En pocos segundos la alcoba real estaba inundada de todos cuantos habían escuchado el desesperado alarido de Lord von Crist. Cheri muy emocionada comenzó a vitorear pidiendo boda; Anissina enmarco una sonrisa burlona y de triunfo al momento que giraba para evitar que la joven hija del rey entrase.
Gwendal con el rostro desencajado apretó los labios, escondiendo la mirada y con las cejas vibrándole, pronunció con voz impregnada de amenaza:
-Wólfram acaso ese rey y tú- apenas se entendían sus palabras debido a la rigidez de su boca- tú y “eso” hicieron alguna estupidez.
Al mencionado hermano menor, aquellas palabras lo llenaron de vergüenza y volteo a mirar a “eso” quién muy en cambio el tono de amenaza le hizo, ponerse en pie y agitar cabeza y manos en signo negativo.
-No esto… no es lo que parece- de grito de emoción de su suegra le recordó que al momento de levantarse la sabana que le cubría, se había deslizado hasta sus pies. Con desesperación y con la cara colorada se cubrió con una almohada rápidamente.- ¡es un malentendido!
-Su alteza Maou ¡¿Cómo ha osado deshonrar a mi hermano?!
Gwendal estuvo a punto de saltar sobre Yuuri para apretar su cuello como a un ganso la intervención de Weller le salvo. Wólfram por su parte, espantado y creyendo necesario poner a salvo a Yuuri se enrollo en la sabana y cayó al suelo al intentar ponerse en pie jadeo dolorosamente, lo que pareció encender aún más la furia del General, que debatía energéticamente contra el Comandante.
Gunter al escuchar todo se levantó como poseído.
-Nooooo aquí no ha pasado nada – insistía con desesperación pero al mirar las manchas de sangre y fluidos en la cama, cayó desmayado.
-Jojojo, su majestad, esto amerita un casamiento- decía entre seria y emocionada Cheri- además mi Wolf era virgen por lo que hay que darse prisa.
-¡Madre!- grito avergonzado el ex príncipe.
-¡Todos fuera de aquí!- mando el general seriamente, ordenando con voz de mando- los presentes a mi despacho ya y ustedes- señalando a los más jóvenes- Allá en un hora sin discusiones- dicho esto da la media vuelta y sale.
-Bien hijo, nos vemos en un rato- la ex reina le dio un beso a su hijo menor y salió con orgullo- ¡Ah, que felicidad!
-Ah... este... bueno su majestad- Conrad titubeaba.
-Es Yuuri- corrigió vacíamente el Maou.
-Sí, Yuuri. Dense prisa los esperare el despacho- Sir Weller se apresuró a arrastrar al consejero y salir cerrando las puertas.
Cuando los prometidos hubieron de quedarse solos, reinó un silencio abismal, cada uno perdido en sus pensamientos. Por su parte Wólfram miraba el piso con vergüenza y felicidad, ya que había estrechado mucho más sus sentimientos con Yuuri, y eso lo hacía creer estar en otra dimensión. Aunque estaba muerto de vergüenza por el acoso de su familia estaba feliz, sin embargo una parte de su corazón habitaba la duda, era un instinto de que esto no terminaría bien.
En cambio Yuuri, tenía la mente en blanco se negaba a aceptar los hechos, sus planes de terminar el compromiso fracasaron, ahora tenía que responsabilizarse por sus actos, y no podía creerlo. Él, Yuuri Shibuya un mujeriego empedernido desde los 17 años se había acostado con un hombre, y era Wólfram un buen amigo que le tenía mucho aprecio (él lo amaba), y en consecuencia tendrían que casarse.
Lo peor de todo era que el mismo recordaba todo o en su mayoría, lo ocurrido anoche. Se reprochaba el haber viajado ebrio y resentido, ya que antes había terminado con una mujer a la que le tenía cierta “posesión encamada”, aunque no recordara por qué había viajado a Shin Makokou, o por qué apareció en la tina del castillo en lugar de en la fuente. Recordaba que Wólfram lo llevó a la cama, le cambió de ropa y le dio un té, después lo acostó y... ¡Noooo! ¡Yo mismo...! ¡Yo mismo lo seduje!
Yo el Maou le abrase y lo convencí con dulces palabras de acostarse conmigo. ¡Por Shinou! Soy de lo peor, me aproveche de él, aunque él estuvo muy cooperativo. Sin embargo yo empecé.
-Uhm, -Yuuri escuchó que Wolf intentaba levantarse así que tiro la almohada que le cubría “allá abajo”, jaló sus pantalones con prisa los vistió y ayudo a su prometido a levantarse.
-¿Estas bien?- pregunto preocupado el rey.
-Si- contesto bajito- tenemos que bañarnos.
-Ah, cierto.- Yuuri lo sentó en la cama y sin mirarlo le dijo- espera prepararé el baño- intento irse.
-Espera Yuuri- Wólfram le jaló el brazo y después lo miró dubitativo – Eh... Yuuri te amo y si me casaré contigo- le dijo con mucha seguridad a los ojos.
-Wolf- el moreno estaba sorprendido y evadió la vista para ignorar la situación- Si... bien, hablamos después. –salió rápidamente dejando al ex príncipe triste por la evasión.
Yuuri regreso a los pocos minutos y cargó a Wólfram dejándolo en la bañera. El noble se quitó la sabana, Yuuri miro con culpa y con un poco de repulsión a los chupetones y morados de su prometido. Se disculpó y fue a buscar ropa limpia, decidiendo más tarde irse a bañar a otra habitación.