--------Youngjae-----
Cuando llegue al trabajo, lo primero que vi fue a Zico en mi puesto, cubriéndome por haber llegado tarde. Media hora para ser exactos. Voy corriendo hasta él y me mira riendo, me da un mandil que usábamos aunque nosotros no cocináramos no significaba que no podríamos llevarnos una gran mancha por algún cliente descuidado o por nuestra propia torpeza.
-muchas gracias por cubrirme el tiempo que no llegue, pero el todo paso más rápido de lo que creí- comencé a tomar una lista de los pedidos.
-estabas con tu madre ¿o me equivoco?- estaba atareado y él se divertía con unas pajitas que cayeron, por mi descuido
-sí, ¿Quién te lo ha dicho?- se agacho, ayudándome a levantarlos , menos mal que el suelo relucía de limpio.
-tú me lo dijiste- comenzó a reír mas alto, ¡pero si lo había olvidado!
-lo siento, no lo recordaba, que tonto soy- nos levantamos y se veía muy feliz
-no te preocupes suele pasar- tenía una cara de babo, como la que pone Bang cuando habla de Zelo
-oye….¿te sientes bien?- lo mire más de cerca, volvió a reír
-sí, ¿Por qué no lo debería de estar?- vale, su mundo parecía color de rosa, mire los pedidos y si eran bastantes. Normalmente no esta tan relajado si hay mucho trabajo
-entonces… ¿Por qué estás tan feliz?-
-Youngjae, alguna vez ¿te has enamorado?- genial, lo que faltaba
-con que era eso, ha?- ahora yo reí, recordando a Daehyun, pero ya había pasado por esto y recordar a esa persona especial en el rato de labor no era bueno, más si teníamos mucho que hacer
-sí, es que, es tan especial que me hace sentir como un idiota, me siento como si estuviera adormecido y lo único que me pondría de mal humor seria ver a esa persona con otro, pero me es fiel a mas no poder- yo lo tome de los hombros, comprendiendo de lo que hablaba.
-sí, lo sé, pero te aconsejo que mientras trabajes no pienses en ella- él me miro confundido, luego se vio nervioso y asintió. No volvimos a hablar de ese tema.
Los comensales llegaban, hoy era un día muy activo y eso era bueno, solían pagarnos más por días como estos, a parte las propinas que la mayoría solía dejar. Definitivamente el dolor de espalda valía la pena.
La noche había llegado y las personas se retiraban, faltaba poco para cerrar y ya solo cuidábamos las mesas que quedaban bacías para limpiarlas. Hasta que la última persona se retiró y fue mi turno limpiarla, y definitivamente habían dejado una buena propina lo cual agradecí.
Volví y era hora de limpiar todo, estaba agotado pero cuando cambiamos el letrero de abierto a cerrado aún no habíamos terminado, las mesas estaban limpias, pero el piso y nuestra área no, limpiamos hasta que volvía a relucir, ya estaba muerto y mi rostro lo demostraba.
-waaa~ estoy muy cansado- le dije, él se sentó a mi lado
-también yo- sonreímos.
-bien, es hora de irme, hasta mañana- comencé a quitarme el mandil, lo deje en su lugar, otros trabajadores lo limpiaran.
-es “él”- dijo de repente, mirándome con otra sonrisa amplia y picara
-¿a qué te refieres?- lo mire desconcertado
-mi pareja, es “él”- se sonrojo
-entonces, tienes…¿novio?...- abrí mis ojos por la impresión y una extraña felicidad me recorría el cuerpo al mismo tiempo
-si…- parecía estar orgulloso. Yo le sonreí
-me alegra mucho por ti, en verdad, espero que seas feliz con él- se levantó y me abrazo, yo lo correspondí de inmediato
-enserio, gracias- suspiro- pensé que me verías como un fenómeno, gracias por entenderme- me abrazo más fuerte
-vale, vale, pero ya suéltame que estoy agotado y engañaras a tu novio si sigues así- me soltó, dejando salir una ligera risa sin esfuerzo, en verdad se veía feliz.
-de acuerdo, hasta mañana Youngjae, descansa- le agradecí saliendo de ahí, olvide preguntarle el nombre de su novio, pero mañana lo are. Me alegra saber que Bang, Zelo y yo, no somos los únicos con gustos diferentes, solo espero que Daehyun nos acompañe.
------Bang-----
Desperté con Zelo a mi lado, como los últimos días. Pero cada día es diferente, es especial y cuando veo su lindo rostro tan puro he inocente me pregunto ¿Cómo puede cambiar de un momento a otro? Cuando lo hacemos no pierde su pureza pero sus acciones dicen lo contrario, me encanta cuando es así, cuando gime debajo o encima de mí, se mueve con delicadeza pero las penetraciones son fuertes normalmente, quisiera que alguno fuera especial pero tal vez lo guarde cuando cumplamos un mes o un año…. Por ahora, solo es por gozar.
Me quedo contemplando su hermoso rostro, desde hace un rato un delicado y fino rayo de sol ilumino su piel tan suave y pálida por naturaleza. Zelo es simplemente perfecto.
-eres precioso ¿lo sabias?- le dije bajito, no quería interrumpir su tranquilo sueño, me muevo un poco y le doy un beso en la mejilla, no puedo ser tan delicado como él, cuando me besa es como si un pétalo de rosa me acariciara la mejilla, no sé qué sienta el cuándo lo beso, pero siempre intento besarlo con cuidado y cariño (a excepción cuando tenemos intimidad)
Y de nuevo, mi todo se vuelve imperfecto por esa estúpida necesidad, vamos Bang, puedes aguantar, un poco más, solo un poco más, contémplalo un minuto mas, quiero grabarme esta imagen de él el resto de mi vida.
Ho no, mierda, ya no aguanto más. Me levanto con cuidado y en cuanto mis pies tocan el piso, salgo corriendo hasta el baño, y cuando por fin llego, pongo todo listo y comienzo a hacer mis necesidades.
-haaahh~- dejo salir un suspiro, casi me meo en el camino, por poco lo hago y no hubiera sido nada agradable. Termino y me lavo las manos. Voy de nuevo a la habitación con Zelo y me llevo una gran sorpresa.
-¿que….estabas haciendo?- me miro sonrojado. Como si estuviera apenado ¿Por qué?
-hoomm….¿por qué? ¿Sucede algo?- le mire mientras me acercaba para sentarme en la cama.
-te escuche….gemir…?- con que era eso, valla, que estúpido de mi parte suspirar tan fuerte.
-no, no gemí, es que casi no llego al baño- le dije y después reí por su mal entendido. Cubrió su rostro con ambas manos. Se veía más avergonzado que nunca. -¿Qué ocurre?- intente buscar su mirada, pero con las mejillas totalmente rojas y sus manos cubriendo sus ojos no me lo permitía.
-es que….tengo pena-
-¿Por qué? Pensé que me tenías confianza, vamos, dime que te sucede- una de sus manos se movió y me señalo su…no puede ser,¡¿tan temprano?!
-eso sucede….- volvió a poner su mano en su rostro, pero si es tan lindo.
-y…¿no quieres ir al baño primero?-
-no, me levante en la madrugada e hice, ahora no tengo ganas- puso sus manos detrás de él para recargarse en ellas con la mirada aun baja. Las sabanas se apegaron mas a su cuerpo y me dejaron ver el bulto tan llamativo, una corriente me recorrió desde el pecho hasta llegar a mi entrepierna, lo que me hiso estremecer.
-no sabes lo lindo que te ves en ese estado- le alce el rostro tomándolo de la barbilla y lo bese desesperado. Haciendo que se recostara de nuevo pero esta vez yo encima de él. Comenzó a removerse de bajo de mí y yo no sabía que quería hacer. Hasta que puso su mano en mi bragueta.
-no puedes empezar si no tienes algo para mí- me jalo con fuerza y me tiro a la cama, donde él se quitó con agilidad. Me sorprendí pero luego me tomo con cuidado y yo me gire. Bajo mi pantalón dejándome solo en boxer donde mi miembro seguía dormido. Comenzó a tocarme con suavidad por encima de la prenda mientras me miraba a los ojos, yo hacía lo mismo sintiendo como poco a poco la excitación recorría mi cuerpo.
Me senté, recargándome en la pared tapizada por lo tanto no era fría. Zelo fue bajando poco a poco mi ropa interior, como si fuera curioso o nuevo y nunca la hubiera visto. Se acomodó para quedar de frente. Me los bajo hasta la rodilla y mi miembro estaba despierto pero aun no tanto. Se acercó y con la lengua, recorrió desde abajo hasta la punta apenas rosándome. Yo deje salir un jadeo ahogado. Con ese pequeño y cálido tacto.
-¿te gusta?- volvió a mirarme con las pupilas dilatadas y unas pequeñas señales de sudor.
-si~…..-hooohh~- volvió a lamerme pero la punta esta vez. Introduciéndola en su boca y pude sentirme cada vez más caliente. Lamia de varias maneras mi punta dentro de su boca, succionando a la vez. Valla que si me estaba calentando muy fácil este pequeño.
Lo saco de su boca. Repartía ligeros besos en todas partes. Un rato así y ya estaba más despierto. Su aliento agitado me golpeaba. Voltee a verlo y se estaba quitando sus prendas quedando desnudo totalmente ante mí. Fue subiendo mientras restregaba su cuerpo con el mío. Volvimos a besarnos.
Se movía para que nuestros miembros se restregaran sin piedad alguna. También comencé a moverme haciendo más placentero el tacto.
Se sentó encima de mi –haaa- me quejé y me miro confundido -más arriba, por favor- comprendió y ambos reímos. Se levantó ligeramente hasta alcanzar la mesita de noche, donde sabía que ahí dejaba mi lubricante.
Lo saco y nos unto a los dos, a mí en mi miembro y a él en su entrada, también un poco en su miembro. Y comenzó a masturbarse en frente de mi mientras simulaba autopenetraciones.se daba sentones en mi vientre bajo y se tocaba ágilmente y rápido. Cerro los ojos y echo su cabeza para atrás dando un gemido alto. Los rayos de sol aun eran tenues y su piel perlada brillaba por el sudor. Era más que perfecto me hubiera gustado tomarle una foto…eso no era algo imposible.
-¿Qué….que haces?- me miro con los ojos abiertos y había parado de hacer ambos labores. Yo tomaba mi celular y lo encendía
-por favor, concédeme este deseo- me miro confundido, yo ya había desbloqueado mi celular y lo puse en la cámara.
-¿a qué te refieres?- yo lo empuje para arriba con la cadera, me hubiera encantado estar dentro de él en este momento...
-¿te puedo tomar una foto?- me miro y sonrió nervioso.
-pero, alguien puede verla- estaba preocupado
-no, mi celular tiene contraseña y si intentan desbloquearlo mi celular tomara foto de la persona y se apagara por un par de minutos.- parecía pensativo
-de acuerdo, pero, ¿no quieres que esta foto te traiga mejores recuerdos?-
-¡claro!- se movió un poco y sentí su mano rosándome, pero se dirigió a otro lado. Estaba preparándose para que yo me metiera en él.
Después de un par de minutos sentí como su suave mano me tomaba, moviéndolo para que rosara su entrada.
-haaa~….huumm- gemimos al unísono cuando la punta entro en él, pero la saco de inmediato ¿acaso le dolió? Pero no se quejó. Volvió a hacer lo mismo, metía la punta y la volvía a sacar. Como estaba tan inmerso allá abajo, no había notado que me miraba. Se estaba riendo y sabía por qué. Se burlaba porque yo no entraba en él y sabía mi desesperación por estarlo
-la tercera es la vencida, ¿no?- volvió a esbozar una sonrisa que me helo la sangre, no conocía ese gesto de él y la verdad es que me dio miedo.
Al fin estaba entrando, aunque con dificultad. Aún estaba estrecho. Se introdujo lentamente, estaba a la mitad de mi miembro cuando dijo:
-¿puedes…em-empujarlo?...huumm- tarde un poco en entenderlo pero cuando lo comprendí, de un movimiento rápido y decidido, lo empuje con fuerza hacia arriba. Zelo dejo salir un gemido fuerte y agudito, cerró los ojos y apretó los dientes
-lo siento ¿he sido brusco?- le pregunte y me miro tranquilo
-está bien. Solo muévete lento- comencé a bajar y subir mi cadera suavemente, me lastimaba un poco por lo estrecho que estaba, pero me fascinaba.
Tome la primera foto, menos mal que le había quitado el sonido. Zelo se dio cuenta pero no dijo nada, solo sonrió
-puedes…ir más rápido…- me sonrió, yo aumente el ritmo dando ahora casi dos empujones por segundo. Comenzó a gemir más seguido.
Tome dos fotos seguidas. Luego Zelo se dejó caer para atrás, recargando sus manos detrás y estar más cómodo, alzó un la cadera, ya imaginaran esa vista tan perfecta que tengo ante mí, disfrutando ahora mismo. Fui más rápido, hasta perdía el ritmo de vez en cuando, ambos gemíamos fuerte y Zelo volvió a cerrar los ojos por placer, mordiéndose el labio inferior y echando un par de veces la cabeza para atrás.
Le tome otra foto más y deje mi celular de lado. Concentrándome en Zelo. Veía su erección ante mí, no aguante y comencé a masturbarlo mientras seguía penetrándolo.
Zelo dejo salir unos gemiditos y al fin sentí como su semen me recorría el pecho hasta casi mi hombro. Sonrió complacido pero yo aún no terminaba y él lo sabía. Se acomodó hacia delante de nuevo, recargándose en mi abdomen recobrando el aire.
-debiste ver lo lindo que te veías- le dije mientras sonreía y recargaba mi cabeza en uno de mis brazos, estaba acostado y no recuerdo en que momento lo hice.
-aun no has acabado- me miro. Yo asentí con la cabeza -puedo resistir un poco más-
-pero te estimulare de mas, no te agradara- me miro suplicante
-aguantare, no te preocupes ya me recupere- me sonrió moviendo su cadera. –Pero date prisa por favor- volví a mi ritmo de hace rato aunque ahora con más dificultad, Zelo se contraía seguido y eso era como el cielo para mí. Se inclinó y me beso en la boca mientras también se movía ligeramente. Yo lo tomaba de la cadera para ayudarlo a no caer. Él tocaba mi pecho con sus suaves manos.
-Zelo…te amo~-
-hum…yo…yo más- soltaba jadeos y yo gemía grave, estuve así un rato más cuando por fin sentí algo descender
-m-me vengo…huumm~- Zelo me ayudo a penetrarlo moviéndose más, hasta que me corrí entro de él. Sintiéndolo ahora todo húmedo, no sé por qué pero esto me pareció bastante especial.
-haa~….—se dejó caer encima de mi sin que saliera. Yo seguía aun mareado por el resiente orgasmo. Se quedó así un rato, recostado en mi pecho. Sentí como movió su cabeza y comenzó a repartir besos en mi pecho y cuello, raro de él porque yo siempre era quien hacia eso.
-Bang….enserio te amo- sonreí. Solté un suspiro y lo abrace
-yo también lo dije enserio.- recargue mi barbilla en su cabeza, olía a mi shampoo pero era diferente en él, tenía un toque especial, su propia esencia que me volvía loco, cerré los ojos.
-Bang…- escuche su vocecita tímida.
-mmm-
-ahora si quiero ir al baño- ambos reímos. Se levantó con cuidado Y yo Salí de él. Fue corriendo al baño, como yo lo había hecho minutos antes. Pero él se veía tan tierno, corriendo desnudo y despeinado hasta él baño.
Volví a reír. Me revolví el cabello y suspire sonriendo, me siento tan feliz de que Zelo esté aquí.
------himchan----
Desperté en la cama de JongUp, no había cumplido con mi plan de despertar a media noche y hacerlo con él de nuevo, pero que mala suerte.
La tenue luz se colaba por la habitación, la suficiente como para dejarme ver lo que había a mi alrededor, no sabía qué hora era pero lo que si se es que ya es tarde. Busco a JongUp con la mirada y tacto, pero no lo siento ni lo veo.
Me siento en la cama y de nuevo ese dolor en la cadera. Madre mía que me ha deshecho totalmente.
Me doy cuenta de que sigo desnudo, pero no me importa. Abro la puerta de la habitación y la luz me sega por unos momentos. Huelo algo delicioso, no sé qué es pero aun así comienzo a babear, muero de hambre. Voy hasta la cocina pero no sé en dónde está, su casa tiene un piso pero es amplia y parece un laberinto. Trato de guiarme por el olor pero es imposible, está por todas partes, abriéndome mas el apetito y comienzo a tener frio, ¡mierda! ¿Por qué no me puse por lo menos mi ropa interior?.
Trato de regresar pero en verdad que no sabía por dónde quedaba, abro una puerta y me encuentro con el baño, ¡perfecto! Otra cosa que necesito. Cierro la puerta y comienzo a descargar todo lo que llevaba dentro. Me lavo las manos y busco una toalla por lo menos para cubrirme pero no encontré ninguna ¿en dónde estarán? Comencé a abrir los roperitos de baño pero solo encontraba cosas de primeros auxilios, shampoo, jabón, pasta dental y no sé qué tantas cosas de un baño común. ¡Había de todo menos toallas! Debió planearlo todo.
Salgo del baño cubriendo lo que puedo, debo parecer un estúpido recorriendo la casa desnudo y de vez en cuando me dolía la cadera.
Escuche el timbre, alguien llamaba, también escuche los pasos de JongUp, me acerque a la pared y puse mi oído, también podía distinguir unos ladridos.
Recorrí la pared y siguiendo los pasos de JongUp. Me topé con una puerta y la abrí. JongUp volteo y también una señora con una especie de uniforme. También a un lindo perro, ¡lo había olvidado! JongUp tiene un perro.
Todos (incluso el perro) me vieron desconcertados. La señora fue quien abrió más los ojos. O JongUp los tenia demasiado rasgados y el perro no sabía lo que en realidad pasaba
-aaammm…muchas gracias, señor JongUp, la veterinaria agradece su cooperación- JongUp ni la volteo a ver, la señora cerró la puerta y él seguía viéndome
-¿Qué haces?- se acercó a mí, yo quería llorar de vergüenza pero solo me cubrí la cara, aguantando las lágrimas
-lo si-siento- comencé a hipear y un horrible nudo se hizo en mi garganta y como si JongUp palpara mi vergüenza fue hasta a mí y me abrazo, rodeándome completamente y yo me sentía protegido, tanto que me tranquilicé. Era tan reconfortante su calidez.
-tranquilo, no pasa nada- me descubrí la cara, por encima del hombro de JongUp vi claramente ese hermoso perro, pero me enseñaba los colmillos, haciéndome dar un paso para atrás horrorizado, JongUp y yo perdimos el equilibrio y caímos juntos. El perro comenzó a ladrar desenfrenadamente, amenazante
-estate quieto- no sabía a quién le decía eso, porque yo me removía como un loco y el perro ladraba de igual forma.
JongUp pareció perder la paciencia
-¡tú, cállate! ¡Y, tu, no te muevas!- dijo molesto. Ambos nos quedamos estáticos, tal y como lo había ordenado JongUp. Suspiro –dadamato, vete-le señalo a su perro la puerta por donde yo había salido, con la cabeza baja, a sabiendas de que su dueño estaba molesto.
Yo mire todos los movimientos del can, buscando alguna señal de advertencia que me alertara cuando iba a ser hora de que me mordiera. Pero no lo hiso, tenía su cabeza totalmente baja, triste
-himchan, ¿puedes decirme porque…estas así?-se levantó sonrojado, estábamos rozando nuestras entrepiernas.
-es que te quería buscar, pero me perdí, luego encontré el baño y entre ¡busque toallas y no había! ¿Qué clase de baño no tiene toallas?- le dije reprochando
-lo siento, se están lavando y tu ropa ya está seca….- bajo su mirada pero al recordar mi estado la volvió a subir pero la giro hacia la puerta por donde se fue el perro
-oye, ¿Qué clase de casa tienes?,¡parece un laberinto!- me miro de nuevo, esta vez riendo
-es que todos eran habitaciones, esta casa era para una familia grande y de poca economía, pero cuando ahorraron lo suficiente necesitaban vender esta casa para pagar la otra, esa familia son conocidos de la mía y rebajaron el precio. La compre de inmediato para ayudarlos y aparte de que buscaba una casa. Pague para que derribaran unas paredes, pero cada vez era más complicada la construcción y subían el precio, me gusto el estilo y así lo deje- me conto, yo mire alrededor y me lo imaginaba lleno de niños y más paredes. Pero qué lindo es mi JongUp ayudando a las personas
-entiendo…- seguía imaginándolo
-te puedo dar tu ropa ahora mismo…si quieres- me miro y ahora yo sentí mi rostro caliente, asentí mientras me cubría discretamente mi parte privada.
-puedes esperar en mi habitación- asentí mientras caminaba hasta la puerta de donde había salido –es por el otro lado- gire a mi lado contrario con la cabeza baja -ahí es la cocina- volví a girar –esa es la salida- me tomo por los hombros, riendo, yo también quería reír pero tenía más vergüenza por ahora.
Abrió un par de puertas y ahora estaba de nuevo su cuarto
-gracias- asintió y cerró la puerta, conmigo dentro. Aún estaba oscura la habitación así que fui hasta la ventana donde la abrí. Lo que vi detrás de ella me sorprendió demasiado
-una especie de selva tropical se veía del otro lado, y yo como un idiota trate de tocarlo pero obviamente mi dedo choco con el cristal imperceptible. Me quede viendo todas esas plantas por todos lados, había un pasto que podría llegarme hasta las rodillas, muchas hiervas que no conocía para nada y unos tres arboles estaban bien separados.
Escuche como tocaron la puerta
-himchan, ¿puedo pasar?- volví a ver mi cuerpo desnudo, tome una manta y me cubrí como un niño intentando disimular un fantasma.
-si…- abrió la puerta lentamente. Entro escuche como contenía una risita.
-dejare tus prendas en la cama-
-claro- y escuche como se fue. Me quite la sabana y vi en la cama mi ropa perfectamente doblada y acomodada. Sonreí. JongUp es hasta perfecto acomodando sus cosas, también lo podía notar por su habitación, las paredes de toda la casa eran color arena, los azulejos del mismo color y los muebles son de una fina madera color rojo vino, todos los colores combinan elegantemente.
Tomo mi ropa y en cuanto la alzó huele a suavizante de telas, un olor tan delicioso para mi nariz, no puedo olerlo en JongUp por que se pone un perfume que me vuelve loco, pero la noche pasada su propio aroma es desquiciantemente perfecto y excitante.
Termino de vestirme y voy a su tocador. Comienzo buscar un cepillo y lo encuentro, comienzo a cepillar mi cabello buscando un estilo atrevido pero casual, no sabía cómo lograr eso así que solo me peine como normalmente lo hago, casi cubriendo mis ojos pero estas ves eche mi cabello de lado.
Dejo el cepillo en su lugar y veo su perfume, era una botellita rectangular con letras en idioma francés, es el país del amor como suelen decir, no?
Lo abro y perfumo la nada, dejando esa área de un agradable aroma. Cierro los ojos, imaginando a JongUp junto a mí.
Suspiro y vuelvo a abrir los ojos, pensé por un momento en rociarme un poco pero tal vez JongUp se moleste.
Miro más detenidamente las cosas en su tocador y veo un delineador….¿también se maquilla? Lo levanto y es de buena marca, una mejor que la mía, lo han hasta anunciado en la televisión. Me retoco los ojos hasta que quede bien.
Camino hasta la puerta y la abro decidido, pero me quedo paralizado al ver ese lindo perro gruñéndome de nuevo. Retrocedo y él da un paso adelante.
Pasó lo mismo un par de veces más y cerré la puerta, esperanzado con que se fuera. Pero empezó a ladrar y rasguñar la puerta.
Yo estaba temblando de miedo, estaba más nervioso que cuando JongUp tuvo intimidad conmigo.
-¡JONGUP!- grite, esperando una respuesta pero lo único que obtuve fueron más ladridos.
Hasta que todo seso de golpe, el perro comenzó a gemir y la perilla giro lentamente
-¿himchan?- un rayo de luz me ilumino. JongUp había entrado, pero el perro empujo más la puerta y comenzó a correr hasta a mí, yo me subí en la cama y el perro de un ágil salto lo hizo también, pero yo tome unas mantas y lo cubrí, haciendo que el perro comenzara a ladrar más y dar saltos.
Corrí hasta la salida y JongUp me detuvo en seco con un solo brazo.
-¿Qué sucede?- lo mire consternado ¿Qué sucede? ¿Qué no ve que su perro me quiere matar?
No dije nada y solo vi como dadamato por fin se liberó de las redes de cobijas y volvió a saltar para bajar, corrió de nuevo hasta mí y yo aun siendo sostenido por JongUp, casi me subo en él como si fuese un árbol.
El perro ladro y movió la cola. Divertido ¡¿qué diablos le pasa?!
-no sé si te has dado cuenta de que solo está jugando….- me quede con cara de póker. Baje lentamente de JongUp y el perro se inclinaba ligeramente hacia delante, jadeando y no paraba de mover la cola.
-me había asustado el perrito- deje salir un suspiro. JongUp rio y yo sonreí.
Me incline para tocar su cabeza y él se quedó estático echando las orejas para atrás. Lo acaricie y el pelaje era tan suave que me hubiera gustado acariciarlo por mucho tiempo más.
Me moví de nuevo a JongUp y le hable -¿Qué es esa selva al otro lado de la ventana?- miro detrás de mí y vio la ventana abierta. Se encogió de hombros
-es un jardín- no le tomo importancia y sus labios formaron una línea.
-¡un jardín!- volví a verlo, y lo único que concordaba con la palabra “jardín” eran esos árboles tan frondosos.
-sí, ya te lo he dicho-
-¿Por qué hay tantas hiervas?- esa pregunta fue estúpida de echo
-porque no las he cortado- y la respuesta más obvia la dijo al unísono conmigo
-jaja mejor dicho ¿Por qué no has cortado todas esas hiervas malas?- el perro comenzó a olfatearme mientras daba vueltas a mi alrededor.
-no me han dado ganas- eso se escuchó tan falso que JongUp noto de inmediato que no me lo creí. Bajo la cabeza, resignado –no se jardinería- hizo un puchero épico, tanto que creo que deje salir la expresión “oooowww” porque JongUp me miro
-te puedo ayudar con esto- dije mientras le sonreía y coloque mi mano sobre su hombro, abrió ligeramente los ojos
-¿tú sabes de jardinería?-
-jaja. No es muy necesario saber, solo con la herramienta correcta y unas cuantas plantas- me miraba mientras comenzaba a hacer una pequeña lista. –Hay que comprar unas tijeras- se volvió hasta su mesa de noche, donde también se encontraba su lubricante. Saco unas tijeras normales
-aquí tengo unas- ambos comenzamos a reír
-jajaja creo que yo tengo un par de ellas en mi casa, unas de jardín-
-¿en tu departamento hay uno?-
-no, pero a veces les ayudo a mis padres a cortar el de su casa cuando los visito, así que podríamos usarlas- comenzamos a ver que tantas cosas necesitábamos, poniéndonos de acuerdo en donde lo compraríamos.
Terminamos de organizarnos, yo tenía que ir a casa para traer unas cosas y alimentar a tatsmato, pobrecillo, debe tener hambre.
-puedes traer a tu felino, si quieres- me sugirió JongUp mientras salíamos de su casa, para ir a mi departamento.
-pero tu perro lo puede asustar- sonrió mostrando sus dientes, me hubiera gustado tomarle una foto y ponerla de fondo en mi celular
-no, él es muy tímido con otro animales, aunque sean más pequeños que él. Cuando estén más tiempo, juntos veras que se llevaran bien- me ha convencido totalmente, estuvimos hablando puras incoherencias hasta llegar a mi departamento. Llegamos y todo estaba como lo deje, desordenado. Por un momento JongUp pensó que habían robado, pero le explique lo sucedido y comprendió. Tome a tatsmato y lo metí en una pequeña mochila que solía usar para llevarlo a la veterinaria o cuando íbamos a visitar a mis padres. Obviamente no cerraba el cierre y de vez en cuando se asomaba hacia el exterior, curioso por lo que hubiera afuera.
JongUp llevaba las herramientas, que no eran tantas pero suficientes para acabar con esa selva.
Llegamos de nuevo a su casa. Lo primero que quería ver era la reacción de nuestras mascotas al encontrarse.
Dadamato corrió hasta JongUp y lo recibió gustoso, mi gato ya casi adulto saco la cabeza para ver lo que sucedía.
Lo saque con cuidado y lo puse en el piso. El perro lo miro, curioso. Pero tatsmato erizo el pelo del lomo y gruño.
-tranquilo, pequeño- le dije mientras lo acariciaba la cabecita, se relajó un poco. Dadamato se acercó para olerlo tímidamente, pero mi gato le dio un zarpazo, totalmente agresivo
El perro chillo ligeramente, bajando la cabeza y metiendo la cola entre las piernas al mismo tiempo que volvía a echar las orejas para atrás.
-es demasiado tímido con los animales, pero con los humanos es totalmente diferente- recalco JongUp. Yo mire al perro compadeciéndolo y le sobe en el mismo lugar donde el felino le había arañado.
Se alejó de ahí y se echó en una cama para perros al otro lado de la habitación que de hecho era la sala. Cerró los ojos dispuesto a dormir. Mi gato comenzó a recorrer la casa descaradamente. Con toda la comodidad del mundo, siempre me he preguntado si solo mi gato será así o todos en general
-bien, no creo que dadamato despierte, ha estado en la veterinaria y me dicen que se queda toda la noche chillando, debe estar cansado.-
-pobrecito, espero que tatsmato no lo moleste- lo vi adentrarse por otra puerta, una a la que no había entrado. Estaba dispuesto a ir por él, pero JongUp me tomo del brazo. Alzando los hombros y negando con la cabeza mientras sonreía. Me quede viéndolo un rato. El gato se veía tan cómodo en la casa de JongUp y no lo culpo, el ambiente es tan reconfortante.
-bien. Manos a la obra- me palmeo la espalda sin esfuerzo pero sentí que me rompió la columna, será un día largo.
Comencé a seguirlo. Pero de un momento a otro. Se giró. Quedando su nariz casi chocando con la mía
-pero primero- me miro mientras bajaba las herramientas. Esos ojos tan lujuriosos y rasgados.
-¿q-que?- pregunte estupefacto. Él no respondió, solo me beso en los labios. ¿acaso quería que…tuviéramos…..?