-Agh debo tomar un descanso de esta infernal oficina, moriré si continuo así-su cabeza dolía tanta presión en la oficina lo tenían al borde de un colapso con todas las juntas y firmas de contratos, froto su cien con la yema de sus dedos tratando de aliviar el dolor de haber estado varias horas soportando gritos y reclamaciones de sus jefes de sector por fallos en trabajos. Se dejó caer sin fuerzas ni ánimos en su sillón, intentando calmarse y no botar al diablo su trabajo, se sentía pleno y orgulloso de tener a su ángel a su lado. Recargando su cabeza contra el sillón trato de no pensar en su amante estando seguro de una cosa, si se ponía a pensar en él mandaría al diablo todo para ir a tener una sesión de reconfortante sexo con su hermoso amante en su nido de amor.
-Deja de perder el tiempo y ponte a trabajar. Aún está pendiente la junta con los accionistas en florida, no puedes seguir posponiéndola- Haruhiko dejo sobre el escritorio una pila de nuevos papeles que su idiota jefe debía revisar, mirando detenidamente la sonrisa de imbécil que tenía y sus constantes suspiros era fácil saber en quien estaba pensando. Suspiro fastidiado de esa actitud del idiota que su amigo poseía desde que tenía secuestrado al pelinegro, aun si ya había dejado de acostarse con cualquier hombre o mujer que se cruzara frente a él, ahora era un estúpido irresponsable que corría a la primera oportunidad a cogerse a su amante, sin importarle su trabajo o algo más.
-Deja de joderme Haru, estas malditas juntas me cansan. Si ese idiota no hubiera echado a perder el nuevo programa no estaría atrapado aquí-su voz demostraba su irritación, su nuevo software había sido arruinado por un imbécil programador que había confundido los comandos, retrasando la salida del nuevo programa. El error del ahora ex empleado les había costado varios miles de dólares y el retraso de su salida al mercado por al menos 3 meses, el caos por aquel fallo los tenía a todos tensos e irritables a niveles alarmantes, la reprogramación del programa estaba tomando demasiado tiempo.
-Zen deja de actuar como un idiota, lo único que quieres es ir y joder a tu amante. Últimamente solo piensas en sexo, no descuides el trabajo por estar en celo como un animal-reprocho el pelinegro mirándolo con irritación, aun no podía aceptar del todo que su amigo tuviera secuestrado al joven hombre, le aterraba que este escapara y los hundiera contando lo que hicieron, él no deseaba ir a prisiones Misaki despertaba y él estaba encerrado, el idiota de su hermano podría robarle a su castaño sin que pudiera evitarlo.
-Deja de fastidiar con eso ¿Ya tienes la mansión lista? no iré a florida sin él son 3 semanas enteras, no dejare a mi amante solo-sin prestarle atención a las reacción de Haruhiko espero su respuesta. La reunión con sus accionistas era importante solo demasiado prolongada para su gusto, uno en especial era demasiado insoportable de tratar y aquel que más tiempo les quitaba. Semanas lejos de california y su amante era demasiado para que él lograra soportarlo, ignorando cualquier opinión ordeno comprar una mansión aislada en las playas de florida e instalar un sistema de seguridad, así evitaría que su ángel escapara de su lado.
-¿Algún día dejaras de ser un idiota? ahg, no encontré lo que pedias solo una vieja mansión cerca del puerto, es lo más próximo posee acceso a una pequeña playa privada gracias a que está cerca de un risco-el hombre le extendió una carpeta con fotos y detalles de la propiedad, el castaño las tomo sin mucho ánimo realmente no deseaba una vieja casona y si no una lujosa mansión donde pudiera tener un nido de amor y pasar noches enteras ahogado en placer haciéndole el amor a su hermoso ángel de forma salvaje.
-Si me traes esto, deduzco que fue lo mejor que pudiste conseguir. Realmente no me convence mucho esta casona, si no hay nada mejor cómprala y ordena que instalen un sistema de seguridad Takafumi no debe salir de la propiedad-ordeno con desgano en su voz, al revisar la ubicación noto que estaba cerca de la ciudad, si su ángel escapaba no tardaría mucho en llegar al puerto, no le agradaba en lo más mínimo pensar que su amante pudiera huir de su lado y más aún tener acceso a una ciudad para esconderse de él.
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El ruido de la puerta al ser azotada con violencia le crispo los nervios, no lo esperaba no esperaba verlo tan pronto. Los ojos café lo devoraban haciéndolo sentir desnudo ante el hombre y más indefenso de lo que ya estaba, la intensidad de esa mirada lo estremecía oprimiéndole su pecho. El miedo lo invadió cuando lo vio acercarse a él, la mirada lasciva en sus ojos y esa maldita sonrisa burlona lo pusieron tenso.
Se vio arrastrado hasta la habitación como ocurría siempre que su violador llegaba, su ropa rasgada y hecha pedazos fue quedando esparcida por el suelo, su cuerpo fue empujado con violencia y brutalidad contra la cama. Sus labios devorados con una ansiedad abrumadora sin dejarle tiempo para reaccionar al ataque, los labios del castaño abandonaron los suyos, para recorrer su cuello repartiendo besos húmedos. Las cálidas manos de Zen recorrieron el torso desnudo saboreando la suave piel, arrancándole suaves gemidos y pequeños suspiros con aquel roce de los labios contra la suave piel de su amante.
*¿Desde cuando deje de pensar en ti Masamune? ¿Cuándo deje de extrañarte?* su cuerpo fue empujado con violencia contra la cama, ejerciendo presión sobre las muñecas ahora sujetadas sobre su cabeza, sus labios apresados de nuevo en un salvaje beso intenso y desesperado, el salvajismo del hombre comenzaba a parecerle algo tan común y normal al punto de aterrarlo ¿Era normal ser violado con esa brutalidad? ¿Desde cuándo su cuerpo se había acostumbrado a esa brutalidad? sus muñecas comenzaron a sufrir el dolor de estar siendo oprimidas, su cuello mordido con fiereza hasta el punto de abrirle la piel.
-¡Basta imbécil me lastimas! ¡Detente ya idiota!-usando las fuerzas que aun tenia intento empujarlo lejos, la forma en que Zen actuaba tan bestial lo aterraba, las veces que actuaba así lo lastimaba hasta el punto de desgarrarlo, más de una vez había sufrido los dolorosos desgarres en sus paredes anales y el sangrado de estas por varios días. El hombre era aterradoramente posesivo y salvaje. Lo asustaba tenerlo cerca y más aún sentir que de nuevo terminaría rasgado y sumido en un dolor infernal por tener sexo con su captor.
-Eres mi amante, tendremos sexo siempre que yo quiera. Mi amor no quiero lastimarte, será mejor que cooperes-recorriendo con los labios su cuello asegurándose de marcar la pálida piel, su deseo por hacerle saber a su hermoso ángel que era suyo y nadie más podría tenerlo era necesidad tan primitiva. Los suaves jadeos y suspiros que lograba arrancarle a su amante lo hacían sentir orgulloso, con cuidado termino de desnudarlo sabía que no necesitaba prepararlo gracias a que aún estaba dilatado de su anterior sesión, obligándolo a abrir las piernas se colocó entre ellas penetrándolo con una violenta embestida, iniciando un frenético ritmo, embistiendo con violencia el cuerpo del más joven.
-Aaahh...aahg...más despacio...Zen más des...-cerro con fuerza los ojos sentía las fuertes embestidas del castaño, de forma inconsciente sus piernas rodearon la cintura del hombre y sus uñas se clavaron la piel de su espalda, los gemidos resonaban en la habitación. Otra sesión de sexo bestial estaban teniendo el pelinegro y su captor, las salvajes embestidas sacudían el cuerpo del más joven arrancándole gemidos mezclados de dolor y placer. Su cuerpo lo traicionaba cada vez más, el salvajismo de Zen al tener sexo le parecía cada vez más normal, el dolor de cada penetración y embestida comenzaba a parecerle normal.
-No mi hermoso ángel, no me contendré al hacerte el amor. No puedo evitar desear tanto poseerte-beso con pasión los labios del joven, tratando de calmar su ansiedad salvaje la sola idea de tener que irse y no poder tocarlo lo tenían enloquecido, era un adicto al sabor de los labios de su amante y no podría mantenerse lejos sin tener su dosis del cuerpo del hombre que deseaba con una locura y pasión desbordante. La ansiedad por sentir más cercana su partida y los días que sabía no podría verlo lo ponían aún más brutal en el sexo, sabía que someterlo así podría desgarrarlo y producirle un dolor infernal, lo sabía y parecía no importarle el dolor que provocaría en su amante.
Espero a ver a su ángel dormido entre sus brazos después de haber mantenido un ritmo frenético al hacer el amor, sabía que su amante estaba fatigado y era poco probable que notara lo que haría con cuidado de no despertarlo se levantó de la cama, a paso calmado se dirigió a su ropa dispersa, necesitaba su saco y el frasco en uno de sus bolsillos unas pastillas que debía forzar a su amante a tomarlas así no notaria el traslado desde su hermosa prisión hasta la mansión donde estaría encerrado cerca de un mes, tardarían en llegar cerca de 4 días tiempo que Haruhiko usaría en instalar el sistema de seguridad en la casona y así asegurarse que su amante no escapara. Tomando con delicadeza los suaves labios del pelinegro lo obligo a abrir la boca y tragar los sedantes.
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Miro el calendario digital de su celular, al fin marcaba el fatídico día que le había arrebatado la vista a su amante y mandado al coma a Misaki, 2 años desde que su amado había quedado sumido en las penumbras y la obscuridad. Solo podían esperar a la llamada del hospital que confirmara el despertar de Misaki, la culpa que Chiaki sentía por haberlo llevado a esa firma le impedía aceptar una cirugía que le permitiera recuperar la vista.
*No puedo recuperar mi vista si Misaki aún está en coma. Es mi culpa Tori, fui yo quien le pidió ir a esa firma, de no haberlo hecho él aun estaría despierto* las mismas palabras que repetía una y otra vez cuando el tema era tocado. Chiaki sentía una gran culpa por haber arrastrado a su amigo a ese trágico evento, nadie esperaba que el obsesionado de Akihiko les trajera desgracias, su enfermiza obsesión por el castaño solo trajo dolor y miseria.
Acariciaba con delicadeza el rostro de su pareja apartando con cuidado los mechones de su rostro. Hatori sonrió al ver el rostro durmiendo de su amante, su alma carcomida por la culpa se negaba a perdonarse y perdonar a Akihiko no después de saber que su pelea con Chiaki fue provocada por el escritor para alejarlos de Misaki, fue culpa de ese estúpido y su asistente la desgracia de ambos jóvenes, apretando sus puños hasta tener los nudillos blancos por ser tan idiota le arrebato algo tan valioso a su amado.
2 años atrás aquel nefasto día, ambos se habían levantado muy temprano alistando todo lo que iban a llevar al evento al que tanto deseaba ir Chiaki, desde el momento que supo sobre aquel evento especial organizado por una editorial. La repentina llegada del afamado Usami Akihiko autor de las novelas que el castaño admiraba desde hacía 4 años, lo habían llevado a buscar como un loco entradas para una firma especial.
La extraña llegada tan repentina del autor sorprendió a más de uno, huía de un escándalo sexual en Inglaterra refugiándose en la casa de su hermano mayor. Hatori sabía que ambos hermanos no se llevaban nada bien, más de una vez el castaño buscaba refugiarse con Chiaki para evitar toparse con el autor y sus acosos.
*No me siento cómodo con Usami-san, siempre está buscando excusas para tocarme y más de una vez a tratado de forzarme a que lo bese*
*Usami-san ayer trato de entrar por la fuerza a mi cuarto, Haruhiko-san había salido por una junta y no llegaria, me asusta estar solo en casa con él*
*Chiaki-san me asusta como Usami-san intenta propasarme conmigo, amo a Haruhiko-san y no quiero causar una pelea entre ellos*
Lo que había desencadenado con Haruhiko echando de su casa a su hermano en un intento por proteger a Misaki que nunca menciono nada del acoso no así Chiaki, fue gracias a Hatori que el pelinegro se enteró y furioso echo de su hogar a su hermano.
-Bien, revise por tercera vez todo, ahora que no falta nada solo debemos irnos a la firma espero Chiaki disfrute esto-estando ya listos para irse una repentina llamada del bufet lo tomo por sorpresa un cliente anónimo se negaba a tomar a otro abogado pedía citarse con él con la habitación de un hotel de lujo, diciendo que tenía un problema serio que necesitaba arreglar sin levantar sospechas ni escándalos gracias a su posición económica.
*¡¡Malditos idiotas!! ¿Porque demonios tienen que arruinarlo todo?*
Había realizado con demasiada anticipación el papeleo de sus vacaciones, esta llamada echaba a perder todo, había prometido a Chiaki acompañarlo a la firma de un escritor que admiraba, tenían todo listo para irse.
-Tori, vamonos ¡¡Quiero llegar temprano y recorrer cada staff!! La firma será a las 4 y podríamos vagar todo el día por el edificio y ver todo-su pequeño castaño con una sonrisa y ahora saber que no podría cumplir con su promesa. Maldijo su suerte por esa estúpida llamada no podría cumplir el deseo de su amante.
-Chiaki, acaban de llamar del despacho, un cliente me cito hoy a las 10 en un hotel del centro, no poder acompañarte. Mi amor no quiere que pierdas esta firma se lo mucho que deseabas conocer a ese escritor-acariciando con cuidado y amor su mejilla, vio su rostro entristecer con la noticia, habían planeado esa salida durante 2 meses, sin imaginar que el despacho ignoraría sus vacaciones para mandarlo con un cliente que se había negado a dar su nombre o datos reales, no era extraño esa situación dado el tipo de clientes que su despacho manejaba, todos de alto nivel social y posición económica envidiable.
-Tori ¿No vendrás conmigo? no quiere ir solo, no tengo amigos que les guste este escritor para pedirles que me acompañen a la firma-el rostro de Chiaki se opacó, deseaba tanto ir a esa firma, cuando su pareja consiguió boletos VIP su felicidad fue desbordante. Hatori sujeto con delicadeza sus mejillas besándolo con amor y ternura, odiaba verlo así y más después de estar tan cerca de irse para conocer al afamado Usami Akihiko, autor del libro que adoraba su pequeño amante "Rastros de amor" una drama de un amor no correspondido.
-¿Misaki no puede acompañarte? escuche de Haruhiko que a Misaki le encanta esa novela, estoy seguro que estaría encantando de ir contigo-la mirada del castaño se ilumino con la sola mención del otro muchacho, en poco tiempo ambos castaños se habían echo grandes amigos gracias a sus gustos tan parecidos. Con renovado entusiasmo una simple llamada al otro castaño basto para no cancelar la salida a la firma de autógrafos.
-Misaki nos pidió que pasáramos por él, Haruhiko-san lo recogerá al final de la firma-la suave voz de Chiaki y su clara felicidad, logro calmar su sentimiento de culpa. Sentía una extraña opresión en su pecho instalándole una incomodidad en su corazón. Haruhiko no mantenía una buena relación con su hermano, gracias a que este le coqueteaba de forma descarada al castaño, confiaba que estando los 2 juntos y siendo una firma el idiota de Akihiko se comportara, saliendo del pent-house se dirigieron a casa de Misaki.
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Miro por décima vez el reloj 3:45, el cliente lo tenía esperando como un idiota en la habitación del hotel, su ética le impedía irse no así su paciencia que estaba ya al límite. Suspiro fastidiado y harto, mandando al diablo al famoso "cliente" dejo la habitación del hotel apresurando su paso al elevador, calculando que aun podría llegar al cierre del evento y acompañar a su castaño lo que restara de la firma.
*Chiaki te veré en la firma, espera por mi en la recepción* mando un mensaje a su amante anunciándole sus planes y así advertirle que no se fuera del lugar, apresuro su paso al estacionamiento gracias a la opresión en su pecho y extraño miedo que aun sentía.
Había conducido como un loco, gracias a ese extraño miedo que se negaba a dejarlo en paz, su frenética carrera lo llevo al edificio donde la librería realizo la firma. Su cerebro y mente se nublo con rabia y celos, después de llegar comenzó a buscar a su amante por todo el edificio lo había encontrado al fin en un salón besándose con un tipo que reconoció bien: Yuu Yanase el asistente personal de Akihiko, cegado por los celos aparto con brusquedad al tipo golpeando hasta dejarlo inútil en el suelo y arrastrando a Chiaki fuera del lugar. No quiso ver el aterrado y lloroso rostro de Chiaki, el pobre castaño había sido arrastrado por aquel sujeto al salón cuando Akihiko trato de besar a Misaki y él lo impidió.
-¡¡Maldición Chiaki!! ¡¡ ¿Cómo pudiste traicionarme así?!!-los celos cegaban su razón, no le dejaron ver las heridas frescas en las muñecas de Chiaki hechas en un intento del castaño por huir de Yuu, este había logrado rasgar su piel al intentar propasarse. Ignorando el dolor que sabía producía su brusco agarre en las frágiles muñecas del castaño lo obligo a entrar al automóvil. La cara pálida y asustada de Chiaki fue ignorada por Hatori, el castaño tenía un nudo en la garganta que le impedía hablar por el miedo.
*Misaki está en peligro. Akihiko planea secuestrarlo*, las palabras que la garganta de Chiaki se negaban a formar cuando era obligado a subir al automóvil de Hatori. La discusión era un recuerdo borroso de gritos y dolor para ambos.
*¿Porque me engañaste Chiaki?*
*¡¡Tori no es así!! ¡¡Jamás haría algo como eso!!*
*Chiaki ¿Porque? ¿Ese tipo es tu amante?*
*¡¡Sabes que jamás te traicionaría!!*
*¡¡Deja de actuar como un idiota!! ¡¡Akihiko se llevara a Misaki!!Ese tipo me alejo de ellos para impedir que lo evitara* una fuerte bofetada bañada en lágrimas de dolor por la duda de Hatori herían al castaño, cuando su garganta al fin se abrió fue al ver un deportivo rojo salir a toda velocidad del estacionamiento
*¿Akihiko secuestrara a Misaki?*
La estúpida discusión guiada por los celos dentro del auto móvil fijaron la atención de Hatori en su pareja y no en el camino evitando que su se fijara en lo que lo rodeara, su auto invadía el carril contrario y un deportivo rojo a acceso de velocidad metros más adelante impactaba una camioneta con tal violencia que el auto rojo salió proyectado contra el automóvil donde el abogado y su amante venían descarrilándolos con el impacto obligándolos a salir de la autopista, el automóvil rodaba sin control destrozándose a cada metro avanzado deteniendo su fatídica carrera al golpear un árbol 12 metros abajo de la carretera principal. El choque había resultado brutal, lo poco que aun podía recordar del accidente era la imagen de Chiaki bañado en sangre e inconsciente a su lado.
Su siguiente recuerdo era despertar en el hospital conectado a un respirador, su visión cansada inspecciono el lugar reconociéndolo como un hospital, ver el rostro serio de Kirishima sentado frente a su cama lo estremeció llenando su corazón de un medo terrible ¿Dónde estaba Chiaki?*Hatori...Chiaki está en cirugía, los cristales destrozados del parabrisas le desgarraron la retira* la voz seria y dura de Zen lo estremeció, Kirishima podía ser un idiota la mayor parte del tiempo, ahora como amigo en esa terrible situación fue un apoyo incondicional al abogado. Los dolorosos 4 meses que le tomo recuperarse a Hatori con las terapias, consultas para poder caminar solo de nuevo, fue gracias a la mano de ese hombre y su apoyo incondicional.
Tubo que armarse de valor para visitar el hospital donde tenían internado a Misaki, no sabía mucho de la salud del castaño, solo simples rumores y ninguno de ellos era alentador. Kirishima no hablaba mucho del asunto, más allá de revelarle lo que todos vieron Akihiko había sacado por la fuerza a Misaki del edificio, obligándolo a entrar a su auto.
*Akihiko ocasiono el choque, intento secuestrar a Misaki, tu amante era un obstáculo para lograrlo usando a su asistente logro quitarlo de su camino* la voz quebrada de Haruhiko al salir de su boca mostraban el odio, rencor y dolor que el hombre tenía contra su hermano. El pequeño y frágil cuerpo del castaño yacía recostado en la cama de un hospital privado, el más afectado por el accidente fue Misaki aun después de la cirugía para salvarle la vida, el castaño se negaba a despertar del coma a 6 meses del accidente.
Ver a Haruhiko destrozado aferrándose a la ilusión de ver a Misaki despierto, solo despertó la culpa y el odio en Hatori ahora podía ver claramente todo: la llamada por aquel cliente que estaba empeñado en tenerlo como abogado fue solo una farsa, no dudaba que fuese Akihiko quien realizara la cita con el fin de apartarlo del camino. Entre los fierros retorcidos del auto de Akihiko habían sido encontradas varias maletas con ropa no solo de él, una en específico los alerto por la talla y medida más pequeña era claro que estaba destinada a Misaki, el autor ya tenía planeado llevarse por la fuerza al joven muchacho.