No sabía que pensar sobre esa improvisada declaración, solo tenía muy en claro que Masamune lo estaba usando como una tabla de salvación para no ahogarse ahora que enfrentaba la realidad, realidad que él rato de mostrarle e ignoro.
-No me interesa ser tu pareja, me asquea la idea de estar contigo no soy tan idiota para no ver que solo me quieres usar como un remplazo de la zorra con la que enredaste- trato de modular su voz y no gritarle, su pequeña niña estaba dormida en su regazo y no deseaba despertarla con sus gritos, de no ser por ella ya le habría partido la cara a golpes al idiota.
Había estado 10 años enamorado de un imbécil egoísta que solo lo uso para su beneficio, ahora podía ver cuán cegado estaba por ese idiota, había tratado por todos los medios posibles hacerle ver el amor que sentía por él y siempre se topo con el rechazo. Ahora en giro retorcido de la vida tenía enfrente a Masamune suplicando por una oportunidad.
Le asqueo la idea de ser tocado por ese hombre le pareció asqueroso solo imaginarse las manos de Masamune recorriendo su piel, sintió un tirón en su estomago y nauseas de tener esa clase de pensamientos. Observando a Hiyo acaricio su pequeña mejilla no pudo evitar recordar a su amante y sonrió levemente, ahora tenía una pareja apasionada y que solo tenía ojos para él, solo le sonreía con esa ternura y pasión a él, no se dejaría engañar por las falsas promesas de su ex amor para perder todo lo que había logrado ganar por un simple capricho.
- Se que me amas Takafumi, ahora puedo ver claramente cuanto me amas, el porqué odiabas tanto a Rit...Onodera ¿Era por esa razón?- ahora podía ver la verdad sobre aquel comportamiento tan hostil del que aun consideraba su mejor amigo contra su ex pareja, todas las señales de los celos resultaban tan claras ahora y solo podía sentirse como un idiota por no darse cuenta antes.
-Que arrogante eres Masamune al pensar que me interesabas en ese modo, como amigo intente advertirte que ese tipo solo te veía la cara y tú me ignoraste...ahora que te usaron como un imbécil y pisoteo tu orgullo ¿Mentí sobre la zorra que tenias de novio?- le dolió escuchar la mención de su antiguo amor, ahora que había encontrado un hombre que lo amaba y una familia Masamune venía a tratar de quitárselo. Era cierto que su relación con su amante no inicio de forma normal: un secuestro y meses de violación, no eran formas normales para iniciar un noviazgo, un tropezón en su extraña relación de pareja.
-Nunca creí que los rumores sobre Onodera fueran reales, siempre se mostro como alguien tierno y tímido, no creí que fuera un infiel y traicionero nunca imagine que podría burlarse de esa forma de mi- sentirse un idiota y patético no eran cosas que le agradaran, muchos además de su amigo se lo habían dicho: Onodera te es infiel y a ninguno escucho.
No podía creerlo lo que estaba escuchando ¿En verdad estaba pidiéndole una oportunidad? en un tiempo esa frase lo habría derrumbado y echado a llorar de felicidad pero ahora esas palabras solo le producían una desagradable sensación en el estomago.
Asqueado por esa conversación y sin ninguna clase de apetito, acurruco a su pequeña en su pecho, buscando con la mirada encontró a 6 de los guarda espaldas sentados en mesas cercanas a la suya tomando un café, con su niña dormida no podría cargar las bolsas con la ropa que le había comprado, debía pedirles a esos hombres que se las llevaran.
-¡Se que me amas! ¿Porque ahora te pones así?- la desesperación trepo por su garganta al ver como el pelinegro se negaba a su proposición, no pudo ver como claramente este se tensaba y ponía de malas con su insistencia.
-¡¡Vete al demonio!! no soy un plato de segunda y un consuelo ahora que viste que Onodera es una puta-la ira trepo por su garganta y no fue capaz de contener su grito, tan alto que su pequeña despertó llorando y por primera vez Masamune reparo en su presencia.
-¡¡Mami!!...- asustada por aquel grito de forma instintiva busco la protección en el pecho de su madre, aferrándose a él y escondiendo su cabecita, Takafumi coloco a Hiyo en su pecho recorfontando, no deseaba haberla despertado de ese modo y todo por una tontería.
-¿De quién es esa niña? ¿Porque está contigo?- no podía entender nada de lo que pasaba, ni la apariencia tan femenina de su amigo ni el porqué tenía esa niña en sus brazos.
-Es la hija de mi amante y pareja, mi niña a quien por idioteces desperté...que te quede claro algo Masamune, no voy a dejar a mi pareja ni mi hija por ti- completamente furioso se levanto de la mesa, olvidándose de todo, sabía muy bien que los guarda espaldas pagarían todo y se llevarían las bolsas de compras.
Sintiendo una gran incomodidad por la conversación fugaz con Masamune supo que la historia que todos conocían era la de su secuestro y si ese idiota seguía insistiendo su pareja podría tener serios y muy graves problemas tomando su celular del bolsillo de su pantalón mando un mensaje a su amante.
*Zen tenemos que hablar, es urgente*
Acurruco a su pequeña consolándola trato de volverla a dormir y limpiando sus lagrimas que aun escurrían de sus pequeñas y redondas mejillas arrepiniendose de gritar y despertarla. Sus pasos se volvieron apresurados regreso al estacionamiento busco casi frenético la camioneta, quería irse de inmediato de ese lugar.
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Sostenía con ansiedad su taza de café caminando de un lado para otro, mordiéndose el pulgar no era capaz de calmarse no después de encontrase con Masamune algo le decía que las cosas saldrían mal si no hacían nada y una extraña sensación de vacio se apodero de su pecho.
La espera por su pareja se hacía tortuosa, el secuestro que su ahora amante había hecho solo para someterlo y que odio de inicio ahora podían destruir su frágil relación, no soportaba la idea de estar separado de su amante sabía que no soportaría estar lejos de su pareja. Nervioso se había bebido todo el café de golpe observando de nuevo el reloj, ya pasaba de media noche y su amante aun no había llegado, por ser breve conversación por teléfono sabía que estaba en una junta muy importante que no podía dejarla a medias.
Estaba preocupado por aquella llamada de su ángel su voz parecía muy nerviosa y apenas fue capaz de entender un tercio de toda la conversación que habían sostenido, no sabía exactamente porque estaba tan nervioso ni que lo había ocasionado. Los guarda espaldas no pudieron darle mucha información solo que su amante se había encontrado con un hombre y aparentemente esa breve conversación hiso explotar a su pareja.
Apresurado llego a su despacho donde suponía su pareja lo estaría esperando.
-¡¡Zen!!...-abrazando necesitado se aferro a él, tenía miedo de perderlo y todo por culpa de Masamune, no podía perder a su amante y si eso significaba crear una red de mentiras para protegerlo lo haría, cualquier cosa y cualquier costo para no perderlo.
-¡¡ ¿Que pasa Takafumi??!! ¡¡ ¿Te sientes mal?!!- se sintió su corazón estrujarse al ver en ese estado a su pareja, tan nervioso y extraño.
-Ocurrió algo...un ex compañero de trabajo me encontró, Zen esto puede ser peligroso en Japón saben que fui secuestrado, s llegan a saber del secuestro irías a la cárcel...ese hombre su nombre es Masamune Takano antes de conocerte y enamorarme de ti estaba enamorado de él- sintiendo un nudo en la garanta se aparto midiendo la reacción de su pareja, la sorpresa en su rostro fue todo lo que vio, atragantándose por primera vez decidió contarle toda su historia por más dolorosa que fuera recordarla.
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Conocí a Masamune poco después de entrar a la preparatoria, en ese tiempo solo lo vi como un amigo ya que en ese momento tenía una relación con un chico del mismo curso...
Su nombre es Ritsu Onodera el novio de Masamune, al tratarlo por tanto tiempo y volvernos cercanos deje de verlo como un amigo y poco a poco me fui enamorando de él, me sentía como una basura por tener esa clase de sentimientos por mi amigo...
Fue un día cerca de un año después de ser consciente de mi amor por Takano que vi por primera vez lo hipócrita y falso que era Onodera...había salido con un par de amigos al cine, regresábamos tarde casi estaba por anochecer cuando lo vi besándose con un hombre, en la escuela corría el rumor que ese joven tenía un amorío con un hombre mayor y solo usaba a Masamune para cubrir apariencias ante los ojos de su familia...
Antes de terminar la escuela y sin ninguna clase de explicación creíble Onodera desapareció sin dejar rastro dejando atrás a un destrozado Takano, tratando de ganarme un poco de su cariño estuve firme a su lado pero no me sirvió de nada..
Fue así por casi 8 años hasta que Onodera reapareció y retomaron su relación en ese tiempo y movido por los celos trate de hacerle ver a Takano como era realmente Onodera pero falle y solo logre fracturar nuestra relación hasta ser cas un par de desconocidos.
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-Zen...Takano me vio, si habla de esto con la embajada e investigan podrías ir a la cárcel, no soportare perderte...debemos cubrir todo hacer una historia solida y creíble que explique porque estoy aquí- sintió las lagrimas picar en sus ojos junto a una opresión en su pecho, la idea de perder a su amante le resultaba horrible.
Apenas procesando la información que había escuchado, trato de oprimir los celos que nacieron por ese hombre, tratando de enfriar la cabeza por fin entendió el serio problema que estaba tocando su puerta: si el tan Masamune abría la boca y revelaba haber visto a su ángel que todos creían secuestrado se abriría una línea de investigación y se descubriría todo.
-¿Que tienes planeado? no me esperaba que alguien te pudiera reconocer aquí- frustrado jalo su cabello hacia atrás, todo podría venirse abajo si ese hombre hablaba.
-Tengo un plan que podría funcionar, pero necesito saber como Haruhiko y tu encubrieron mi secuestro, necesito cada detalle no omitas nada- la seriedad en sus palabras delataban que no aceptaría respuestas a medias ni estupideces infantiles.
-Es una larga historia...-sentándose en el sillón de cuero y después de pasar su mano con algo de frustración sobre su cabello desvió la mirada, esta vez tendría que delatar su crimen y no le agradaba en lo mas mínimo contar como logro secuestrar y violar a su actual amante, actuando como un pequeño niño regañado conto a detalle su crimen, notando como su amante perecía no creerse todo lo que había hecho para conseguirlo como pareja.
-Esto es lo aremos Zen, no podemos fallar en ninguno de los pasos que daremos y el primero es poner sobre aviso a Haruhiko...- teniendo cada detalle más claro ahora podía tejer una perfecta mentira que encajara en cada aspecto cubriendo por complejo el secuestro, no podía perder a su amante y menos por culpa del idiota del que estuvo enamorado no perdería ni a su amante ni su pequeña a quien amaba como si fuera una hija.
Esta vez no perdería nada, sería tan egoísta y manipulador como fuera posible para proteger todo lo que había logrado conseguir, tenía un amante al que amaba con locura y sabia que aquel hombre lo amaba de igual forma a pesar de la forma tan retorcida en que se habían conocido e iniciado una relación ahora no podía imaginarse su vida sin despertar por las mañanas con ese hombre a su lado o arropar a su niña por las noches cantarle hasta dejarla dormida y regresar a los cálidos brazos de su amante.
*No importa lo que tenga que hacer no perderé a mi familia*
*Si para protegernos tengo que pasar por encima de ti ¡Lo haré!*
*Prepárate Masamune, si buscas quitarme esto no dudare en quitarte del camino*
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Confundido y extraviado, así se sentía jamás se imagino que ese viaje un mero pretexto para huir de su ex pareja terminara así, encontrarse por pura suerte a su amigo en una cafetería, le había resultado extraño no solo su forma de vestir también el hecho de tener a una niña en sus brazos y por lo que ahora sabia hija del amante del pelinegro.
Casi corrió detrás de Takafumi cuando lo vio salir de aquella cafetería, siguiéndolo hasta el estacionamiento a un auto negro con vidrios polarizados de aspecto por demás sospechoso y lo vio entrar junto a un grupo de hombres vestidos de negro, el auto arranco y por instinto salió detrás de él contratando un taxi lo siguió todo el camino hasta una mansión.
Lo único que parecía instalarse en su cabeza era la duda, de porque su amigo tenía tanta vigilancia, algo por demás sospechoso y que podría estar enteramente relacionado con su secuestro y desaparición, podrían estarlo reteniendo en aquel lugar contra su voluntad y mantenerlo controlado con todas esas personas a su alrededor.
Anotando la dirección de aquella mansión decidió regresar al hotel donde se quedaría esos días que duraría la reunión de negocios.
Hastiado y confundido se dejo caer sobre la cama, la cabeza le dolía por el cansancio del viaje tan largo y pesado, la falta de sueño por lo apresurado que fue aquella reunión con nuevos accionistas y su falta de experiencia para abordar esa clase de presión, sepultado entre problemas intento aclarar su cabeza:
-Su ex pareja Ritsu Onodera hijo del dueño de la prestigiosa compañía de textiles ONODERA, se había burlado de sus sentimientos siéndole infiel los 3 años de relación.
-El amigo que creía secuestrado y desaparecido hacia casi un año, se encontraba en americe completamente bien y con una pareja.
Las cosas aun no recuadraban en lo absoluto, todos sabían que Yokozawa había sido secuestrado casi un año atrás, ninguna investigación de la policía pudo dar pistas o arrojar sospechosos. Los principales sospechosos y sobre quienes se habían concentrado las investigaciones habían sido las 3 principales compañías rivales de Marukawa, el escándalo se expandió como pólvora entre los medios y el desprestigio con tal escándalo termino por pasarle factura a las compañías con reducciones notorias en sus planillas de empleados.
Los constantes acosos de la policía y prensa termino por destruir la imagen ante el público de aquellas empresas y más por el secuestro-desaparición de uno de los vendedores. uno que había logrado quitarle más de una vez contratos importantes a las mencionadas compañías, todo parecía cuadrar para una venganza de cualquiera de esas empresas contra el hombre que más de una vez les judío un negocio con grandes ganancias.
No perdió el tiempo buscando entre sus cosas una tarjeta de presentación que había olvidado desechar y ahora agradecía aun tener en su tarjetero mezclado con las tarjetas de presentación de socios comerciales, no dudo en tomar el teléfono y marcar a la única persona que podría sacarle de esa incertidumbre y ayudarlo para aclarar ese extraño asunto.
-¿podría comunicarme con el detective Asahina?, tengo información importante sobre la desaparición de Takafumi Yokozawa- la mujer que lo había atendido lo dejo en línea en espera mientras lo comunicaba con aquel detective, uno que aun trabajaba en ese caso a pesar de ya considerarse un caso cerrado sin pistas de los culpables.
-Asahina al habla ¿señor Takano?..-no había logrado procesar todo lo que esa mujer le dijo solo unos trozos que parecían traer un poco de paz a su ser con ese caso que lo tenía fastidiado al no poder darle un cierra digno que dejarse a todos satisfechos.
-Hace unas horas me encontré con Yokozawa aquí en Arizona tenga donde escribir le dará la dirección exacta de donde lo vi y en qué lugar esta...- tenía la sensación de estar salvando a su amigo tal vez lo tenían secuestrado y bajo amenaza y él lo ayudaría a salir de esa horrible situación, así podría ganarse su perdón y con un poco de suerte una oportunidad para tener una relación de pareja, ahora que la venda que tenía en los ojos se había caído revelándole la verdad sobre su ex pareja y cuanto Yokozawa debía amarlo para tratar por tanto tiempo de hacerle verle el error que cometió involucrándose de nuevo con Onodera, el hombre que lo abandonara por un amante.