Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

See you again por LoveShonenai

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Sekaiichi Hatsukoi es propiedad de Nakamura Shinjiku. El fanfic es enteramemte de mi propiedad. No se permiten plagios.

Notas del capitulo:

Primer capítulo. Disfruten.

I. Planetarium

-He vuelto por ti-

 

“Es mejor estar solo, que acompañado de alguien indeseable. El único motivo que tengo para vivir es mi responsabilidad con mi familia y con las personas que dependen de ella”.

Estas son algunas de las frases que mi padre me hizo memorizar alguna vez cuando era apenas un niño. Nunca podía salir de casa ni hacer amigos fuera de ella. Tenía la obligación de estudiar y ser instruido diariamente, con muy poco tiempo para poder respirar el aire de afuera. Toda mi niñez sería desperdiciada en ello, pero yo no lo deseaba.

En una de mis escapadas poco frecuentes, conocí a un niño de mi edad –supongo, ya que me daba esa impresión-, moreno, alegre y lleno de vida.

Era envidiable.

Sus ojos nostálgicos me invitaron a ser su amigo, y el roce de sus manos con las mías sellarían un destino mutuo que, en aquel momento, desconocíamos.

Un destino trágico y doloroso.

Tan doloroso como nuestro amor.

 

&&&

 

Todo a mi alrededor parece igual que siempre. A estas alturas de mi vida, no hay nada ya que pueda perturbar mi tranquilidad. A mis veinticinco años, tengo un trabajo estable –aunque estresante-, un hogar al cual regresar, una familia que me quiere –a su manera- y una profesión que me permitirá vivir bien muchos años más. Actualmente trabajo en el departamento Esmeralda, perteneciente a la editorial Marukawa. Mi rutina del día comienza en los interiores de este gran edificio. Se podría decir que mi vida es perfecta, predilecta…al menos hasta que pongo un pie dentro del departamento de mangas shojo y veo a ese hombre que me sonríe con irritante superioridad: mi jefe.

Quien me lee, quizás no lo comprenda, pero, para mí…este hombre es la fuente de mis amarguras diarias, mi constante dolor de cabeza: mi primer amor…

Pensé que todo se daría como diariamente se suele dar.

Sin embargo, el chocar mi mirada con la suya hoy, ha provocado en mí una reacción muy diferente a la que suelo tener con frecuencia. Sus ojos ansiosos me han traído una sensación de inimaginable nostalgia, a tal punto de que siento que quiero estallar en lágrimas.

¿Por qué? ¿Qué es lo que ha cambiado en mí en un par de segundos? ¿Dónde se fue mi “rutina diaria”? ¿Por qué mis manos sienten la imperiosa necesidad de rodear su cuello? ¡Debería correr! Pero mis pies parecen estar enterrados en el suelo. Siento la mirada de todos fijarse en mí. ¿Qué me está pasando? Lo veo acercarse a mí, presuroso, preocupado y yo no puedo detenerlo por más que quisiera desaparecer de este mundo. ¿Por qué? Este era un día normal como cualquier otro. ¿Por qué siento que ya no puedo más, que mi mundo perfecto ha sido desmoronado con una sola mirada?

¿Será este el comienzo del fin a mis días de paz?

—¡Ritsu!

Todo se volvió oscuro en aquel momento, ya no vislumbraba nada de lo que antes me rodeaba, solo una oscuridad abrumadora que me provoca escalofríos. ¿En qué recóndito lugar de mis sueños estoy ahora? Avanzo a paso incierto con temor a esta soledad que me abruma. ¿Cuándo abriré los ojos? No hay nada que desee en este mundo más que ver la cara de Takano-san otra vez. Me paro en seco después de haber estado sumergido en mis pensamientos. Eso que huelo es… ¿fuego? Corro presurosamente sin saber por qué, mi corazón late agitado mientras me acerco más a la siniestra escena. Solté un grito ahogado al ver delante de mí a decenas de personas muertas, dispersas en un mar de sangre. Mis labios tiemblan al yo contemplar tanta maldad ¿Dónde diablos estoy? ¿Por qué mi corazón continúa tan inquieto y ansioso? Me dejo caer, esta vez dominado por el terror, cubriéndome los ojos con mis manos sudorosas.

¿Dónde estás?

Una voz me sobresaltó, mas no quise volver a mirar aquella masacre que estaba frente a mis ojos.

Todo está bien ahora. No temas…

Confié en esa voz sin pensarlo dos veces y volví mi mirada hacia donde antes estaba el siniestro, del que ya no quedaba nada. Pude divisar, sin embargo, a lo lejos…una confusa entidad de color blanco, no tendría más estatura que la mía, lucia sumamente borrosa, como si en cualquier momento fuese a desaparecer.

—Quiero salir de aquí —le dije—. Quiero volver a mi realidad.

Esta era tu realidad…y la será de nuevo.

Desperté abruptamente, bañado en sudor.

Mi realidad había vuelto, la terrible oscuridad que me envolvía había sido reemplazada por los colores vivaces de las paredes de Marukawa. Recordaba vagamente detalles de aquel extraño sueño en el que me vi envuelto después de desmayarme. Intenté recomponerme, pero unas manos frías hicieron contacto con las mías, sobresaltándome. Se trataba de Takano-san, mi jefe. Lucía angustiado, tanto…que sentí que a mí también me dolía su sufrimiento. Nunca me sentí tan feliz de ver su rostro. Lo abracé con apego, sin importarme su opinión, superando mi vergüenza y mi muy alimentado orgullo. No recordaba mucho de lo que había soñado, solo tenía esa sensación de haber visto la muerte y la soledad juntas en un solo instante. No quiero quedarme solo, ni volver a sentir que estoy cerca de algo tan temible como la muerte.

—Onodera ¿estás bien?

—Lo siento, yo…

—Deberías soltarme. Alguien podría…

Siento como intenta soltarse de mí, pero yo no lo permití. Temblaba tanto que sólo quería seguir aferrado a él.

—Onodera… ¿sabes lo que estás haciendo?

—Perdóname. Yo sólo…tengo miedo. No recuerdo qué soñé, pero siento que si te vas, volveré a ese lugar oscuro del que no podía salir por más que quisiera.

—¿Has tenido una pesadilla?

—No recuerdo nada…

No sé cuán más me aferré a su cálido pecho, pero él dejó de poner resistencia y se dejó hacer rápidamente.

—Llegaste, comenzaste a llorar y te desmayaste. Estaba a punto de llamar a la ambulancia.

Te he encontrado…

Deshice el abrazo con cuidado y lo miré, detenidamente, como si fuese la primera vez que nos hubiéramos visto después de mucho, mucho tiempo. No sé por qué paseé mis manos libremente por sus mejillas repentinamente, como si hubiera anhelado acariciarlas por cientos, miles de años. El reloj parece detenerse en el momento en que nuestros ojos se encuentran nuevamente, en que mis ojos chocan con aquella mirada nostálgica que parece transportarme a otro tiempo, otra época, otro momento, uno muy doloroso. Y siento como si este cuerpo no fuera el mío, pero sí a la vez. Y las lágrimas nuevamente viajan por mis mejillas. Tengo el extraño sentimiento de que si dejo a ir Takano-san en este momento, lo perderé para siempre, no volveré a verlo, siento que si este momento termina, una barrera aún más grande que el peso de diez años, nos separará sin remedio.

—¿Por qué estás llorando? —pregunta.

“¿Por qué estás llorando también tú?”, quería responder, pero las palabras parecen sobrar en este momento. ¿Qué puede estar pasándome para sentirme de esta manera? Me juré a mí mismo que jamás volvería a creer en él y que no me dejaría dominar por mis sentimientos ¿y ahora hago esto? ¿Por qué estamos llorando ambos? Son tantas preguntas y no sé de qué manera responderlas todas.

Solamente hay una cosa certera detrás de todas estas acciones: Alguna voz dentro de mí me dice que voy a perder a Takano-san, que cada vez estará más lejos de mí, hasta que, posiblemente, un día, repentinamente, él se desvanezca frente a mis ojos.

O, probablemente, puede ser que yo…

No quiero morir…

—No quiero morir…—dije inconscientemente.

—¿Onodera?

Esta vez fue él quien me abrazó fuertemente. Todo mi cuerpo temblaba. ¿Morir? ¿Yo había dicho eso?

—T-Takano-san…

—Vámonos. Te llevaré a casa…

Él me tomó de la mano y me jaló fuertemente hasta la salida. Vislumbré esa espalda que mis manos bien conocían y una visión repentina hizo que mis fuerzas se terminaran: Su cabello había crecido, era más largo y su vestimenta lucía más tradicional, como si fuese de época feudal. Me sobé los ojos con la mano que tenía libre en ese momento, pero la visión fue la misma. Cerré los ojos fuertemente, temeroso de volverlos a abrir y ver el mismo panorama.

Mírame, soy yo…

He vuelto por ti.

Como algo fugaz, miles de recuerdos que no parecían de mi propiedad, pasaron por mi cabeza, provocándome mucho dolor. Me detuve a mirarlo nuevamente y ese temor se apoderó de mí. “¡No quiero perderte! ¡No sueltes mi mano!”

—K-Kuroda…

Y quien en ese momento tomaba fielmente mi mano, me soltó y volteó a mirarme.

 

Continuará…

Notas finales:

¡Continuará!

Es la primera vez que me arriesgo haciendo ciertas combinaciones (creo que muchos se han dado cuenta de por qué lo digo) entre Sekaiichi Hatsukoi y otro anime, sólo espero sus constructivas opiniones, a ver si puedo mejorar o agregar más cosas, de eso depende el curso del fanfic.

Muchas gracias.

LoveShonenai.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).