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“Los laberintos de la vida” por dadoForever1515

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                              “Los laberintos de la vida”

 

Se removía en la cama desesperado, lloraba como un niño sin saber del todo la razón de aquellas lágrimas, si era de desesperación, felicidad o tristeza. Estaba seguro que lo había visto, lo había tocado  y hablado.

-¿Por qué me haces esto Dios?-

El joven JongIn había despertado en su cama, estaba confundido tal vez había sido un sueño, uno de esos sueños sin final feliz. Se levantaba estando con su pijama de cachorros,  miraba a los lados muy confundido, sabía que era verdad. La mirada brillante del joven KyungSoo era la misma, esos labios forma de corazón les parecían deseables como el primer día y su voz esa inigualable voz angelical y única.

- Dios, Dios era el ¡maldita sea! Yo lo vi-

Llego al baño donde se quedó pensante, se quitó la ropa dejando su cuerpo desnudo, se acomodó en la tina luego de haberla llenado con cubos de hielo. Cerro los ojos por algunos minutos quería estar en una paz que solo él conocía.

- ¡ya estoy en casa amorcito!-

Grito el joven SeHun que entro a la casa y corrió en dirección hacia el baño, Kai quería estar solo pero como el menor era tan imprudente solo se comenzó a quitar la ropa y se metió a la tina fría.

- ¿Cómo puedes estar en esta agua tan fría? Mejor la calentamos-

Dijo en eso que se sentó sobre el miembro del mayor y rápidamente se removió haciendo que entre de una sola vez. Se movía soltando pequeños gemidos, el nivel del agua era exagerado por lo que al moverse caía en la baldosa.

-¡¡AHH!! JODER AMOR QUE GRANDE LO TIENES DIOS, ¡¡AHH!! ASI MÁS, MAS DAME MÁS -

Esta vez el joven JongIn no quería nada con el menor, solo pensaba en KyungSoo en que lo había visto.

-no estoy de ánimo -

Susurro el mayor que se levantó y camino hacia la habitación todo empapado, se cubrió con una sábana luego salió hacia la cocina para prepararse algo de comer.

 

                                                                                                                                                          1 semana ha pasado

 

Los recuerdos solo son recuerdos, los cambios del mayor son siempre cada vez malos y raros, se vuelve cada vez más bipolar y amargado.

-ya estoy llegando, solo espérame -

Dijo el moreno que camino a la entrada del hospital donde estaba su amigo ChanYeol. Camino hacia su oficina mirándolo el lugar, todo estaba más que normal hasta que miro a un chico parecido a su amor.  Esta vez corrió hacia el para seguirlo, le toco el hombro haciendo que el muchacho se girara. No sabía que quería encontrar solo el chico que toco no era su DoDo.

-lo siento mucho -

Dijo el moreno que se giró y así hizo caer al joven que estaba detrás de él. 

–hoy ando muy torpe, lo siento mucho -

Dijo el moreno que se quedó mirando al chico que le había tomado la mano para que se pudiera levantar.

-Siempre has sido torpe Kai, además de ser siempre un chico adolorido-

KyungSoo le hablaba al menor, que se quedaba boquiabierto, impactado y de todos los modos posibles.

-deberíamos  ir a comer algo, luego hablaremos de lo demás, todas tus dudas las aclarare desde ahora -

Dijo el joven ojón que le tomo de la mano y llevó al moreno hasta un auto donde comenzó conducir mirando el lugar, era un mañana fría el cielo estaba cubierto con nubes grises y negras, tal vez llovería. 

Jong In no decía ninguna palabra, estaba helado y tembloroso, miles de pensamientos pasaban por su confundida cabeza, tal vez estaba soñando. Últimamente ha tenido sueños de esos que juegan con la realidad.

- ¡tú estás muerto! te vi morir desde aquella puerta, yo lo vi-

Dijo el moreno que se removía en aquel asiento, su mirada  estaba en la ventana, se podía ver que la lluvia comenzada a caer con fuerzas. 

-¡tú también estas muerto! Mis padres me dijeron que estabas muerto -

Dijo el joven DoDo que se estacionaria cerca de un parque, aquel parque que siempre visitaban. Bajo del auto y camino primero hasta la banca en donde se dieron el primer beso. Se sentó ahí y rápidamente sus ojos se inundaron con lágrimas. Estaba llorando una vez más el joven estaba llorando por su amor el amor que se sentaba a su izquierda, ¡estaba vivo!

-mis padres me dijeron que producto al accidente tú estabas muerto, que habías salvado mi vida recibiendo el impacto. Nunca entendí tu amor, nunca comprendí cuando me decías que deseabas mi muerte pero cuando me dijeron eso mi corazón no lo resistió. Busque la muerte por muchos lugares vague esperando  poder ir a encontrarme contigo.  Ese día cuando discutíamos en el auto te insulté de manera muy fea además de haberte golpeado haciendo que te salieras de la dirección. Mi mente recordó todos esos momentos felices en los cuales me hacías el hombre más feliz del mundo-

Las lágrimas en aquel momento eran cada vez más fuertes y cada vez el corazón parecía romperse por el dolor. Miraba al moreno intentando poder escuchar alguna palabra. Solo lo miraba llorar y no comentar nada. Eso al joven Kyung lo llenaba de pena, pena que no podía resistir tanto.

-¡dime algo por favor!-

El moreno comenzó a limpiarse las lágrimas y tratar de ordenar sus palabras, no sabía que decir su menta estaba procesando todo esto. Parecía un milagro.

-no te imaginas todo lo que pase por ti, llore, mi corazón parecía explotar de mi pecho. Me metí en las drogas y en lo demás todo eso me termino matando. Llore como un imbécil por ti y ahora vienes como si nada a decirme que estas vivo ¿para qué? ¿Qué pesabas, que estaría corriendo a tus brazos?  Es una mierda todo es una mierda.-

Las palabras del menor hacían que el corazón de KyungSoo se rompiera cada vez más. Tal vez lo estaba diciendo por que no creía que estaba vivo, tal vez estaba confundido. Se acercó y le tomo de su helada mano.

- estoy aquí para demostrarte que nuestro amor es más fuerte que todas las mentiras de mi padre, yo estoy aquí para demostrarte que sigo vivo y tú también. ¡Amor mírame soy tu Pororo!-

Al decir aquellas palabras, la desesperación se hacía notar, las lágrimas y la angustia eran más que inexplicables. Todo el momento era muy tenso y melancólico. La lluvia era más fuerte, las palabras del moreno también lo eran.

 - ¡tú sigues muerto para mí!-

Dijo el moreno que camino dándole la espalda al joven que estaba llorando desesperado, el moreno no tenía idea de lo que había tenido que pasar, todo los golpes recibidos por su padre al haberse querido escapar al saber que el amor de su vida seguía vivo. El hambre, la angustia y la desesperación. El joven KyungSoo había pasado más que horribles cosas. Pero lucho, lucho para encontrarlo, hiso lo imposible. Al haber renunciado a la gran herencia de sus padres todo por el moreno. Se esforzó para poder juntar dinero, junto y junto hasta lograr lo que es ahora.  Pero no era justo las palabras crueles del moreno no eran necesarias

-Dios, Dios ¿por qué me haces esto? -

Dijo el joven KyungSoo que lloraba aún más se dejó caer en aquel césped y dejo también  que aquella lluvia feroz lo mojara. No tenía por qué mas vivir.

Por un par de horas en aquel lugar su cuerpo comenzó a caerse por completo. Abrió los ojos mirando un lugar, era distinto muy blanco y celeste, gente a su alrededor, gente que jamás había visto.

-¡por fin  despiertas! eh dormilón-

Esa voz era conocida,  ChanYeol estaba parado frente a él con un cuaderno en las manos, le puso una manta para que así controlar un poco su hipotermia, claramente le había dado más medicamentos y lo necesario.

-realmente es un milagro que estés vivo amigo mío-

Dijo el joven alto que estaba con el cuaderno en la mano, estaba descolocado pero a la vez tenía esa sonrisa que solo él tenía cuando estaba feliz. Se acercaba para examinarlo y así ver que ya estaba mejor, mejor que nunca.

-debería estar muerto-

Se cubrió los ojos y así volvió a llorar con la misma desesperación que anteriores horas atrás. Las lágrimas eran imposibles de controlar, era algo aceptable ya que el amor de su vida se había comportado como un estúpido.

KyungSoo seguía en el hospital pero Kai estaba aún vagando por las calles, las lágrimas eran disimuladas por aquella feroz lluvia.

-¡amorcito! ¿Qué haces?-

Grito SeHun que se acercaba con un paraguas de color negro, le tomo la mano y así lo condujo a una tienda lo llevo hasta los probadores donde rápidamente le quito toda la ropa, fue corriendo a elegir cualquier prenda y así volver y vestir al mayor con lo necesario. 

-¿quieres morir o qué?-

Le decía el joven blanco que le daba calor acariciando sus hombros. Pago rápidamente la ropa y tomo una bolsa donde estaba la ropa mojada del mayor. Lo llevo hasta el auto y condujo hasta la casa, todo estaba de manera tranquila pero de la boca del moreno no salía ninguna palabra.

 

                                                                                                                                                          2 semanas han pasado.

 

La vida continuaba, el joven KyungSoo por su lado y la vida desgraciada del moreno era la misma. Pero esta vez había decidido decir que SI, el joven SeHun le había propuesto matrimonio y esto eran las bunas nuevas en todos los periódicos de la ciudad. Mientras tanto DoDo estaba en la casa de su amigo Yeol.

-esto no está pasando-

Dijo el joven doctor que miraba el periódico, la noticia era más que chocante. Tomo el periódico y rápidamente lo escondió para que el su amigo no lo logre ver o esto sería más que chocante para él. 

-puras desgracias, nada bueno en el periódico-

Dijo el alto que camino hacia la cama donde estaba el pequeño. Se acercó a él dándole un corto beso en la frente. 

-ve a ducharte recuerda que iremos al cumpleaños de mi amigo, dijiste que estaría bien acompañarme-

Decía el joven que se acercaba para removerlo en la cama, de nuevo le había dado fiebre por lo que no se encontrada del todo animado. Pese a eso el joven KyungSoo se levantó y se fue a dar una refrescante ducha, salió del baño luego de unos cuantos minutos, camino hacia la habitación donde rápidamente  se comenzó a vestir, no era tan  presumido por lo que ya se encontraba listo para salir.

-no debiste dejarme dormir tan tarde  ahora llegaremos atrasados-

Decía en eso que se subió al auto y miro al más alto que conducía hasta el lugar, no sabía muy bien hacia donde iba pero pese a todo seguía muy bien y de un ánimo distinto.

Al llegar al lugar se bajaron mirando una gran mansión, como siempre ricachones presumidos. Caminaron hacia la entrada donde miro toda esa gente reunida, miro a lo lejos al joven que le había destruido el corazón. Camino tranquilo hasta una silla donde estaba preocupado de su compañero. Miro que Yeol era más que sociable, tenía muchos amigos y eso era agregable.

-KyungSoo necesito hablar contigo, necesito hablar contigo por favor -

Dijo el moreno que fue ignorado por el joven mayor, sus palabras había sido más  que cruel e innecesarias. Se levantó del lugar y camino hacia los jardines del lugar, miraba con total asombro debido a esas hermosa rosas y flores que había en el lugar.

-necesito hablar contigo por favor-

Dijo el moreno que lo había seguido hasta aquel jardín, le tomo la mano y así lo abrazo con fuerzas. Lo sostuvo de gran modo y así se apegó más y más. Se ganó frente a frente para poder verlo mejor, aun teniendo sus manos apretadas.

-sé que hice mal al decir todas esas cosas, sé que no merecías nada de esas palabras, pero quiero que sepas que en ese momento no sabía que decir, yo te amo mi Pororo te amo como el primer día. Por favor déjame demostrarte que aun eres el único dueño y señor de mi corazón-

De los labios de KyungSoo no salían ninguna palabra, pero las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas, el moreno lo había dañado mucho.

Sintió los labios contrarios tan húmedos y cálidos. No sabía que hacer como un estúpido siempre caía  rendido al menor por lo cual correspondió a ese beso.

-siempre has sido mío, solo mío y me alegro que estés vivo y no te dejare jamás en la vida-

Dijo esto el moreno que rápidamente voto al mayor en un césped muy suave, seguía besando esos labios con desesperación, esos labios que lo llevaban a otra galaxia. Le comenzó a quitar los pantalones ajustados y los bóxer que lo cubrían, también aquella camisa que le prohibía ver ese perfecto cuerpo. Se quitó también las prendas quedando por completos desnudos. Se acomodó entre las piernas del mayor y sin más entro de una sola vez, aunque con un poco de dificultad.

- ¡ahh! Amor  Siempre he sido solo tuyo-

Gimió en eso que lo sintió entrar, lo deseaba lo amaba estaba loco y enamorado del menor, seria suyo a pesar de que le dijera cualquier pesadez, aguantaría lo que sea porque lo amaba. Lo sentía moverse con suavidad, sabía muy bien cuando el moreno estaba follando y haciendo el amor. Gemía con suavidad cerca de su oído ya que sabía también que era la zona sensible del mayor.

-te amo, te amo mi Pororo-

Se comenzó a mover el moreno con más y más ganas pero a la vez lo hacía con un placer que solo su amor le sabía dar, saco su miembro para luego volverlo a penetrar con bastante ánimo, se movía y se movía con desesperación, le daba embestidas cortas y profundas una tras de otra. Gemía en cada embestida y en cada movimiento, estaba lleno de placer. Estaba en las nubes. En eso que se movía no le soltaba los labios al mayor, los besaba y besaba casi comiéndoselo. Corto el beso para así besar su cuello y bajar dejando un camino de besos hasta llegar a su abdomen. Se salió del mayor así comenzó a lamerle el miembro. Ante eso se levantó ya que el mayor le jalo del cabello.

-ya sabes que nunca me ha gustado eso-

Susurro entre gemidos suaves, se ganó en cuatro y así le movió el trasero de manera juguetona al menor para que volviera a entrar. Lo cual había tenido éxito por lo que sintió el miembro grande del menor entrar con fuerzas. Dejo caer su torso y dejar el trasero levantado para que su amor entre más y más.  

- ¡joder! amor cada vez estas más delicioso-

Kai se seguí moviendo más y más entrando y saliendo con brutalidad del mayor, le tomo de la cintura y así se movía más y más contra su cuerpo. Sin pensar y en momentos de rapidez se corrió dentro del mayor como nunca. Callo cansado sobre el mayor que también se había corrido minutos antes. Trataba de regular su respiración pero era cada vez más imposible, estaba cansando muy cansado.

-eso fue increíble amor mío-

Dijo el mayor que estaba regulando la respiración, se acomodó para así poder abrazarlo con fuerzas. También era correspondido en aquel abrazo, no tenía intenciones  de soltarlo.

Las horas habían avanzado por lo visto el mayor se había quedado dormido, despertó mirando a los lados buscando al moreno que había desparecido.

 -¡pero que rayos!-

Dijo enojado, se levantó y se puso la ropa de manera rápida, camino hacia la fiesta donde miro a su amigo que estaba con su novio. Por lo visto estaba bien así que no quiso molestarlo.  Camino rápido en dirección a su hogar. Miles de pensamientos se le cruzaban por la cabeza, había sido utilizado por ese chico del mal.  

-¿dónde estará?-

Había llegado el moreno hasta el lugar en donde había dejado al mayor, por lo viso ya no estaba, en sus manos tenía una bandeja de comida.

-¿Dónde estará quien amorcito?-

Al escuchar la voz supo que era su novio SeHun, se giró para así poder verlo mejor, se acercó a él y le dio un fuerte abrazo.

-siento que todo esto es una mentira, él está muerto y no volverá de entre los muertos. El murió. El amor de mi vida está muerto-

Decía el moreno que lloraba con fuerzas, esto de no saber si su mente lo estaba engañando era muy fuerte y lo aturdía demasiado.

-No es verdad, al chico que le estabas haciendo el amor está vivo por que lo he visto, he visto como lo hacías gemir. Yo lo vi, lo vi en la tienda y lo vi en la fiesta de mi amigo. El chico que creías muerto está vivo pero tú lo estas matando con toda esta mierda-

Dijo el joven que le entrego el anillo. Se acercó al moreno y le dio un corto beso en la mejilla.

-nunca lograre comprender el amor que tienes con ese chico, es como amor y odio, no lo sé. Pensé que podría llenar ese espacio vacío en tu corazón, pero no es así, te dejo libre Kai, se libre y ve por ese chico al cual amas de verdad-

Dijo esto último el joven SeHun camino saliendo de la vista del moreno. Corrió hacia la salida encontrándose con su amigo doctor el cual le indicó que KyungSoo había llegado a la casa, lo sabía  debido a las cámaras de seguridad. 

Corrió y corrió hasta la casa del joven doctor. Llego a la casa de está notando en el techo al chico que amaba. Tenía en la mano el periódico, de seguro se había enterado del matrimonio. Se acercaba cada vez más hasta la orilla teniendo menos espacio cara caminar.

-maldito Kai, maldito seas-

Decía el mayor que lloraba con desesperación, nuevamente su corazón parecía romperse. Le parecía doler  tanto que esta vez no aguantaría más, se armó de un  valor cobarde y se lanzó al vacío. No cayendo a este ya que era sujetado por su ropa.  

-¡déjame caer! Déjame morir como debió ser desde aquel accidente-

Le gritaba el joven KyungSoo con desesperación, la vida le parecía una verdadera mierda desde aquel momento, la ira, el enojo y la desesperación no te dejan escuchar las escusas y las verdades que están delante de ti.

- Si mueres me iré contigo, me iré contigo a done sea porque yo te amo, te amo y agradezco a Dios por que estas con vida, tiene vida, todo lo que hemos pasado lo solucionaremos juntos, los dos, pero no te dejare morir, tengo otra vez la oportunidad de salvar tu vida y no la desperdiciare-

 

Dijo en eso que lo comenzó a subir nuevamente rogando a Dios para que ese camisa aguatara un poco más, mirando como de apoco se iba rompiendo. Logro tomarle las manos así lo subió con más fuerzas. Logrando el objetivó el moreno se arrodillo frente a él y así comenzó a llorar desesperado. Mucho más que antes.   

-se fuerte por favor, se fuerte. Mi amor no me dejes.-

Escuchaba la voz desde lejos, una voz angelical y única que salía desde un eco de habitación.

-Kai despierta amor, despierta. -

Un estruendo se escuchó haciendo que el moreno entre en sus sentidos y vuelva a reacción ante los intentos de los médicos. KyungSoo al verlo a la vida le tomo la mano y le dio un corto beso en los labios.

-bienvenido a la vida, Kai de mi corazón-

Dijo el mayor que se recostó en la camilla aun todo moretiado y herido en gradaba, eso no le importaba ya que al verlo respirar se le pasaron todos los dolores. Le tomo la mano con fuerzas y no se la soltó. Cerró los ojos para poder descansar con tranquilidad.  

-bienvenido a la vida, mi hermoso Pororo-

Susurro feliz. Por lo visto su mente había vagado entre la vida y la muerte. Agradecía a Dios por una oportunidad nueva de vivir esta vida junto al amor de su vida.

“La vida te puede dar golpes y de esos que te marcan para toda la vida. Pero cuando el amor es verdadero prevalece y se hace fuerte en medio de las peores circunstancias”

                                                                                              KaiSoo

                             

 

                                                                                                                                                            Fin 


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