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Eres mi novio. por Unravel_0901

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Notas del fanfic:

¡Hola! bueno este es mi primer fic, y decidi debutar con esta pareja por que en verdad la amo. 

Espero que les guste, y sin más, disfrutenlo. 

Es de día, los rayos del sol le pegaban justo en el  rostro por que había olvidado cerrar las cortinas la noche anterior , pero no importa, vale la pena, todo vale la pena tratándose de la persona que tenia a un costado. Exacto, aquel pecoso que lo acompañaba desde la noche anterior era la razón de su felicidad, ya que el día anterior, ese día que parece normal para cualquiera pero para el era el día mas especial que haya vivido pues ese día se armo de valor y se confeso a su mejor amigo.  




No estaba seguro si le correspondería, o si lo rechazaría y le pediría que no se acercase más a él. Pero eso no importaba, no lo sabría hasta intentarlo, ¿Cierto?  




Lo recuerda, cada detalle.  




Estaban en las practicas del club, por suerte para el peli-rubio estas habían acabado. Ahora ya no se tenia que preocupar por que aquel enano lograra pasar por su fuerte bloqueo, o en algún comentario que hiciera enfadar al rey de vez en cuando. Ahora lo único que rondaba por su cabeza era como confesarle sus sentimientos al pecoso. 




Lo había repasado una, dos, tres veces, quizás diez, pero ninguna lo convencía, ¿Cómo debía de hacerlo?, ¿Debería llevarlo a un lugar especial?, ¿O simplemente soltarlo de forma natural?  




Esas preguntas rondaban en su cabeza hasta que una voz logro sacarlo de estos, esa voz que tanto amaba.  




-Tsukki, ¿Nos vamos?- dijo el pecoso para luego darle una sonrisa, una de esas sonrisas que lograba hacer que el corazón de Tsukishima latiera a mil por hora. 




-Sí- respondió, mientras caminaban lejos de el club un repentino pensamiento vino a la mente del peli-rubio "Ahora, dilo ahora". 




Paro en seco, lo cual le pareció extraño al pecoso. Abrió los labios dispuesto a preguntar que era lo que sucedía pero antes de que este pudiera articular alguna palabra, el peli-rubio lo interrumpió. 




-Yamaguchi, necesito que escuches algo- 




El pecoso tardo un poco en reaccionar ya que era la primera vez que veía a su amigo de esa forma, estaba, estaba... ¿Sonrojado? 




-C-claro, ¿Qué es lo que pasa Tsukki?- dijo un poco nervioso. 




De manera repentina el rostro del peli-rubio cambio de un rostro hermosamente sonrojado (según Yamaguchi), a uno completamente sería. Pareciera como si tratara de encontrar las palabras correctas, pero, ¿Correctas para qué?  




-Yamaguchi, yo, desde hace mucho he querido confesarte esto, bueno, lo que pasa es que ...-El pecoso no lo podía creer, era la primera vez que veía al mas alto sonrojado, pero no le pareció raro o algo por el estilo, al contrario, le pareció completamente tierno. Por lo cual no pudo evitar emitir una leve risita, acompañada de unas mejillas levemente sonrojadas. 




Esa fue la gota que derramo el vaso, al ver esa hermosa sonrisa y esas mejillas sonrojadas Tsikishima no pudo controlarse. En un rápido movimiento tomo al pecoso de la cintura y lo pego a él, con la otra mano libre tomo suavemente su mejilla y lo acerco hacia él. 




-Me gustas- dicho esto unió sus labios, sin siquiera dejar que el pecoso reaccionara. Después de esto el más alto de los dos se separo para poder ver su rostro y claro, lo que vio lo dejo totalmente fascinado. Un Yamaguchi, sonrojado y con algunas lagrimas asomándose por sus ojos amenazando con salir.  




-Tsukki, yo...-El pecoso no podía terminar la frase ya que un nudo en su garganta se había formado, el hecho de que su mejor amigo se le confesase lo llenaba de alegría, y más aun sabiendo que le correspondía, todos eso años tratando de deshacerse de estos sentimientos por el habían sido en vano, y se alegraba de eso- Tsukki, ¡Tú también me gustas!- Y dicho esto se echo a llorar.  




Al escuchar eso el peli-rubio se alegro, aunque no lo demostró, pero aun así Yamaguchi logro percibir una leve sonrisa en el rostro de Tsukki.  




  -Vamos a mi casa- Propuso el peli-rubio sin vergüenza alguna, quizás era muy repentino invitarlo de esa manera, pero besarlo y ver su cara sonrojada al mismo tiempo había sido suficiente para que deseara con mayor intensidad al pecoso.  




-¡¿Ah?!, pero Tsukki ¿No es muy repentino?, n-no es que no quiera ir a tú casa, pero...- 




-Es normal que quiera invitar a mi novio a mi casa.- Confeso con una sonrisa, pero no era una sonrisa común, su sonrisa derramaba confianza y amor hacia aquel pecoso, que ahora era su novio. 




-¿N-novio...?- Al momento en que Yamaguchi logro comprender esas palabra a la perfe-cción un notorio sonrojo se apodero de sus mejillas. Ya lo había comprendido ahora era su novio y de nadie más, por fin lo que había imaginado se cumplía.-V-vamos- Dijo tratando de esconder su sonrojo e inmensa felicidad. 




Tsukki comprendió y emprendió el viaje hacia su casa.  




Durante todo el viaje nadie pronuncio palabra alguna, ambos estaban avergonzados, y tal vez Yamaguchi un poco más ya que se había puesto a pensar en lo que posiblemente harían cuando estuvieran en la casa de Tsukki. Pasaron unos cuantos minutos más hasta que se toparan con la puerta de entrada para ingresar a la casa, Tsukishima la abrió dejando pasar primero al pecoso, el cual dudoso acepto.  




Subieron por las escaleras y entraron al cuarto, del que se suponía, era de Tsukishima. Yamaguchi se sentó a la orilla de la cama esperando a que su ahora "novio" dejara sus cosas. Mientras esto ocurría Yamaguchi se dedico a observar el cuarto, era muy espacioso y bien ordenado, cualquiera se sorprendería de saber que este era el cuarto de un adolecente. Libros ordenados en un estante, un escritorio con cuadernos semi abiertos y la cama con una ventana justo al lado de esta. A Yamaguchi no le parecía extraño el lugar, pues muchas veces venia ha estudiar, pero el hecho de que lo invitara después de una confesión lo ponía ansioso, saber lo que podrían o estaban apunto de hacer.  




-Yamaguchi-  




Esa voz lo había sacado de sus pensamientos. 




-Sí, Tsukki- Respondió un poco nervioso, por el tono usado para exclamar su nombre. 




-Gracias- Esa palabra lo dejo desconcertado, no entendía por que le daba las gracias, ¿Acaso había hecho algo bueno?- A pesar de que siempre fui indiferente con tigo, siempre estuviste a mi lado, me alegro haberme enamorado de ti- Y con una leve sonrisa se acerco al pecoso, sin darle permiso de que se moviera del lugar en el que estaba.- Te amo.  




Y dicho esto Tsukishima unió sus labios, embriagándose del sabroso sabor de los labios de su pareja, que por culpa de el, ya no eran vírgenes. Tomo su mejilla y lo miro a los ojos después de separarse de ellos. 




-Me prometí que no te haría nada, pero, ¿Por esta vez dejarías que lo haga?- Pregunto mirando sus pequeños pero hermosos orbes cafés, los cuales amenazaban en dejar salir lagrimas.  




-S-sí, puedes hacerlo, Tsukki- Con una gran sonrisa, como las que iluminaban el día de Tsukishima, respondió, dando permiso, de que en ese mismo instante lo tomara. Como tanto deseaba.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, quizas en un par de días... o mañana suba el siguiente capitulo.

Acepto criticas constructivas :)

¡Nos vemos!

 


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