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Tiempo por Amok Scarlet

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Notas del fanfic:

Esta es una historia algo extraña, lo que sucede después se lo dejo a su imaginación, el otro mundo que describo también, cualquier pregunta que quieran hacer, o lo que quieran decirme lo recibiré, por favor lean, espero lo disfruten

Todos los personajes son de Masashi Kishimoto

Tiempo, eso es lo único que veo, como corre, como no se detiene por nada, sigue, ese reloj en la pared de color azul, sus números me están matando, las manecillas no corren, parece un caracol de lo lento que va, cada segundo cuenta, cada minuto es esencial, cada hora es vida y cuando termina el día es un milagro, pero en mi caso es una tortura ya no lo soporto, pero aun así me quedo mirando, fijamente, esperando que llegue la hora, ¡Dios! Que debo hacer para que valla más rápido, que puedo yo… un segundo más ha pasado ahora faltan 12888 segundos, que son 214 minutos con 8… 7… segundos, ¡moriré antes de que la hora llegue!, se preguntaran porque estoy en este estado eso es muy simple, al menos para mí lo es, para matar el tiempo, les contare como llegue aquí, todo comenzó ayer hace más o menos a las 11:54 de la noche a punto de dar la media noche solo faltaba muy poco, ¿qué cómo lo sé?, a esa hora me despertaron los ruidos provenientes de la cocina de mi casa, por lo que volteé a ver el reloj y esa hora marcaba, me asuste, siempre le he tenido miedo a la hora de los espantos, por decirlo de una forma, es algo que no se me ha quitado desde pequeño, mis padres me llevaron a un psicólogo pero aun así, bien… regresando a hace casi un día, me espante, pero aun así me levante de la cama, no sé porque diablos no encendí la luz, me asome lentamente por la puerta que daba al pasillo, no vi nada, lógico, después de todo estaba apagada la luz, como sea… salí de la habitación dando pasos temerosos, camine lentamente a las escaleras, para alimentar más su curiosidad, vivo en una casa de dos pisos, pequeña, no soy rico ni nada por el estilo, con una sala-comedor, cocina, cuarto de lavado y arriba dos habitaciones, un cuarto de baño, y un pequeño estudio que sería el cuarto más pequeño de mi casa, bien como decía, baje las escaleras, lo primero que vi fue la sala, y logre ver una luz blanca que provenía de la cocina, me agarre el pecho por el pequeño sustito que me entro por los pies, iba descalzo, dude en ver que había allí o regresar a mi camita meterme en las cobijas y repitiéndome en mi cabeza que no pasaba nada, pero… mi curiosidad ganó por lo que lentamente empecé a caminar a la cocina, la luz cada vez era más fuerte y yo me moría del miedo, al llegar ahí vi una figura sentada en una silla dándome la espalda, de ese espectro provenía esa luz, sus cabellos eran negros, su piel blanca, vestía unas ropas extrañas, pero blancas, “un fan… fanta… ¡fantasma!” iba a correr lo juro piecitos para que los quiero, pero no pude, se giró a mí, otro mini infarto me dio al ver su cara, me hacía en mis pantalones, pero… al ver sus ojos… ¡me tragaron! ¡Lo juro! Me hundí casi literal, entre en una especie de trance… fue… extraño… pero que cosas tan raras estaba pasando, por un momento creí ver pasar la vida a una velocidad anormal, mis padres, mis amigos, la escuela, mi primer amor, todo lo que había hecho lo vi ¡hasta logré ver mi nacimiento!, absurdo sí, pero lo vi, cuanto terminaron de pasar, la figura extremadamente cerca de mí, su cara a centímetros, se veía serio tanto que da miedo, me fui para atrás, caí en mi trasero, , y cuando me vio sonrió, era hermoso debo aceptarlo, a pesar de ser un fantasma, y hombre ¡pero qué horror!, ¡¿cómo puede un hombre ser tan bello hasta después de la muerte?!, y abrió la boca

 

— Dobe — hasta la voz… ¿Qué es? ¿Un ángel? ¿La muerte? Que miedo

 

— A… mm… un… co… — parecía tonto, y como no estar así si había algo “raro” en mi casa no podía ni levantarme del suelo, solo balbuceaba tratando de decir no sé qué, ¿Qué le preguntaba?

 

— ¿Te comió la lengua el ratón? — se inclinó hacia mí, yo por inercia o lo que sea… me arrastre hacia atrás y él caminaba hacia mí, hasta que pegue con las escaleras, mire a los lados tratando de hallar una forma de salir de ahí, me agarro la cara con ambas manos — mirándote más de cerca… eres guapo — eso me saco por completo de onda, ¿yo guapo?, bueno no soy feo y no es que sea presuntuoso o algo por el estilo no me creo guapo, al menos yo no, pero la gente sí, para que se den una idea, tengo el cabello rubio, ojos azules, piel bronceada, ¿músculos? Pues no mucho y tampoco es que no tenga nada, hago ejercicio, mi voz… pues es normal a mi parecer, no sabría que decir respecto a eso, mi altura un metro ochenta soy el más alto de mis amigos, mmm… pues en general así soy, físicamente claro, ¿en dónde nos quedamos? Así…

 

— Eres guapo — como dije lo vi con sorpresa, y el miedo aún seguía ahí, por lo que me quede quietecito esperando su siguiente movimiento y escapar de ahí con la mínima posibilidad que encontrara — tienes buen cuerpo — me toqueteo, eso me despertó

 

— ¡¿Qué… qué crees que estás haciendo?! — le quite las manos de encima, un fantasma rarito

 

— Hasta que por fin hablas, ya me estaba hartando de esperar a que abrieras la boca, tu voz tan poco está mal — ¿cómo? Definitivamente es raro — ya no queda mucho tiempo, si te hubieras apurado a abrir esa boca no tendría tantos problemas — se dio la vuelta y se alejó — mañana volveré, más te vale estar despierto cuando llegue o ya verás ¡y ni se te ocurra escaparte! — Me volteo a ver — lo sabré y apareceré allá donde te encuentres, así que ya sabes

 

Y se esfumó, plaf, así como si nada, me quede viendo ese lugar desde donde me quede tirado, por si lo habían olvidado, estuve así durante unos segundos, todo fue tan rápido, no lo entendía y lo peor ¡iba a volver mañana! ¡Más bien hoy! No estaba listo y sigo sin estarlo, por eso estoy aquí esperando, sentado viendo el reloj, a que llegue la hora, pero hasta ahora no se ha aparecido, bien, soy un tonto por esperar todo el día enfrente del reloj, viendo como las manecillas hacen mi tortura mientras espero mi muerte, ¿mi muerte?, ya lo di por echo, estoy esperando que ese espectro, ángel, demonio, lo que sea, venga por mi vida, y se la lleve lejos, donde ya no podré ver la luz del sol una vez más, al menos se me ha hecho ligera la espera cuando empecé a contarles esto, ya son las 11:49 con 53… 54… segundos si se preguntan qué hora era cuando empecé eran las 8:42 de la noche, llevo casi todo el día aquí postrado, muerto del miedo, pero… ¿por qué no corro? Pues… porque aunque corra como esa cosa es un espectro me encontrara sea donde sea… además de que su advertencia me dio miedo, si soy un miedoso, una gallina, ni siquiera fui a trabajar, pero no podía, preferí quedarme aquí, esperando, además de que no dijo a qué hora vendría… más prevenir ¿o no?

 

La luz parpadeo, eso debe de ser… miro a todas partes, tratando de encontrar algo, pero… nada… solo parpadeó, volteo al reloj y ¡oh madre santísima! ¡No me hagas esto!, ahí está, como ayer, con esas ropas extrañas

 

— Muy bien — dice — ya que ayer no me dio tiempo, solo tengo 10 minutos, así que escucha ¡y ni se te ocurra interrumpirme! ¿Entendiste? — Me mira fijamente a los ojos, sus ojos son negros — ¿Entendiste? — Asiento con la cabeza — bien, buen niño — ¿niño? ¿Yo? — Tienes dos opciones, la primera — levanta un dedo — te vienes conmigo voluntariamente y entregas tu alma a la “jefa” — abrí la boca para de preguntar pero me callo con la mirada — la “jefa” Tsunade tomara tu alma y la llevará al “lugar” indicado, según cómo has vivido, tu cuerpo “físico” como es obvio se quedara aquí y te darán por muerto — me sorprendí, hasta cierto punto iba entendiendo, bueno, le entendí completamente, pero… ¡¿morir?! Porque eso quiere decir que se lleva mi alma y el cuerpo se queda ¿o no?, porque si no es así que me corrijan en este momento, ¡no quiero morir!, todavía hay muchas cosas que quiero hacer, como… volver a comer 20 platos de ramen seguidos, comer helado hasta que se me congele el cerebro, aventarme de paracaídas aunque me da miedo, beber hasta reventar con mis amigos como todos los fines de semana, encontrar el amor de mi vida, casarme, tener hijos aunque son molestos, pero los querré, ¡lo juro!, no… morir no… — tranquilo dobe todavía tienes otra opción — ¿escuche bien? Otra opción que bueno, ¡no tendré que morir! Volví a abrir la boca y me volvió a callar — escucha primero, que el tiempo corre — respire hondo y exhale de la misma forma y continuó — la segunda opción — levanta dos dedos — me complaces y listo podrás vivir hasta ver a tus nietos con sus respectivos hijos — ¿cómo qué complacerlo? ¿De qué forma? — se lo que estás pensando, es muy sencillo — asiento con la cabeza, la verdad no entiendo — solo debes hacer lo que yo diga — sonríe de forma… pervertida… ¿Qué quiere que haga? — Escucha — se acerca lentamente con sus labios susurra cerca de mi oído y un escalofrío corre por mi cuerpo — ¿Qué escoges? — Termina separándose y sacándome de onda, me quedo callado por un momento — ¿Y? ¿Cuál escoges? — Qué decisión más difícil, ni tanto, obviamente la segunda, pero… ¿Qué quiere que haga?

 

— La segunda — termino soltando rápidamente y cerrando los ojos

 

— Muy bien, vamos — jala de mi mano, haciéndome abrir los ojos, y seguirlo de manera torpe, vamos subiendo las escaleras, llegamos a mi cuarto, abre la puerta y me avienta a la cama se recuesta a horcajadas sobre mí, cabalgándome — voy a disfrutar esto, se lame los labios, yo trago, esto se pone raro, ¿me lo va a hacer? ¿Un hombre? ¿Un espectro? Pero quiero vivir — tranquilo te va a gustar — se saca esa “playera” porque no sé qué sea o como se le llame, al igual que los “pantalones” y yo diría que venía preparado, no trae nada debajo de ellos — ahora… — empieza a desabotonar mi pijama, despacio, ¡Dios! Mi corazón se acelera, me estoy empezando a excitar, esto es malo, termina la tarea y pasa una mano por mi pecho, yo lo miro todo lo que hace, se empieza a frotar con mi recién despierta erección, ¡que esto me está poniendo! Suelta un gemido, sigue pasando sus manos por mi pecho — es justo como pensé, tu cuerpo es… mhn… — ¡Dios! ¡Esa voz! Yo empiezo a respirar con dificultad — tócame — pide, su mano izquierda toma mi derecha, y la lleva a su miembro, ¡esta erecto!, empieza a frotar con ambas manos y jadea — mm… sí así… se siente bien… — suelta mi mano y yo sigo frotándole, sube la cadera mientras sus manos torpemente jalan mis pantalones quitándome con ellos mis bóxer, deja a la vista mi erección, baja y se frota el trasero haciendo fricción con mi pene, ¡Dios! Que si sigue así me vendré — todavía no… — suelta entre jadeos, toma mi mano, la lleva a su boca y los lame, mientras me mira — tócame — vuelve a pedir y dirijo mi mano libre a su cadera — mn… ya no… —  dirige mis dedos húmedos llevándolos a sus glúteos, guiándome hasta ese agujero que esconde entre ellos — mételo — y lo hago — ¡Ahn! Muévelo… despacio… — así hago — otro… — el segundo, muevo lentamente tratando de abrir más ese lugar tan estrecho… — sí… así… — meto el tercero y — ¡Ah! — Los meto y saco — ya… ya… mételo… — levanta las caderas y saco mis dedos tomo mi erección que está pidiendo que haga lo que tengo que hacer, lo coloco y él baja las caderas — ¡Ah! — de un solo golpe

 

— Mnh — gruño, esta tan apretado… — eres… muy estrecho

 

— Ah… te dije… que te… iba a gustar — habla entrecortadamente, pone las manos en mi abdomen — amn… se siente tan… bien… tan… grande… — sube y baja lentamente y yo acaricio su pecho, acariciando sus tetillas, rozándolas con las yemas de los dedos — hn… mn… — las pellizco ligeramente y las jalo, de un momento a otro lo giro dejándolo debajo de mí — espe… — no le doy tiempo de reprochar, me acercó a su rostro y lamo sus labios, delineándolos, su boca entre abierta deja ver sus dientes, los rozo con mi lengua, saboreo lentamente, dulce, pruebo de su lengua y él empieza a mover la suya, con mis manos acaricio su cuerpo, su cuello, sus brazos, su torso, todo, el pasa sus manos por mi cuello, nos separamos — sigue… — ni yo me di cuenta, lo embisto lentamente haciéndolo aferrarse a mi espalda, y escuchando sus gemidos en mi oído — más… fuerte… — subo su pierna por mi hombro y agarrando su cadera con un mano lo acerco más a mí, dando más fuerte y toco un punto donde — ¡AH! ¡Ahí! Otra vez — se agarra más fuerte y siento como sus uñas arañan mi piel, lo que me excita

 

— Te gusta… — digo jadeando

 

— Sí… más… más rápido… — lo vuelvo a besar y dejando caer un hilillo de saliva le beso la mejilla, bajando al cuello, dándole besos, donde me entretengo en la clavícula, succionando y dejándole una marca — Ah… mn… —  acaricia mis cabellos, y bajo hasta las tetillas donde las lamo, muerdo lentamente mientras le saco más gemidos, gemidos que yo acompaño con los míos, música… — déjame… arriba… — pide y lo siento encima de mío — ¡Ah¡ Así se siente mejor… — busca mi boca y yo la atrapo, nos besamos mientras se aferra a mi espalda, las estocadas son más fuertes, él bajando y yo empujando, soltamos nuestras bocas y besa mi cuello, y de un momento a otro me aprieta más, mordiendo mi hombro — ¡AAAAH! — soltándolo y viniéndose entre nuestros vientres doy otras dos estocadas y me vengo dentro de él

 

— ¡AHNN! — gimo, tratando de recuperar la respiración nos echamos al colchón, salgo lentamente de él

 

— Bien… eso… estuvo bien…

 

— ¿Solo… bien?

 

— Mff… bien… para ser… tu primera vez… con un hombre… — al ver mi cara termina diciendo — fue muy… bueno dobe

 

— Gracias supongo… — nos quedamos en silencio viéndonos, hasta que desvía la mirada al reloj

 

— Me entretuve contigo, pero ya es tarde, como había dicho — y volvió esa cara de seriedad que da miedo — vivirás hasta ver a tus nietos con sus respectivos hijos — se vestía mientras hablaba — agradéceme, volveré por ti cuando sea la hora, hasta entonces — acerco el rostro y me beso los labios, tiernamente, mientras acariciaba mi cabello, yo siento que… no debo dejarlo ir, no quiero que se valla, creo que me enamore… ¿amor? ¡De este espectro! ¡No puede ser! Me he enamorado y solo con… debería seguirlo, decirle que prefiero ir con él — ¡ni se te ocurra hacerme venir antes de tiempo! — debe de pasarle muy seguido o sabe leer la mente

 

— De acuerdo — termino por decir algo triste, de verdad me he enamorado

 

— Buen chico — me besa la frente — ahora duerme, cuando despiertes olvidaras lo que ha sucedido — me da la espalda y soltando mis cabellos se aleja y antes de que se aparte de mi le tomo la muñeca y se gira

 

— Al menos dime tu nombre, aunque lo olvide… al menos me gustaría escucharlo una vez — presiono más fuerte su muñeca y él se acerca a mi oído, como si de un secreto se tratara me susurra

 

— Sasuke

 

— Sasuke — repito — gracias — él me sonríe

 

— Nos vemos — y me vuelve a dar un beso en los labios, se aleja hasta llegar a la puerta — Cuídate Naruto — y mientras cruza la puerta siento pesados los parpados, no quiero olvidar, no quiero que se borre todo lo que paso este noche, no quiero que desaparezca Sasuke, sin poder evitarlo cierro los ojos…

 

Muchos años después…

 

— Maldición no puedo dormir… — suspira — ya son las 11:49, ya conté ovejas, ya conté ositos, ya conté dinosaurios, ya prendí la televisión, ya intente dormir boca abajo, nada, ni las pastillas para dormir funcionan… — suspira — iré a la cocina — se levanta de la cama y caminando lentamente se dirige a la cocina, ve una luz, se acerca — esos niños siempre dejan la luz prendida, no entienden, que se le va a hacer — suspira — de todos modos voy para allá — se queda estático en la puerta — Sa… Sasu… ¡Sasuke! — grita

 

— Dobe — la figura voltea sonriéndole — he venido por ti

 

Lo recordaba, por fin sus recuerdos de ese día volvían, ese día perdido sin saber porque estaba desnudo la cama, y cuando todos le preguntaron qué había pasado no supo que decir, y ahí enfrente de él estaba la razón de su insomnio, “por fin” pensó, se sentía aliviado

 

— Anda vamos, sabes que no me gusta esperar — su verdadero amor, adonde iría no lo sabía y no le importaba, toco su mano — te ves muy bien para tu edad dobe — sintió algo parecido a un escalofrío, pero más fuerte, más intenso, se sintió más ligero, su cuerpo callo sobre el piso, miro sus manos, se veía igual que ese día — ¿listo?

 

— Sí, he esperado mucho — sonrío, no es que hubiera vivido una vida gris ni nada por el estilo, pero sentía que algo le faltaba — te extrañe

 

— Lo sé, te estado viendo — cuando se escucharon pasos cerca de la cocina desaparecieron tomados de las manos y sonriendo estarían juntos desde ese momento.

Notas finales:

Gracias por leer, mi intento de fanfic, espero les haya gustado


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