Prefería el juego de la semana pasada.
-¡Sal de mi casa, maldita pulga bastarda!—logré atraparlo por el gorro de su chaqueta pero al llegar a la puerta y mirar a las escaleras me quedé paralizado, las piernas empezaron a temblarme y la visión se me nubló.
-Suéltame—me ordenó y simplemente obedecí.
Aquí empezó todo. Fue antes en realidad pero aquí es donde comencé a volverme loco así que parece más conveniente decir lo que ha ocurrido en estos últimos 5 días. En cuanto me deje en paz este bastardo contaré lo ocurrido.
Entró nuevamente a mi casa y ahí comenzó con un comportamiento de lo más extraño e irritante.
-Prepararé la cena—me dijo y aunque le escuché y comprendía el significado de esas palabras preferí callar y fumar un cigarrillo. Escuchaba el sonido de las charolas en la cocina y miré por séptima vez el celular con la esperanza que tuviera trabajo o cualquier excusa para estar fuera, al final el simple olor de Izaya me hizo no buscar excusa y dirigirme a la puerta.
Ahora podré contarles…
-¿A dónde vas?—cuestionó con cantarina voz que me puso los cabellos de punta del enojo que se acumulaba por toneladas en mi cuerpo.
-¡Fuera!
Entonces se colocó entre la puerta y yo con un delantal que, estoy seguro, yo no tenía, pues decía “I cook for cock”.
Interesante juego de palabras.
-No quiero que me dejes solo, Shi-zu-chan—¿Qué carajos le pasa? No, espera… ¡que carajos…!
-¡¿Dónde está tu pantalón?!
-Lo dejé en la ventana.
-¡¿Cómo que en la ventana?!
-Para que todo el mundo lo vea y sepa que estuvimos haciendo. Es más, creo que podría fingir que justo ahora… no, Shizu… ¡ahh, ahí no!
-¡Cállate!—ordenó poniéndole la mano en la boca. Detrás de ella susurra un “no respiro” así que le suelto velozmente.
-Podría no fingirlo—propone poniéndose en la punta de los pies y acariciándome detrás del cuello.
Retrocedo y me sigue hasta que corro por toda mi casa buscando escapar, finalmente me arrincona en la esquina de mi cuarto donde evito la frustración mirando al piso, pasando por sus piernas y… me estoy excitando ¡mierda!
-¿Qué demonios planeas?
-¿Qué mejor manera de hacerte enojar que deseando a tu enemigo?
-No te deseo.
-¿Entonces estás muy feliz?—se ríe a carcajadas señalando la erección que, admito, no supe cuándo ocurrió.
-Te mataré.
-¿Otra vez?
Cierto, no les he dicho cómo llegué a esta situación. Es algo difícil de recordar y cada vez que la pulga hace estas cosas me recuerda ese día así que me disculpo pero no quiero volver a repetirlo en mi mente. Quizá en otro momento.
-Shizu-chan, amor ¿Quieres postre o me quieres a mí?
Creo que ya no estoy ni de humor de contarles esto.
Mejor sigan con otra persona, miren, por la ventana, ahí va Celty.
¿Contarles algo? ¿Sobre qué? Ah, Izaya y Shizuo. En realidad podría… claro, si me dejan contarles sobre el día que empezó todo, aunque entonces no entendía nada.
Está bien, ese día pensé “¿Me veré tonta?” Seguro me veía así. Es imposible que con mis años me ponga de esta manera por… bueno, eso ocurrió en la mañana.
La mañana.
-¿Qué cenaremos, Celty?—preguntó Shinra mientras buscaba en el refrigerador la botella de agua.
Yo le respondí: “Aún no lo sé. Además no he aprendido bien a cocinar”
-Entonces qué te parece que salgamos a cenar.
Así fue como salí a comprar un vestido rojo, para variar un poco, y estaba muy feliz mientras volvía a casa.
En adelante mi fantástica noche se arruinó aunque no pude decirlo a viva voz.
-“Shinra, estoy en casa”—pero había rastros de sangre en el piso desde el pasillo hasta la sala. Saqué la guadaña con miedo de que alguien hubiera entrado y dañado a mi Shinra pero no fue así, estaba atendiendo a Izaya y por el otro lado estaba Shizuo con un cigarrillo que se consumía entre sus dedos.
-¡Celty, llama a una ambulancia!—me pidió con un susto que nunca le vi. Parecía esta vez estar muy seguro de no ser de ayuda.
Mandé el mensaje por mi teléfono.
-¡Llevo unos minutos pidiéndoselo a Shizuo pero no responde!
Si, ambos arruinaron mi noche pero no pude quejarme porque Shinra no podía salvar a Izaya de la ira de Shizuo. O eso pensé.
Cuando la ambulancia se lo llevó Shizuo seguía en el mismo lugar con una quemadura entre los dedos que sostenían la colilla. Miraba al vacío.
-“Shizuo”
Me ignoró.
Le moví y dijo con voz cortada.
-Lo maté. Por fin lo maté.
-Está en shock—proclamó Shinra—Lo trajo corriendo. Apenas tenía pulso y ha sangrado mucho. Quizá requiera una operación así que no podía atenderlo yo mismo.
-“¿Morirá?”—pregunté.
-No lo sé.
Y entonces Shizuo se levantó de un tirón y salió por nuestra puerta.
No fuimos a cenar porque no parecía adecuado festejar con la posibilidad de que Izaya muriera ese mismo día.
-No te preocupes, Celty. Traeré algo de comer de fuera y podrás usar tu vestido.
No puedo evitar echar una llamara en forma de corazón cuando se comporta de esa manera.
Le veo irse mientras pienso en como arreglaré la mesa. Quizá deba buscar un mantel mas brillante, o una blanco o, o, o…
Y ya que Celty tiene su mente en otras cosas yo continuaré.
Salí a comprar algo elegante pero por la hora lo único que pude encontrar abierto fue el Russian Sushi.
-Barato y delicioso—ofreció Simon y en esta ocasión acepté.
Veo pasar a Shinra pero a donde vamos tiene que ser a otro rumbo, motivo por el cual lo dejamos a él de lado.
Buenas tardes, son Simón y les guiaré a Shizuo porque yo sé dónde está. No se preocupen por mi acento ¿no es eso? ¿La estatura? Tampoco les preocupe, no pasará nada.
Ocurrió unos 15 minutos antes de ver a Shinra, unas chicas rechazaban mi folleto corriendo asustadas. Eso siempre me hace sentir triste. Luego vi a Shizuo cambiando cabizbajo, motivo por el cual le tome el hombro como apoyo ¡pero levanto la vista muy enojado! ¡Intento golpearme! Tuve que detenerlo y entones…. ¿pueden guardar un secreto? No me gustaría hacer enojar a Shizuo.
Acérquense un poco. Un poco más. Ahí. Bajo sus lentes había lagrimas ¡Lo juro! ¡Sé que fue rápido y se las limpió en cuanto supo pero lo vi! ¿No me creen? Entonces les diré que me dijo después, cuando no le permití irse sin que me contara que tenía.
¿Cómo lo retuve?
Bueno, con un abrazo hasta que se desesperó. Sí, no le gustó mucho.
Lo que dijo fue: “¿Por qué estoy tan asustado de haber matado a Izaya-kun?” .
Mmm, quizá debí hablar más con él pero me pareció conveniente llevarlo de la misma manera al hospital después de que dijera que se lo llevó una ambulancia.
Debía tomar responsabilidad por el daño que le hizo, además, cuando pasas tanto tiempo mirando a la gente ir y venir, ignorante al igual que a los folletos, te das cuenta de unas cosas que no cambian y son estos dos una de ellas. Solo una de ellas, porque otra es que debo estar frente al restaurante repartiendo volantes así que los dejo con Shizuo en el hospital. Los espero en el Russian Sushi, coman sushi. Delicioso y barato.
Cállate. Bastardos curiosos de mierda, dije que no quería hablar de este momento.
Está bien.
No quiero ni puedo prender un cigarro a un lado de su cuerpo vendado. Tiemblo apenas intento algo cercanamente a lo que Izaya miraba en mí.
Lo he pensado seriamente y quizá siempre lastimé gente al punto de mandarlos al hospital pero ninguno con la intención de matarlo, a él sí, y por fin comprendí qué es matar a alguien.
Es terrorífico.
-No morirá—repite el doctor.
-No se meta en mi relato—ya sé que no lo hará pero pude… pude matarlo.
Ahora tengo miedo de matarlo en un arrebato de ira, y que esta vez no sea aparentemente.
Y fue ahí cuando vi al vulnerable humano de Shizu-chan.
No les he explicado nada respecto a mí pero creo que nos divertiremos más jugando con Shizu-chan ¿no creen?