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JAULA DE AMOR por rurufusu

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Notas del capitulo:

owo...trayendoles nuevo capitulo

SHAMITA espero te guste¡¡ meesforze escribiendolo

La cabeza le dolía ahora que la anestesia había pasado, sus manos temblaban por los fármacos levantando la mano pudo apreciar el anillo en su dedo anular contemplando aquella alhaja de oro blanco con 2 zafiros incrustados cada uno formaba la mitad de un corazón, sonriendo agradeció que su esposo colocara de regreso ese anillo.

-Mocoso, te lo dije solo serian unas horas de separación-trato de incorporarse, un fuerte mareo se lo impidió obligándolo a recostarse de nuevo, sintiendo ganas de vomitar trato de calmarse e ignorar ese mareo, al menos ya no tenía ese tumor dentro de la cabeza. Preguntándose donde podría estar su esposo al no verlo a su lado y no escuchar ni su voz.

Nowaki lo amaba ciegamente ya se lo había demostrado, ese anillo era una clara muestra de ello. No podía evitar sonreír con ese recuerdo tan extraño y a la vez el más romántico que tenían en su relación, cuando finalmente formalizaron su compromiso. Para él había resultado impactante lo abierta que era la mentalidad de los occidentales, noviazgos y matrimonios gay no parecían afectarles muy diferente a su país de origen donde esa clase de relaciones eran mal vista y muchas veces marginadas.

*Superamos los obstáculos mas difíciles, logramos salir adelante juntos*

*Dime Nowaki ¿Nuestro amor es inquebrantable?*

*¿Podremos seguir amándonos sin temor? ¿Cuanto durara esto?*

Llegar a Arizona sin ningún conocido o apoyo les había resultado extremadamente difícil, el inglés de Nowaki era malo por no decir pésimo, apenas resultaba entendible. Hiroki muy diferente poseía un inglés muy fluido, por su condición tan débil apenas podía mantenerse en pie al ser solo piel con huesos solo así fue consciente de su lamentable estado, como dejo su cuerpo su adicción por el alcohol y las drogas.

-Conseguí un trabajo Hiro-san, tendré que dejarte solo durante las mañanas-cubrió con una manta el frágil cuerpo de su amante, lagrimas escaparon de sus ojos al verlo en ese estado, tan frágil sin una pizca del porte orgulloso y distinguido del hombre que conoció.

-Mocoso, ya te lo dije no soy un inútil puedo valerme por mi propia cuenta- sus puños se cerraron de impotencia, estar en esas condiciones era su culpa y Nowaki se negaba a tratar el tema abiertamente, era un adicto y alcohólico sumándole además su prostitución un acto por demás estúpido, había vendido su cuerpo a incontables hombres algunas veces por conseguir droga o alcohol y otras veces solo para sentir la calidez de un cuerpo.

-Tengo miedo, no podría seguir adelante si te pierdo de nuevo-acariciando la pálida piel de la mejilla, intento no sentirse culpable por llevarlo a ese estado, era consciente de la parte de la culpa le correspondía, no sería mucha su culpa pero era parcialmente responsable.

Su amor por Nowaki y haberlo perdido con esa facilidad destrozaron su dolido corazón, perder de golpe la luz que iluminaba su obscuro sendero término por sumirlo en las tinieblas totales, tratando de autodestruirse siguió un camino incorrecto. Sintiéndose como una verdadera basura humana al conocer como su amado había sufrido un infierno encerrado un año entero en prisión siendo inocente, las cicatrices en su piel eran fiel prueba de lo bastardo que eran sus padres y familia al tratar de asesinar a Nowaki.

Sus recursos eran limitados apenas tenían lo suficiente para rentar un mini departamento cerca del local donde planeaban abrir  un pequeño restaurant, aprovecharían los conocimientos de Nowaki en la cocina, se lamentaba no poder conseguir un trabajo que les permitiera obtener ingresos extra y no teniendo conocidos en ese lugar dificultaba todo.

Arto de sentirse un inútil por depender completamente de Nowaki se levanto de la cama, apenas era capaz de mantenerse de pie sin tener que recargarse en la pared, su orgullo le impedía seguir siendo una carga, lo que menos deseaba era molestarlo así que reuniendo sus escasas fuerzas logro salir de aquel pequeño departamento. Sus delgadas piernas apenas podían mantenerlo en pie, recordaba haber visto un café una cerca, con pasos temblorosos recorrió el tortuoso recorrido hasta ese local.

Le molestaba su largo cabello, gracias a su tratamiento lo que menos le había importado era su aspecto, sentir el aire frio sirvió para despertarlo por completo del sueño que los medicamentos que aun tomaba para evitar salir corriendo a inyectarse cualquier droga  que pudiera encontrar en su camino, viéndose invadido de nuevo por la culpa sus estúpidas acciones les habían cobrado una factura muy alta.

-Todo esto fue mi culpa, saliste herido por haberme enamorado ¿Podrás perdonarme Nowaki?-el aroma al café inundo el aire amaba tomar esa bebida acompañado con una rebanada de pastel, uno de sus hábitos muy marcados por las mañanas como una forma de alegrarse el día antes de tener que entrar en esa infernal empresa.

*Todo habría sido tan diferente si hubiera nacido en otra familia, en otras condiciones nadie se habría atrevido a involucrarse en nuestra relación*

*Nuestra vida posiblemente hubiera sido mas fácil, viviríamos juntos sin miedo a ser separados por los prejuicios de esas personas*

Su atención se fijo en un grupo de adolecentes frustrados que parecían a un paso de colapsar, el libro sobre la mesa capto su atención "Una luna de color azul" de Akihiko Usami uno muy conocido por su final tan trágico, el primer libro que compro al cobrar su sueldo. Lo único que lamentaba haber perdido su extensa colección de libros, antes de desaparecer la había dejado en manos  de Yokozawa esperando que la cuidara.

Su amor por la literatura siempre lo impulsaba a leer libro tras libro devorando una cantidad monstruosa de textos de todo tipo, siendo su gran deseo ser un maestro a escondidas de sus padres había asistido a clases publicas en algunas universidades para hacerse la idea de como habría sido su vida como un profesor. En teoría sabia como debía actuar, suspirando regreso su vista a su café había deseado tanto poder seguir su sueño, sin tener que verse sometido por sus despiadada familia, un grito repentino lo asusto su mirada noto como aquel hermoso libro quedaba arruinado por aparentemente haber derramado un frasco de tinta.

Las caras de horror de esos muchachos le parecieron entre divertidas y lamentables, pobres niños solo estaban acomodando los materiales de lo que se veía era un collage, no supo realmente como termino recogiendo del piso el libro completamente arruinado por la tinta conocía de pies a cabeza todo el texto gracias a haberlo leído  incontables veces.

-Una luna de color azul, un libro inusual ¿Un trabajo de redacción?-limpiando la tinta con unas servilletas quito el exceso de tinta, mirando las hojas aprecio el daño en aquel hermoso libro dejándolo sobre la mesa, se dispuso a retirarse.

-Es un trabajo de exposición y ahora no tenemos nada-una linda chica lo miro con lagrimas en los ojos, por algo extraño se conmovió al ver su frustración por arruinar el libro.

-Conozco por completo el libro podría ayudarlos, solo si les interesa- vio los ojos de los niños  brillar y sin oponerse aceptaron su ayuda, recitando en voz alta cada página los jóvenes escribían fragmentos, deteniéndose a explicar algunos puntos confusos.

Antes de darse cuenta como tenía a un grupo de casi 20 jovencitos reunidos, escuchando atentamente sus explicaciones sobre el libro por cerca de 3 horas, de nuevo sin notarlo o saber cómo término así, duro una hora corrigiendo los apuntes del ensayo del grupo.

Sus pupilos en agradecimiento habían pagado su cuenta que no excedía los 13  dólares, por primera vez se sintió feliz de al menos una vez poder actuar como un profesor, no pudo regresar solo gracias al preocupado Nowaki que al no encontrarlo salió a buscarlo, agradecía tener una pareja tan cuidadosa aun si a veces le parecía demasiado sobre protectora.

Apoyándose en los brazos de Nowaki regreso de nuevo a su pequeño departamento, les faltaba cerca de un mes para iniciar su negocio por precaución Nowaki había conseguido 2 empleos para obtener fondos extra en caso de necesitarlos. Agradecía ser capaz de almenas de encargarse de la cocina, triunfo logrado solo después de una larga pelea con Nowaki, el hombre era asfixiante hasta el punto de volverlo intolerable para Hiroki.

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Había creado una rutina muy sutil de ir a esa cafetería, después de un par de semanas visitando la cafetería, parecían que extrañamente coincidían sus visitas con el grupo de muchachitos a ese local buscando su asesoría "demonio" fue el apodo que esos jovencitos le pusieron por su carácter tan explosivo, por mas malhumorado que fuera era un excelente tutor y guía para esos muchachitos que reconocían como esas tutorías los estaban ayudando, más de uno comenzó a incrementar de promedio gracias a Hiroki.

Sin que este lo supiera o sospechara Nowaki hacia arreglos a sus espaldas, ahora estaba reunido con la dueña de la florería y actual jefa de unos de sus empleos a medio tiempo para detallar los términos de su acuerdo para conseguir flores, de hecho ese trato estaba por cerrarse a menos de un mes de realizarse, logrando un acuerdo con la mujer logro obtener las flores que necesitaba a cambio de organizar el menú de la boda de su hija.

-Eres increíble lograste hacer un excelente trabajo- observo con detalle la hoja, el menú y el vino le habían resultado ligeramente más económicos, más que nada gracias a al trato hecho con el dueño de la licorería encargada del vino para la boda.

-No fue todo mi idea, contactar al proveedor del licor fue gracias al amigo de mi pareja- debía reconocer lo conveniente que resultaba tener conocidos, podría haber trabajado en un restaurant y cocinar deliciosa comida, solo para apestar en los vinos y cualquier licor su gusto al elegirlos era desastroso por no decir asqueroso.

-Gracias Nowaki, dime ¿Como esta Hiroki?-aquella mujer era una de las primeras conocidas de la pareja a unos meses de haber llegado, gracias al carácter tan alegre de Nowaki ganarse la confianza y amistad de esa mujer resulto fácil, ella también apreciaba al huraño del castaño por agrio que fuera su carácter era una buena persona muy responsable.

Nowaki la vio a un paso de colapsar por la presión de los gastos de la boda, su hija mayor se casaría dejándolos a ellos con la responsabilidad de planificar una boda con un presupuesto reducido, flores y salón no les resultaban un problema gracias a que sería una ceremonia muy pequeña e intima, lo que les quitaba el sueño eran los gastos de la comida y bebida.

*Tal vez podría ayudarla, pero ¿Podría ayudarme con algo?*

*Aun si pudieras ayudarme no se podría ayudarte*

*Bueno vera, necesito unas  rosas y si pudiera conseguirlas podre hacerme cargo del menú*

*¿Crees que podrás hacer un menú y conseguir la bebida con tan poco dinero?*

*Lo crea  o no era ayudante en un restaurant y puedo hacer todo el menú*

*Si puedes hacerme ese favor te daré las rosas que quieras*

Meditando las opciones de que poner como entrada, plato principal y guarnición había logrado crear un menú sencillo cargado con gran sabor, estando resuelto la comidas se vio con otro problema: la bebida, su solución fue casi sacada por accidente de la boca de Hiroki, al comentarle el problema que tenía su jefa, el castaño medito si conocía alguien capaz de cumplir las expectativas de la mujer en cuanto a bebida.

*Yoko conoce al dueño de un pequeño viñedo, su vino es bueno*

*¿Crees que podría ayudarme? sabes que esa mujer es buena con nosotros*

*¿Porque no lo llamas? tal vez pueda ayudarte*

Tal vez no conocía muy bien a ese hombre su contacto se daba por celular, Yokozawa los llamaba regularmente un par de veces por semana. Aprovechando su última llamada abordo el tema lo más sutil posible, Yokozawa  le conto un poco sobre el pequeño negocio de vinos y licores cuyo dueño deseaba expandirse pero la falta de fondos se lo impedían, saber que ese hombre hablaría con el dueño del viñedo y le tendría la información lo antes posible, las posibilidades de un buen acuerdo parecían bastante altas y con ellas poder completar su objetivo, solo debía lograr otro trato.

Fue una grata sorpresa recibir una llamada del dueño mismo, el hombre se mostraba claramente entusiasmado por tener la oportunidad de exportar su producto, aceptando una reducción del 25% del precio por caja si aceptaban pasar unas tarjetas de presentación de su pequeña empresa, antes de aceptar debía hablar con la mujer, además de hacerle ver el notable ahorro de aceptar su propuesta, el amable hombre enviaba 2 botellas de regalo.

Ignorando por completo lo que ocurría con Hiroki, su castaño tenía un par de semanas recibiendo sobres sin remitente asustándose por ello gracias a la posibilidad de haber sido encontrados, impulsado por el miedo nunca menciono nada de eso a Nowaki solo escondía las cartas en cuanto llegaban sin abrir los sobres por miedo. Hiroki comenzó a ser más cuidadoso al salir, siempre atento a quien lo rodeaba y así reconocer a quien lo seguía, no podía permitirse un descuido y perder de nuevo a Nowaki sabiendo que no lo soportaría.

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Amaba demasiado a Hiroki, estar ahora muriendo de cansancio cuando debería descansar lo comprobaban era un asco construyendo, por tercera vez su dedo terminaba sangrando por una astilla clavada en su dedo, su cabeza dolía por la falta de sueño realmente estaba a un paso de rendirse, lo único que le impedía abandonar la carcasa de madera a medio construir era su deseo por crear un ambiente romántico para lo que haría.

* Se que esto te gustara, solo espero tenerlo listo para nuestro aniversario*

*Nunca he podido regalarte algo tan delicado y hermoso digno de ti*

*Eres mi vida, mi amante y sin ti nada vale la pena*

Trabajando por las noches como guardia de seguridad en una pequeña joyería, había llegado a un acuerdo con el dueño de recibir la mitad de paga con la condición de que el joyero le hiciera un anillo bastante particular gracias al diseño hecho por un conocido de Nowaki cuando aun estaban en Japón, ya tenía planeado darle ese regalo pero aquellos días ese incidente de verse encerrado le quito la posibilidad de concretarlo.

-Faltan 26 días, si no mal recuerdo nuestro aniversario será en viernes- dejando a un costado el martillo, inspecciono sus dedos buscando astillas o alguna herida, suspirando se levanto para destensar sus músculos, deseaba darle ese regalo desde aquel año que vivió encerrado en prisión, las golpizas y heridas hechas por esos hombres intentando hacerlo renunciar a Hiroki, solo lo llevaron a aferrarse con más fuerza al amor que sentía por ese hombre al que se había jurado encontraría sin importar nada.

En prisión conoció a un ex joyero encerrado por apuñalar al ex prometido de su hija, el bastardo solo la había estafado quitándole todo y ella lo justifico en todas sus acciones diciendo "fue mi culpa", algo que no soporto el hombre y sin más lo apuñalo hasta casi matarlo había tenido que esperar un mes para vengarse no podía dejar la joyería sin dueño, por lo poco que contaba ninguno de sus 3 hijos tenia interés de heredar el negocio muy diferente a su primer nieto un amante de la joyería desde niño, ese mes le permitió alcanzar a su nieto la edad legal para heredar y a él poder vengarse.

Ambos se habían conocido en la enfermería por motivos diferentes: él por un ataque donde habían cortado sus muñecas y el hombre por su edad enfermaba con frecuencia, estando solos entablaron una plática para matar el tiempo después de hablar un par de horas logro captar la atención del anciano con el tema "del anillo" que deseaba regalarle a su pareja una vez que saliera de esa prisión. El anciano se focino con la trágica historia se ofreció a diseñar un anillo de compromiso único y hermoso digno de un amante como lo era Hiroki.

Una semana después en un trozo de tela el diseño le fue entregado, un magnifico anillo hermoso y delicado con un aire orgulloso, como Nowaki veía a su amante.

Nowaki sabía bien cuanto lo amaba Hiroki mas de una vez ya habían planeado fugarse.

*Vámonos lejos Nowaki, tan lejos que nadie nos conozca ¡A corea o china!*

*Hiro-san no podemos, no puedo pedirte que dejes todo*

*¡¡No dejare nada!! Sabes cuánto detesto esta carrera y esa empresa*

*Huir es de cobardes, debemos afrontar los problemas y no ignorarlos*

*Te estás equivocando Nowaki, ellos no dejaran que nuestra relación se dé*

*Estas exagerando todo, no pueden ser así de crueles tus padres Hiro-san*

*Te estás equivocando con ellos, vámonos lejos y vivamos felices en otro país*

Ahora sabia que el miedo de Hiroki era con fundamentos muy sólidos, podía saber que esa forma de actuar no era exageración no después de conocer las brutalidades que esa familia era capaz de cometer, por boca de su pareja sabía que era el mayor de 3 hermanos, sus hermanos menores "los hijos legítimos" de su padre no habían pasado por el infierno que el castaño sufrió en su infancia, conocía la historia detrás del desprecio de su padre todo gracias a un rumor difundido como pólvora entre la  sociedad.

 El rumor fue difundido por una amante del padre de su pareja y madre del segundo hermano, despechado y herido, el hombre había retomado su relación sexual con aquella mujer por un año hasta embarazarla "de su primer hijo legitimo" 3 años menor que Hiroki, el tercer hijo fue considerado un insulto a la madre de su amante, 15 años menor que Hiroki era hijo de nada más y nada menos que la hermana de su esposa, una chiquilla de solo 14 años a quien había enamorado con falsas promesas de amor y solo usado para humillar a su "infiel"  esposa, un secreto a voces pasado de boca en boca entre la sociedad.

*Mi padre me repudia creyendo que soy el bastardo nacido de la relación de mi tío y mi madre, una estúpida mentira que logro disolver su matrimonio*

*Al final solo eran 2 desconocidos viviendo en una misma casa para tapar las apariencias*

*No me extraño que ella usara mi desaparición para divorciarse, conocía a su amante y sé que ese hombre merece estar a su lado no como mi "padre"*

Movido por esos dolorosos recuerdos contados por boca de su amante, Nowaki se decidió a darle el mejor regalo posible algo hecho por sus manos, aun siendo un verdadero fiasco construyendo cosas se veía tomando un martillo y armando una carcasa de madera para ese regalo. Le resultaba frustrante no avanzar como lo había planeado al inicio, aun si ahora tenía toda la base armada le faltaba todavía terminarla colocando los tablones de madera.

 Ahora estaba muriéndose de sueño, ya había decidido no irse a descansar hasta dentro de una hora más cuando calculaba terminaría de colocar la base, después solo se iría a descansar a su pequeño hogar no muy lejos de donde construía su regalo, escondido en las afueras de la ciudad le permitía mantener todo en secreto, además de permitirle cultivar sin interrupciones las flores de su jardín escondido.

Había elegido flores hermosas cultivándolas con cuidado había logrado un hermoso jardín "rojo"  alrededor de su casi terminado regalo. Esperaba

*¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Quiénes son ellos?*

*¿Como termine en medio de esto?*

No podía encontrarse más descolocado con esa situación, verse rodeado de un grupo de personas a quienes no recordaba conocer, resultándole por demás extraño que conocieran su nombre, hablándole como si fuesen cercanos.

-¿Es usted Hiroki Kamijou?- la voz algo áspera de ese hombre lo tenso, reconoció lo inútil que era en esos momentos al ser solo piel con huesos, en esos meses a penas había ganado 5 kilos de peso de los 20 que necesitaba recuperar, sabia lo fácil que podían someterlo y llevárselo al estar tan débil maldiciéndose por dejarse en ese estado tan lamentable.

-Si mi nombre es Hiroki Kamijou ¿Le conozco?- sabía que no tenia caso negarlo, si realmente los habían encontrado no dejaría que lastimaran de nuevo a Nowaki lo protegería a toda costa, solo se dejaría someter sin involucrar a su amante.

-¡Lo lamento no quise asustarlo! mi hijo me hablo de usted, estoy tan agradecido por su ayuda ¡mi muchacho mejoro increíble gracias a sus asesorías!- su rostro mostraba claro confusión, al ver que ese grupo de personas rodeándolo eran en apariencia los padres de los muchachos que ayudaba en sus ratos libres.

- Se que es poco el dinero que le mandamos, mas si consideramos lo mucho que ha ayudado a nuestros muchachos- parecían todos realmente apenados por el escaso pago si comparaban lo mucho que había apoyado a sus niños. Hiroki se descoloco por completo perdiéndose en la conversación, por lo poco que estaba captando esas personas querían ponerle en una bodega un salón donde pudiera impartir clases particulares.

Impactado era poco con esa inesperada proposición, nunca se planteo dar clases como tutor más que nada por no ser un maestro por mucho que deseara dedicarse a eso, temía no tener los conocimientos suficientes para ejercer esa importante carrera más ahora que estaban pidiéndole su ayuda y confiándole el futuro de sus hijos.

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Levantarse tarde por la mañana gracias a los medicamentos ya era una rutina, solo unos días atrás su medico había recetado nuevos, cada mes debía someterse a una revisión solo para asegurarse que su cuerpo no sufriera una recaída por la falta de peso, sumado a las continuas visitas a los grupos de ayuda para superar su drogadicción, sus días se veían ahora suturados gracias a su "empleo" a medio tiempo gracias al cual podía generar su propio dinero y no depender tanto de Nowaki, haciéndolo sentir un poco más independiente.

-Nowaki ¿Porque no fuiste a trabajar hoy?- ver entrar a su pareja cuando lo creía trabajando en la florería lo descoloco, verlo con una radiante sonrisa no le resulto nada extraño.

-Solo quería pasar el día contigo, entre el trabajo y lo demás tenemos semanas sin pasar un día juntos- regalándole una cálida sonrisa beso con ternura sus labios, ansioso por ver la reacción que su amante tendría con la sorpresa que le daría al anochecer.

-Pero ¿Y tu trabajo? no podemos arriesgarnos a que lo pierdas, aun no abrimos el local y mi trabajo no me deja mucho dinero- agachando su cabeza se sintió un poco inútil por no aportar demasiado a su hogar, ahora podía vivir su sueño dando clases particulares por más pequeña que fuera esa bodega, le alegraba ser un tutor.

Esa mañana toda le pareció extraño más que nada con la forma de actuar de Nowaki que solo respondía sus preguntas con "si" o "no", ambos recorrieron el pequeño poblado durante horas, incluso durante sus clases y asesorías dadas por Hiroki, teniendo un día muy ameno como pareja. Eso hasta ver a Nowaki ponerse nervioso al invitarlo a cenar casi a punto de anochecer, sin oponerse lo siguió a las afueras del pequeño poblado

Decir que moriría de un infarto fue poco, un hermoso quiosco de fondo adornado con un camino de rosas blancas y velas resaltadas por el jardín rojo, sin entender que pasaba se dejo guiar hasta su mesa dentro del pequeño quiosco pintado de blanco con detalles en dorado. Sus mejillas se tiñeron de un fuerte sonrojo al ver a su amante sostener aquel anillo de oro blanco con 2 zafiros formando un corazón.

-Te amo Hiroki Kamijou y no soportare un día sin tenerte a mi lado ¿Aceptas casarte conmigo? esto solo es un formalismo entre nosotros, ambos sabemos que no podrías vivir separados- arrodillado y aun sosteniendo el anillo vio llorar a su castaño y solo asentir tímidamente sin mirarlo a los ojos, un tímido beso de su ahora prometido fue lo único que obtuvo parecía que su garganta se había cerrado impidiéndole hablar.

Su boda fue muy pequeña e intima gracias a que ambos prometidos no deseaban llamar la atención, su negocio apenas iniciaba dándoles un poco de estabilidad económica, los únicos presentes en su sencilla ceremonia eran sus amigos más cercanos testigos de como Hiroki Kamijou ahora pasaba a ser Hiroki Kusama su matrimonio no sorprendió a nadie gracias a Nowaki y su aire de tonto enamorado que podía al solo mencionar a hermoso Hiroki.

No hubo viaje de luna de miel, únicamente verse encerrado en una habitación de hotel. Hiroki había cedido completamente a tener sexo por primera vez con Nowaki desde el horrible incidente en Japón, el delicado tema de la prostitución de Hiroki aun no era superado por el castaño, quien por miedo a ser repudiado por su amante se había negado a mostrarse desnudo frente a su ahora esposo por miedo y repulsión propia, un miedo entendible para Nowaki después de esos sucesos tan crueles para ambos.

La pálida piel por fin desnuda frente a sus ojos, ahora podía ver cuanto había mejorado la condición de su amante por poco peso que fuera, ayudaba a ver como ahora sus costillas ya no se marcaban en su piel, sus brazos no tenían ya ese horrible aspecto de cadáver. El delgado cuerpo temblaba dándole la espalda demostrando su nerviosismo por exponerse.

No podía verlo como algo repulsivo, se sentía aliviado de ver como empezaba a mejorarse. Recorrió la suave piel desnuda con sus dedos tratando de atesorar esa imagen teniendo cuidado lo giro hasta tener a su merced esos pálidos labios apenas teñidos con un tenue rosa, la necesidad que tenia por volver a tomar ese cuerpo aun en recuperación lo que lo limitaría en como poseerlo lo que menos quería era lastimarlo.

Sus labios recorrían cada rincón de esa adictiva piel, siempre cuidando de no lastimarlo tratándolo con la mayor delicadeza posible, escuchando los gemidos escapar de su boca lo impulso a seguir besando su piel desde el cuello hasta los hombros repartiendo besos húmedos, empujando con suavidad lo recostó sobre la cama teniendo cuidado de no asustarlo o lastimarlo. Amaba demasiado a Hiroki, perderlo un año entero y encontrarlo en esa situación tan desgarradora destrozo su corazón, sabía muy bien que no podría vivir sin ese hombre en su vida no lo soportaría.

A sus ojos Hiroki no dejaba de ser la criatura más hermosa que conocía, besando esa piel solo podía embriagarse más del amor que cenia, su lengua recorría la caliente piel una de sus mano estrujaba con suavidad uno de los pezones arrancando suaves gemidos, se tomaría el tiempo suficiente para dilatarlo antes de entrar no deseaba revolver algún recuerdo desagradable en su esposo, separando con cuidado las piernas se coloco entre ellas, usando lubricante 3 de sus dedos empezaron a jugar con la entrada del castaño.

Los gemidos eran lo único que podía escucharse en la habitación, Nowaki trataba de la forma delicada el cuerpo de su amante, dilatándolo y besando con pasión abrumadora sus labios, las mejillas sonrojadas de su esposo solo lo hacían pensar que era adorable, las lagrimas se agolpaban en sus ojos negándose a escapar, su respiración entrecortada dejaban en evidencia su excitación, sin demorar mucho incito a Nowaki a entrar.

Las uñas de Hiroki se clavaron en su espalda al ser penetrado, soltando sonoros gemidos ante la sensación de ser nuevamente tomado por el hombre que amaba, las lagrimas escurrían por sus mejillas por el abrumador sentimiento de sentirse de nuevo en los brazos de Nowaki su único y primer amor. Las embestidas empezaron de forma lenta pero constante no podía ir demasiado rápido ni con tanta fuerza o lastimaría, lo menos que deseaba era herirlo, solo debía ser constante al tomarlo.

Sentir como era poseído de nuevo por su gran amor hincho su pecho de felicidad, al no ser rechazado por Nowaki aun después de revelarle que termino acostándose con otros hombres en un desesperado intento por olvidarlo. Ahora sentir como su cuerpo se unía al de su amante  lo enloqueció, las rítmicas embestidas golpeando sin piedad su interior le resultaron una sensación increíble, llenándolo de placer, los gemidos y jadeos escapaban de su boca con más fuerza haciéndolo perder la razón.

Nowaki seguía sin ejercer mucha fuerza, embestía ese punto que sabia hacia perder la cordura a su esposo, aun recordaba cada rincón erógeno en ese cuerpo que adoraba, sabia perfectamente donde tocar y en Angulo exacto para embestir al hacer el amor para arrancarle una sinfonía de gemidos a su esposo. La noche se prolongo hacían el amor les tomaba solo unos minutos descansar e iniciar un nuevo y apasionado encuentro sexual, parecían desear recuperar el tiempo perdido esa noche donde se expresaban su amor.

Haber logrado escapar, casarse y vivir como un matrimonio había sido un sueño pero en cada sueño se cuela una pesadilla, en este sueño se presento 3 años después de la boda:

Un casi inocente desmayo los llevo al hospital y saber la existencia de un tumor

Notas finales:

owo..proximo capitulo retomo a los trifecta


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