Le tengo respeto a este sujeto por su fuerza pero he tenido que golpear su rostro.
Demonios, me dolió la mano y parece no haberlo ni sentido.
-Comprendo—me dice, colocándose las gafas.
-Lo único que puedo hacer por ti es mostrarte como se debe tratar a las damas.
-No tengo tanto tiempo—se ha ido.
-¿Por qué dijo eso, Rocchi?—cuestiona una de las chicas que viene conmigo.
Dulce señorita, no podría dejarle ir ni siquiera con alguien que me ha derrotado.
-Es natural que lo pida. Todo hombre tiene debilidad hacia la mujer e incluso ese sujeto puede sentir la necesidad de la compañía femenina.
Ahhh, Seiji, luces tan bien hoy con esa ropa.
¿Dónde estará la camisa que te compré? Nunca te la veo puesta.
-Disculpa… creo que te he visto antes.
Demonios, casi hace que me descubran.
-No lo creo.
Es el sujeto con el que está obsesionado Izaya.
-Creo que sí. En realidad quería pedirte un favor.
¿Será una broma de Izaya?
-Quisiera que fingieras salir conmigo. Solo un tiempo. No te trataré mal ni intentaré nada.
-Lo siento, no puedo.
¡Mi corazón pertenece a Seiji! ¡Oh, Seiji, no podría siquiera fingir que estoy con otro por si me requieres!
Shizuo es muy guapo pero…
-¡¿Has tenido una pelea con iza-iza?! ¡No, espera! ¡ !¿Te ha engañado y ahora deseas venganza?! ¡¿Habrá sido durante una noche calurosa donde ustedes…?!
-Me voy. Olvídalo.
¡Ahhhhhhhhh! ¡Estoy tan emocionada!
Ya ha llegado el rumor.
-Atrás, Heiwajima Shizuo. Ya sé lo que le estás preguntado a toda mujer y no permitiré que te acerques al amor de mi vida.
-Iba a decirte que casi cruzan con la luz equivocada.
-Ah, gracias.
Es una suerte. Sería un contrincante difícil.
-Pero yo no te cambiaría por nada, Seiji.
Nuevamente estamos regresando juntos después de acompañarme a hacer las compras.
Ryugamine-kun es muy amable.
-Sonohara-san.
-Shizuo-san.
Parece agotado. Incluso ha ignorado a Ryuugamine-kun.
-Quería que salieras conmigo, bueno, que fingui….
-¡¿Qué?!
Ryuugamine…
-Quiero decir, ¿Cómo?... que Sonohara-san… pero… Shizuo-san…
-Lo siento, no sabía que eran novios.
¡Novios!
-No, yo… nosotros…
¿Qué debo decir? Estoy muy nerviosa y no quiero decir algo hiriente… pero no somos novios aunque…
-Sonohara-san, ya se ha ido Shizuo-san.
Qué suerte.
Pero… Ryuganime-kun se ha puesto celoso.
“Parece que cambiaste de idea sobre mi plan”
-No, Celty. Sigo intentándolo. En realidad no he encontrado a nadie y me preguntaba….
-¡NO, NO, NO! ¡No te permitiré que te lleves a mi Celty!
-“Shinra”
-Preguntaba si conoces a alguien…
Ahora me siento como una tonta.
-“Creo que ya le has preguntado a todas”
-¿Qué tal a la chica que trabaja con ustedes?
-“Cierto, ella es linda”
-¡No puedo creer que no esté la película, Kuru-nee!
-Sí.
-¡Moría de ganas de ver a Yuuhei-sama!
-Sí.
-Oye, ¿no es ese Shizuo, el sujeto que Iza-nii perseguía?
-Sí.
Nos ha visto, ha tirado el cigarrillo y ha corrido lejos.
-Parece vio un fantasma.
-Parece que sé, Kuru-nee.
-No hay ningún beneficio en fingir una relación.
-Tú has visto a esa pulga. Necesito un solo día de paz. No sé si funcione pero debo intentarlo. Lamento pedírtelo, Vorona.
Con su fuerza debería ser sencillo eliminar el problema pero no lo hace.
Quiero entender qué ocurre.
-Comprendo. Acepto.
-Ah, gracias, Vorona.
No es que este desesperado por tener una novia… aunque sea difícil para mí conseguir alguna, pero en realidad es por lo que ha pasado estos últimos días.
Se presentó en mi casa, sin tocar la puerta, simplemente la abrió con una llave que me robo y se sentó frente a mí.
Eran las ocho de mañana y seguía en pijama. Bebía café.
-Deberías vestirte.
-Es sábado. No trabajo.
No tengo ni ganas de pelear.
-Saldremos. Vístete.
-Me niego.
Dejo la taza vacía y se lanza encima mío. No ha logrado derribarme. Creo que esa era su intención.
-Bien, maldito monstruo.
Toma mi mano y me lleva al sillón.
Me siento.
Qué más da.
Se sube encima con las piernas abiertas y lo tumbo al suelo de inmediato.
-¡¿Qué nuevo y maniaco juegos planeas?!
-Me lastimaste. Pudiste romperme el cuello.
Ahí estoy otra vez, temblando de pies a cabeza por su seguridad física.
-Hagámoslo de nuevo—me dice con una risita intentando montarse otra vez.
-¡De ninguna manera!
-¿Temes que te excite, Shi-zu-chan?
-Cállate, bastardo.
-Entonces tendrás que hacer lo que diga.
El resto es tan… vergonzoso.
Demasiado vergonzoso para hablarlo sobrio.
Mejor volvamos otra vez con Vorona.
Desempañaria mi trabajo impecablemente, actuando como debería hacerlo una chica que sale con un chico. He leído muchos libros sobre romances así que es escencial ir de la mano. Aunque esa niña no luce muy contenta.
-Vamos a tomar algo.
Afirmo.
Debo volverme fuerte, más fuerte.
Debo atacarlo, ahora es el momento…
-¡Pero…!
Tengo ganas de llorar.
-Ah, Akane-chan…
¿Por qué están tomados de la mano? ¿Ella…?
-¿Qué pasa?
-Nada.
¡No quiero verlo con una mujer! ¡yo quiero matarlo no que este con esa chica…!
Si creen que esa niña estaba impresionada con ambos rubios tomados de la mano debieron ver mi cara. No eran celos, era… ¡ALEGRIA! ¡POR FIN PODRÉ MOLESTAR A IZAYA!
Justo hace una semana me mando comprar ese ridículo delantal con el letrero “cook for cock”, además de pasarse horas y horas con Shizuo. No dice nada pero nunca lo vi tan interesado en algo, tan ansioso, tan feliz.
¡Y POR FIN PUEDO MOLESTARLO CON ALGO!
-Izaya.
-Ahora no, Namie. Debo encontrar…—no era necesario que termianra la oración, ha comprado por internet desde shorts cortos a incluso faldas y pelucas. Ahora parece buscar artículos de tortura.
-Cuando venía para acá vi a Shizuo.
-Lo veré mas tarde. Bueno, eso él no lo sabe.
-Mmm, ¿de verdad? Parece que estará ocupado—escondo mi sonrisa tras una de las carpetas, guardando otras.
-¿Te refieres a que estuvo buscando una chica con la cual salir?—se ríe.
Ya lo sabía.
No se le ve preocupado.
Aunque… podría ser que por eso su nueva modalidad son… unas esposas.
-Lucían bien juntos—al menos quiero joderlo un poco.
-Sí, ella…
-¿Cuál es el plan para cuando aparezca Orihara Izaya?
-Ninguno, esto…—dice señalando nuestras manos juntas—… y el rumor deberán ser suficientes.
No es sufriente, además él esta siguiéndonos.
-¿Quieres que te deje en paz porque ahora tienes novia?
-Sí.
Los novios se abrazan, se acarician, se besan y tienen relaciones.
Entonces, justo ahora, debo besarlo.
Con o sin luces, motocicleta, caballo, carruaje… ¡Puede ser hasta una nave espacial pero nadie deja de respetar la ley!
-“¡Deje de perseguirme!”
-Casi la tengo…—¿Qué?
-¡SHIZU-CHAAAANNNNN!
-“¿Qué no es…?”
-¿…Al revés?
Vaya, tengo una navaja en el casco.
-¡Atrápenla!
-“¡AHHH!”
Enloquecí.
He perdido la razón.
Todo estaba planeado, tanto Shizu-chan como ella, tan humanos, tan predecibles, tan lindos.
Vorono sabía que debía hacer. Lo sabía.
Shizu-chan sin saber qué hacer. Lo sabía.
Conocía el resultado.
Un beso.
Nunca vi una imagen tan llena de detalles y a la vez como si una vidrio opaco estuviera frente a mí, tras ellos, entre nosotros.
Enloquecí.
Ahora tengo conciencia.
-¡SHIZU-CHAAAANNNNN!
Lo mataré, no mañana, en un mes, o un año. No dejaré que se suicide, no permitiré que nadie lo ayude. Lo mataré en este instante.
-¡¿Ahora qué planeas, Izaya-kun?!
-¡Voy a matarte ahora!
Mis navajas van lentas, mal direccionadas, estoy corriendo casi cayendo.
Mi respiración… mi respiración se me agota, se me atora y se fuerza.
Es… un llanto ahogado.
Me tiene harto, corriendo como un idiota a punto de caerse cada tres pasos, lanzado mal sus navajas y cruzando la calle sin ver.
-¡Izaya-kun!—le sostengo de la playera, levantándolo del piso y lanzándolo por los aires—¡Maldita sea!
Corro tras él pero logra caer de pie y lanzar un cuchillo a mi cabeza. Eso dolió un poco.
-Ara, Shizu-chan quiso matarme otra vez.
-¡Fue un accidente!—le digo mientras subo por el edificio--¡además qué mierdas fue eso de hace un momento!
¡¿A dónde va ahora?! Bueno, no es como si pudiera hablar con él.
Ahí va…
-Nii-san.
Otra vez corriendo, destruyendo y actuando como niños.
-Ah, Kasuka.
-Ven un momento.
Lo dejaré en mi casa y… ah, ahí está.
-¿Me dejas jugando solo, Shizu-chan?
-¡¿Quién está jugando?!
-Nii-san, por favor no destruya mi casa.
-Mierda…
Quizá así puedan hablar. Saldré un momento.
Me largo.
-¿Vas con ella?
¿Qué más le da? ¡Que ganas de joder…!
-Si no vas dejaré de joderte con no dejarte joderme.
-¡Nadie quiere joderte!
Momento, dejar de joderme. Eso, justo lo deseo.
-Bien.
-Ven.
¿Qué?
-Es el cuarto de Kasuka.
-Sí, aquí dejaré de joderte.
Por fin.
Por fin
Por…
-¡¿Qué estás…?! ¡Dijiste que me deja…!—¿Qué?
Lo tiene… lo tiene entre sus manos.
-Buscabas novia, Shizu-chan, pero parece que nunca lo ha hecho.
-Claro que…
¡Lo está… masajeando!
-¡Izaya-kun! ¡Déjame! ¡Maldito…!
No encuentro como quitármelo de encima sin romperle el cuello, sin que deje mi cinturón y….
-¡Ahhh! ¡Izayaaa!
No he podido evitar que me baje los pantalones pero he logrado hincarlo.
Una lamida.
Ah, con que a esto se refería con dejar de joder. Solo joder.
Joder.
¿Con que él quiere ser mi novia?
-¿Cómo es que llegaron a esto, Izaya?
-El idiota de Shizu-chan no sabe controlar su fuerza.
Quizá tenga hasta una costilla rota, lo cual no comprendo cómo lo lograron teniendo sexo.
-Espero no tener que revisarte haya abajo.
-No puedes revisarlo ahí.
-Ah, ¿estás celoso, Shizuo?
-Te mata…
-¿Entonces cómo pasó esto?—pude haber muerto con esa pregunta.
Shizuo ha sonreído.
-Vimos una película hace unos días.
Debió ser una pornográfica bastante grotesca para hacer esto.
-Deberías verla. El caso es que Izaya insistió en ser Mr. Pink.