelta es sorpresa... Un horizonte nuevo abrir... r32;r32;
-Soy tuyo Milo – suspiró de nuevo y vibró entre los brazos del escorpión – soy tuyo y ya no me importa nada.
El griego de repente soltó una risilla -¿Te imaginas lo que dirán los chicos al enterarse?
-No creo que se sorprendan mucho… Shaka ya tenía sus sospechas y me imagino que tu, bocón se te habrá salido algo con Aioria…
-Ehm… - carraspeó Milo – tal vez una ocasión estando borrachos, pero el no le pudo haber contado a nadie.
-¿Confías tanto en él?
-Si dependiera mi vida, se la confiaría.
Cada instante un relato... r32; Hay que seguir sin fin, hasta el confín, juntos en un mundo ideal tu y yo...r32;
-Tenemos buenos amigos.
-Excelentes diría yo – y el griego lo besó de nuevo – pero este momento es de nosotros, y te prometo con las estrellas de testigos, Camus, que voy a dedicar mi vida a cuidarte y a protegerte, y a hacer tus días felices.
Un mundo ideal... Que compartir... Que alcanzar... Que contemplar... Tu junto a mí....
-Ya no me da miedo nada – tomó la masculina cara entre sus manos – nada a tu lado.
Se besaron y se separaron para darse las buenas noches.