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20- RETORCIDO AMOR, RETORCIDA VIDA
Las cosas no habían salido ligeramente diferentes a lo que esperaban a pesar de que el detective pareció convencido de la historia, las pruebas aportadas por el propio Kirishima del lugar donde le habían dicho que estuvo recuperándose Yokozawa fue construido varios años antes de la desaparición del hombre, ayudaron a disipar un poco las sospechas.
Desde lo alto de la lujosa habitación de hotel acomodando la bata sobre sus hombros observo los autos ir y venir por la calle dando un bello espectáculo de luces desde esa distancia, su vista se desvió hasta la cama hasta las sabanas blancas donde la suave y pálida piel de su amante se asomaba, verlo descansar tan tranquilo a pesar de lo que estaba ocurriendo lograba disipar la incomodidad que aun sentía por el asunto del secuestro.
Verse obligados a viajar de regreso a Japón para que Yokozawa testificara y tener que dejar a Hiyori al cuidado de Haruhiko y Misaki, el viaje resultaba demasiado pesado para una niña tan pequeña como Hiyo, no podía arriesgarse y traerla con la situación tan delicada que estaban pasando, aun no sabían si Asahina les había creído la historia y el viaje resultaba solo una excusa para hacerlos regresar y arrestarlo por el secuestro de Yokozawa.
-¿Sigues pensando en Asahina?, no importa lo que diga o piense estaré a tu lado sin importar lo que pase- incorporándose poco a poco la sabana resbalo exponiendo su desnuda piel un largo mechón de cabellos negros cayo desarmadamente sobre su rostro, las marcas obscuras sobre su pálida piel demostraban que hace poco de nuevo habían tenido sexo como cada noche desde que se conocían y del cual parecían adictos.
-Me preocupa lo que ese hombre diga, si llega a dudar de la historia investigaran más a fondo y seré investigado ambos sabemos que esto me llevara a prisión...no puedo dejar sola a Hiyo y me aterra aun mas perderte, actué como un imbécil en ese momento- dejando de ver el exterior fijando su atención en su pareja, regresando a la cama, abrazando con firmeza a su amante realmente necesitaba sentir la calidez de ese cuerpo cerca del suyo, temía no ser capaz de volverlo a sentir y perderlo si todo lo que había hecho se descubría.
-No me importa, aun si tenemos que huir no te dejare, si me abandonas te seguiré a donde vayas...are cualquier cosa para estar a tu lado, enciérrame y no huiré de nuevo porque no soportaría estar lejos de ti- no le agradaba en lo mas mínimo la idea de verse abandonado, era cierto que su relación no inicio de la mejor manera y fue una experiencia desagradable, la dependencia que sentía por Kirishima era demasiada para ser capaz de vivir sin el hombre, por mas enfermo que fuera necesitarlo a ese nivel no podría vivir si perdía a su amante.
-Esta clase de amor es enfermo, el amor que nos une es retorcido y enfermo Takafumi tan enfermo que nos ciega para no ver una posible vida separados del otro- estaba consciente que la forma tan extraña de como se desarrollaba su relación no resultaba sana ni normal, no importaba desde que punto de vista se viera iniciar una relación con un secuestro y meses de violación no era normal ni mucho menos sano.
-Lo sé, sé muy bien que es algo demasiado enfermo para ser considerado normal, debemos estar enfermos para tener esta clase de relación y no me arrepiento de tenerla- ya era completamente consiente que su relación no podía ser normal ni sana, conocía muy bien que su dependencia hacia su amante se debía a los meses de encierro y privaciones a los que se viera sometido, algo en su interior termino por corromperse y enfermarse.
Una parte de su interior enfermo, enfermo demasiado para ser capaz de corromper todo su interior, ambos estaban enfermos a un nivel demasiado grande para estar tan aferrados a una relación tan retorcida y enferma, podían no aceptarlo pero era muy claro cuan enferma resultaba su relación para cualquiera que supiera cómo se inicio.
Las cosas parecían ir complicándose a cada momento, no tenían una perspectiva clara de que pasaría en su futuro ahora que Asahina los estaba investigando y no sabían que pasaría ahora que habían sido llamados a testificar, si las cosas no salían bien lo perderían todo.
-Mañana podría ser el ultimo día que pasemos juntos si ese tal Asahina va detrás de nosotros, seremos separados y no habrá posibilidades de volver a estar juntos de nuevo- acariciando el rostro de su amante su mirada se torno triste, no soportaría perder a su ángel y no ser capaz de volver a verlo le partía por completo el corazón mas aun no poder ver de nuevo a su pequeña hija, le dolía no saber que pasaría con ella si iba a prisión.
*Estamos a un paso de perderlo todo*
*No quiero despertar un día y saber que ya no estás a mi lado*
*Tal vez sea cierto y estamos enfermos, demasiado enfermos*
*No somos los únicos atrapados en un amor así*
*El amor es retorcido y enfermo, la vida es aun mas retorcida*
*¿Cambiaríamos esta relación? ¿Dejaríamos este amor?*
*No conozco la respuesta y no sé si me gustaría saberla por miedo a perderte*
-Realmente todo está en orden, no actuaron de la mejor forma pero no fue como pensamos que sucedió al inicio- ojeando los expedientes no pudo encontrar un solo fallo en ellos mentían demasiado bien o todo había pasado como decían desde el inicio, todo parecía apuntar a que las cosas solo fueron un error llevados a niveles exagerados.
El destino era misterioso y más aun retorcido, su perfecta vida empezaba a irse por el caño por solo conocer a ese maldito medico de personalidad retorcida, solo debía entrevistarlo y su vida seguiría su curso o eso pensaba, ese retorcido medico lejos de tener una personalidad infantil e insoportable era un irresponsable de lo peor. Obtener el testimonio de Isaka Ryuichiro fue un completo infierno, el maldito parecía escurrirse cada vez que iba a verlo.
*El hombre más irritante que tuve la desgracia de conocer*
*No sé cómo pueden soportarlo*
*Insoportable e irritante hombre, capaz de irritarme con cualquier cosa*
*Lo peor de todo seguiré tratándolo por la investigación*
Lograr obtener una confesión y los papeles que confirmaban la historia de Kirishima y Yokozawa había resultado en un verdadero reto, el irresponsable de Isaka simplemente desaparecía de su oficina viéndose obligado a perseguirlo por todo el hospital, a pesar de su impecable hoja de trabajo su forma de ser era todo lo contrario a como lo describían sus pacientes o superiores en la clínica privada donde trabajaba, el hombre era totalmente irritante.
A pesar de eso, todas las notas y facturas realmente respaldaban la historia, todo parecía apuntar a que el relato de ambos hombres era completamente real, posiblemente todo el asunto pudo tomar un camino diferente de haber investigado primero a los médicos públicos o privados así habían encontrado a Isaka y la línea de investigación habría sido totalmente diferente a como fue llevada, muchas cosas se habrían aclarado de forma más sencilla.
Cada pieza de la investigación empezaba a encajar, por inusual que fuera ahora parecía estar todo en su sitio, solo se debía tomar la declaración por boca de Yokozawa de como se dieron los sucesos que derivaron en el malentendido del supuesto secuestro, realmente todo pareció una simple coincidencia que trajo consecuencias demasiado turbias para aquellos que se vieron involucrados en la investigación de la desaparición de Yokozawa.
Solamente debían tomar declaración del afectado para dar por cerrado el caso de forma definitiva, su visita a América no resulto en un fracaso a pasar de que el hombre que denunciara lo hiciera por otros motivos que no fueran ayudar con la investigación, al no saber a quién creerle investigo lo que Yokozawa le dijera sobre Takano descubriendo que buena parte de lo contado por hombre era verdad, así que era fácil suponer que solo buscaba afectar a Yokozawa dirigiendo la atención a su amante.
Para no volver a cometer un fallo como el anterior al investigar esta vez sería solo él quien llevara el cierre del caso, el jefe de la división no quería más fallos en ese caso y mucho menos uno como el que se había descubierto recientemente en ese caso.
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Observo a la pequeña hija de su jefe jugar con su pareja, estando nervioso de como resultaría todo ese lio en Japón y las consecuencias que les traería, siempre fue consciente que las acciones caprichosas de Kirishima terminarían por meterlos en serios problemas y ahora podía confirmarlo con esa repentina partida hacia Japón sin dar razones o motivos.
No era la primera vez que la pequeña Hiyo se quedaba al cuidado de ellos, poco después del incidente con Sakura y teniendo a Kirishima buscando una escuela que fuera completamente segura para su hija no se viera afectada de nuevo por aquella mujer o saliera herida por causa de un tercero, por un par de semanas Hiyo había vivido con Misaki y él mientras las cosas se normalizaban con su padre.
-Misa-chan ¿Cuando regresara mami y papi? los extraño mucho- teniendo una expresión triste, ya tenía un par de días sin verlos, no sabía muy bien porque de repente se habían tenido que ir y lo poco que desean era que no podía ir con ellos por ser un viaje muy pesado para ella.
-Regresaran en un par de días, se paciente Hiyo y ya verás que tus padres te traerán lindos regalos, solo están arreglando un problema y no tardaran en venir por ti- aunque no conocía bien el motivo de porque se habían tenido que ir de forma tan repentina, conocía algunos de los detalles del problema por el propio Haruhiko todo apuntaba que fue en un contrato con una empresa japonesa y que les estaba trayendo problemas por fallos en las clausulas.
-Hiyori, no te preocupes dentro de poco tus padres van a estar de nuevo a contigo, solo se buena niña y espéralos- tratando de permanecer tranquilo observo como su pareja se levantaba del piso a la niña, por la hora seguramente la llevaría a comer en un intento de hacerla sentir como en casa Misaki preparaba junto a Hiyo sus comidas tal como lo hacía Yokozawa.
Realmente no podía creer lo que Kirishima afirmaba sobre Yokozawa, aquel hombre no parecía del tipo cariñoso o atento, el hombre resulto todo lo contrario a lo que pensó este se preocupaba por que Kirishima comiera de forma nutritiva, cuidaba de forma celosa a su pequeña hija y realmente podía llamarse "una esposa y madre ejemplar", solo existía un serio problema con Yokozawa: era demasiado consentidor con su pareja e hija.
-Debemos apresurarnos Chiaki vendrá a vernos, aun tiene los ojos sensibles y le molesta la luz además de que Hatori-san quería hablar contigo, aunque no me dijo de que creo que es algo relacionado con la partida de Kirishima-san a Japón- aun sosteniendo a la pequeña recordó el mensaje dejado en su buzón de voz, aunque sentía cierta curiosidad por saber de que trataría ese problema no quería involucrarse y terminar afectando su relación con Haruhiko.
-Estaré atento, no te preocupes por eso y lleva a Hiyo a comer seguramente estará muriendo de hambre- ya se esperaba que Hatori estuviera igual de ansioso que él por la repentina partida de Kirishima y Yokozawa junto al detective, ambos se encontraban nerviosos por lo que pasaría y como deberían actuar para afrontar ese problema.
Después de resolver uno de los problema de Akihiko que los había estado molestando por un largo tiempo otro los volvía a golpearlos de repente, aunque sentía cierta seguridad de que no terminarían en la cárcel no estaba aun muy seguro de que haría aquel hombre o si le habían creído a Yokozawa aquella historia de porque termino en manos de Kirishima.
Fuera cual fuera el resultado los afectaría, no podía permitir que Misaki se viera involucrado en un problema así y menos en ese momento con sus terapias teniendo resultados tan favorables para caminar solo y no tener que verse atado a un bastón o silla de ruedas como lo había estado durante ese largo mes después de despertar del coma.
No podía permitir que ese problema se extendiera afectando a su pareja, de ser necesario para proteger a Misaki abandonaría el país, solo dependía de cómo les fuera a esos 2 en Japón antes de hacer cualquier movimiento o esa acción se podría tomar como un movimiento sospechoso de su parte y seria como una sentencia que delatara el crimen del que fuera participe solo por estar siguiendo los deseos del presidente.
El sonido del timbre logro sacarlo de sus pensamientos era muy seguro que fuese Chiaki y Hatori los que estuvieran llamando a la puerta, aunque no pudieran hablar abiertamente del tema podría preguntarle qué era lo que sabía sobre cómo iban las cosas con Kirishima en Japón, hasta ahora Hatori era el único con quien mantenía mas contacto desde que abandonara el país y el único que podía informarle como estaban marchando las cosas.
-¿Como a estado Haruhiko-san? tiempo sin verlo ¿Esta Misaki?- estando ansioso por ver de nuevo a su amigo fuera del hospital, sus ojos aun sensibles por la luz los tenia escondidos detrás de uno lentes obscuros y un sombrero, por lo que los médicos decían duraría un par de semanas su sensibilidad a la luz a pesar de tener un tratamiento para evitar que sus ojos se irritaran y lastimaran por la luz del sol.
-Haruhiko, espero tengas un minuto necesitamos hablar- su expresión resultaba un tanto sombría por lo poco que Kirishima contaba hasta ahora parecía marchar todo bien, la reunión con la policía se realizaría ese día a las 3, estaban a unas horas de saber como debían actuar al saber el resultado de la investigación de la policía.
-Entren por favor, sobre Misaki está en la cocina si lo deseas puedes entrar y buscarlo así podría hablar con Hatori en la biblioteca- permitiéndoles la entrada, debían coordinarse de como actuarían dependiendo de cómo fueran las cosas en Japón.
Aún era pronto para adelantarse a lo que pasaría y más si no conocían que estaba pasando.
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Finalmente podía estar tranquilo, Takafumi se encontraba en buenas manos teniendo de pareja a un hombre protector y atento, la semana que habían pasado en la mansión les hiso ver que Kirishima adoraba a su amante de una forma intensa, no tenia de que quejarse al ver el trato que este le daba a Yokozawa y aquella niña tan linda también demostraba un gran amor por su amigo dejándolo completamente tranquilo a la hora de regresar a su propio hogar.
El viaje de regreso le había parecido mucho más largo y pesado que al inicio, posiblemente se debía a que en esos momentos sus medicamentos se habían agotado teniendo que enfrentarse a los molestos síntomas que venían de mano con la recuperación, no los padecía de forma frecuente y agradecía eso, solo si dejaba pasar días entre cada dosis.
Las visitas semanales al hospital resultaban tediosas pero necesarias, no solo para reponer los medicamentos que su tratamiento algo que les impedía irse o moverse de la ciudad por más de 9 días el tiempo aproximado que duraba los medicamentos, no podían simplemente cortar de raíz el tratamiento y arriesgarse a que la salud de Hiroki empeorara de repente solo por un descuido que podía ser evitado desde el principio, así que por mas tedioso que fuera el ir y venir al hospital no podían simplemente ignorarlo al primer indicio de una mejora.
-Los resultados nos muestran el regreso de un pequeño tumor, por el tamaño es posible eliminarlo con medicamentos y el tratamiento adecuado- revisando los resultados de los nuevos análisis, a pesar del regreso del tumor por el tamaño aun se encontraban a tiempo de eliminarlo sin tener que recurrir a tratamientos más agresivos como quimioterapia.
-¿Esta seguro que no será necesario otra operación?, sería muy arriesgado operar de nuevo después de tan poco tiempo de haber realizado el anterior procedimiento- temía que esta vez la salud de su pareja fuera de nuevo en caída, el solo pensar que este no sería capaz de sobrevivir a la operación le trajo un dolor intenso y horrible que no imaginaba fuese capaz de sentir con esa intensidad, nada comparado a lo que sintió al ser separados en el pasado.
-¿Tendré que someterme a quimioterapia? no quisiera verme dentro de un tratamiento tan agresivo como lo es la quimioterapia- verse salvado de esa clase de tratamiento no fue suerte fue por tener un tumor de un tamaño considerable que no podía ser tratado de esa forma, lo más que los médicos podían hacer era un control de síntomas con medicamentos y botar por una operación para remover el tumor esperando este no regresara más agresivo.
-Eso lo veremos en los siguientes estudios, pero el tamaño del tumor indica que puede ser eliminado sin tener que usar algo tan agresivo como lo es la quimioterapia- observando los resultados y análisis podía determinar que no parecía necesario llegar a esos extremos.
-Estaremos en sus manos doctor, por favor asegurase de curar a Hiro-san- ahora solo podían confiar en las habilidades del médico, asegurarse que el tratamiento fuera seguido al pie de la letra y no perder ninguna consulta o tratamiento.
A casi 3 meses de ser operado y con la medicación adecuada no se habían presentado mareos o alguna clase de malestar como los que sufría antes de ser intervenido, resultándole aun incomodo tener que regresar a ese hospital por cualquier mínimo malestar que sintiera no podía ser egoísta y dejar que un descuido arruinara la oportunidad que les daban de retomar su vida sin la amenaza de morir en cualquier momento, ahora incluso podían aspirar a tener un hijo tal como Nowaki deseaba podían contratar una madre sustituta y tener un niño que criar en una familia amorosa, se aseguraría de no cometer los mismos errores de sus padres con él.
Como cada semana enfrentar los largos y pesados discursos sobre sus análisis, las recomendaciones de los cuidados que debía tomar y la nueva fecha para realizar el análisis donde se determinaría que clase de tratamiento sería el más adecuado para seguir, como siempre ocurría no prestaba atención a esas palabras, no podía evitar pensar que hubiera sido de ellos sin la ayuda de Yokozawa y su amante, ambos se encontraban demasiado lejos del dinero necesario para costear la operación y rehabilitación después de la intervención.
*Ahora puedo ver que lograr superar esto fue gracias a su ayuda*
*Quien más me hirió fueron aquellos con quien debería haber contado*
*Lograr estar con el hombre que amo fue gracias a la ayuda de nuestros amigos*
*Es una deuda que jamás podre saldar con ellos*
-¿Puedes ir a agenda la cita? me gustaría descansar un poco- tratando de no poner nervioso a Nowaki sonrió débilmente.
-¿Estás seguro de sentirte bien Hiro-san?, siéntate en la banca y espérame no tardare en regresar- asegurándose de que su pareja estuviera sentado, regreso rápidamente hasta la oficina del segundo piso no deseaba dejar solo a su pareja por tanto tiempo.
Sacando del bolsillo su celular marco el numero de la primer persona a quien debía agradecer por ayudarlo a superar el trago amargo en su vida que fuera esa horrible enfermedad, espero varios segundos hasta que la llamada conectara, respirando profundo trato de calmarse antes de empezar a agradecerle a ese hombre su ayuda.
-Hiroki ¿Pasa algo? es muy raro que me llames así de repente- la llamada lo tomaba de sorpresa al estar esperando la salida del avión que los llevaría de regreso a los ángeles, de regreso con su pequeña a quien no veía desde hacia cerca de 6 días.
-Nada realmente, solo estaba pensando que nunca te agradecí por tu ayuda, fue gracias a tu ayuda que logre operarme y salir vivo de esta enfermedad- podía no ser un hombre del tipo afectuoso o expresivo, pero si era consciente que se debía gratitud a quienes te ayudaban.
-Eres mi amigo y por ayudarte haría cualquier cosa ¿Lo sabes verdad?, no fue nada lo que hice-no podía escuchar muy bien lo que Hiroki le decía por el ruido de los aviones al despegar.
-Hace mucho ruido ¿Donde estas?, no suena que estés en tu palacio- podía parecer una broma pero a los ojos de cualquiera una mansión así era un palacio de ensueño.
-Estoy en el aeropuerto de Narita, regrese a Japón para aclarar un problema que tuve y ahora solo estoy esperando a que salga mi avión- al fin podía estar tranquilo, aclarado una vez ese desagradable episodio de su vida quedaba atrás y podía aspirar a un futuro sin preocuparse sobre aquel incidente, solo restaba regresar a los ángeles junto a su niña y pareja.
-Solo quería que supieras cuanto te agradezco todo lo hiciste por mí, realmente estoy en deuda contigo- aunque no era muy expresivo trato de transmitir la felicidad que sentía por haber logrado encontrar un amia así de incondicional.
Observo a su pareja llegar agitado claramente por haber regresado corriendo hasta donde estaba, una ligera sonrisa se formo en sus labios por esa acción le era claro que Nowaki seguía preocupándose por su salud, llegándole una pregunta que no podía ser contestada con facilidad ¿Cuanto puedes amarme Nowaki? Levantándose de la banca y con paso lento fue hasta el listo para retomar una vez más su vida.