Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Someday por Azuraki

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer: Los personajes de Free no me pertenecen, son de su respectivo creador.

Advertencia: Posible ataque de diabetes. Posible OoC.

Notas del capitulo:

Hi, hi! Lo sé, debería de estár actualizando mis demás fanfics, pero es que cuando se  me ocurré una idea, no puedo hacer nada más que escribirla♥

Además, tengo una meta para realizar: Llenar mi perfil de AY con historias de mis parejas favoritas♥ Entre esas está el MakoHaru que, ah, los adoro~
¡No hay mucho que decir! Espero que sea de su total agrado y nos leemos más abajito~


Enjoy It♥

Capítulo único: Adaptación.

Pasaron varios días desde que finalizó el Festival Cultural de la Academia Samekuza. Como era de costumbre, se encontraban Nagisa y Rei esperando su transporte para poder ir a clases. Así es, todo sería un día normal. No obstante, Rei tenía en mente una pregunta algo incomoda en todo sentido, ya que no estaba seguro de hacerla o no. ¿Desde cuándo tenía tanta curiosidad?

Tal vez porque le sorprendió ver esa actitud de Makoto al tratar de callar a Nagisa. Sin mencionar que había levanto la voz y Makoto no era de gritar, sólo cuando se asustaba o quería alentar a alguien. Bueno, no había que exagerar mucho, pero esas fueron las razones por las cual ahora Rei no dejaba de pensar qué era lo que Nagisa iba a decir.

No quitaba la pésima sensación de sentirse como un metido y chismoso. Seguramente era algo privado…

— ¿Rei-chan? — Preguntó cierto rubio, con ese gesto incrédulo y tierno a la vez. Nagisa tenía ese encanto de verse extremadamente tierno e inocente cuando lo desease y cuando no.

— ¡Ah, Nagisa-kun! — Pegó un leve grito. No pasó mucho para sentirse un completo mal educado por no haber prestado atención a la conversación que tenían —. Lo siento, estaba pensando.

— ¿En qué pensabas, Rei-chan? — Preguntó. Nagisa no podía resistirse a las preguntas curiosas.

No estaba del todo seguro si contarle o no, al fin y al cabo no le agradaba la idea de andar de “metiche” en asuntos que no le correspondían. El único inconveniente que tenía era que cuando algo le causaba dudas o curiosidad, este buscaba la forma de averiguar y encontrar sus respuestas. Ya sea mediante un libro, Internet, entre otros medios… Ahora sabía que sólo mediante Nagisa podría librarse de dudas… Pero, ¿cuál sería su respuesta?

Retomando sus pensamientos anteriores, le seguía sorprendiendo el hecho de la supuesta alteración de Makoto… Al retrete con todo, no perdía nada con preguntar, ¿o sí?

—Estaba recordando aquel día en la Academia Samekuza, cuando jugamos con las pistolas de agua, fue algo realmente divertido, ¿no? — Dijo, después de un breve tiempo meditando. Luego agregó —: Por cierto, Nagisa-kun… Esto…

No pudo decirlo. Le daba una tremenda pena preguntar algo que ya había pasado hace días.

Luego de la súper y larga preparación mental, Rei se armó de valor para preguntar aquello que, prácticamente, lo estaba atormentando.

“¿Qué era lo que ibas a decir de Makoto-sempai y Haru-sempai?” Fue la famosa pregunta. Nagisa se sorprendió un poco, pero sabía que era normal que Rei sienta curiosidad y más si se trataba de ese tema en particular…

—Verás, Rei-chan. Mako-chan y Haru-chan están…

Lamentablemente Nagisa no pudo responder más, pues era algo que supo por accidente y que no podía hablar de ello todavía. No negaba que quería poder decirle a Rei, después de todo, era como su hermanito mayor al que siempre acompañaba, y tener que ocultarle algo así no le hacía tanto bien que digamos…

Para la suerte de ambos, Rei era comprensivo y entendió a la perfección que debía respetar los asuntos privados de las personas. Bueno, siempre lo supo, pero se dejó llevar en aquel instante.

— ¡Algún día lo sabrás!

 

Poco tiempo después del festival…

Estaban Makoto y Haruka caminando por un sendero algo desolado; casi no había gente. Como siempre, Makoto llevaba consigo ese hermoso gesto, una sonrisa tan hermosa que transmitía inmensa paz.

El paisaje tampoco se quedaba atrás, el sol se estaba yendo, abriéndole paso a aquel brillante cuerpo celeste que más de una vez relajó a una persona.

Ambos conversaban de lo divertido que fue el festival y de que, la próxima vez, no se dejarían perder tan fácilmente. Una que otra carcajada podía escucharse, pero las sonrisas abundaban en todo el ambiente.

Y como si fuera gracia de una especie de relámpago que cruzó por su mente, haciendo que recordará algo importante que había estado pensando anteriormente con algo de angustia, hizo que retomara su estado pensativo.

— ¿Makoto? — Preguntó Haruka, enfocando sus orbes azules que reflejaban un gran océano.

—Nee, Haru… ¿No crees que deberíamos decirles a nuestros amigos lo nuestro? — Bajó la mirada, algo en el le hacía percibir el miedo.

Por otra parte, Haruka se había quedado sin habla, después de todo, no se lo esperaba. No era la primera vez que Makoto se lo decía, pero la forma en que lo hizo en ese momento daba mucho en que pensar.

Pensó en ello por un momento… Recordó que Nagisa, por mero impulso, casi revela acerca de su relación con Makoto. El hecho de que el rubio se enterase de ello fue un accidente inevitable, pues los había encontrado en la orilla del mar en una situación… no muy comprometedora pero si algo incomoda. Justamente no había nadie en ese entonces, pero de la nada un Nagisa apareció para observar sin querer.

Este se limitó a decir algo respecto a lo que vio, pero desde ese día Makoto se preguntó una que otra vez: “¿Cuándo les diremos lo nuestro?”  Pero Haruka no podía responder esa pregunta porque simplemente no tenía respuesta.  Hasta ese día…

No tenía que callarse más, tenía que aclarar la situación o sino podrían pasar algún tipo de inconveniente. Pensó bien en sus palabras y se dispuso a hablar.

—Makoto… — Su tono serio no ayudaba mucho, pero era Haruka después de todo —. Para mí esto aún no es oficial, además, tenemos que acostumbrarnos primero para luego decírselo a alguien más. Por ahora, prefiero seguir manteniéndolo en secreto.

Algo en esas palabras le dolieron. Un fuerte pesar que se hizo presente en su corazón. Esa pequeña indiferencia que normalmente Haruka tenía, por alguna razón, era más notable. La sonrisa que adornaba el rostro de Makoto desapareció en un segundo.

—Quisiera poder decirles,  son nuestros amigos…

—Aun no sabemos qué nos deparará el futuro, Makoto — Respondió sin dudar.

No quería ser tan directo, pero no encontraba otra forma distinta de decirle las cosas. Pero si hubiera sido posible haber buscado palabras más sutiles, las hubiera dicho…

—Entiendo — Volvió a sonreír. A Haruka le incomodaba un poco verlo sonreír hasta cuando no estaba feliz, pero era la costumbre de Makoto, no había nada por hacer o eso creía.

Pero no podía evitar sentirse mal. Una mala persona. Primero por estar ocultando cosas a sus amigos, que aunque tenía motivos razonables, le dejaba un sabor amargo en la boca. Segundo porque sabía que a Makoto le dolía…

Volteó la mirada para verlo de reojo, y su mirada estaba apagada; perdida en el sendero. Todo el camino fue abrazado por un inmenso silencio, lo único que se escuchaba eran los pasos de ellos y el leve sonido del viento.

Al cabo de media hora, ambos llegaron a su destino. Makoto lo acompañó hasta las escaleras.

—Bien, nos vemos luego, Haru — Extendió su mano en forma de saludo y se dio la vuelta, ni más ni menos.

“No.” Haruka se repetía una y otra vez las mismas palabras “No quiero que quedé así.” Obviamente había quedado inconforme con esa pequeña conversación que tuvieron. No quería herir a Makoto; tenía que remediarlo.

—Makoto — Lo llamó, y este volteó a verlo; no estaba tan lejos.

En ese mismo instante, Haruka comenzó a respirar profundo y a armarse de total valor para poder hacer aquello que sentía que debía hacer. Dio unos pequeños pasos hacia adelante para estar frente a frente con Makoto.  No podía verse, pero de ser así, estaría viendo la imagen de un joven ruborizado de timidez.

— ¿S-Sucede algo, Haru? — Preguntó el castaño, algo extrañado por la conducta de Haruka. Se lo veía algo inquieto y nervioso.

 Entonces, Haruka se abalanzó hacía Makoto, haciendo que por fin sus labios se tocaran con suavidad y dulzura. Era como un gesto tímido y apasionado a la vez.  Sus corazones estaban acelerados, palpitando fuertemente, Haru lo podía sentir ya que una de sus manos estaba contra el pecho de Makoto, y la otra, acariciando esa hermosa y cálida mejilla.

Ese cosquilleo que se sentía a causa de esos roces, acaricias y pequeños besos era delicioso. Al poco tiempo, se apartaron y en sus mejillas prevalecía el calor y timidez que había en un principio.

Miró esos ojos color esmeralda que no dejaban de mirarlo con detenimiento y asombro. Con verle podía asegurar que estaba completamente enamorado de él, entonces, ¿cuál era el problema en la situación? Se sintió un idiota.

—Lo siento, Makoto — Volvió a retomar su seriedad, pero de su voz se percibía la angustia —. No quería herirte, sé que son nuestros amigos… Lamento si con mis palabras te… lastimé.

Makoto quedó estupefacto ante aquellas palabras. Tampoco pudo evitar sentirse mal, y hasta culpable, por haberlo hecho preocupar. Lo último que quería hacer era preocupar a la gente.

—Haru, no me has lastimado. Te conozco muy bien y sé que te cuesta expresarte un poco, por eso, cuando me dijiste que esperemos, lo entendí, porque sé que no es tan fácil como parece — Y le sonrió —. Además, yo también quiero acostumbrarme. Sólo me dejé llevar por un momento.

Makoto era una especie de ángel. Su amabilidad lo envolvía y hasta podría decirse que lo enamoraba aun más. ¿Quién no lo haría? Ese muchacho ponía primero a sus seres queridos que a si mismo… Tenía que cuidarlo, cuidar de que nada le pase y de no volver a herirlo. Lo amaba, era la persona que estuvo a su lado desde hace años. Lo amaba y ya no era novedad.

—Algún día… Algún día les diremos a los demás sobre lo nuestro.

—Por supuesto — Ah, esa voz tan angelical. No creía en la perfección, pero apostaba a que Makoto lo era.

Sin más preámbulos, se acercó más para poder ser rodeado por los brazos del castaño. Se sentía cálido y cómodo. Como si aquel pequeño sector era su único hogar; un abrazo que lo estremecía.

—Haru, te quiero mucho.

Algún día se acostumbrarían a decirse las palabras Te Amo. Algún día enfrentarían todos los obstáculos que les deparará el destino. Juntos podrán.

Notas finales:

¿Y qué les pareció? De antemano les doy las gracias por leer♥ Como pudieron contemplar, es algo corto, pero es que así me quedó ;v;

Por cierto, si llegase a haber un fic similar [Tampoco me extrañaría] quiero decir que pido disculpas por ello, estás cosas simplemente surgen de mi cabeza y bueno, ya saben~

¡En fin! Espero les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo. Cualquier comentario es bien recibido, quisiera saber qué opinan y si es que, en algún otro momento, escribir más sobre la pareja♥

Sayonara, cuídense♥! Tengan un bonito día.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).